jueves, 31 de mayo de 2018

LECTURAS DEL JUEVES VIII DEL T. ORDINARIO 31 DE MAYO SOLEMNIDAD DEL CUERPO Y LA SANGRE DE CRISTO (EN DONDE CORRESPONDA) (BLANCO)


Mientras cenaban, Jesús tomó un pan, pronuncio la bendición, lo partió y se lo dio a sus discípulos, diciendo: “Tomen: esto es mi cuerpo".






ANTÍFONA DE ENTRADA Cfr. Sal 80, 17

Alimentó a su pueblo con lo mejor del trigo y lo sació con miel sacada de la roca.

Se dice Gloria.

ORACIÓN COLECTA

Señor nuestro Jesucristo, que en este admirable sacramento nos dejaste el memorial de tu pasión, concédenos venerar de tal modo los sagrados misterios de tu Cuerpo y de tu Sangre, que experimentemos continuamente en nosotros el fruto de tu redención. Tú que vives y reinas con el Padre en la unidad del Espíritu Santo y eres Dios por los siglos de los siglos.

LITURGIA DE LA PALABRA

Esta es la sangre de la alianza que el Señor ha hecho con ustedes.

Del libro del Éxodo: 24, 3-8

En aquellos días, Moisés bajo del monte Sinaí y refirió al pueblo todo lo que el Señor le había dicho y los mandamientos que le había dado. Y el pueblo contesto a una voz: "Haremos todo lo que dice el Señor". Moisés puso por escrito todas las palabras del Señor. Se levantó temprano, construyo un altar al pie del monte y puso al lado del altar doce piedras conmemorativas, en representación de las doce tribus de Israel. Después mando a algunos jóvenes israelitas a ofrecer holocaustos e inmolar novillos, como sacrificios pacíficos en honor del Señor; tomo la mitad de la sangre, la puso en vasijas y derramo sobre el altar la otra mitad. Entonces tomó el libro de la alianza y lo leyó al pueblo y el pueblo respondió: "Obedeceremos; haremos todo lo que manda el Señor". Luego Moisés roció al pueblo con la sangre, diciendo: "Esta es la sangre de la alianza que el Señor ha hecho con ustedes, conforme a las palabras que han oído". 

Palabra de Dios. 

Te alabamos, Señor.


Del salmo 115 

R/. Levantaré el cáliz de la salvación.


¿Cómo le pagare al Señor todo el bien que me ha hecho? Levantare el cáliz de salvación e invocare el nombre del Señor. R/.

A los ojos del Señor es muy penoso que mueran sus amigos. De la muerte, Señor, me has librado, a mí, tu esclavo e hijo de tu esclava. R/.

Te ofreceré con gratitud un sacrificio e invocare tu nombre. Cumpliré mis promesas al Señor ante todo su pueblo. R/.


La sangre de Cristo purificará nuestra conciencia.

De la carta a los hebreos: 9,11-15


Hermanos: Cuando Cristo se presentó como sumo sacerdote que nos obtiene los bienes definitivos, penetro una sola vez y para siempre en el "lugar santísimo", a través de una tienda, que no estaba hecha por mano de hombres, ni pertenecía a esta creación. No llevo consigo sangre de animales, sino su propia sangre, con la cual nos obtuvo una redención eterna. Porque si la sangre de los machos cabríos y de los becerros y las cenizas de una ternera, cuando se esparcían sobre los impuros, eran capaces de conferir a los israelitas una pureza legal, meramente exterior, ¡cuánto más la sangre de Cristo purificará nuestra conciencia de todo pecado, a fin de que demos culto al Dios vivo, ya que a impulses del Espíritu Santo, se ofreció a sí mismo como sacrificio inmaculado a Dios, y así podrá purificar nuestra conciencia de las obras que conducen a la muerte, para servir al Dios vivo!


Por eso, Cristo es el mediador de una alianza nueva. Con su muerte hizo que fueran perdonados los delitos cometidos durante la antigua alianza, para que los llamados por Dios pudieran recibir la herencia eterna que Él les había prometido. 

Palabra de Dios. 

Te alabamos, Señor.


SECUENCIA


(Puede omitirse o puede recitarse en forma abreviada, comenzando par la estrofa: "El pan que del cielo baja ").


Al Salvador alabemos, 
que es nuestro pastor y guía.
Alabémoslo con himnos
y canciones de alegría.



Esto nuevo, siempre nuevo, 

es la luz de la verdad. 
que sustituye a lo viejo 
con reciente claridad.



Alabémoslo sin límites 

y con nuestras fuerzas todas; 
pues tan grande es el Señor, 
que nuestra alabanza es poca.



Gustosos hoy aclamamos 

a Cristo, que es nuestro pan. 
pues El es el pan de vida
que nos da vida inmortal.



Doce eran los que cenaban 

y les dio pan a los doce. 
Doce entonces lo comieron, 
y, después, todos los hombres.



Sea plena la alabanza 

y llena de alegres cantos; 
que nuestra alma se desborde 
en todo un concierto santo.



Hoy celebramos con gozo 

la gloriosa institución 
de este banquete divino, 
el banquete del Señor.



Esta es la nueva Pascua, 

Pascua del único Rey, 
que termina con la alianza 
tan pesada de la ley.



En aquella ultima cena 

Cristo hizo la maravilla
de dejar a sus amigos 
el memorial de su vida.



Enseñados por la Iglesia, 

consagramos pan y vino, 
que a los hombres nos redimen, 
y dan fuerza en el camino.



Es un dogma del cristiano 

que el pan se convierte en carne, 
y lo que antes era vino 
queda convertido en sangre.



Hay cosas que no entendemos, 

pues no alcanza la razón; 
mas si las vemos con fe, 
entraran al corazón.



Bajo símbolos diversos y 

en diferentes figuras, 
se esconden ciertas verdades 
maravillosas, profundas.



Su sangre es nuestra bebida; 

su carne, nuestro alimento; 
pero en el pan o en el vino 
Cristo esta todo completo

Quien lo come, no lo rompe, 
no lo parte ni divide; 
El es el todo y la parte;
vivo esta en quien lo recibe.



Cuando parten lo exterior,

solo parten lo que has visto;
no es una disminución
de la persona de Cristo.



Puede ser tan solo uno 

el que se acerca al altar, 
o pueden ser multitudes: 
Cristo no se acabara.



Lo comen buenos y malos, 

con provecho diferente; 
no es lo mismo tener vida 
que ser condenado a muerte.



A los malos les da muerte 

y a los buenos les da vida. 
¡Que efecto tan diferente 
tiene la misma comida!



El pan que del cielo baja 

es comida de viajeros. 
Es un pan para los hijos. 
¡No hay que tirarlo a los perros!



Isaac, el inocente, 

es figura de este pan, 
con el cordero de Pascua 
y el misterioso mana.



Ten compasión de nosotros, 

buen pastor, pan verdadero. 
Apaciéntanos y cuídanos 
y condúcenos al cielo.



Si lo parten, no te apures 

solo parten lo exterior; 
en el mínimo fragmento 
entero late el Señor.



Todo lo puedes y sabes, 

pastor de ovejas, divino. 
Concédenos en el cielo 
gozar la herencia contigo. Amen.



ACLAMACIÓN Jn 6, 51 






R/. Aleluya, aleluya.


Yo soy el pan vivo que ha bajado del cielo, dice el Señor; el que coma de este pan vivirá para siempre. R/.



Esto es mi cuerpo. Esta es mi sangre.

Del santo Evangelio según san Marcos: 14,12-16.22-26


El primer día de la fiesta de los panes Ázimos, cuando se sacrificaba el cordero pascual, le preguntaron a Jesús sus discípulos: "¿Dónde quieres que vayamos a prepararte la cena de Pascua?". Él les dijo a dos de ellos: "Vayan a la ciudad. Encontraran a un hombre que lleva un cántaro de agua; síganlo y díganle al dueño de la casa en donde entre: 'El Maestro manda preguntar: ¿Dónde está la habitación en que voy a comer la Pascua con mis discípulos?'. Él les enseñara una sala en el segundo piso, arreglada con divanes. Prepárennos allí la cena". Los discípulos se fueron, llegaron a la ciudad, encontraron lo que Jesús les había dicho y prepararon la cena de Pascua.


Mientras cenaban, Jesús tomó un pan, pronuncio la bendición, lo partió y se lo dio a sus discípulos, diciendo: “Tomen: esto es mi cuerpo". Y tomando en sus manos una copa de vino, pronuncio la acción de gracias, se la dio, todos bebieron y les dijo: "Esta es mi sangre, sangre de la alianza, que se derrama por todos. Yo les aseguro que no volveré a beber del fruto de la vid hasta el día en que beba el vino nuevo en el Reino de Dios".

Después de cantar el himno, salieron hacia el monte de los Olivos. 

Palabra del Señor. 

Gloria a ti, Señor Jesús.


Credo

ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS

Señor, concede, bondadoso, a tu Iglesia, los dones de la unidad y de la paz, significados místicamente en las ofrendas que te presentamos. Por Jesucristo, nuestro Señor.

Prefacio II o I de la Eucaristía.

ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN Jn 6, 56

El que come mi carne y bebe mi sangre, permanece en mí y yo en él, dice el Señor.

ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN


Concédenos, Señor Jesucristo, disfrutar eternamente del gozo de tu divinidad que ahora pregustamos, en la comunión de tu Cuerpo y de tu Sangre. Tú que vives y reinas por los siglos de los siglos.

miércoles, 30 de mayo de 2018

LECTURAS DEL MIÉRCOLES VIII DEL T. ORDINARIO 30 DE MAYO (VERDE)


"Concede que nos sentemos uno a tu derecha y otro a tu izquierda, cuando estés en tu gloria".







ANTÍFONA DE ENTRADA Sal 105, 47

Sálvanos, Señor y Dios nuestro; reúnenos de entre las naciones, para que podamos agradecer tu poder santo y sea nuestra gloria el alabarte.

ORACIÓN COLECTA

Concédenos, Señor Dios nuestro, adorarte con toda el alma y amar a todos los hombres con afecto espiritual. Por nuestro Señor Jesucristo...


LITURGIA DE LA PALABRA

Los ha rescatado Dios con la sangre preciosa de Cristo, el cordero sin mancha.

De la primera carta del apóstol san Pedro: 1, 18-25


Hermanos: Bien saben ustedes que de su estéril manera de vivir, heredada de sus padres, los ha rescatado Dios, no con bienes efímeros, como el oro y la plata, sino con la sangre preciosa de Cristo, el cordero sin defecto ni mancha, al cual Dios había elegido desde antes de la creación del mundo y, por amor a ustedes, lo ha manifestado en estos tiempos, que son los últimos. Por Cristo, ustedes creen en Dios, quien lo resucitó de entre los muertos y lo llenó de gloria, a fin de que la fe de ustedes sea también esperanza en Dios.


Así pues, purificados ya internamente por la obediencia a la verdad, que conduce al amor sincero a los hermanos, ámense los unos a los otros de corazón e intensamente. Porque han vuelto ustedes a nacer, y no de una semilla mortal, sino inmortal, por medio de la palabra viva y permanente de Dios. En efecto, todo mortal es hierba y toda su belleza es flor de hierba: se seca la hierba y cae la flor; en cambio, la palabra del Señor permanece para siempre. Y ésa es la palabra que se les ha anunciado.

Palabra de Dios. 

Te alabamos, Señor.



Del salmo 147


R/. Demos gloria al Señor.



Glorifica al Señor, Jerusalén, a Dios ríndele honores, Israel. Él refuerza el cerrojo de tus puertas y bendice a tus hijos en tu casa. R/.


Él mantiene la paz en tus fronteras, con su trigo mejor sacia tu hambre. Él envía a la tierra su mensaje y su palabra corre velozmente. R/.

Le muestra a Jacob su pensamiento, sus normas y designios a Israel. No ha hecho nada igual con ningún pueblo, ni le ha confiado a otro sus proyectos. R/.



ACLAMACIÓN  Mc 10, 45





R/. Aleluya, aleluya.


El Hijo del hombre vino a servir y a dar su vida por la redención de todos. R/.

Ya ven que nos estamos dirigiendo a Jerusalén, y el Hijo del hombre va a ser entregado.

Del santo Evangelio según san Marcos: 10, 32-45


En aquel tiempo, Jesús y sus discípulos iban camino de Jerusalén y Jesús se les iba adelantando. Los discípulos estaban sorprendidos y la gente que lo seguía tenía miedo. Él se llevó aparte otra vez a los Doce y se puso a decirles lo que le iba a suceder: "Ya ven que nos estamos dirigiendo a Jerusalén y el Hijo del hombre va a ser entregado a los sumos sacerdotes y a los escribas; van a condenarlo a muerte y a entregarlo a los paganos; se van a burlar de él, van a escupirlo, a azotarlo y a matarlo; pero al tercer día resucitará".


Entonces se acercaron a Jesús, Santiago y Juan, los hijos de Zebedeo, y le dijeron: "Maestro, queremos que nos concedas lo que vamos a pedirte". Él les dijo: "¿Qué es lo que desean?" Le respondieron: "Concede que nos sentemos uno a tu derecha y otro a tu izquierda, cuando estés en tu gloria". Jesús les replicó: "No saben lo que piden. ¿Podrán pasar la prueba que yo voy a pasar y recibir el bautismo con que seré bautizado?" Le respondieron: "Sí podemos". Y Jesús les dijo: "Ciertamente pasarán la prueba que yo voy a pasar y recibirán el bautismo con que yo seré bautizado; pero eso de sentarse a mi derecha o a mi izquierda no me toca a mí concederlo; eso es para quienes está reservado".

Cuando los otros diez apóstoles oyeron esto, se indignaron contra Santiago y Juan. Jesús reunió entonces a los Doce y les dijo: "Ya saben que los jefes de las naciones las gobiernan como si fueran sus dueños y los poderosos las oprimen. Pero no debe ser así entre ustedes. Al contrario: el que quiera ser grande entre ustedes que sea su servidor, y el que quiera ser el primero, que sea el esclavo de todos, así como el Hijo del hombre, que no ha venido a que lo sirvan, sino a servir y a dar su vida por la redención de todos".

Palabra del Señor. 

Gloria a ti, Señor Jesús.


ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS

Recibe, Señor, complacido, estos dones que ponemos sobre tu altar en señal de nuestra sumisión a ti y conviértelos en el sacramento de nuestra redención. Por Jesucristo nuestro Señor.

ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN Cfr. Mt 5, 3-4

Dichosos los pobres de espíritu, porque de ellos es el reino de los cielos. Dichosos los humildes porque heredarán la tierra.

ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN

Te rogamos, Señor, que, alimentados con el don de nuestra redención, este auxilio de salvación eterna afiance siempre nuestra fe en la verdad. Por Jesucristo nuestro Señor.

martes, 29 de mayo de 2018

LECTURAS DEL MARTES VIII DEL T. ORDINARIO 29 DE MAYO (VERDE)


Pedro le dijo a Jesús: "Señor, ya ves que nosotros lo hemos dejado todo para seguirte".






ANTÍFONA DE ENTRADA Cfr. Sal 104, 3-4. 5

Del nombre del Señor enorgullézcanse y alégrense el corazón de los que lo buscan. Busquen al Señor y serán fuertes. Recuerden las maravillas que ha hecho.

ORACIÓN COLECTA

Dios nuestro, que con el poder del Espíritu Santo enviaste a aquel que es tu Palabra para evangelizar a los pobres, haz que nosotros, teniendo los ojos fijos en él, vivamos siempre con verdadera caridad, como mensajeros y testigos de su Evangelio en todo el mundo. Por nuestro Señor Jesucristo...

LITURGIA DE LA PALABRA

Los profetas predijeron la gracia destinada a ustedes. Pongan, pues, en ella una esperanza sin límites.

De la primera carta del apóstol san Pedro: 1,10-16


Hermanos: Los profetas, cuando predijeron la gracia destinada a ustedes, investigaron también profundamente acerca de la salvación de ustedes.


Ellos trataron de descubrir en qué tiempo y en qué circunstancias se habrían de verificar las indicaciones que el Espíritu de Cristo, que moraba en ellos, les había revelado sobre los sufrimientos de Cristo y el triunfo glorioso que los seguiría.

Pero se les dio a conocer que ellos no verían lo que profetizaban, sino que estaba reservado para nosotros. Todo esto les ha sido anunciado ahora a ustedes, por medio de aquellos que les han predicado el Evangelio con la fuerza del Espíritu Santo, enviado del cielo, y ciertamente es algo que los ángeles anhelan contemplar.

Por eso, viviendo siempre atentos y vigilantes, pongan toda su esperanza en la gracia que les va a traer la manifestación gloriosa de Jesucristo. Como hijos obedientes, no vivan conforme a las pasiones que tenían antes, en el tiempo de su ignorancia. Al contrario, así como es santo el que los llamó, sean también ustedes santos en toda su conducta, pues la Escritura dice: Sean santos, porque yo, el Señor, soy santo.

Palabra de Dios. 

Te alabamos, Señor.




Del salmo 97


R/. Cantemos al Señor un canto nuevo.


Cantemos al Señor un canto nuevo, pues ha hecho maravillas. Su diestra y su santo brazo le han dado la victoria. R/.


El Señor ha dado a conocer su victoria y ha revelado a las naciones su justicia. Una vez más ha demostrado Dios su amor y su lealtad hacia Israel. R/.

La tierra entera ha contemplado la victoria de nuestro Dios. Que todos los pueblos y naciones aclamen con júbilo al Señor. R/.



ACLAMACIÓN  Cfr. Mt 11, 25








R/. Aleluya, aleluya.


Yo te alabo, Padre, Señor del cielo y de la tierra, porque has revelado los misterios del Reino a la gente sencilla. R/.

Recibirán cien veces más en esta vida, junto con persecuciones; y en el otro mundo, la vida eterna.

Del santo Evangelio según san Marcos: 10, 28-31


En aquel tiempo, Pedro le dijo a Jesús: "Señor, ya ves que nosotros lo hemos dejado todo para seguirte".


Jesús le respondió: "Yo les aseguro: Nadie que haya dejado casa, o hermanos o hermanas, o padre o madre, o hijos o tierras, por mí y por el Evangelio, dejará de recibir, en esta vida, el ciento por uno en casas, hermanos, hermanas, madres, hijos y tierras, junto con persecuciones, y en el otro mundo, la vida eterna. Y muchos que ahora son los primeros serán los últimos, y muchos que ahora son los últimos, serán los primeros". 

Palabra del Señor. 

Gloria a ti, Señor Jesús.


ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS

Te rogamos, Señor, que santifiques estos dones y acojas, en tu bondad, nuestra humilde ofrenda para que nuestros cuerpos se conviertan en oblación viva, santa y agradable a ti y nos concedas servirte, no según la antigua condición del hombre, sino en novedad de vida según tu Espíritu. Por Jesucristo, nuestro Señor.

ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN Cfr. Lc 4, 18-19

El Espíritu del Señor está sobre mí, porque me ha ungido para llevar a los pobres la buena nueva, para proclamar el año de gracia del Señor y el día de la redención.

ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN

Renovados espiritualmente con el alimento precioso del Cuerpo y de la Sangre de tu Hijo, te rogamos, Señor, que transformes nuestro corazón y nos concedas un espíritu nuevo, para que, con perseverancia, caminemos por sendas de vida nueva. Por Jesucristo, nuestro Señor.

lunes, 28 de mayo de 2018

LECTURAS DEL LUNES VIII DEL T. ORDINARIO 28 DE MAYO (VERDE)


Ve y vende lo que tienes, da el dinero a los pobres y así tendrás un tesoro en los cielos. Después, ven y sígueme.







ANTÍFONA DE ENTRADA Ef 6, 2-3

Honrarás a tu padre y a tu madre es un mandamiento muy importante, que lleva consigo esta promesa: Te irá bien y vivirás largo tiempo en la tierra.

ORACIÓN COLECTA

Señor Dios, ya que en tu designio tiene su sólido fundamento la familia, atiende misericordiosamente las súplicas de tus siervos y concédenos que, siguiendo el ejemplo de la Sagrada Familia de tu Hijo Unigénito en el don de su amor y en sus virtudes domésticas, disfrutemos de la eterna recompensa, en la alegría de tu casa. Por nuestro Señor Jesucristo...


LITURGIA DE LA PALABRA

Ustedes no han visto a Cristo, y sin embargo, lo aman; al creer ahora en él se llenan de una alegría indescriptible.

De la primera carta del apóstol san Pedro: 1, 3-9


Bendito sea Dios, Padre de nuestro Señor Jesucristo, por su gran misericordia, porque al resucitar a Jesucristo de entre los muertos, nos concedió renacer a la esperanza de una vida nueva, que no puede corromperse ni mancharse y que él nos tiene reservada como herencia en el cielo. Porque ustedes tienen fe en Dios, él los protege con su poder, para que alcancen la salvación que les tiene preparada y que él revelará al final de los tiempos.


Por esta razón, alégrense, aun cuando ahora tengan que sufrir un poco por adversidades de todas clases, a fin de que su fe, sometida a la prueba, sea hallada digna de alabanza, gloria y honor, el día de la manifestación de Cristo. Porque la fe de ustedes es más preciosa que el oro, y el oro se acrisola por el fuego.

A Cristo Jesús no lo han visto y, sin embargo, lo aman; al creer en él ahora, sin verlo, se llenan de una alegría radiante e indescriptible, seguros de alcanzar la salvación de sus almas, que es la meta de la fe.

Palabra de Dios. 

Te alabamos, Señor.




Del salmo 110


R/. El Señor se acuerda siempre de su alianza.


Quiero alabar a Dios, de corazón, en las reuniones de los justos. Grandiosas son las obras del Señor y para todo fiel, dignas de estudio. R/.


Ha hecho inolvidables sus prodigios. El Señor es piadoso y es clemente. Acordándose siempre de su alianza, él le da de comer al que lo teme. R/.

Él redimió a su pueblo y estableció su alianza para siempre. Dios es santo y terrible y su gloria perdura eternamente. R/.



ACLAMACIÓN  2 Co 8, 9





R/. Aleluya, aleluya.


Jesucristo, siendo rico, se hizo pobre, para enriquecernos con su pobreza. R/.

Ve y vende lo que tienes y sígueme.

Del santo Evangelio según san Marcos: 10, 17-27


En aquel tiempo, cuando salía Jesús al camino, se le acercó corriendo un hombre, se arrodilló ante él y le preguntó: "Maestro bueno, ¿qué debo hacer para alcanzar la vida eterna?" Jesús le contestó: "¿Por qué me llamas bueno? Nadie es bueno sino sólo Dios. Ya sabes los mandamientos: No matarás, no cometerás adulterio, no robarás, no levantarás falso testimonio, no cometerás fraudes, honrarás a tu padre y a tu madre”.


Entonces él le contestó: "Maestro, todo eso lo he cumplido desde muy joven". Jesús lo miró con amor y le dijo: "Sólo una cosa te falta: Ve y vende lo que tienes, da el dinero a los pobres y así tendrás un tesoro en los cielos. Después, ven y sígueme".

Pero al oír estas palabras, el hombre se entristeció y se fue apesadumbrado, porque tenía muchos bienes.

Jesús, mirando a su alrededor, dijo entonces a sus discípulos: "¡Qué difícil les va a ser a los ricos entrar en el Reino de Dios!" Los discípulos quedaron sorprendidos ante estas palabras; pero Jesús insistió: "Hijitos, ¡qué difícil es para los que confían en las riquezas, entrar en el Reino de Dios! Más fácil le es a un camello pasar por el ojo de una aguja, que a un rico entrar en el Reino de Dios".

Ellos se asombraron todavía más y comentaban entre sí: "Entonces, ¿quién puede salvarse?" Jesús, mirándolos fijamente, les dijo: "Es imposible para los hombres, mas no para Dios. Para Dios todo es posible". 

Palabra del Señor. 

Gloria a ti, Señor Jesús.


ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS

Al ofrecerte Señor, este sacrificio de reconciliación, te suplicamos humildemente que conserves a nuestras familias en tu gracia y en tu paz. Por Jesucristo, nuestro Señor.

ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN Is 49, 15

¿Puede acaso una madre olvidarse de su criatura? Aunque hubiera una que se olvidara, yo nunca me olvidaré de ti, dice el Señor.

ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN

Padre clementísimo, haz que aquellos que alimentaste con el sacramento celestial, imiten sin cesar los ejemplos de la Sagrada Familia de tu Unigénito para que, después de las pruebas de esta vida, logren estar en su compañía por toda la eternidad. Por Jesucristo, nuestro Señor.