"Dejen a los niños y no les impidan que se acerquen a mí, porque de los que son como ellos es el Reino de los cielos".
ANTÍFONA DE ENTRADA Cfr. Sal 44, 10 I
María, nuestra reina, está de pie a la derecha de Cristo, enjoyada con oro de Ofir.
ORACIÓN COLECTA
Padre celestial, que nos has dado a santa María de Guadalupe como madre y causa de nuestra alegría, concédenos amarla y venerarla como verdaderos hijos suyos, y así poder recibir los bienes de la fe que nos invitas a esperar. Por nuestro Señor Jesucristo...
LITURGIA DE LA PALABRA
Yo juzgaré a cada uno según su proceder.
Del libro del profeta Ezequiel: 18, 1-10. 13. 30-32
El Señor me habló y me dijo: "¿Por qué andan repitiendo este refrán en Israel: los padres fueron los que comieron uvas verdes y son los hijos a quienes se les destemplan los dientes'?
Les juro por mi vida, dice el Señor Dios, que nadie volverá a repetir ese refrán en Israel. Sépanlo: todas las vidas son mías, lo mismo la vida del padre que la del hijo. Así pues, el hombre que peque, ése morirá.
El hombre que es justo y vive de acuerdo con el derecho y la justicia; que no ofrece sacrificios a los ídolos ni los adora; que no deshonra a la mujer de su prójimo; que no explota a sus semejantes y les devuelve la prenda empeñada; que no roba, sino que da de comer al hambriento y viste al desnudo; que no presta con usura ni acumula intereses; que no comete maldades y juzga imparcialmente los delitos; que observa mis preceptos y cumple con fidelidad mis mandamientos, ese hombre es justo y ciertamente vivirá, dice el Señor Dios. Si el hijo del justo es ladrón u homicida y quebranta alguno de mis mandamientos, ciertamente morirá y será responsable de sus propios crímenes.
Pues bien, pueblo de Israel, yo juzgaré a cada uno de ustedes según su proceder, dice el Señor Dios. Arrepiéntanse de todos sus pecados, apártense de ellos y no morirán. Arrepiéntanse de todas las infidelidades que han cometido, estrenen un corazón nuevo y un espíritu nuevo y así no morirán, pues yo no quiero que nadie muera, dice el Señor Dios. Arrepiéntanse y vivirán".
Palabra de Dios.
Te alabamos, Señor.
Del salmo 50
R/. Crea en mí, Señor, un corazón puro.
Crea en mí, Señor, un corazón puro, un espíritu nuevo para cumplir tus mandamientos. No me arrojes, Señor, lejos de ti ni retires de mí tu santo espíritu. R/.
Devuélveme tu salvación, que regocija, mantén en mí un alma generosa. Enseñaré a los descarriados tus caminos y volverán a ti los pecadores. R/.
Tú, Señor, no te complaces en los sacrificios, y si te ofreciera un holocausto, no te agradaría. Un corazón contrito te presento, y a un corazón contrito, tú nunca lo desprecias. R/.
ACLAMACIÓN Cfr. Mt 11, 25
R/. Aleluya, aleluya.
Te doy gracias, Padre, Señor del cielo y de la tierra, porque has revelado los misterios del Reino a la gente sencilla. R/.
No les impidan a los niños que se acerquen a mí, porque de los que son como ellos es el Reino de los cielos.
Del santo Evangelio según san Mateo: 19,13-15
En aquel tiempo, le presentaron unos niños a Jesús para que les impusiera las manos y orase por ellos. Los discípulos regañaron a la gente; pero Jesús les dijo: "Dejen a los niños y no les impidan que se acerquen a mí, porque de los que son como ellos es el Reino de los cielos". Después les impuso las manos y continuó su camino.
Palabra del Señor.
Gloria a ti, Señor Jesús.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Dios nuestro, que el Espíritu Santo, que cubrió con su sombra a la Virgen María, nos ayude a presentarte estos dones y así se conviertan para nuestro buen en comida y bebida de salvación. Por Jesucristo, nuestro Señor.
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN Cfr. Lc 1, 35
Dichosa eres, Virgen María, porque el Espíritu Santo descenderá sobre ti, y el poder del Altísimo te cubrirá con su sombra.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Dios y Padre nuestro, que nos has alimentado con esta Eucaristía, haz que te sirvamos con una conducta irreprochable, y unidos a la Virgen María, proclamemos tu grandeza. Por Jesucristo, nuestro Señor.
O bien:
Santos Ponciano, Papa e Hipólito, presbítero, mártires MR, pp. 807 (795) Y 925 (917)
El sacerdote romano Hipólito, teólogo de renombre, se había constituido como cabeza de una comunidad disidente (217). Durante la persecución de Maximino. fue deportado a Cerdeña con el Papa Ponciano, donde se reconcilió con la Iglesia (235). Sometidos a trabajos forzados, ambos murieron como mártires de Cristo. Se celebran el día de hoy, porque en este día sus restos fueron trasladados a Roma.
ANTÍFONA DE ENTRADA
Ahora gozan en el cielo las almas de los santos, que siguieron en la tierra las huellas de Cristo; y, porque lo amaron hasta derramar su sangre por él, con Cristo se gozan eternamente.
ORACIÓN COLECTA
Señor, que la preciosa paciencia de tus santos mártires Ponciano e Hipólito aumente en nosotros el anhelo de tu amor, y cultive siempre en nuestros corazones la fortaleza sagrada de la fe. Por nuestro Señor Jesucristo ...
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Recibe, Padre santo, las ofrendas que te presentamos en la conmemoración de estos santos mártires y a nosotros tus siervos concédenos permanecer siempre firmes en la confesión de tu nombre. Por Jesucristo, nuestro Señor.
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN Cfr. Lc 22, 28-30
Ustedes han perseverado conmigo en mis pruebas, dice el Señor, y yo les voy a dar el Reino, para que en él coman y beban a mi mesa.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Señor Dios que en tus santos mártires manifestaste de modo admirable el misterio de la cruz, concede, benigno, que, fortalecidos por este sacrificio, permanezcamos fielmente adheridos a Cristo y trabajemos en la Iglesia por la salvación de todos. Por Jesucristo, nuestro Señor.
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