jueves, 31 de marzo de 2011

LECTURAS DEL JUEVES TERCERO DE CUARESMA 31 DE MARZO


YO SERE SU DIOS Y USTEDES SERAN MI PUEBLO




ANTÍFONA DE ENTRADA

Yo soy la salvación de mi pueblo, dice el Señor. Los escucharé en cualquier tribulación en que me llamen y seré siempre su Dios.

ORACIÓN COLECTA

Te pedimos, Señor, humildemente, que conforme se acerca la fiesta de nuestra redención, crezca en nosotros el fervor para celebrar santamente la Pascua de tu Hijo, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo y es Dios por los siglos de los siglos.

LITURGIA DE LA PALABRA

Éste es el pueblo que no escuchó la voz del Señor, su Dios.

Lectura del libro del profeta Jeremías: 7, 23-28

Esto dice el Señor: "Esta es la orden que di a mi pueblo: 'Escuchen mi voz, y yo seré su Dios y ustedes serán mi pueblo; caminen siempre por el camino que yo les mostraré, para que les vaya bien'.
Pero ellos no escucharon ni prestaron oído. Caminaron según sus ideas, según la maldad de su corazón obstinado, y en vez de darme la cara, me dieron la espalda, desde que sus padres salieron del país de Egipto hasta hoy.

Yo les envié a mis siervos, los profetas, un día y otro día; pero ellos no los escucharon ni les prestaron oído. Endurecieron su cabeza y fueron peores que sus padres. Tú les dirás, pues, todas estas palabras, pero no te escucharán; los llamarás y no te responderán. Entonces les dirás: 'Éste es el pueblo que no escuchó la voz del Señor, su Dios, ni aceptó la corrección. Ya no existe fidelidad en Israel; ha desaparecido de su misma boca' ".

Palabra de Dios.

Te alabamos, Señor.


Del salmo 94






 R/. Señor, que no seamos sordos a tu voz.

Vengan, lancemos vivas al Señor, aclamemos al Dios que nos salva. Acerquémonos a Él, llenos de júbilo, y démosle gracias. R/.

Vengan, y puestos de rodillas, adoremos y bendigamos al Señor, que nos hizo, porque Él es nuestro Dios y nosotros, su pueblo; Él es nuestro pastor y nosotros, sus ovejas. R/.

Hagámosle caso al Señor, que nos dice: "No endurezcan su corazón, como el día de la rebelión en el desierto, cuando sus padres dudaron de mí, aunque habían visto mis obras".R/.

ACLAMACIÓN (JI 2, 12-13)

R/. Honor y gloria a ti, Señor Jesús.

Todavía es tiempo, dice el Señor, arrepiéntanse de todo corazón y vuélvanse a mí, que soy compasivo y misericordioso. R/.


El que no esta conmigo, esta contra mi.






Lectura (Proclamación) del santo Evangelio según san Lucas: 11, 14-23


En aquel tiempo, Jesús expulsó a un demonio, que era mudo. Apenas salió el demonio, habló el mudo y la multitud quedó maravillada. Pero algunos decían: "Éste expulsa a los demonios con el poder de Belzebú, el príncipe de los demonios". Otros, para ponerlo a prueba, le pedían una señal milagrosa.

Pero Jesús, que conocía sus malas intenciones, les dijo: "Todo reino dividido por luchas internas va a la ruina y se derrumba casa por casa. Si Satanás también está dividido contra sí mismo, ¿cómo mantendrá su reino?

Ustedes dicen que yo arrojo a los demonios con el poder de Belzebú. Entonces, ¿con el poder de quién los arrojan los hijos de ustedes? Por eso, ellos mismos serán sus jueces. Pero si yo arrojo a los demonios con el dedo de Dios, eso significa que ha llegado a ustedes el Reino de Dios.

Cuando un hombre fuerte y bien armado guarda su palacio, sus bienes están seguros; pero si otro más fuerte lo asalta y lo vence, entonces le quita las armas en que confiaba y después dispone de sus bienes. El que no está conmigo, está contra mí; y el que no recoge conmigo, desparrama".

 Palabra del Señor.

Gloria a ti, Señor Jesús.

ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS

Preserva, Señor, a tu pueblo de toda maldad para que sus ofrendas te sean agradables; no permitas que nos entreguemos a los falsos placeres, para que podamos alcanzar la recompensa prometida. Por Jesucristo, nuestro Señor.

Prefacio I-V de Cuaresma.

ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN (Sal 118, 4-5)

Tú promulgas, Señor, tus preceptos para que se observen con exactitud. Que mi conducta se ajuste siempre al cumplimiento de tu voluntad.

ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN

Que la gracia de tu salvación, que hemos recibido en este sacramento, transforme, Señor, toda nuestra vida. Por Jesucristo, nuestro Señor.

miércoles, 30 de marzo de 2011

LECTURAS DEL MIERCOLES TERCERO DE CUARESMA 30 DE MARZO DE 2011



NO HE VENIDO A ABOLIR LA LEY SINO A DARLE PLENITUD



ANTÍFONA DE ENTRADA (Sal 118, 133)

Haz, Señor, que siga con firmeza tu palabra, para que no se apodere de mí ningún pecado.

ORACIÓN COLECTA

Te pedimos, Señor, que purificados por las prácticas cuaresmales y alimentados con tu palabra, podamos entregarnos enteramente a tu servicio y perseverar unidos en la oración. Por nuestro Señor Jesucristo...

LITURGIA DE LA PALABRA

Guarden mis mandamientos y pónganlos en práctica.



Lectura del libro del Deuteronomio: 4, 1. 5-9

En aquellos días, habló Moisés al pueblo, diciendo: "Ahora, Israel, escucha los mandatos y preceptos que te enseño, para que los pongas en práctica y puedas así vivir y entrar a tomar posesión de la tierra que el Señor, Dios de tus padres, te va a dar.
Yo les enseño mandatos y preceptos, como me ordena el Señor, mi Dios, para que se ajusten a ellos en la tierra en que van a entrar y que van a tomar en posesión.
Guárdenlos y cúmplanlos, porque ellos son su sabiduría y su prudencia a los ojos de los pueblos. Cuando tengan noticia de todos estos preceptos, se dirán: 'En verdad esta gran nación es un pueblo sabio y prudente'. Porque, ¿cuál otra nación hay tan grande que tenga dioses tan cercanos como lo está nuestro Dios, siempre que lo invocamos? ¿Cuál es la gran nación cuyos mandatos y preceptos sean tan justos como toda esta ley que ahora les doy?

Pero ten cuidado y atiende bien: No vayas a olvidarte de estos hechos que tus ojos han visto, ni dejes que se aparten de tu corazón en todos los días de tu vida; al contrario, transmíteselos a tus hijos y a los hijos de tus hijos".

 Palabra de Dios.

 Te alabamos, Señor.

Del salmo 147

R/. Demos gloria a nuestro Dios.

Glorifica al Señor, Jerusalén, a Dios ríndele honores, Israel. Él refuerza el cerrojo de tus puertas y bendice a tus hijos en tu casa. R/.
Él mantiene la paz en tus fronteras, con su trigo mejor sacia tu hambre. Él envía a la tierra su mensaje y su palabra corre velozmente. R/.Le muestra a Jacob su pensamiento, sus normas y designios a Israel. No ha hecho nada igual con ningún pueblo, ni le ha confiado a otro sus proyectos. R/.


ACLAMACIÓN (cfr. Jn 6, 63. 68)

R/. Honor y gloria a ti, Señor Jesús.

Tus palabras, Señor, son espíritu y vida. Tú tienes palabras de vida eterna. R/.




El que cumpla y enseñe mis mandamientos, será grande en el Reino de los cielos.

Lectura (Proclamación) del santo Evangelio según san Mateo: 5, 17-19

En aquel tiempo, Jesús dijo a sus discípulos: "No crean que he venido a abolir la ley o los profetas; no he venido a abolirlos, sino a darles plenitud. Yo les aseguro que antes se acabarán el cielo y la tierra, que deje de cumplirse hasta la más pequeña letra o coma de la ley.

Por lo tanto, el que quebrante uno de estos preceptos menores y enseñe eso a los hombres, será el menor en el Reino de los cielos; pero el que los cumpla y los enseñe, será grande en el Reino de los cielos".

 Palabra del Señor.

Gloria a ti, Señor Jesús.

ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS

Acepta, Señor, las ofrendas y oraciones que te presentamos y protege de todo mal a quienes celebramos tu Eucaristía. Por Jesucristo, nuestro Señor.

Prefacio I-V de Cuaresma.

ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN (Sal 15, 11)

Me has enseñado el sendero de la vida, me saciarás de gozo en tu presencia.

ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN

Santifícanos, Señor, con el pan del cielo que acabamos de recibir para que, libres de nuestras faltas, podamos alcanzar tus promesas eternas. Por Jesucristo, nuestro Señor.

martes, 29 de marzo de 2011

LECTURAS DEL MARTES TERCERO DE CUARESMA 29 DE MARZO

PARABOLAS DEL REINO, PERDONAR HASTA SETENTA VECES SIETE.






ANTÍFONA DE ENTRADA (Sal 16, 6. 8)

Yo te invoco porque tú me respondes, Dios mío; atiéndeme y escucha mis palabras. Cuídame como a la niña de tus ojos y cúbreme bajo la sombra de tus alas.

ORACIÓN COLECTA

Que tu gracia, Señor, nos acompañe, para que nos impulse a entregarnos a tu servicio y nos obtenga siempre tu ayuda. Por nuestro Señor Jesucristo...

LITURGIA DE LA PALABRA

Acepta, Señor, nuestro corazón adolorido y nuestro espíritu humillado.

Lectura del libro del profeta Daniel: 3, 25. 34-43

En aquel tiempo, Azarías oró al Señor, diciendo: "Señor, Dios nuestro, no nos abandones nunca; por el honor de tu nombre no rompas tu alianza; no apartes de nosotros tu misericordia, por Abraham, tu amigo, por Isaac, tu siervo, por Jacob, tu santo, a quienes prometiste multiplicar su descendencia, como las estrellas del cielo y las arenas de la playa.
Pero ahora, Señor, nos vemos empequeñecidos frente a los demás pueblos y estamos humillados por toda la tierra, a causa de nuestros pecados. Ahora no tenemos príncipe ni jefe ni profeta; ni holocausto ni sacrificio ni ofrenda ni incienso; ni lugar donde ofrecerte las primicias y alcanzar misericordia. Por eso, acepta nuestro corazón adolorido y nuestro espíritu humillado, como un sacrificio de carneros y toros, como un millar de corderos cebados. Que ése sea hoy nuestro sacrificio y que sea perfecto en tu presencia, porque los que en ti confían no quedan defraudados. Ahora te seguiremos de todo corazón; te respetamos y queremos encontrarte; no nos dejes defraudados. Trátanos según tu clemencia y tu abundante misericordia. Sálvanos con tus prodigios y da gloria a tu nombre". Palabra de Dios. T. Te alabamos, Señor.


Del salmo 24

 R/. Sálvanos, Señor, tú que eres misericordioso.
Descúbrenos, Señor, tus caminos, guíanos con la verdad de tu doctrina. Tú eres nuestro Dios y salvador y tenemos en ti nuestra esperanza. R/.
Acuérdate, Señor, que son eternos tu amor y tu ternura. Según ese amor y esa ternura, acuérdate de nosotros. R/.
Porque el Señor es recto y bondadoso, indica a los pecadores el sendero, guía por la senda recta a los humildes y descubre a los pobres sus caminos. R/.


ACLAMACIÓN (JI 2, 12-13)

R/. Honor y gloria a ti, Señor Jesús.
Todavía es tiempo, dice el Señor, conviértanse a mí de todo corazón, porque soy compasivo y misericordioso. R/.

Si no perdonan de corazón a su hermano, tampoco el Padre celestial los perdonará a ustedes.






Lectura (Proclamación) del santo Evangelio según san Mateo: 18, 21-35

En aquel tiempo, Pedro se acercó a Jesús y le preguntó: "Si mi hermano me ofende, ¿cuántas veces tengo que perdonarlo? ¿Hasta siete veces?". Jesús le contestó: "No sólo hasta siete, sino hasta setenta veces siete".
Entonces Jesús les dijo: "El Reino de los cielos es semejante a un rey que quiso ajustar cuentas con sus servidores. El primero que le presentaron le debía diez mil talentos. Como no tenía con qué pagar, el señor mandó que lo vendieran a él, a su mujer, a sus hijos y todas sus posesiones, para saldar la deuda. El servidor, arrojándose a sus pies, le suplicaba diciendo: 'Ten paciencia conmigo y te lo pagaré todo'. El rey tuvo lástima de aquel servidor, lo soltó y hasta le perdonó la deuda.
Pero, apenas había salido aquel servidor, se encontró con uno de sus compañeros, que le debía poco dinero. Entonces lo agarró por el cuello y casi lo estrangulaba, mientras le decía: 'Págame lo que me debes'. El compañero se le arrodilló y le rogaba: 'Ten paciencia conmigo y te lo pagaré todo'. Pero el otro no quiso escucharlo, sino que fue y lo metió en la cárcel hasta que le pagara la deuda.
Al ver lo ocurrido, sus compañeros se llenaron de indignación y fueron a contar al rey lo sucedido. Entonces el señor lo llamó y le dijo: 'Siervo malvado. Te perdoné toda aquella deuda porque me lo suplicaste. ¿No debías tú también haber tenido compasión de tu compañero, como yo tuve compasión de ti?'. Y el señor, encolerizado, lo entregó a los verdugos para que no lo soltaran hasta que pagara lo que debía.
Pues lo mismo hará mi Padre celestial con ustedes, si cada cual no perdona de corazón a su hermano".

Palabra del Señor. 

 Gloria a ti, Señor Jesús.


ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS

Que este sacrificio que vamos a ofrecerte nos purifique, Señor, de nuestros pecados y nos obtenga la ayuda de tu poder. Por Jesucristo, nuestro Señor.

Prefacio I-V de Cuaresma.


ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN (Sal 14, 1-2)

Señor ¿quién puede hospedarse en tu casa y descansar en tu monte santo? El que procede honradamente y practica la justicia.

ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN

Que nuestra participación en este misterio, renueve, Señor, toda nuestra vida y nos alcance tu perdón y tu ayuda. Por Jesucristo, nuestro Señor.

lunes, 28 de marzo de 2011

LECTURAS DEL LUNES TERCERO DE CUARESMA 28 DE MARZO DE 2011

LUNES 28




EL DIOS INCLUYENTE Y COMPASIVO 2 R 5, 1-15; Lc 4, 24-30


ANTÍFONA DE ENTRADA (Sal 83, 3)

Mi alma desfallece y suspira por los atrios del Señor; mi corazón y todo mi ser se han regocijado en el Dios vivo.

ORACIÓN COLECTA

Señor, que tu continua misericordia purifique a tu Iglesia y la proteja; y ya que sin ti no puede encontrar la salvación, dirígela siempre con tu gracia. Por nuestro Señor Jesucristo...

LITURGIA DE LA PALABRA

Muchos leprosos había en Israel, pero ninguno fue curado, sino Naamán, el sirio.

Lectura del segundo libro de los Reyes: 5, 1-15

En aquellos días, Naamán, general del ejército de Siria, gozaba de la estima y del favor de su rey, pues por su medio había dado el Señor la victoria a Siria. Pero este gran guerrero era leproso.
Sucedió que una banda de sirios, en una de sus correrías, trajo cautiva a una jovencita, que pasó luego al servicio de la mujer de Naamán. Ella le dijo a su señora: "Si mi señor fuera a ver al profeta que hay en Samaria, ciertamente él lo curaría de su lepra".
Entonces fue Naamán a contarle al rey, su señor: "Esto y esto dice la muchacha israelita". El rey de Siria le respondió: "Anda, pues, que yo te daré una carta para el rey de Israel". Naamán se puso en camino, llevando de regalo diez barras de plata, seis mil monedas de oro, diez vestidos nuevos y una carta para el rey de Israel que decía: "Al recibir ésta, sabrás que te envío a mi siervo Naamán, para que lo cures de la lepra".
Cuando el rey de Israel leyó la carta, rasgó sus vestiduras exclamando: "¿Soy yo acaso Dios, capaz de dar vida o muerte, para que éste me pida que cure a un hombre de su lepra? Es evidente que lo que anda buscando es un pretexto para hacerme la guerra".
Cuando Eliseo, el hombre de Dios, se enteró de que el rey había rasgado sus vestiduras, le envió este recado: "¿Por qué rasgaste tus vestiduras? Envíamelo y sabrá que hay un profeta en Israel". Llegó, pues, Naamán con sus caballos y su carroza, y se detuvo a la puerta de la casa de Eliseo. Éste le mandó decir con un mensajero:

"Ve y báñate siete veces en el río Jordán, y tu carne quedará limpia". Naamán se alejó enojado, diciendo:
"Yo había pensado que saldría en persona a mi encuentro y que, invocando el nombre del Señor, su Dios, pasaría la mano sobre la parte enferma y me curaría de la lepra. ¿Acaso los ríos de Damasco, como el Abaná y el Farfar, no valen más que todas las aguas de Israel? ¿No podría bañarme en ellos y quedar limpio?". Dio media vuelta y ya se marchaba, furioso, cuando sus criados se acercaron a él y le dijeron: "Padre mío, si el profeta te hubiera mandado una cosa muy difícil, ciertamente la habrías hecho; cuanto más, si sólo te dijo que te bañaras y quedarías sano".

Entonces Naamán bajó, se bañó siete veces en el Jordán, como le había dicho el hombre de Dios, y su carne quedó limpia como la de un niño. Volvió con su comitiva a donde estaba el hombre de Dios y se le presentó, diciendo: "Ahora sé que no hay más Dios que el de Israel".

Palabra de Dios.

Te alabamos, Señor.

De los salmos 41 y 42



 R/. Estoy sediento del Dios queda la vida.
Como el venado busca el agua de los ríos, así, cansada, mi alma te busca a ti, Dios mío.
Del Dios que da la vida está mi ser sediento. ¿Cuándo será posible ver de nuevo su templo? R/.
Envíame, Señor, tu luz y tu verdad; que ellas se conviertan en mi guía y hasta tu monte santo me conduzcan, allí donde tú habitas. R/.
Al altar del Señor me acercaré, al Dios que es mi alegría, y a mi Dios, el Señor, le daré gracias al compás de la cítara. R/.

ACLAMACIÓN (Sal 129, 5. 7)

R/. Honor y gloria a ti, Señor Jesús.

Confío en el Señor y en sus palabras, porque del Señor viene la misericordia y la redención. R/.
Como Elías y Eliseo, Jesús no ha sido enviado sólo a los judíos.

Lectura (Proclamación) del santo Evangelio según san Lucas: 4, 24-30

En aquel tiempo, Jesús llegó a Nazaret, entró a la sinagoga y dijo al pueblo:

"Yo les aseguro que nadie es profeta en su tierra. Había ciertamente en Israel muchas viudas en los tiempos de Elías, cuando faltó la lluvia durante tres años y medio, y hubo un hambre terrible en todo el país; sin embargo, a ninguna de ellas fue enviado Elías, sino a una viuda que vivía en Sarepta, ciudad de Sidón. Había muchos leprosos en Israel, en tiempos del profeta Eliseo; sin embargo, ninguno de ellos fue curado, sino Naamán, que era de Siria".




 Al oír esto, todos los que estaban en la sinagoga se llenaron de ira, y levantándose, lo sacaron de la ciudad y lo llevaron hasta un precipicio de la montaña sobre la que estaba construida la ciudad, para despeñarlo. Pero Él, pasando por en medio de ellos, se alejó de allí.

Palabra del Señor.

Gloria a ti, Señor Jesús.

ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS

Acepta, Señor, esta ofrenda que te presentamos como signo de nuestra entrega a ti y conviértela en el sacramento que ha de darnos la salvación. Por Jesucristo, nuestro Señor.

Prefacio I-V de Cuaresma.

ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN (Sal 116, 1-2)

Alaben al Señor todas las naciones, aclámenlo todos los pueblos, porque grande es su amor hacia nosotros y su fidelidad dura por siempre.

ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN

Que el sacramento que hemos recibido nos purifique, Señor, y realice nuestra unidad. Por Jesucristo, nuestro Señor.

domingo, 27 de marzo de 2011

LECTURAS DEL DOMINGO TERCERO DE CUARESMA 27 DE MARZO DE 2011

Primera Lectura




Lectura del libro del Exodo (17, 3-7)

En aquellos días, el pueblo, torturado por la sed, fue a protestar contra Moisés, diciéndole: “¿Nos has hecho salir de Egipto para hacernos morir de sed a nosotros, a nuestros hijos y a nuestro ganado?” Moisés clamó al Señor y le dijo: “¿Qué puedo hacer con este pueblo? Sólo falta que me apedreen”. Respondió el Señor a Moisés: “Preséntate al pueblo, llevando contigo a algunos de los ancianos de Israel, toma en tu mano el cayado con que golpeaste el Nilo y vete. Yo estaré ante ti, sobre la peña, en Horeb. Golpea la peña y saldrá de ella agua para que beba el pueblo”.

Así lo hizo Moisés a la vista de los ancianos de Israel y puso por nombre a aquel lugar Masá y Meribá, por la rebelión de los hijos de Israel y porque habían tentado al Señor, diciendo:

“¿Está o no está el Señor en medio de nosotros?”

Palabra de Dios.

Te alabamos, Señor.


Salmo Responsorial

Salmo 94




Señor, que no seamos sordos a tu voz.

Vengan, lancemos vivas al Señor, aclamemos al Dios que nos salva. Acerquémonos a él, llenos de júbilo, y démosle gracias.

Señor, que no seamos sordos a tu voz.

Vengan, y puestos de rodillas, adoremos y bendigamos al Señor, que nos hizo, pues él es nuestro Dios y nosotros, su pueblo; él es nuestro pastor y nosotros, sus ovejas.

Señor, que no seamos sordos a tu voz.

Hagámosle caso al Señor, que nos dice: “No endurezcan su corazón, como el día de la rebelión en el desierto, cuando sus padres dudaron de mí, aunque habían visto mis obras”.

Señor, que no seamos sordos a tu voz.



Segunda Lectura




Lectura de la carta del apóstol san Pablo a los romanos (5, 1-2. 5-8)
Hermanos: Ya que hemos sido justificados por la fe, mantengámonos en paz con Dios, por mediación de nuestro Señor Jesucristo. Por él hemos obtenido, con la fe, la entrada al mundo de la gracia, en la cual nos encontramos; por él, podemos gloriarnos de tener la esperanza de participar en la gloria de Dios.

La esperanza no defrauda, porque Dios ha infundido su amor en nuestros corazones por medio del Espíritu Santo, que él mismo nos ha dado. En efecto, cuando todavía no teníamos fuerzas para salir del pecado, Cristo murió por los pecadores en el tiempo señalado.

Difícilmente habrá alguien que quiera morir por un justo, aunque puede haber alguno que esté dispuesto a morir por una persona sumamente buena. Y la prueba de que Dios nos ama está en que Cristo murió por nosotros, cuando aún éramos pecadores.

Palabra de Dios.

Te alabamos, Señor.


Aclamación antes del Evangelio



Honor y gloria a ti, Señor Jesús.

Señor, tú eres el Salvador del mundo. Dame de tu agua viva para que no vuelva a tener sed.

Honor y gloria a ti, Señor Jesús.


Evangelio




† Lectura del santo Evangelio según san Juan (4, 5-42)

Gloria a ti, Señor.

En aquel tiempo, llegó Jesús a un pueblo de Samaria, llamado Sicar, cerca del campo que dio Jacob a su hijo José. Ahí estaba el pozo de Jacob. Jesús, que venía cansado del camino, se sentó sin más en el brocal del pozo. Era cerca del mediodía. Entonces llegó una mujer de Samaria a sacar agua y Jesús le dijo: “Dame de beber”. (Sus discípulos habían ido al pueblo a comprar comida). La samaritana le contestó: “¿Cómo es que tú, siendo judío, me pides de beber a mí, que soy samaritana?”(Porque los judíos no tratan a los samaritanos).

Jesús le dijo:

“Si conocieras el don de Dios y quién es el que te pide de beber, tú le pedirías a él, y él te daría agua viva”.

La mujer le respondió: “Señor, ni siquiera tienes con qué sacar agua y el pozo es profundo, ¿cómo vas a darme agua viva? ¿Acaso eres tú más que nuestro padre Jacob, que nos dio este pozo, del que bebieron él, sus hijos y sus ganados?”




Jesús le contestó: “El que bebe de esta agua vuelve a tener sed. Pero el que beba del agua que yo le daré, nunca más tendrá sed; el agua que yo le daré se convertirá dentro de él en un manantial capaz de dar la vida eterna”.

La mujer le dijo: “Señor, dame de esa agua para que no vuelva a tener sed ni tenga que venir hasta aquí a sacarla”. El le dijo: “Ve a llamar a tu marido y vuelve”. La mujer le contestó: “No tengo marido”. Jesús le dijo: “Tienes razón en decir: ‘No tengo marido’. Has tenido cinco, y el de ahora no es tu marido. En eso has dicho la verdad”.

La mujer le dijo: “Señor, ya veo que eres profeta. Nuestros padres dieron culto en este monte y ustedes dicen que el sitio donde se debe dar culto está en Jerusalén”. Jesús le dijo: “Créeme, mujer, que se acerca la hora en que ni en este monte ni en Jerusalén adorarán al Padre. Ustedes adoran lo que no conocen; nosotros adoramos lo que conocemos. Porque la salvación viene de los judíos.

Pero se acerca la hora, y ya está aquí, en que los que quieran dar culto verdadero adorarán al Padre en espíritu y en verdad, porque así es como el Padre quiere que se le dé culto. Dios es espíritu, y los que lo adoran deben hacerlo en espíritu y en verdad”.

La mujer le dijo: “Ya sé que va a venir el Mesías (es decir, Cristo). Cuando venga, él nos dará razón de todo”. Jesús le dijo: “Soy yo, el que habla contigo”.



En esto llegaron los discípulos y se sorprendieron de que estuviera conversando con una mujer; sin embargo, ninguno le dijo: ‘¿Qué le preguntas o de qué hablas con ella?’ Entonces la mujer dejó su cántaro, se fue al pueblo y comenzó a decir a la gente: “Vengan a ver a un hombre que me ha dicho todo lo que he hecho. ¿No será éste el Mesías?” Salieron del pueblo y se pusieron en camino hacia donde él estaba.

Mientras tanto, sus discípulos le insistían: “Maestro, come”. El les dijo: “Yo tengo por comida un alimento que ustedes no conocen”. Los discípulos comentaban entre sí: “¿Le habrá traído alguien de comer?”



Jesús les dijo: “Mi alimento es hacer la voluntad del que me envió y llevar a término su obra. ¿Acaso no dicen ustedes que todavía faltan cuatro meses para la siega? Pues bien, yo les digo: Levanten los ojos y contemplen los campos, que ya están dorados para la siega. Ya el segador recibe su jornal y almacena frutos para la vida eterna. De este modo se alegran por igual el sembrador y el segador. Aquí se cumple el dicho: ‘Uno es el que siembra y otro el que cosecha’. Yo los envié a cosechar lo que no habían trabajado. Otros trabajaron y ustedes recogieron su fruto”.

Muchos samaritanos de aquel poblado creyeron en Jesús por el testimonio de la mujer: ‘Me dijo todo lo que he hecho’. Cuando los samaritanos llegaron a donde él estaba, le rogaban que se quedara con ellos, y se quedó allí dos días. Muchos más creyeron en él al oír su palabra.

Y decían a la mujer: “Ya no creemos por lo que tú nos has contado, pues nosotros mismos lo hemos oído y sabemos que él es, de veras, el salvador del mundo”.

Palabra del Señor.

Gloria a ti, Señor Jesús

sábado, 26 de marzo de 2011

LECTURAS DEL SABADO SEGUNDO DE CUARESMA 26 DE MARZO 2011

EL PADRE MISERICORDIOSO







Antífona de Entrada
El Señor es compasivo y misericordioso, lleno de paciencia y amor; el Señor es bueno con todos y su bondad se extiende a todas sus creaturas.
Oración Colecta
Oremos:
, Señor, que por medio de los sacramentos nos haces partícipes, ya desde este mundo, de los bienes celestiales, dirige nuestra vida y condúcenos a la luz donde habitas.
Por nuestro Señor Jesucristo...
Amén.

Primera Lectura
Lectura del libro del profeta
Miqueas (7, 14-15. 18-20)
Señor, Dios nuestro, pastorea a tu pueblo con tu cayado, a las ovejas de tu heredad, que permanecen aisladas en la maleza, en medio de campos feraces. Pastarán en Basán y en Galaad, como en los días de antaño, como cuando salimos de Egipto y nos mostrabas tus prodigios.
¿Qué dios hay como , que quitas la iniquidad y pasas por alto la rebeldía de los sobrevivientes de Israel? No mantendrás por siempre tu cólera, pues te complaces en ser misericordioso.
Volverás a compadecerte de nosotros, aplastarás con tus pies nuestras iniquidades, arrojarás a lo hondo del mar nuestros delitos. Serás fiel con Jacob y compasivo con Abraham, como juraste a nuestros padres en tiempos remotos, Señor, Dios nuestro.
Palabra de Dios.
Te alabamos, Señor.

Salmo Responsorial Salmo 102
El Señor es compasivo
y misericordioso.
Bendice al Señor, alma míaque todo mi ser bendiga su santo nombre. Bendice al Señoralma mía, y no te olvides de sus beneficios.
El Señor es compasivo
y misericordioso.
El Señor perdona tus pecados y cura tus enfermedadesél rescata tu vida del sepulcrote colma de amor y de ternura.
El Señor es compasivo
y misericordioso.
El Señor no estará siempre enojado, ni durará para siempre su rencor. No nos trata como merecen nuestras culpas, ni nos paga según nuestros pecados.
El Señor es compasivo
y misericordioso.
Como desde la tierra hasta el cielo, así es de grande su misericordia; como dista el oriente del ocaso, así aleja de nosotros nuestros delitos.
El Señor es compasivo
y misericordioso.

Aclamación antes del Evangelio
Honor y gloria a ti,
Señor Jesús.
Me levantaré, volveré a mi padre y le diré: “Padre, he pecado contra el cielo y contra ti”.
Honor y gloria a ti,
Señor Jesús.


Evangelio











Lectura del santo Evangelio
según san Lucas (15, 1-3. 11-32)
Gloria a ti, Señor.
En aquel tiempo, se acercaban a Jesús los publicanos y los pecadores para escucharlo. Por lo cual los fariseos y los escribas murmuraban entre : “Este recibe a los pecadores y come con ellos”.
Jesús les dijo entonces esta parábola: “Un hombre tenía dos hijos, y el menor de ellos le dijo a su padre: ‘Padre, dame la parte de la herencia que me toca’. Y él les repartió los bienes. No muchos días después, el hijo menor, juntando todo lo suyo, se fue a un país lejano y allá derrochó su fortunaviviendo de una manera disoluta.
Después de malgastarlo todosobrevino en aquella región una gran hambre y él empezó a padecer necesidad. Entonces fue a pedirle trabajo a un habitante de aquel país, el cual lo mandó a sus campos a cuidar cerdos.
Tenía ganas de hartarse con las bellotas que comían los cerdos, pero no lo dejaban que se las comiera. Se puso entonces a reflexionar y se dijo: ‘¡Cuántos trabajadores en casa de mi padre tienen pan de sobra, y yo, aquí, me estoy muriendo de hambre! Me levantaré, volveré a mi padre y le diré: Padre, he pecado contra el cielo y contra ti; ya no merezco llamarme hijo tuyo. Recíbeme como
a uno de tus trabajadores’.
Enseguida se puso en camino hacia la casa de su padre. Estaba todavía lejoscuando su padre lo vio y se enterneció profundamente. Corrió hacia él, y echándole los brazos al cuello, lo cubrió de besos. El muchacho le dijo: ‘Padre, he pecado contra el cielo y contra tiya no merezco llamarme
hijo tuyo’.
Pero el padre les dijo a sus criados: ‘¡Pronto!, traigan la túnica más rica y vístanselapónganle un anillo en el dedo y sandalias en los pies; traigan el becerro gordo y mátenloComamos y hagamos una fiesta, porque este hijo mío estaba muerto y ha vuelto a la vida, estaba perdido y lo hemos encontrado’. Y empezó el banquete.
El hijo mayor estaba en el campo y al volver, cuando se acercó a la casa, oyó la música y los cantos. Entonces llamó a uno de los criados y le preguntó qué pasaba. Este le contestó: ‘Tu hermano ha regresado y tu padre mandó matar el becerro gordopor haberlo recobrado sano y salvo’. El hermano mayor se enojó y no quería entrar.
Salió entonces el padre y le rogó que entrara; pero él replicó: ‘¡Hace tanto tiempo que te sirvo, sin desobedecer jamás una orden tuya, y  no me has dado nunca ni un cabrito para comérmelo con mis amigos! Pero eso , viene ese hijo tuyo, que despilfarró tus bienes con malas mujeres, y mandas matar el becerro gordo’.
El padre repuso: ‘Hijo,  siempre estás conmigo y todo lo mío es tuyo. Pero era necesario hacer fiesta y regocijarnosporque este hermano tuyo estaba muerto y ha vuelto a la vida, estaba perdido y lo hemos encontrado’ ”.
Palabra del Señor.
Gloria a ti, Señor Jesús.

Oración sobre las Ofrendas
Por medio de este sacrificio que vamosofrecerte, comunícanosSeñor, los frutos de la redención para que nunca se desvíe de ti nuestra vida y podamos alcanzar los bienes del cielo.
Por Jesucristo, nuestro Señor.
Amén.

Prefacio de Cuaresma V
El camino del éxodo en el
desierto cuaresmal

El Señor esté con ustedes.
Y con tu espíritu.
Levantemos el corazón.
Lo tenemos levantado hacia el Señor.
Demos gracias al Señor, nuestro Dios.
Es justo y necesario.
En verdad es justo bendecir tu nombre, Padre rico en misericordia, ahora que, en nuestro itinerario hacia la luz pascual, seguimos los pasos de Cristo, maestro y modelo de la humanidad reconciliada en el amor.
abres a la Iglesia el camino de un nuevo éxodo a través del desierto cuaresmal, para quellegados a la montaña santa, con el corazón contrito y humilladoreavivemos nuestra vocación de pueblo de la alianzaconvocado para bendecir tu nombre, escuchar tu palabra, y experimentar con gozo tus maravillas.
Por estos signos de salvaciónunidos a los ángeles, ministros de tu gloria, proclamamos el canto de tu alabanza:
Santo, Santo, Santo...

Antífona de la Comunión
Alégrate, hijo mío, porque tu hermano estaba muerto y ha vuelto a la vida; estaba perdido y lo hemos encontrado.

Oración después de la Comunión

Oremos:
Que la gracia de este sacramento llegue a lo más íntimo de nuestro corazón y nos comunique su fuerza divina.
Por Jesucristo, nuestro Señor.
Amén.
Description: http://www.idstat.com/cgi-binp/hits.cgi?a=62350652&d=13