"Dichoso aquel que participe en el banquete del Reino de Dios".
ANTÍFONA DE ENTRADA Cfr. Mt 19, 21
Si quieres ser perfecto, ve a vender todo lo que tienes, dales el dinero a los pobres; luego ven y sígueme, dice el Señor.
ORACIÓN COLECTA
Padre santo, que aunque llamas a todos tus hijos a la perfección de la caridad, invitas a algunos a seguir más de cerca las huellas de tu Hijo, concede a quienes has elegido para esta vocación especial vivir de tal manera, que sean para la Iglesia y para el mundo, un signo elocuente de tu Reino. Por nuestro Señor Jesucristo...
LITURGIA DE LA PALABRA
Todos y cada uno somos miembros los unos de los otros.
De la carta del apóstol san Pablo a los romanos: 12, 5-16
Hermanos: Todos nosotros, aun siendo muchos, formamos un solo cuerpo unidos a Cristo, y todos y cada uno somos miembros los unos de los otros. Pero tenemos dones diferentes, según la gracia concedida a cada uno. El que tenga el don de profecía, que lo ejerza de acuerdo con la fe; el que tenga el don de servicio, que se dedique a servir; el que enseña, que se consagre a enseñar; el que exhorta, que se entregue a exhortar. El que da, hágalo con sencillez; el que preside, presida con solicitud; el que atiende a los necesitados, hágalo con alegría.
Que el amor de ustedes sea sincero. Aborrezcan el mal y practiquen el bien; ámense cordialmente los unos a los otros, como buenos hermanos; que cada uno estime a los otros más que a sí mismo. En el cumplimiento de su deber, no sean negligentes y mantengan un espíritu fervoroso al servicio del Señor. Que la esperanza los mantenga alegres; sean constantes en la tribulación y perseverantes en la oración. Ayuden a los hermanos en sus necesidades y esmérense en la hospitalidad.
Bendigan a los que los persiguen; bendíganlos, no los maldigan. Alégrense con los que se alegran; lloren con los que lloran. Que reine la concordia entre ustedes. No sean, pues, altivos; más bien pónganse al nivel de los humildes.
Palabra de Dios.
Te alabamos, Señor.
Del salmo 130
Señor, mi corazón no es ambicioso ni mis ojos soberbios; grandezas que superen mis alcances no pretendo. R/.
Estoy, Señor, por lo contrario, tranquilo y en silencio, como niño recién amamantado en los brazos maternos. R/.
Que igual en el Señor esperen los hijos de Israel, ahora y siempre. R/.
ACLAMACIÓN Mt 1 1, 28
Vengan a mí, todos los que están fatigados y agobiados por la carga, y yo les daré alivio, dice el Señor. R/.
Sal a los caminos y a las veredas; insísteles a todos para que vengan y se llene mi casa.
En aquel tiempo, uno de los que estaban sentados a la mesa con Jesús le dijo: "Dichoso aquel que participe en el banquete del Reino de Dios".
Entonces Jesús le dijo: "Un hombre preparó un gran banquete y convidó a muchas personas. Cuando llegó la hora del banquete, mandó un criado suyo a avisarles a los invitados que vinieran, porque ya todo estaba listo. Pero todos, sin excepción, comenzaron a disculparse. Uno le dijo: 'Compré un terreno y necesito ir a verlo; te ruego que me disculpes'. Otro le dijo: 'Compré cinco yuntas de bueyes y voy a probarlas; te ruego que me disculpes'. Y otro más le dijo: 'Acabo de casarme y por eso no puedo ir'.
Volvió el criado y le contó todo al amo. Entonces el señor se enojó y le dijo al criado: Sal corriendo a las plazas y a las calles de la ciudad y trae a mi casa a los pobres, a los lisiados, a los ciegos y a los cojos'.
Cuando regresó el criado, le dijo: 'Señor, hice lo que me ordenaste, y todavía hay lugar'. Entonces el amo respondió: Sal a los caminos y a las veredas; insísteles a todos para que vengan y se llene mi casa. Yo les aseguro que ninguno de los primeros invitados participará de mi banquete' ".
Palabra del Señor.
Gloria a ti, Señor Jesús.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Acepta, Padre santo, los dones que te presentamos y concede a cuantos se han propuesto seguir con entusiasmo a tu Hijo por el camino estrecho de la perfección evangélica, la libertad de espíritu y la verdadera fraternidad. Por Jesucristo, nuestro Señor.
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN Cfr. Mt 19, 27-29
En verdad les digo que ustedes, los que han dejado todo para seguirme, recibirán cien veces más y obtendrán la vida eterna, dice el Señor.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Fortalece, Señor, a tus siervos, con el alimento y la bebida espiritual es para que, siempre fieles al llamado evangélico, muestren en todas partes una viva imagen de tu Hijo. El, que vive y reina por los siglos de los siglos.
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