En diferentes lugares habrá grandes terremotos, epidemias y hambre, y aparecerán en el cielo señales prodigiosas y terribles.
Memoria de santa Cecilia, virgen y mártir o san Pedro Esqueda Ramírez, mártir mexicano* MR, p. 883 (872) 939 (931)
ANTÍFONA DE ENTRADA
Ya sigue al Cordero crucificado por nosotros, la virgen llena de valor, ofrenda de pudor y víctima de castidad.
ORACIÓN COLECTA
Dios nuestro, que nos alegras cada año con la celebración de santa Cecilia, te suplicamos que, lo que devotamente se nos ha transmitido sobre ella, nos sirva de ejemplo para imitarla, y proclamemos las maravillas de Cristo, tu Hijo, reflejadas en la vida de tus santos. Él, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo y es Dios por los siglos de los siglos.
LITURGIA DE LA PALABRA
El tiempo de la cosecha ha llegado ya; la mies de la tierra está madura.
Del libro del Apocalipsis del apóstol san Juan: 14, 14-19
Yo, Juan, tuve otra visión: Vi una nube blanca y en ella a alguien que parecía un ser humano, con una corona de oro en la cabeza y una hoz afilada en la mano.
Entonces un ángel salió del templo y le gritó con potente voz al que estaba sentado en la nube: "Empuña la hoz y ponte a segar; el tiempo de la cosecha ha llegado ya; la mies de la tierra está madura". El que estaba sentado en la nube pasó su hoz sobre la tierra y recogió la cosecha de la tierra.
Salió otro ángel del templo celestial, también él con una afilada hoz en su mano. Y salió del templo otro más, el ángel que tiene poder sobre el fuego, y le gritó con potente voz al que tenía la hoz afilada: "Empuña tu hoz afilada y corta los racimos de la viña de la tierra, porque sus uvas ya están maduras".
El ángel acercó su hoz a la tierra, cosechó la viña de la tierra y echó los racimos en el gran lagar de la cólera de Dios. Pisaron las uvas en el lagar, fuera de la ciudad, y del lagar corrió tanta sangre, que subió hasta los frenos de los caballos, en una extensión de unos trescientos kilómetros.
Palabra de Dios.
Te alabamos, Señor.
Del salmo 95
R/. Que todo se alegre ante el Señor.
"Reina el Señor", digamos a los pueblos. Él afianzó con su poder el orbe, gobierna a las naciones con justicia. R/.
Alégrense los cielos y la tierra, retumbe el mar y el mundo submarino; salten de gozo el campo y cuanto encierra, manifiesten los bosques regocijo. R/.
Regocíjese todo ante el Señor, porque ya viene a gobernar el orbe. Justicia y rectitud serán las normas con las que rija a todas las naciones. R/.
ACLAMACIÓN Ap 2, 10
R/. Aleluya, aleluya.
Sé fiel hasta la muerte y te daré como premio la vida, dice el Señor. R/.
No quedará piedra sobre piedra.
Del santo Evangelio según san Lucas: 21, 5-11
En aquel tiempo, como algunos ponderaban la solidez de la construcción del templo y la belleza de las ofrendas votivas que lo adornaban, Jesús dijo: "Días vendrán en que no quedará piedra sobre piedra de todo esto que están admirando; todo será destruido".
Entonces le preguntaron: "Maestro, ¿cuándo va a ocurrir esto y cuál será la señal de que ya está a punto de suceder?".
Él les respondió: "Cuídense de que nadie los engañe, porque muchos vendrán usurpando mi nombre y dirán: 'Yo soy el Mesías. El tiempo ha llegado'. Pero no les hagan caso. Cuando oigan hablar de guerras y revoluciones, que no los domine el pánico, porque eso tiene que acontecer, pero todavía no es el fin".
Luego les dijo: "Se levantará una nación contra otra y un reino contra otro. En diferentes lugares habrá grandes terremotos, epidemias y hambre, y aparecerán en el cielo señales prodigiosas y terribles".
Palabra del Señor.
Gloria a ti, Señor Jesús.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Te pedimos, Señor, que los dones que te presentamos en la celebración de santa Cecilia, por tu gracia, te sean agradables, así como te fue grato el combate de su martirio. Por Jesucristo, nuestro Señor.
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN Ap 7, 17
El Cordero, que está en el trono, los conducirá a las fuentes del agua de la vida.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Señor Dios, que coronaste entre los santos a la bienaventurada santa Cecilia por la doble victoria de su virginidad y de su martirio, concédenos, por la eficacia de este sacramento, que, venciendo valerosamente todo mal, consigamos la gloria del cielo. Por Jesucristo, nuestro Señor.
O bien:
San Pedro Esqueda Ramírez
Nació en San Juan de los Lagos, Jal. (Diócesis de San Juan de los Lagos), el 29 de abril de 1887. Vicario de San Juan de los Lagos. El ministerio al que se dedicó con verdadera pasión fue la catequesis de los niños. Fundó varios centros de estudio y una escuela para la formación de catequistas. Siempre fue muy devoto del Santísimo. En plena persecución organizaba a las familias para que no faltaran a la guardia perpetua a Jesús Sacramentado en casas particulares. Desde el momento de ser apresado fue tan duramente golpeado, que se le abrió una herida en la cara. Un militar, después de golpearlo, le dijo: «Ahora ya has de estar arrepentido de ser cura»; a lo que contestó dulcemente el padre Pedro: «No, ni un momento, y poco me falta para ver el cielo». El 22 de noviembre de 1927 fue sacado de su prisión para ser ejecutado; los niños le rodearon y el Padre Esqueda insistentemente le repitió a un pequeño que caminaba junto a él: «No dejes de estudiar el catecismo, ni dejes la doctrina cristiana para nada». Y en un pedazo de papel escribió sus últimas recomendaciones para las catequistas. Al llegar a las afueras del poblado de Teocaltitlán, Jal., le dispararon tres balas que cambiaron su vida terrena por la eterna. (Vatican. va)
ANTÍFONA DE ENTRADA Cfr. Flp 3, 8. 10
Todo lo consideró basura, con tal de conocer a Cristo, y conformarse a su muerte en comunión con su pasión.
ORACIÓN COLECTA
Dios omnipotente y misericordioso, que concediste a san Pedro Esqueda Ramírez luchar por la justicia hasta la muerte, haz que, por su intercesión, soportemos por tu amor todas las adversidades y corramos esforzadamente hacia ti, pues sólo tú eres la vida. Por nuestro Señor Jesucristo ...
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Te presentamos, Señor, estas ofrendas al conmemorar a tu santo mártir Pedro Esqueda Ramírez, a quien ninguna tentación pudo separar de la unidad del cuerpo de Cristo. Él, que vive y reina por los siglos de los siglos.
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN Jn 8, 12
El que me sigue no caminará en la oscuridad y tendrá la luz de la vida, dice el Señor.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Renovados por estos sagrados misterios, te rogamos, Señor, que, imitando la admirable constancia de san Pedro Esqueda Ramírez, merezcamos, por nuestra perseverancia, conseguir el premio eterno. Por Jesucristo, nuestro Señor.
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