domingo, 9 de febrero de 2025

LECTURAS DEL LUNES V DEL T. ORDINARIO 10 DE FEBRERO SANTA ESCOLÁSTICA VIRGEN O SAN JOSÉ SÁNCHEZ DEL RÍO MÁRTIR (BLANCO O ROJO)

 

Apenas bajaron de la barca, la gente los reconoció y de toda aquella región acudían a él.






ANTÍFONA DE ENTRADA

Esta virgen sabia y prudente salió al encuentro de Cristo con la lámpara encendida.

ORACIÓN COLECTA

Al celebrar a santa Escolástica, virgen, te pedimos, Señor, que siguiendo su ejemplo nos concedas amarte con un amor puro y experimentar las delicias de tu amistad. Por nuestro Señor Jesucristo ...


LITURGIA DE LA PALABRA

Dios dijo y así fue.

Del libro del Génesis: 1, 1-19

En el principio creó Dios el cielo y la tierra. La tierra era soledad y caos; y las tinieblas cubrían la faz del abismo. El espíritu de Dios se movía sobre la superficie de las aguas.

Dijo Dios: "Que exista la luz", y la luz existió. Vio Dios que la luz era buena, y separó la luz de las tinieblas. Llamó a la luz "día" y a las tinieblas, "noche". Fue la tarde y la mañana del primer día.

Dijo Dios: "Que haya una bóveda entre las aguas, que separe unas aguas de otras". E hizo Dios una bóveda y separó con ella las aguas de arriba, de las aguas de abajo. Y así fue. Llamó Dios a la bóveda "cielo". Fue la tarde y la mañana del segundo día.

Dijo Dios: "Que se junten las aguas de debajo del cielo en un solo lugar y que aparezca el suelo seco". Y así fue. Llamó Dios "tierra" al suelo seco y "mar" a la masa de las aguas. Y vio Dios que era bueno.

Dijo Dios: "Verdee la tierra con plantas que den semillas y árboles que den fruto y semilla, según su especie, sobre la tierra". Y así fue. Brotó dela tierra hierba verde, que producía semilla, según su especie, y árboles que daban fruto y llevaban semilla, según su especie. Y vio Dios que era bueno. Fue la tarde y la mañana del tercer día.

Dijo Dios: "Que haya lumbreras en la bóveda del cielo, que separen el día de la noche, señalen las estaciones, los días y los años, y luzcan en la bóveda del cielo para iluminar la tierra". Y así fue. Hizo Dios las dos grandes lumbreras: la lumbrera mayor para regir el día y la menor, para regir la noche; y también hizo las estrellas.

Dios puso las lumbreras en la bóveda del cielo para iluminar la tierra, para regir el día y la noche, y separar la luz de las tinieblas. Y vio Dios que era bueno. Fue la tarde y la mañana del cuarto día.

Palabra de Dios. 

Te alabamos, Señor.

Del salmo 103

R/. Bendice al Señor, alma mía.

Bendice al Señor, alma mía; Señor y Dios mío, inmensa es tu grandeza. Te vistes de belleza y majestad, la luz te envuelve como un manto. R/.

Sobre bases inconmovibles asentaste la tierra para siempre. Con un vestido de mares la cubriste y las aguas en los montes concentraste. R/.

En los valles haces brotar las fuentes, que van corriendo entre montañas; junto al arroyo vienen a vivir las aves, que cantan entre las ramas. R/.

¡Qué numerosas son tus obras, Señor, y todas las hiciste con maestría! La tierra está llena de tus creaturas. Bendice al Señor, alma mía. R/.


ACLAMACIÓN  Cfr. Mt 4, 23







R/. Aleluya, aleluya.

Jesús proclamaba el Evangelio del Reino y curaba a la gente de toda enfermedad. R/.

Cuantos tocaban a Jesús quedaban curados.

Del santo Evangelio según san Marcos: 6, 53-56

En aquel tiempo, Jesús y sus discípulos terminaron la travesía del lago y tocaron tierra en Genesaret.

Apenas bajaron de la barca, la gente los reconoció y de toda aquella región acudían a él, a cualquier parte donde sabían que se encontraba, y le llevaban en camillas a los enfermos.

A dondequiera que llegaba, en los poblados, ciudades o caseríos, la gente le ponía a sus enfermos en la calle y le rogaba que por lo menos los dejara tocar la punta de su manto; y cuantos lo tocaban, quedaban curados.

Palabra del Señor. 

Gloria a ti, Señor Jesús.

ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS

Al proclamar, Señor, tu obra admirable en la santa virgen Escolástica, suplicamos humildemente a tu majestad que, así como te agradaron sus méritos, así también te sea aceptable el desempeño de nuestro servicio. Por Jesucristo, nuestro Señor.

ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN Cfr. Mt 25, 6

Ya viene el esposo; salgan al encuentro de Cristo, el Señor.

ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN

Alimentados por la participación de este divino don, te rogamos, Señor Dios nuestro, que, a ejemplo de santa Escolástica y llevando a nuestro cuerpo los padecimientos de Jesús, nos esforcemos por adherirnos sólo a ti. Por Jesucristo, nuestro Señor.

O bien:

San José Sánchez del Río 

Nació el 28 de marzo de 1913 en Sahuayo, Michoacán. Tenía 13 años al decretarse la suspensión de culto público. Su hermano Miguel tomó las armas para defender la causa de Cristo y de su Iglesia. José pidió permiso a sus padres para alistarse como soldado pero su madre trató de disuadirlo. Luego escribió al jefe cristero y la respuesta fue negativa. Insistió pidiendo le admitiera como asistente. En el campamento se ganó el cariño de sus compañeros que lo apodaron "Tarsicio". Por la noche dirigía el santo rosario y animaba a la tropa a defender su fe. El 5 de febrero de 1928, cerca de Cotija, el caballo del general cristero cayó muerto de un balazo y José le entrego el suyo. Hecho prisionero fue llevado ante el general callista quien al no lograr hacerlo apostatar lo mandó encerrar. El l0 de febrero de 1928 fue torturado desollándole los pies con un cuchillo y haciéndolo caminar a golpes hasta el cementerio donde se puso de pie al borde de la fosa, para evitar a los verdugos el trabajo de transportar su cuerpo. Murió mártir, apuñalado, gritando "¡Viva Cristo Rey! ¡Viva la Virgen de Guadalupe!" y recibiendo del capitán un disparó en la cabeza. Sus restos reposan en el templo parroquial de Santiago Apóstol, en Sahuayo, Michoacán. Fue beatificado por el papa Benedicto XVI el 20 de noviembre de 2005 y canonizado por el papa Francisco, el 16 de octubre de 2016.

ANTÍFONA DE ENTRADA

Éste es un verdadero mártir, ya que derramó su sangre por Cristo; no temió las amenazas de quienes lo juzgaron y mereció así el Reino de los cielos.

ORACIÓN COLECTA

Dios omnipotente y misericordioso, que concediste a san José Sánchez del Río luchar por la justicia hasta la muerte, haz que, por su intercesión, soportemos por tu amor todas las adversidades y corramos esforzadamente hacia ti, pues sólo tú eres la vida. Por nuestro Señor Jesucristo.

ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS

Dios clementísimo, derrama tu bendición sobre estos dones y afiánzanos en la fe que san José Sánchez del Río atestiguó con la efusión de su sangre. Por Jesucristo, nuestro Señor.

ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN Jn 15, 5

Yo soy la vid verdadera y ustedes, los sarmientos, dice el Señor; el que permanece en mí y yo en él, ese dará fruto abundante.

ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN

Renovados por estos sagrados misterios, te rogamos, Señor, que, imitando la admirable constancia de san José Sánchez del Río, merezcamos por nuestra perseverancia, conseguir el premio eterno. Por Jesucristo, nuestro Señor.

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