"Dentro de poco tiempo ya no me verán; y dentro de otro poco me volverán a ver".
2 Hch 18, 1-8; Jn 16, 16-20
Todas las separaciones entre personas unidas por el afecto son dolorosas. Jesús y sus discípulos habían ido consolidando sus vínculos de amistad y fidelidad. Esa estrecha cercanía quedaría interrumpida por la muerte inminente. Jesús se dio cuenta de que su fidelidad al Padre provocaría el rechazo violento de los hombres de Israel y se mantuvo firme en congruente obediencia. La esperanza de que el Padre lo reivindicara al tercer día lo hacía resistir. Por eso hablaba del futuro reencuentro con sus discípulos. Para los primeros cristianos en la Iglesia de Corinto, las cosas no fueron diferentes. Su fidelidad a Jesús también les acarreó hostilidad y rechazo de parte de sus conciudadanos.
ANTÍFONA DE ENTRADA (cfr. Sal 67, 8-9. 20)
Cuando saliste, Señor, al frente de tu pueblo y le abriste camino a través del desierto, la tierra se estremeció y hasta los cielos se fundieron. Aleluya.
ORACIÓN COLECTA
Dios nuestro, que nos has hecho partícipes de los dones de la redención, concédenos vivir siempre la alegría de la resurrección de tu Hijo. Que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo y es Dios, por los siglos de los siglos.
LITURGIA DE LA PALABRA
Pablo se estableció en la casa de Aquila, trabajaba y predicaba en la sinagoga.
Del libro de los Hechos de los Apóstoles: 18, 1-8
En aquellos días, Pablo salió de Atenas y se fue a Corinto. Allí encontró a un judío, llamado Aquila, natural del Ponto, que acababa de llegar de Italia con su mujer, Priscila, en acatamiento a las órdenes de Claudio, que expulsó de Roma a todos los judíos. Pablo se acercó a ellos, y como eran del mismo oficio, se quedó a vivir y a trabajar con ellos. Su oficio era fabricar tiendas de campaña. Cada sábado Pablo discutía en la sinagoga y trataba de convencer a judíos y griegos.
Cuando Silas y Timoteo llegaron de Macedonia, Pablo se dedicó por completo a la predicación y afirmó delante de los judíos que Jesús era el Mesías. Como éstos lo contradecían y lo insultaban, se rasgó las vestiduras y dijo: "Que la sangre de ustedes caiga sobre su propia cabeza: yo soy inocente. De ahora en adelante, iré a hablar a los paganos".
Salió de allí y entró en la casa de Tito Justo, que adoraba a Dios, y cuya casa estaba al lado de la sinagoga.
Salió de allí y entró en la casa de Tito Justo, que adoraba a Dios, y cuya casa estaba al lado de la sinagoga.
Crispo, el jefe de la sinagoga, creyó en el Señor, junto con toda su familia. Asimismo, al oír a Pablo, muchos de los corintios creyeron y recibieron el bautismo.
Palabra de Dios.
Te alabamos, Señor.
Del salmo 97
R/. El Señor nos ha demostrado su amor y su lealtad. Aleluya.
Cantemos al Señor un canto nuevo, pues ha hecho maravillas. Su diestra y su santo brazo le han dado la victoria. R/.
El Señor ha dado a conocer su victoria y ha revelado a las naciones su justicia. Una vez más ha demostrado Dios su amor y su lealtad hacia Israel. R/.
La tierra entera ha contemplado la victoria de nuestro Dios. Que todos los pueblos y naciones aclamen con júbilo al Señor. R/.
ACLAMACIÓN (cfr. Jn 14, 18)
R/. Aleluya, aleluya.
No los dejaré desamparados, dice el Señor; me voy, pero volveré a ustedes y entonces se alegrará su corazón. R/.
Su tristeza se transformará en alegría.
Del santo Evangelio según san Juan: 16, 16-20
En aquel tiempo, Jesús dijo a sus discípulos: "Dentro de poco tiempo ya no me verán; y dentro de otro poco me volverán a ver". Algunos de sus discípulos se preguntaban unos a otros: "¿Qué querrá decir con eso de que: 'Dentro de poco tiempo ya no me verán, y dentro de otro poco me volverán a ver', y con eso de que: `Me voy al Padre'?". Y se decían: "¿Qué significa ese `un poco'? No entendemos lo que quiere decir".
Jesús comprendió que querían preguntarle algo y les dijo: "Están confundidos porque les he dicho: 'Dentro de poco tiempo ya no me verán y dentro de otro poco me volverán a ver'. Les aseguro que ustedes llorarán y se entristecerán, mientras el mundo se alegrará. Ustedes estarán tristes, pero su tristeza se transformará en alegría".
Palabra del Señor.
Gloria a ti, Señor Jesús.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Acepta, Señor, las ofrendas que te presentamos, y purifica nuestros corazones para que podamos participar dignamente en este sacramento de tu amor. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Prefacio I-V de Pascua.
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN (Mt 28, 20)
Yo estaré con ustedes todos los días hasta el fin del mundo, dice el Señor. Aleluya.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Dios todopoderoso y eterno, que en Cristo resucitado, nos has hecho renacer a la vida eterna, haz que este misterio pascual en el que acabamos de participar por medio de la Eucaristía, dé en nosotros abundantes frutos de salvación. Por Jesucristo, nuestro Señor.
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