viernes, 4 de julio de 2025

LECTURAS DEL VIERNES XIII DEL T. ORDINARIO 4 DE JULIO (VERDE)

 

Yo no he venido a llamar a los justos, sino a los pecadores.




En vez de la Misa de Nuestra Señora del Refugio, que va a continuación, se puede celebrar Misa de feria (la del domingo anterior o de cualquier domingo del Tiempo Ordinario), con las lecturas de hoy, la de *santa Isabel de Portugal (p. 24) o alguna Misa votiva. 


NUESTRA SEÑORA DEL REFUGIO DE PECADORES

 
ANTÍFONA DE ENTRADA 

Te aclamamos, santa Madre de Dios, porque has dado a luz al Rey, que gobierna cielo y tierra por los siglos de los siglos.  

ORACIÓN COLECTA 

Dios todopoderoso y eterno, que has constituido a la santísima Virgen María como refugio y auxilio de los pecadores, concédenos su poderosa ayuda, para que, arrepentidos de nuestros pecados, alcancemos de tu misericordia la eterna felicidad. Por nuestro Señor Jesucristo…

LITURGIA DE LA PALABRA

Isaac amó tanto a Rebeca, que se consoló de la muerte de su madre.

Del libro del Génesis: 23, 1-4. 19; 24, 1-8. 62-67

Sara vivió ciento veintisiete años y murió en QuiryatArbá, hoy Hebrón, en el país de Canaán, y Abraham lloró e hizo duelo por ella. Cuando terminó su duelo, Abraham se levantó y dijo a los hititas: "Yo soy un simple forastero que reside entre ustedes. Denme en propiedad un sepulcro en su tierra para enterrar a mi esposa". Y Abraham sepultó a Sara en la cueva del campo de Makpelá, que está frente a Mambré, es decir, Hebrón, en Canaán.

Abraham era ya muy anciano y el Señor lo había bendecido en todo.

Abraham dijo al criado más viejo de su casa, que era mayordomo de todas sus posesiones: "Pon tu mano debajo de mi muslo y júrame por el Señor, Dios del cielo y de la tierra, que no tomarás por esposa para mi hijo a una mujer de los cananeos, con los que vivo, sino que irás a mi tierra a buscar, entre mi parentela, una mujer para mi hijo Isaac". El criado le dijo: "Y en caso de que la mujer no quisiera venir conmigo a este país, ¿tendré que llevar a tu hijo hasta la tierra de donde saliste?"

Respondió Abraham: "No vayas a llevar allá a mi hijo. El Señor, Dios del cielo y de la tierra, que me sacó de mi casa paterna y de mi país, y que juró dar a mi descendencia esta tierra, Él te enviará a su ángel para que puedas tomar de allá una mujer para mi hijo. Y si la mujer no quiere venir contigo, quedarás libre de este juramento. Pero, por ningún motivo lleves allá a mi hijo".

El criado fue a la tierra de Abraham y volvió con Rebeca, hija de Betuel, pariente de Abraham.

Isaac acababa de regresar del pozo de Lajay-Roí, pues vivía en las tierras del sur. Una tarde Isaac andaba paseando por el campo, y al levantar la vista, vio venir unos camellos. Cuando Rebeca lo vio, se bajó del camello y le preguntó al criado: "¿Quién es aquel hombre que viene por el campo hacia nosotros?" El criado le respondió: "Es mi señor". Entonces ella tomó su velo y se cubrió el rostro.

El criado le contó a Isaac todo lo que había hecho. Isaac llevó a Rebeca a la tienda que había sido de Sara, su madre, y la tomó por esposa y con su amor se consoló de la muerte de su madre.

Palabra de Dios. 

Te alabamos, Señor.

Del salmo 105 

R/. Demos gracias al Señor, porque es bueno.

Demos gracias al Señor, porque es bueno, porque es eterna su misericordia. ¿Quién podrá contar las hazañas del Señor y alabarlo como Él merece? R/.

Dichosos los que cumplen la ley y obran siempre conforme a la justicia. Por el amor que tienes a tu pueblo, acuérdate de nosotros, Señor, y sálvanos. R/.

Sálvanos, Señor, para que veamos la dicha de tus escogidos y nos alegremos y nos gloriemos junto con el pueblo que te pertenece. R/.

ACLAMACIÓN Mt 11, 28 








R/. Aleluya, aleluya.

Vengan a mí, todos los que están fatigados y agobiados por la carga, y yo les daré alivio, dice el Señor. R/.

No son los sanos los que necesitan de médico. Yo quiero misericordia y no sacrificios.

Del santo Evangelio según san Mateo: 9, 9-13

En aquel tiempo, Jesús vio a un hombre llamado Mateo, sentado a su mesa de recaudador de impuestos, y le dijo: "Sígueme". Él se levantó y lo siguió.


Después, cuando estaba a la mesa en casa de Mateo, muchos publicanos y pecadores se sentaron también a comer con Jesús y sus discípulos. Viendo esto, los fariseos preguntaron a los discípulos: "¿Por qué su Maestro come con publicanos y pecadores?" Jesús los oyó y les dijo: "No son los sanos los que necesitan de médico, sino los enfermos. Vayan, pues, y aprendan lo que significa: Yo quiero misericordia y no sacrificios. Yo no he venido a llamar a los justos, sino a los pecadores". 

Palabra del Señor. 

Gloria a ti, Señor Jesús.

ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS 

Que nos socorra, Señor, el inmenso amor de tu Unigénito, para que, quien al nacer de la Virgen María no menoscabó la integridad de la Madre, sino que la consagró, nos libre de nuestras culpas y haga acepta a ti nuestra oblación. Por Jesucristo, nuestro Señor. Prefacio de santa María Virgen.  

ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN Cfr. Lc 11, 27 

Dichoso el vientre de la Virgen María, que llevó al Hijo del eterno Padre. 

ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN 

Al recibir el sacramento celestial en la conmemoración de la santísima Virgen María, te pedimos, Padre misericordioso, que, a imitación suya, nos concedas ponernos dignamente al servicio del misterio de nuestra redención. Por Jesucristo, nuestro Señor. 

 *Santa Isabel de Portugal (ml), blanco (MR, p. 781 [768]). 
 
Isabel de Aragón (1271-1336), casada con el rey de Portugal, fue esposa y madre muy atribulada. En medio de dolorosos conflictos, ella oraba, ayunaba y trataba de restablecer la paz. Ya viuda, fue terciaria franciscana. 

ORACIÓN COLECTA 

Dios nuestro, autor de la paz y amante de la caridad, que otorgaste a santa Isabel de Portu­gal la gracia admirable de reconciliar a los enemistados, concédenos, por su intercesión, trabajar por la paz, para que podamos ser llamados hijos de Dios. Por nuestro Señor Jesu­cristo… 

ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS 

Acoge, Señor, las ofrendas de tu pueblo, para que, al celebrar la obra de la caridad inmensa de tu Hijo, seamos confirmados en el amor a ti y al prójimo, a ejemplo de santa Isabel de Portugal. Por Jesucristo, nuestro Señor. 

ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN 

Alimentados con este sacramento de salvación, suplicamos humildemente a tu bondad, Señor, que, haciéndonos imitadores de la caridad de santa Isabel de Portugal, participemos también de su gloria. Por Jesucristo, nuestro Señor. 

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