Para que viendo las buenas obras que ustedes hacen, den gloria a su Padre, que está en los cielos.
ANTÍFONA DE ENTRADA (Sal 94, 6-7)
Entremos y adoremos de rodillas al Señor, creador nuestro, porque Él es nuestro Dios.
ORACIÓN COLECTA
Señor, que tu amor incansable cuide y proteja siempre a estos hijos tuyos, que han puesto en tu gracia toda su esperanza. Por nuestro Señor Jesucristo...
LITURGIA DE LA PALABRA
Entonces surgirá tu luz como la aurora.
Del libro del profeta Isaías: 58, 7-10
Esto dice el Señor: "Comparte tu pan con el hambriento, abre tu casa al pobre sin techo, viste al desnudo y no des la espalda a tu propio hermano. Entonces surgirá tu luz como la aurora y cicatrizarán de prisa tus heridas; te abrirá camino la justicia y la gloria del Señor cerrará tu marcha. Entonces clamarás al Señor y Él te responderá; lo llamarás y Él te dirá: 'Aquí estoy'. Cuando renuncies a oprimir a los demás y destierres de ti el gesto amenazador y la palabra ofensiva; cuando compartas tu pan con el hambriento y sacies la necesidad del humillado, brillará tu luz en las tinieblas y tu oscuridad será como el mediodía".
Palabra de Dios.
Te alabamos, Señor.
Del salmo 111
R/. El justo brilla como una luz en las tinieblas.
Quien es justo, clemente y compasivo, como una luz en las tinieblas brilla. Quienes, compadecidos, prestan y llevan su negocio honradamente, jamás se desviarán. R/.
El justo no vacilará; vivirá su recuerdo para siempre. No temerá malas noticias, porque en el Señor vive confiadamente. R/.
Firme está y sin temor su corazón. Al pobre da limosna, obra siempre conforme a la justicia; su frente se alzará llena de gloria. R/.
Les he anunciado a Cristo crucificado.
De la primera carta del apóstol san Pablo a los corintios: 2, 1-5
Hermanos: Cuando llegué a la ciudad de ustedes para anunciarles el Evangelio, no busqué hacerlo mediante la elocuencia del lenguaje o la sabiduría humana, sino que resolví no hablarles sino de Jesucristo, más aún, de Jesucristo crucificado.
Me presenté ante ustedes débil y temblando de miedo. Cuando les hablé y les prediqué el Evangelio, no quise convencerlos con palabras de hombre sabio; al contrario, los convencí por medio del Espíritu y del poder de Dios, a fin de que la fe de ustedes dependiera del poder de Dios y no de la sabiduría de los hombres.
Palabra de Dios.
Te alabamos, Señor.
ACLAMACIÓN (Jn 8, 12)
Yo soy la luz del mundo, dice el Señor; el que me sigue tendrá la luz de la vida. R/.
Ustedes son la luz del mundo.
Del santo Evangelio según san Mateo: 5, 13-16
En aquel tiempo, Jesús dijo a sus discípulos: "Ustedes son la sal de la tierra. Si la sal se vuelve insípida, ¿con qué se le devolverá el sabor? Ya no sirve para nada y se tira a la calle para que la pise la gente.
Ustedes son la luz del mundo. No se puede ocultar una ciudad construida en lo alto de un monte; y cuando se enciende una vela, no se esconde debajo de una olla, sino que se pone sobre un candelero, para que alumbre a todos los de la casa.
Que de igual manera brille la luz de ustedes ante los hombres, para que viendo las buenas obras que ustedes hacen, den gloria a su Padre, que está en los cielos".
Palabra del Señor.
Gloria a ti, Señor Jesús.
Credo
PLEGARIA UNIVERSAL
Presentemos ahora al Padre nuestras intenciones, por nosotros y por el mundo entero.
Después de cada petición diremos: Escúchanos, Padre.
Por la Iglesia y por todos los que la formamos. Que seamos sal de la tierra y luz del mundo, dando un buen testimonio de Jesús en nuestra vida. Oremos.
Por todos los cristianos. Que nuestra fe nos lleve a trabajar solidariamente por nuestros hermanos, especialmente por los más débiles y necesitados. Oremos.
Por los legisladores de México. Que, electos para servir al pueblo, busquen el bien de la mayoría. Oremos.
Por los países pobres, por los hombres y mujeres que pasan hambre. Que los que dirigen nuestro mundo globalizado hagan lo necesario para resolver estas situaciones injustas. Oremos.
Por todos los enfermos que sufren en el cuerpo o en el espíritu. Que experimenten muy cercana la fuerza de Dios, y nuestra cuidadosa atención. Oremos.
Por todos nosotros. Que la celebración de la Eucaristía nos alimente para vivir con mayor intensidad nuestro camino de seguimiento de Jesús. Oremos. Escucha, Padre, nuestra oración, y derrama tu amor sobre los hombres y mujeres del mundo entero. Por Jesucristo, nuestro Señor.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Señor, Dios nuestro, tú que nos has dado este pan y este vino para reparar nuestras fuerzas, conviértelos para nosotros en sacramento de vida eterna. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Prefacio para los domingos del Tiempo Ordinario
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN (Mt 5, 5-6)
Bienaventurados los que lloran, porque serán consolados. Bienaventurados los que tienen hambre y sed de justicia, porque serán saciados.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Señor, tú que has querido hacernos participar de un mismo pan y de un mismo cáliz, concédenos vivir de tal manera unidos en Cristo, que nuestro trabajo sea eficaz para la salvación del mundo. Por Jesucristo, nuestro Señor.
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