Les mandó a su propio hijo, pensando: 'A mi hijo lo respetarán'.
ANTÍFONA DE ENTRADA Cfr. Sal 30, 2. 5
En ti, Señor, he puesto mi confianza, que no quede yo nunca defraudado; sácame de la trampa que me han tendido, porque tú eres mi amparo.
ORACIÓN COLECTA
Concédenos, Dios todopoderoso, que, purificados por la práctica de la sagrada penitencia, nos hagas llegar, con alma limpia, a los santos misterios que se aproximan. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo y es Dios por los siglos de los siglos.
LITURGIA DE LA PALABRA
Ahí viene ese soñador. Démosle muerte.
Del libro del Génesis: 37, 3-4. 12-13. 17-28
Jacob amaba a José más que a todos sus demás hijos, porque lo había engendrado en la ancianidad. A él le había hecho una túnica de amplias mangas. Sus hermanos, viendo que lo amaba más que a todos ellos, llegaron a odiarlo, al grado de negarle la palabra.
Un día en que los hermanos de José llevaron a Siquem los rebaños de su padre, Jacob le dijo a José: "Tus hermanos apacientan mis rebaños en Siquem. Te voy a enviar allá". José fue entonces en busca de sus hermanos y los encontró en Dotán. Ellos lo vieron de lejos, y antes de que se les acercara, conspiraron contra él para matarlo y se decían unos a otros: "Ahí viene ese soñador. Démosle muerte; lo arrojaremos en un pozo y diremos que una fiera lo devoró. Vamos a ver de qué le sirven sus sueños".
Rubén oyó esto y trató de liberarlo de manos de sus hermanos, diciendo: "No le quiten la vida, ni derramen su sangre. Mejor arrójenlo en ese pozo que está en el desierto y no se manchen las manos". Eso lo decía para salvar a José y devolverlo a su padre.
Cuando llegó José a donde estaban sus hermanos, éstos lo despojaron de su túnica y lo arrojaron a un pozo sin agua. Luego se sentaron a comer, y levantando los ojos, vieron a lo lejos una caravana de ismaelitas, que venían de Galaad, con los camellos cargados de especias, resinas, bálsamo y láudano, y se dirigían a Egipto. Judá dijo entonces a sus hermanos: "¿Qué ganamos con matar a nuestro hermano y ocultar su muerte? Vendámoslo a los ismaelitas y no mancharemos nuestras manos. Después de todo, es nuestro hermano y de nuestra misma sangre". Y sus hermanos le hicieron caso. Sacaron a José del pozo y se lo vendieron a los mercaderes por veinticinco monedas de plata. Los mercaderes se llevaron a José a Egipto.
Palabra de Dios.
Te alabamos, Señor.
Del salmo 104
R/. Recordemos las maravillas que hizo el Señor.
Cuando el Señor mandó el hambre sobre el país y acabó con todas las cosechas, ya había enviado por delante a un hombre: a José, vendido como esclavo. R/.
Le trabaron los pies con grilletes y rodearon su cuerpo con cadenas, hasta que se cumplió su predicción y Dios lo acreditó con su palabra. R/.
El rey mandó que lo soltaran, el jefe de esos pueblos lo libró, lo nombró administrador de su casa y señor de todas sus posesiones. R/.
ACLAMACIÓN (Jn 3, 16)
Tanto amó Dios al mundo, que le entregó a su Hijo único, para que todo el que crea en Él tenga vida eterna. R/.
Éste es el heredero, vamos a matarlo.
Del santo Evangelio según san Mateo: 21, 33-43. 45-46
En aquel tiempo, Jesús dijo a los sumos sacerdotes y a los ancianos del pueblo esta parábola: "Había una vez un propietario que plantó un viñedo, lo rodeó con una cerca, cavó un lagar en él, construyó una torre para el vigilante y luego lo alquiló a unos viñadores y se fue de viaje.
Llegado el tiempo de la vendimia, envió a sus criados para pedir su parte de los frutos a los viñadores; pero éstos se apoderaron de los criados, golpearon a uno, mataron a otro, y a otro más lo apedrearon. Envió de nuevo a otros criados, en mayor número que los primeros, y los trataron del mismo modo.
Por último, les mandó a su propio hijo, pensando: 'A mi hijo lo respetarán'. Pero cuando los viñadores lo vieron, se dijeron unos a otros: 'Éste es el heredero. Vamos a matarlo y nos quedaremos con su herencia'. Le echaron mano, lo sacaron del viñedo y lo mataron.
Ahora díganme: Cuando vuelva el dueño del viñedo, ¿qué hará con esos viñadores?". Ellos le respondieron: "Dará muerte terrible a esos desalmados y arrendará el viñedo a otros viñadores, que le entreguen los frutos a su tiempo".
Entonces Jesús les dijo: "¿No han leído nunca en la Escritura: La piedra que desecharon los constructores, es ahora la piedra angular. Esto es obra del Señor y es un prodigio admirable?
Por esta razón les digo que les será quitado a ustedes el Reino de Dios y se le dará a un pueblo que produzca sus frutos".
Al oír estas palabras, los sumos sacerdotes y los fariseos comprendieron que Jesús las decía por ellos y quisieron aprehenderlo, pero tuvieron miedo a la multitud, pues era tenido por un profeta.
Palabra del Señor.
Gloria a ti, Señor Jesús.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Que tu misericordia, Dios de bondad, disponga debidamente a tus siervos para celebrar este sacramento y nos impulse a vivir fervorosamente entregados a ti. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Prefacio I-V de Cuaresma.
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN 1 Jn 4, 10
Dios nos amó primero y nos envió a su Hijo, como víctima de expiación por nuestros pecados.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Habiendo recibido esta prenda de eterna salvación, te rogamos, Señor, que nos hagas dirigirnos con tanta decisión hacia ella, que la podamos un día alcanzar. Por Jesucristo, nuestro Señor.
ORACIÓN SOBRE EL PUEBLO Opcional.
Concede a tu pueblo, Señor, salud de alma y cuerpo, para que, dedicados a las buenas obras, merezcamos el amparo de tu protección. Por Jesucristo, nuestro Señor.
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