María, por su parte, guardaba todas estas
cosas y las meditaba en su corazón.
ANTÍFONA DE ENTRADA
Te aclamamos, santa Madre de
Dios, porque has dado a luz al Rey, que gobierna el cielo y la tierra por los
siglos de los siglos.
Se dice Gloria.
ORACIÓN COLECTA
Señor Dios, que por la fecunda
virginidad de María diste al género humano el don de la salvación eterna,
concédenos sentir la intercesión de aquella por quien recibimos al autor de la
vida, Jesucristo, tu Hijo, Señor nuestro. Él, que vive y reina contigo en la
unidad del Espíritu Santo y es Dios por los siglos de los siglos.
LITURGIA DE LA PALABRA
Invocarán mi nombre y yo los
bendeciré.
En aquel tiempo, el Señor
habló a Moisés y le dijo: “Di a Aarón y a sus hijos: ‘De esta manera bendecirán
a los israelitas: El Señor te bendiga y te proteja, haga resplandecer su rostro
sobre ti y te conceda su favor. Que el Señor te mire con benevolencia y te
conceda la paz’.
“Así invocarán mi nombre sobre
los israelitas y yo los bendeciré”.
Palabra de Dios.
Te alabamos Señor.
Del salmo 66
Ten piedad de nosotros y
bendícenos; vuelve, Señor, tus ojos a nosotros. Que conozca la tierra tu bondad
y los pueblos tu obra salvadora. R.
Las naciones con júbilo te
canten, porque juzgas al mundo con justicia; con equidad tú juzgas a los
pueblos y riges en la tierra a las naciones. R.
Que te alaben, Señor, todos
los pueblos, que los pueblos te aclamen todos juntos. Que nos bendiga Dios y
que le rinda honor el mundo entero. R.
Dios envió a su Hijo, nacido
de una mujer.
Hermanos: Al llegar la
plenitud de los tiempos, envió Dios a su Hijo, nacido de una mujer, nacido bajo
la ley, para rescatar a los que estábamos bajo la ley, a fin de hacernos hijos
suyos.
Puesto que ya son ustedes
hijos, Dios envió a sus corazones el Espíritu de su Hijo, que clama “¡Abbá!”,
es decir, ¡Padre! Así que ya no eres siervo, sino hijo; y siendo hijo, eres
también heredero por voluntad de Dios.
Palabra de Dios.
Te alabamos Señor.
ACLAMACIÓN Heb 1, 1-2
En distintas ocasiones y de
muchas maneras habló Dios en el pasado a nuestros padres, por boca de los
profetas. Ahora, en estos tiempos, que son los últimos, nos ha hablado por
medio de su Hijo. R.
Encontraron a María, a José y
al niño. Al cumplirse los ocho días, le pusieron por nombre Jesús.
En aquel tiempo, los pastores
fueron a toda prisa hacia Belén y encontraron a María, a José y al niño,
recostado en el pesebre. Después de verlo, contaron lo que se les había dicho
de aquel niño, y cuantos los oían quedaban maravillados. María, por su parte,
guardaba todas estas cosas y las meditaba en su corazón.
Los pastores se volvieron a
sus campos, alabando y glorificando a Dios por todo cuanto habían visto y oído,
según lo que se les había anunciado.
Cumplidos los ocho días,
circuncidaron al niño y le pusieron el nombre de Jesús, aquel mismo que había
dicho el ángel, antes de que el niño fuera concebido.
Palabra del Señor.
Gloria a ti, Señor Jesús.
Se dice Credo.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Señor Dios, que das origen y
plenitud a todo bien, concédenos que, al celebrar, llenos de gozo, la
solemnidad de la Santa Madre de Dios, así como nos gloriamos de las primicias de
su gracia, podamos gozar también de su plenitud. Por Jesucristo, nuestro Señor.
PREFACIO I DE SANTA MARÍA
VIRGEN
En verdad es justo y
necesario, es nuestro deber y salvación darte gracias siempre y en todo lugar,
Señor, Padre santo, Dios todopoderoso y eterno.
Y alabar, bendecir y proclamar
tu gloria en la Maternidad de santa María, siempre virgen.
Porque ella concibió a tu Hijo
único por obra del Espíritu San- to, y sin perder la gloria de su virginidad,
hizo resplandecer sobre el mundo la luz eterna, Jesucristo, Señor nuestro.
Por él, los ángeles y los
arcángeles y todos los coros celestiales, celebran tu gloria, unidos en común
alegría.
Permítenos asociarnos a sus
voces, cantando humildemente tu alabanza: Santo, Santo, Santo…
Si se utiliza el Canon Romano,
se dice Reunidos en comunión… propio. En las otras Plegarias eucarísticas
también se dicen las partes propias para esta Misa.
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN Heb 13, 8
Jesucristo es el mismo ayer,
hoy y por todos los siglos.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Señor, que estos sacramentos
celestiales que hemos recibido con alegría, sean fuente de vida eterna para
nosotros, que nos gloriamos de proclamar a la siempre Virgen María como Madre
de tu Hijo y Madre de la Iglesia. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Puede utilizarse la fórmula de
bendición solemne.
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