Jesús dijo a su madre: "Mujer, ahí está tu hijo". Luego dijo al discípulo: "Ahí está tu madre".
MR p. 792 [822] / Lecc. III p. 125.
ANTÍFONA DE ENTRADA Cfr. Lc 2, 34-35
El anciano Simeón dijo a María: Este niño ha sido puesto para ruina y resurgimiento de muchos en Israel, corno signo que provocará contradicción; y a ti, una espada te atravesará el alma.
ORACIÓN COLECTA
Dios nuestro, que quisiste que junto a tu Hijo en la cruz estuviera de pie su Madre, compartiendo su dolor, concede a tu Iglesia que, asociada con ella a la pasión de Cristo, merezca participar de su gloriosa resurrección. Él, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo y es Dios por los siglos de los siglos.
LITURGIA DE LA PALABRA
Pidan a Dios por todos los hombres, pues Él quiere que todos se salven.
De la primera carta del apóstol san Pablo a Timoteo: 2, 1-8
Te ruego, hermano, que ante todo se hagan oraciones, plegarias, súplicas y acciones de gracias por todos los hombres, y en particular, por los jefes de Estado y las demás autoridades, para que podamos llevar una vida tranquila y en paz, entregada a Dios y respetable en todo sentido.
Esto es bueno y agradable a Dios, nuestro salvador, pues Él quiere que todos los hombres se salven y todos lleguen al conocimiento de la verdad, porque no hay sino un solo Dios y un solo mediador entre Dios y los hombres, Cristo Jesús, hombre Él también, que se entregó como rescate por todos.
El dio testimonio de esto a su debido tiempo y de esto yo he sido constituido, digo la verdad y no miento, pregonero y apóstol para enseñar la fe y la verdad.
Quiero, pues, que los hombres, libres de odios y divisiones, hagan oración donde quiera que se encuentren, levantando al cielo sus manos puras.
Palabra de Dios.
Te alabamos, Señor.
Del salmo 27
R/. Salva, Señor, a tu pueblo.
Escucha, Señor, mi súplica, cuando te pido ayuda y levanto las manos hacia tu santuario. R/.
El Señor es mi fuerza y mi escudo, en Él confía mi corazón; Él me socorrió y mi corazón se alegra y le canta agradecido. R/.
El Señor es la fuerza de su pueblo, el apoyo y la salvación de su Mesías. Salva, Señor, a tu pueblo y bendícelo, porque es tuyo, apaciéntalo y condúcelo para siempre. R/.
SECUENCIA
Esta secuencia es opcional tanto en su forma larga como en su forma breve, desde * ¡Oh dulce fuente de amor!
La Madre piadosa estaba junto a la cruz, y lloraba mientras el Hijo pendía; cuya alma triste y llorosa, traspasada y dolorosa, fiero cuchillo tenía. ¡Oh cuan triste y afligida estaba la Madre herida, de tantos tormentos llena, cuando triste contemplaba y dolorosa miraba del Hijo amado la pena! ¿Y cuál hombre no llorara si a la Madre contemplara de Cristo en tanto dolor? ¿Y quién no se entristeciera, Madre piadosa, si os viera sujeta a tanto rigor? Por los pecados del mundo, vio a Jesús en tan profundo tormento la dulce Madre. Vio morir al Hijo amado que rindió desamparado el espíritu a su Padre. * ¡Oh dulce fuente de amor!, hazme sentir tu dolor para que llore contigo. Y que, por mi Cristo amado, mi corazón abrasado más viva en él que conmigo. Y, porque a amarlo me anime, en mi corazón imprime las llagas que tuvo en sí. Y de tu Hijo, Señora, divide conmigo ahora las que padeció por mí. Hazme contigo llorar y de veras lastimar de sus penas mientras vivo; porque acompañar deseo en la cruz, donde lo veo, tu corazón compasivo. ¡Virgen de vírgenes santas!, llore ya con ansias tantas que el llanto dulce me sea; porque su pasión y muerte tenga en mi alma de suerte que siempre sus penas vea. Haz que su cruz me enamore y que en ella viva y more de mi fe y amor indicio; porque me inflame y encienda y contigo me defienda en el día del juicio. Haz que me ampare la muerte de Cristo, cuando en tan fuerte trance, vida y alma estén; porque, cuando quede en calma el cuerpo, vaya mi alma a su eterna gloria. Amén. |
ACLAMACIÓN
Dichosa la Virgen María, que sin morir, mereció la palma del martirio junto a la cruz del Señor. R/.
Ahí está tu hijo. —Ahí está tu madre.
En aquel tiempo, estaban junto a la cruz de Jesús, su madre, la hermana de su madre, María la de Cleofás, y María Magdalena. Al ver a su madre y junto a ella al discípulo que tanto quería, Jesús dijo a su madre: "Mujer, ahí está tu hijo". Luego dijo al discípulo: "Ahí está tu madre". Y desde entonces el discípulo se la llevó a vivir con él.
Palabra del Señor.
Gloria a ti, Señor Jesús.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Recibe, Dios misericordioso, las súplicas y ofrendas que te presentamos para alabanza de tu nombre, al venerar a la santísima Virgen María, a quien, bondadoso, nos entregaste como piadosísima Madre. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Prefacio de santa María Virgen (conmemoración)
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN Cfr. 1 P 4, 13
Alégrense de compartir ahora los padecimientos de Cristo, para que cuando se manifieste su gloria, el júbilo de ustedes sea desbordante.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Alimentados con el sacramento de la redención eterna, te pedimos, Señor, que, al conmemorar el dolor de la santísima Virgen María, completemos, a favor de la Iglesia, lo que falta en nosotros a los padecimientos de Cristo. Él, que vive y reina por los siglos de los siglos.
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