Yo no he venido para llamar a los justos, sino a los pecadores.
ANTÍFONA DE ENTRADA Sal 91, 13-14
El justo florecerá como palmera, y se multiplicará como cedro del Líbano, plantado en la casa del Señor, en los atrios de la casa de nuestro Dios.
ORACIÓN COLECTA
Señor Dios, que otorgaste a san Antonio, abad, el don de servirte en el desierto con una vida admirable, concédenos, por su intercesión, que, negándonos a nosotros mismos, te amemos siempre sobre todas las cosas. Por nuestro Señor Jesucristo...
LITURGIA DE LA PALABRA
Acerquémonos con plena confianza al trono de la gracia.
Hermanos: La palabra de Dios es viva, eficaz y más penetrante que una espada de dos filos. Llega hasta lo más íntimo del alma, hasta la médula de los huesos y descubre los pensamientos e intenciones del corazón. Toda creatura es transparente para ella. Todo queda al desnudo y al descubierto ante los ojos de aquel a quien debemos rendir cuentas. Puesto que Jesús, el Hijo de Dios, es nuestro sumo sacerdote, que ha entrado en el cielo, mantengamos firme la profesión de nuestra fe. En efecto, no tenemos un sumo sacerdote que no sea capaz de compadecerse de nuestros sufrimientos, puesto que Él mismo ha pasado por las mismas pruebas que nosotros, excepto el pecado. Acerquémonos, por lo tanto, con plena confianza, al trono de la gracia, para recibir misericordia, hallar la gracia y obtener ayuda en el momento oportuno.
Palabra de Dios.
Te alabamos, Señor.
Del salmo 18
R/. Tú tienes, Señor, palabras de vida eterna.
La ley del Señor es perfecta del todo y reconforta el alma; inmutables son las palabras del Señor y hacen sabio al sencillo. R/.
En los mandamientos del Señor hay rectitud y alegría para el corazón; son luz los preceptos del Señor para alumbrar el camino. R/.
La voluntad de Dios es santa y para siempre estable; los mandamientos del Señor son verdaderos y enteramente justos. R/.
Que te sean gratas las palabras de mi boca y los anhelos de mi corazón. Haz, Señor, que siempre te busque, pues eres mi refugio y salvación. R/.
ACLAMACIÓN cfr. Lc 4, 18
El Señor me ha enviado para llevar a los pobres la buena nueva y anunciar la liberación a los cautivos. R/.
No he venido para llamar a los justos, sino a los pecadores.
Del santo Evangelio según san Marcos: 2, 13-17
En aquel tiempo, Jesús salió de nuevo a caminar por la orilla del lago; toda la muchedumbre lo seguía y Él les hablaba. Al pasar, vio a Leví (Mateo), el hijo de Alfeo, sentado en el banco de los impuestos, y le dijo: "Sígueme". Él se levantó y lo siguió.
Mientras Jesús estaba a la mesa en casa de Leví, muchos publicanos y pecadores se sentaron a la mesa junto con Jesús y sus discípulos, porque eran muchos los que lo seguían. Entonces unos escribas de la secta de los fariseos, viéndolo comer con los pecadores y publicanos, preguntaron a sus discípulos: "¿Por qué su maestro come y bebe en compañía de publicanos y pecadores?". Habiendo oído esto, Jesús les dijo: "No son los sanos los que tienen necesidad del médico, sino los enfermos. Yo no he venido para llamar a los justos, sino a los pecadores".
Palabra del Señor.
Gloria a ti, Señor Jesús.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Acepta, Señor, las ofrendas de nuestro servicio, que presentamos en tu altar en la conmemoración de san Antonio, y concédenos que, libres de las ataduras de este mundo, seas tú nuestra única riqueza. Por Jesucristo, nuestro Señor.
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN (Mt 19, 21)
Si quieres ser perfecto, ve y vende lo que tienes, dales el dinero a los pobres y sígueme, dice el Señor.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Alimentados con el sacramento de la salvación, concédenos, Dios nuestro, que siempre superemos todas las insidias del enemigo, tú que concediste a san Antonio lograr tan ilustres victorias contra el poder de las tinieblas. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Del 18 al 25 de Enero se celebra el Octavario de oración por la unidad de los cristianos.
El Tema para 2015 es: «Dame de beber» (Juan 4, 7)
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