ANTÍFONA DE ENTRADA Cfr. Sal 67. 6. 7. 36
Dios habita en su santuario; él nos hace habitar juntos en su casa; es la fuerza y el poder de su pueblo.
ORACIÓN COLECTA
Señor Dios, protector de los que en ti confían, sin ti, nada es fuerte, ni santo; multiplica sobre nosotros tu misericordia para que, bajo tu dirección, de tal modo nos sirvamos ahora de los bienes pasajeros, que nuestro corazón esté puesto en los bienes eternos. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo y es Dios por los siglos de los siglos.
Alaben al Señor, nuestro Dios, y póstrense a sus pies, pues el Señor es santo. R/.
Moisés y Aarón, entre sus sacerdotes, y Samuel, entre aquellos que lo honraban, clamaron al Señor y Él los oyó. R/.
Desde la columna de nubes les hablaba y ellos oyeron sus preceptos y la ley que les dio. R/.
Alaben al Señor, a nuestro Dios, póstrense ante su monte santo, pues santo es nuestro Dios. R/.
A ustedes los llamo amigos, dice el Señor, porque les he dado a conocer todo lo que le he oído a mi Padre. R/.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Recibe, Señor, los dones que por tu generosidad te presentamos, para que, por el poder de tu gracia, estos sagrados misterios santifiquen toda nuestra vida y nos conduzcan a la felicidad eterna. Por Jesucristo, nuestro Señor.
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN Sal 102, 2
Bendice alma mía al Señor, y no te olvides de tus beneficios.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Habiendo recibido, Señor, el sacramento celestial, memorial perpetuo de la pasión de tu Hijo, concédenos que este don, que él mismo nos dio con tan inefable amor, nos aproveche para nuestra salvación eterna. El, que vive reina por los siglos de los siglos.
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