Mirando al cielo, suspiró y le dijo: "¡Effetá!" (que quiere decir "¡Ábrete!").
ANTÍFONA DE ENTRADA
Esta virgen sabia y prudente salió al encuentro de Cristo con la lámpara encendida.
ORACIÓN COLECTA
Al celebrar a santa Escolástica, virgen, te pedimos, Señor, que siguiendo su ejemplo nos concedas amarte con un amor puro y experimentar las delicias de tu amistad. Por nuestro Señor Jesucristo ...
LITURGIA DE LA PALABRA
Ustedes serán como dioses, pues conocerán el bien y el mal.
Del libro del Génesis: 3, 1-8
La serpiente era el más astuto de los animales del campo que había creado el Señor Dios. Un día le dijo a la mujer: "¿Es cierto que Dios les ha prohibido comer de todos los árboles del jardín?"
La mujer respondió: "Podemos comer del fruto de todos los árboles del jardín, pero del árbol que está en el centro, dijo Dios: 'No comerán de él ni lo tocarán, porque de lo contrario, habrán de morir' ".
La serpiente replicó a la mujer: "De ningún modo. No morirán. Bien sabe Dios que el día que coman de los frutos de ese árbol, se les abrirán a ustedes los ojos y serán como Dios, que conoce el bien y el mal".
La mujer vio que el árbol era bueno para comer, agradable a la vista y codiciable, además, para alcanzar la sabiduría. Tomó, pues, de su fruto, comió y le dio a su marido, que estaba junto a ella, el cual también comió. Entonces se les abrieron los ojos a los dos y se dieron cuenta de que estaban desnudos. Entrelazaron unas hojas de higuera y se cubrieron con ellas.
Oyeron luego los pasos del Señor Dios, que se paseaba por el jardín a la hora de la brisa, y se ocultaron de su vista entre los árboles del jardín.
Palabra de Dios.
Te alabamos, Señor.
Del salmo 31
R/. Perdona, Señor, nuestros pecados.
Dichoso aquel que ha sido absuelto de su culpa y su pecado. Dichoso aquel en el que Dios no encuentra ni delito ni engaño. R/.
Ante el Señor reconocí mi culpa, no oculté mi pecado. Te confesé, Señor, mi gran delito y tú me has perdonado. R/.
Por eso, en el momento de la angustia, que todo fiel te invoque y no lo alcanzarán las grandes aguas, aunque éstas se desborden. R/.
ACLAMACIÓN Cfr. Hechos 16, 14
R/. Aleluya, aleluya.
Abre, Señor, nuestros corazones, para que comprendamos las palabras de tu Hijo. R/.
Hace oír a los sordos y hablar a los mudos.
Del santo Evangelio según san Marcos: 7, 31-37
En aquel tiempo, salió Jesús de la región de Tiro y vino de nuevo, por Sidón, al mar de Galilea, atravesando la región de Decápolis. Le llevaron entonces a un hombre sordo y tartamudo, y le suplicaban que le impusiera las manos. Él lo apartó a un lado de la gente, le metió los dedos en los oídos y le tocó la lengua con saliva.
Después, mirando al cielo, suspiró y le dijo: "¡Effetá!" (que quiere decir "¡Ábrete!"). Al momento se le abrieron los oídos, se le soltó la traba de la lengua y empezó a hablar sin dificultad.
Él les mandó que no lo dijeran a nadie; pero cuanto más se lo mandaba, ellos con más insistencia lo proclamaban; y todos estaban asombrados y decían: "¡Qué bien lo hace todo! Hace oír a los sordos y hablar a los mudos".
Palabra del Señor.
Gloria a ti, Señor Jesús.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Al proclamar. Señor, tu obra admirable en la santa virgen Escolástica, suplicamos humildemente a tu majestad que, así como. te agradaron sus méritos, así también te sea aceptable el desempeño de nuestro servicio. Por Jesucristo, nuestro Señor.
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN Cfr. Mt 25, 6
Ya viene el esposo; salgan al encuentro de Cristo, el Señor.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Alimentados por la participación de este divino don, te rogamos, Señor Dios nuestro, que, a ejemplo de santa Escolástica y llevando en nuestro cuerpo los padecimientos de Jesús, nos esforcemos por adherirnos sólo a ti. Por Jesucristo, nuestro Señor.
O bien:
San José Sánchez del Río, mártir mexicano MR p. 932 (924)
Nació el 28 de marzo de 1913 en Sahuayo, Michoacán. Tenía 13 años al decretarse la suspensión de culto público. Su hermano Miguel tomó las armas para defender la causa de Cristo y de su Iglesia. José pidió permiso a sus padres para alistarse como soldado pero su madre trató de disuadirlo. Luego escribió al jefe cristero y la respuesta fue negativa. Insistió pidiendo le admitiera como asistente. En el campamento se ganó el cariño de sus compañeros que lo apodaron "Tarsicio". Por la noche dirigía el santo rosario y animaba a la tropa a defender su fe. El 5 de febrero de 1928, cerca de Cotija, el caballo del general cristero cayó muerto de un balazo y José le entregó el suyo. Hecho prisionero fue llevado ante el general callista quien al no lograr hacerlo apostatar lo mandó encerrar. El 10 de febrero de 1928 fue torturado desollándole los pies con un cuchillo y haciéndolo caminar a golpes hasta el cementerio donde se puso de pie al borde de la fosa, para evitar a los verdugos el trabajo de transportar su cuerpo. Murió mártir, apuñalado, gritando "¡Viva Cristo Rey! ¡Viva la Virgen de Guadalupe!" y recibiendo del capitán un disparó en la cabeza. Sus restos reposan en el templo parroquial de Santiago Apóstol, en Sahuayo, Michoacán. Fue beatificado por el Papa Benedicto XVI el 20 de noviembre de 2005 y canonizado por el Papa Francisco, el 16 de octubre de 2016.
ANTÍFONA DE ENTRADA
Éste es un verdadero mártir, ya que derramó su sangre por Cristo; no temió las amenazas de quienes lo juzgaron y mereció así el Reino de los cielos.
ORACIÓN COLECTA
Dios omnipotente y misericordioso, que concediste a san José Sánchez del Río luchar por la justicia hasta la muerte, haz que, por su intercesión, soportemos por tu amor todas las adversidades y corramos esforzadamente hacia ti, pues sólo tú eres la vida. Por nuestro Señor
Jesucristo.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Dios clementísimo, derrama tu bendición sobre estos dones y afiánzanos en la fe que san José Sánchez del Río atestiguó con la efusión de su sangre. Por Jesucristo, nuestro Señor.
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN Jn 15, 5
Yo soy la vid verdadera y ustedes, los sarmientos, dice el Señor; el que permanece en mí y yo en él, ese dará fruto abundante.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Renovados por estos sagrados misterios, te rogamos, Señor, que, imitando la admirable constancia de san José Sánchez del Río, merezcamos por nuestra perseverancia, conseguir el premio eterno. Por Jesucristo, nuestro Señor.
No hay comentarios:
Publicar un comentario