¿Cuál de estos tres te parece que se portó como prójimo del hombre que fue asaltado por los ladrones?
Misa de san Pablo, apóstol, o san Juan Leonardi, presbítero* o santos Dionisio, obispo y compañeros, mártires** MR, p. 1211 (1202) / Lecc. II, p. 866
ANTÍFONA DE ENTRADA 2 Tim 1, 12; 4, 8
Yo sé bien en quien tengo puesta mi confianza y estoy seguro de que el Señor, justo juez, con su poder cuidará, hasta el último día, lo que me ha encomendado.
ORACIÓN COLECTA
Señor Dios, que tan admirablemente elegiste al apóstol san Pablo para que predicara el Evangelio, concede que en Evangelio, concede que en todo el mundo penetre la fe que él mismo llevó ante reyes y naciones, para que tu Iglesia se extienda sin cesar. Por nuestro Señor Jesucristo...
LITURGIA DE LA PALABRA
Se levantó Jonás para huir del Señor.
Del libro del profeta Jonás: 1, 1-2, 1. 11
El Señor le dirigió la palabra a Jonás, hijo de Amitay, y le dijo: "Levántate y vete a Nínive, la gran ciudad, y predica en ella que su maldad ha llegado hasta mí".
Se levantó Jonás para huir a Tarsis, lejos del Señor, y llegó a Jafa, donde encontró un barco que salía para Tarsis; pagó su pasaje y se embarcó para dirigirse a Tarsis, lejos del Señor.
Pero el Señor desencadenó un gran viento sobre el mar y provocó una tormenta tan fuerte, que el barco estaba a punto de naufragar. Los marineros tuvieron miedo y se pusieron a invocar cada uno a su dios. Luego echaron al mar la carga para aligerar la nave.
Mientras tanto, Jonás había bajado al fondo del barco, se había acostado y dormía profundamente. El capitán se le acercó y le dijo: "¿Qué haces aquí dormido? Levántate e invoca a tu Dios, a ver si Él se compadece de nosotros y no perecemos".
Luego se dijeron unos a otros: "Echemos suertes para ver quién tiene la culpa de esta desgracia". Echaron suertes y le tocó a Jonás. Entonces le dijeron: "Dinos por qué nos ha sobrevenido esta desgracia, cuál es tu oficio, de dónde vienes, cuál es tu país y de qué pueblo eres".
Él les respondió: "Soy hebreo y adoro al Señor, Dios del cielo, que hizo el mar y la tierra". Entonces aquellos hombres tuvieron mucho miedo y le dijeron: "¿Por qué has hecho esto?" Pues él acababa de decirles que iba huyendo del Señor. Y como el mar seguía encrespándose, le preguntaron: "¿Qué hemos de hacer contigo para que el mar se calme?" Él les respondió: "Levántenme y arrójenme al mar, y el mar se calmará, pues sé que por mi culpa les ha sobrevenido esta tormenta tan fuerte".
Los hombres se pusieron a remar para alcanzar la costa, pero no pudieron, porque el mar seguía encrespándose en torno a ellos. Entonces invocaron al Señor, diciendo: "Señor, no nos hagas morir por culpa de este hombre, ni nos hagas responsables de la muerte de un inocente, ya que es clara tu voluntad".
Entonces levantaron a Jonás y lo arrojaron al mar y el mar calmó su furia. Y aquellos hombres temieron mucho al Señor; le ofrecieron un sacrificio y le hicieron promesas.
Dispuso el Señor que una ballena se tragara a Jonás, el cual estuvo en el vientre de la ballena tres días y tres noches. Entonces el Señor le ordenó a la ballena que vomitara a Jonás en tierra firme.
Palabra de Dios.
Te alabamos, Señor.
Jonás 2
R/. En el peligro grité al Señor y me atendió.
En el peligro grité al Señor y me atendió. Desde el vientre del abismo te pedí auxilio y me escuchaste. R/.
Me habías arrojado al fondo, en alta mar, me rodeaba la corriente, tus torrentes y tus olas me arrollaban. R/.
Entonces pensé: "Me has arrojado de tu presencia; ¿quién pudiera ver otra vez tu santo templo?" R/.
Cuando se me acababan las fuerzas, invoqué al Señor y llegó hasta ti mi oración, hasta tu santo templo. R/.
ACLAMACIÓN Jn 13, 34
R/. Aleluya, aleluya.
Les doy un mandamiento nuevo, dice el Señor, que se amen los unos a los otros, como yo los he amado. R/.
¿Quién es mi prójimo?
Del santo Evangelio según san Lucas: 10, 25-37
En aquel tiempo, se presentó ante Jesús un doctor de la ley para ponerlo a prueba y le preguntó: "Maestro, ¿qué debo hacer para conseguir la vida eterna?" Jesús le dijo: "¿Qué es lo que está escrito en la ley? ¿Qué lees en ella?" El doctor de la ley contestó: "Amarás al Señor tu Dios, con todo tu corazón, con toda tu alma, con todas tus fuerzas y con todo tu ser, y a tu prójimo como a ti mismo". Jesús le dijo: "Has contestado bien; si haces eso, vivirás".
El doctor de la ley, para justificarse, le preguntó a Jesús: "¿Y quién es mi prójimo?" Jesús le dijo: "Un hombre que bajaba por el camino de Jerusalén a Jericó, cayó en manos de unos ladrones, los cuales lo robaron, lo hirieron y lo dejaron medio muerto. Sucedió que por el mismo camino bajaba un sacerdote, el cual lo vio y pasó de largo. De igual modo, un levita que pasó por ahí, lo vio y siguió adelante. Pero un samaritano que iba de viaje, al verlo, se compadeció de él, se le acercó, ungió sus heridas con aceite y vino y se las vendó; luego lo puso sobre su cabalgadura, lo llevó a un mesón y cuidó de él. Al día siguiente sacó dos denarios, se los dio al dueño del mesón y le dijo: `Cuida de él y lo que gastes de más, te lo pagaré a mi regreso'.
¿Cuál de estos tres te parece que se portó como prójimo del hombre que fue asaltado por los ladrones?" El doctor de la ley le respondió: "El que tuvo compasión de él". Entonces Jesús le dijo: "Anda y haz tú lo mismo".
Palabra del Señor.
Gloria a ti, Señor Jesús.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Al celebrar estos divinos misterios, te suplicamos, Señor, que el Espíritu Santo derrame sobre nosotros la luz de la fe que iluminó al apóstol san Pablo para propagar tu gloria sin descanso. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Prefacio I de los apóstoles, MR, p. 536 (532).
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN Gál 2, 20
Vivo de la fe del Hijo de Dios, que amó y se entregó a la muerte por mí.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Alimentados con la comunión del Cuerpo y la Sangre de tu Hijo, te pedimos, Señor, que el mismo Cristo sea nuestra vida, que nada sea capaz de separarnos de su amor y que, fieles a la enseñanza de san Pablo, vivamos siempre en caridad con los hermanos. Por Jesucristo, nuestro Señor.
O bien:
*San Juan Leonardi, presbítero MR, p. 853 (842)
Siendo sacerdote en Toscana, fundó en su ciudad, Lucca, una comunidad de clérigos para catequizar a jóvenes y adultos, llamada "Los Clérigos de la Madre de Dios". Se vio obligado a establecerse en Roma, donde, con Juan Bautista Vives, echó los cimientos del Seminario para la Propagación de la Fe. Por su caridad, murió víctima de la peste (1541-1609).
ORACIÓN COLECTA
Dios nuestro, dador de todo bien, que, por medio de san Juan Leonardi, presbítero, hiciste que fuera anunciado el Evangelio a las naciones, concede, por su intercesión, que siempre y en todas partes se extienda la fe verdadera. Por nuestro Señor Jesucristo...
O bien:
**Santos Dionisio, obispo, y compañeros, mártires MR, p. 853 (842)
Dionisio, primer obispo de París, sufrió el martirio hacia mediados del siglo II. Su cuerpo fue inhumado al norte de la ciudad. Hacia 495, santa Genoveva mandó construir una basílica sobre su tumba. Se le asocian dos compañeros en el martirio, Eleuterio y Rústico.
Del Común de mártires: para varios mártires, MR, p. 925 (917).
ORACIÓN COLECTA
Dios nuestro, que enviaste a san Dionisio y sus compañeros a predicar tu gloria a las naciones y los fortaleciste con la virtud de la constancia en sus padecimientos, concédenos, por su imitación, no apegarnos a los bienes de este mundo y no temer ninguna de sus adversidades. Por nuestro Señor Jesucristo...
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