Le impuso las manos y, al instante, la mujer se enderezó y empezó a alabar a Dios.
ANTÍFONA DE ENTRADA Cfr. Lo 4, 18
El Espíritu del Señor está sobre mí, porque me ha ungido para llevar a los pobres la buena nueva, para sanar a los contritos de corazón y perdonar a los que se arrepienten.
ORACIÓN COLECTA
Señor y Dios nuestro, que para gobernar a tu pueblo te sirves del ministerio de los sacerdotes, concédeles perseverar en el cumplimiento de tu voluntad, para que, en su ministerio y en su vida, puedan buscar siempre tu gloria en Cristo. El, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo y es Dios por los siglos de los siglos.
LITURGIA DE LA PALABRA
Vivan amando como Cristo.
De la carta del apóstol san Pablo a los efesios: 4, 32-5, 8
Hermanos: Sean buenos y comprensivos, y perdónense unos a otros, como Dios los perdonó, por medio de Cristo.
Imiten, pues, a Dios como hijos queridos. Vivan amando como Cristo, que nos amó y se entregó por nosotros, como ofrenda y víctima de fragancia agradable a Dios.
Que entre ustedes, como conviene a verdaderos cristianos, no se hable de fornicación, inmoralidad o codicia; ni siquiera de indecencias, ni de conversaciones tontas o chistes groseros, pues son cosas que no están bien. En lugar de eso, den gracias a Dios. Tengan bien entendido que ningún lujurioso, inmoral o codicioso, que es lo mismo que decir idólatra, participará en el Reino de Cristo y de Dios.
Que nadie los engañe con vanas razones, pues todas estas cosas atraen la ira de Dios sobre los rebeldes. Así pues, no se hagan cómplices de ellos. Porque en otro tiempo ustedes fueron tinieblas, pero ahora, unidos al Señor, son luz. Vivan, por lo tanto, como hijos de la luz.
Palabra de Dios.
Te alabamos, Señor.
Del salmo 1
R/. Dichoso el hombre que confía en el Señor.
Dichoso aquel que no se guía por mundanos criterios, que no anda en malos pasos ni se burla del bueno, que ama la ley de Dios y se goza en cumplir sus mandamientos. R/.
Es como un árbol plantado junto al río, que da su fruto a tiempo y nunca se marchita. En todo tendrá éxito. R/.
En cambio los malvados serán como la paja barrida por el viento. Porque el Señor protege el camino del justo y al malo sus caminos acaban por perderlo. R/.
ACLAMACIÓN Cfr. Jn 17, 17
Tu palabra, Señor, es la verdad; santifícanos en la verdad. R/.
¿No era bueno desatar a esta hija de Abraham de esa atadura, aun en día de sábado?
Un sábado, estaba Jesús enseñando en una sinagoga. Había ahí una mujer que llevaba dieciocho años enferma por causa de un espíritu malo. Estaba encorvada y no podía enderezarse. Al verla, Jesús la llamó y le dijo: "Mujer, quedas libre de tu enfermedad". Le impuso las manos y, al instante, la mujer se enderezó y empezó a alabar a Dios.
Pero el jefe de la sinagoga, indignado de que Jesús hubiera hecho una curación en sábado, le dijo a la gente: "Hay seis días de la semana en que se puede trabajar; vengan, pues, durante esos días a que los curen y no el sábado"
Entonces el Señor dijo: "¡Hipócritas! ¿Acaso no desata cada uno de ustedes su buey o su burro del pesebre para llevarlo a abrevar, aunque sea sábado? Y a esta hija de Abraham, a la que Satanás tuvo atada durante dieciocho años, ¿no era bueno desatarla de esa atadura, aun en día de sábado?".
Cuando Jesús dijo esto, sus enemigos quedaron en vergüenza; en cambio, la gente se alegraba de todas las maravillas que Él hacía.
Palabra del Señor.
Gloria a ti, Señor Jesús.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Señor Dios, que has querido que los sacerdotes estén al servicio de tu santo altar y de tu pueblo, concédeles, por la fuerza de este sacrificio, que su ministerio te sea siempre grato y dé frutos permanentes en tu Iglesia. Por Jesucristo, nuestro Señor.
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN Jn 17, 17-18
Padre santo, santifícalos en la verdad. Tu palabra es la verdad. Así como tú me enviaste al mundo, así los envío yo también al mundo, dice el Señor.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Que este santo sacrificio que te hemos ofrecido y del cual hemos participado, vivifique, Señor, a tus sacerdotes y a todos tus fieles, para que, unidos a ti con caridad constante, merezcan servirte dignamente. Por Jesucristo, nuestro Señor.
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