viernes, 25 de octubre de 2013

LECTURAS DEL VIERNES XXIX DEL T. ORDINARIO 25 DE OCTUBRE


Yo te aseguro que no saldrás de ahí hasta que pagues el último centavo.





ANTÍFONA DE ENTRADA (Cfr. Ga 6, 14)

Que nuestra única gloria sea la cruz de nuestro Señor Jesucristo, en quien está nuestra salvación, nuestra vida y resurrección y por quien hemos sido redimidos y liberados.

ORACIÓN COLECTA

Dios nuestro, que quisiste que tu Hijo muriera en la Cruz para salvar a todos los hombres, concédenos aceptar por su amor la cruz del sufrimiento aquí en la tierra, para poder gozar en el cielo los frutos de su redención. Por nuestro Señor Jesucristo...

LITURGIA DE LA PALABRA

¿Quién me librará de este cuerpo, esclavo de la muerte?

De la carta del apóstol san Pablo a los romanos: 7, 18-25


Hermanos: Bien sé yo que nada bueno hay en mí, es decir, en mi naturaleza humana deteriorada por el pecado. En efecto, yo puedo querer hacer el bien, pero no puedo realizarlo, puesto que no hago el bien que quiero, sino el mal que no quiero; y si hago lo que no quiero, ya no soy yo quien lo hace, sino el pecado, que habita en mí.

Descubro, pues, en mí esta realidad: cuando quiero hacer el bien, me encuentro con el mal. Y aunque en lo más íntimo de mi ser me agrada la ley de Dios, percibo en mi cuerpo una tendencia contraria a mi razón, que me esclaviza a la ley del pecado, que está en mi cuerpo.

¡Pobre de mí! ¿Quién me librará de este cuerpo, esclavo de la muerte? ¡La gracia de Dios, por medio de Jesucristo, nuestro Señor! 

Palabra de Dios. 

Te alabamos, Señor.



Del salmo 118 

R/. Enséñame, Señor, a gustar tus mandamientos.

Enséñame a gustar y a comprender tus preceptos, pues yo me fío de ellos. Tú, que eres bueno y haces beneficios, instrúyeme en tus leyes. R/.

Señor, que tu amor me consuele, conforme a las promesas que me has hecho. Muéstrame tu ternura y viviré, porque en tu ley he puesto mi contento. R/.

Jamás olvidaré tus mandamientos, pues con ellos me diste vida. Soy tuyo, sálvame, pues voy buscando tus leyes. R/.



ACLAMACIÓN (Cfr. Mt 11, 25) 





R/. Aleluya, aleluya.

Yo te alabo, Padre, Señor del cielo y de la tierra, porque has revelado los misterios del Reino a la gente sencilla. R/.


Si saben interpretar el aspecto que tienen el cielo y la tierra, ¿por qué no interpretan entonces los signos del tiempo presente?

Del santo Evangelio según san Lucas: 12, 54-59


En aquel tiempo, Jesús dijo a la multitud: "Cuando ustedes ven que una nube se va levantando por el poniente, enseguida dicen que va a llover, y en efecto, llueve. Cuando el viento sopla del sur, dicen que hará calor, y así sucede. ¡Hipócritas! Si saben interpretar el aspecto que tienen el cielo y la tierra, ¿por qué no interpretan entonces los signos del tiempo presente? ¿Por qué, pues, no juzgan por ustedes mismos lo que les conviene hacer ahora?

Cuando vayas con tu adversario a presentarte ante la autoridad, haz todo lo posible por llegar a un acuerdo con él en el camino, para que no te lleve ante el juez, el juez te entregue a la policía, y la policía te meta en la cárcel. Yo te aseguro que no saldrás de ahí hasta que pagues el último centavo". 

Palabra del Señor. 

Gloria a ti, Señor Jesús.


ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS

Señor, que este sacrificio que Cristo te ofreció sobre la Cruz para borrar los pecados del mundo, nos purifique ahora de todas nuestras culpas. Por Jesucristo, nuestro Señor.

ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN (Jn 12, 32)

Cuando yo sea levantado de la tierra, atraeré a todos hacia mí, dice el Señor.

ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN

Señor nuestro Jesucristo, tú que nos has redimido por medio de tu Cruz y nos has hecho partícipes de tu Cuerpo y de tu Sangre, concédenos participar también de la gloria de tu resurrección. Tú que vives y reinas por los siglos de los siglos.

jueves, 24 de octubre de 2013

LECTURAS DEL JUEVES XXIX DEL T. ORDINARIO 24 DE OCTUBRE SAN RAFAEL GUÍZAR Y VALENCIA Y SAN ANTONIO MARÍA CLARET


He venido a traer fuego a la tierra, ¡y cuánto desearía que ya estuviera ardiendo!






ANTÍFONA DE ENTRADA (1 S 2, 35)

Yo elegiré para mi pueblo un sacerdote fiel, que obre según mi corazón y mis deseos, dice el Señor.

ORACIÓN COLECTA

Señor, Dios nuestro, que hiciste a san Rafael Guízar pastor eximio e incansable en el anuncio del Evangelio, concédenos, por su intercesión, que, encendidos por el fuego apostólico y fortalecidos por la gracia divina, llevemos a nuestros hermanos a Cristo y así podamos gozar con ellos de la recompensa eterna. Por nuestro Señor Jesucristo...

LITURGIA DE LA PALABRA

Libres ya del pecado y entregados al servicio de Dios, dan frutos de santidad.

De la carta del apóstol san Pablo a los romanos: 6, 19-23


Hermanos: Por la dificultad natural que tienen ustedes para entender estas cosas, voy a seguir utilizando una comparación de la vida ordinaria. Así como en otros tiempos pusieron sus miembros al servicio de la impureza y de la maldad, hasta llegar a la degradación, así ahora pónganlos al servicio del bien, a fin de que alcancen su santificación. Cuando ustedes eran esclavos del pecado, no estaban al servicio del bien. ¿Y qué frutos recogieron entonces de aquello que ahora los llena de vergüenza? Ninguno, pues son cosas que conducen a la muerte.

Pero ahora, libres ya del pecado y entregados al servicio de Dios, dan frutos de santidad, que conducen a la vida eterna. En una palabra, el pecado nos paga con la muerte; en cambio, Dios nos da gratuitamente la vida eterna, por medio de Cristo Jesús, Señor nuestro. 

Palabra de Dios. 

Te alabamos, Señor.



Del salmo 1 

R/. Dichoso el hombre que confía en el Señor.

Dichoso aquel que no se guía por mundanos criterios, que no anda en malos pasos ni se burla del bueno, que ama la ley de Dios y se goza en cumplir sus mandamientos. R/.

Es como un árbol plantado junto al río, que da fruto a su tiempo y nunca se marchita. En todo tendrá éxito. R/.

En cambio los malvados serán como la paja barrida por el viento. Porque el Señor protege el camino del justo y al malo sus caminos acaban por perderlo. R/.



ACLAMACIÓN (Cfr. Flp 3, 8-9) 




R/. Aleluya, aleluya.

Todo lo considero una pérdida y lo tengo por basura, para ganar a Cristo y vivir unido a Él. R/.


No he venido a traer la paz, sino la división.

Del santo Evangelio según san Lucas: 12, 49-53


En aquel tiempo, Jesús dijo a sus discípulos: "He venido a traer fuego a la tierra, ¡y cuánto desearía que ya estuviera ardiendo! Tengo que recibir un bautismo, ¡y cómo me angustio mientras llega!

¿Piensan acaso que he venido a traer paz a la tierra? De ningún modo. No he venido a traer la paz, sino la división. De aquí en adelante, de cinco que haya en una familia, estarán divididos tres contra dos y dos contra tres. Estará dividido el padre contra el hijo, el hijo contra el padre, la madre contra la hija y la hija contra la madre, la suegra contra la nuera y la nuera contra la suegra". 

Palabra del Señor. 

Gloria a ti, Señor Jesús.


ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS

Recibe, Señor, las ofrendas que te presentamos en la festividad del obispo san Rafael Guízar y concédenos obtener por ellas, como lo esperamos, el auxilio de tu misericordia. Por Jesucristo, nuestro Señor.

ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN (Jn 10, 10)

Yo vine al mundo, para que tengan vida y la tengan en abundancia, dice el Señor.

ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN

Alimentados con el sacramento del Cuerpo y de la Sangre de tu Hijo, te pedimos, Dios y Padre nuestro, que el memorial que hemos celebrado con piedad nos obtenga plenamente tu perdón. Por Jesucristo, nuestro Señor.

miércoles, 23 de octubre de 2013

LECTURAS DEL MIÉRCOLES XXIX DEL T. ORDINARIO 23 DE OCTUBRE


Dichoso ese siervo, si el amo, a su llegada, lo encuentra cumpliendo con su deber.





ANTÍFONA DE ENTRADA (Sal 105, 47)

Sálvanos, Señor Dios nuestro y reúnenos de entre las naciones, para que podamos agradecer tu poder santo y sea nuestra gloria el alabarte.

ORACIÓN COLECTA

Dios nuestro, que has unido a gente de todas las naciones en la alabanza de tu nombre, concédenos amar y practicar cuanto nos mandas, para que el pueblo cristiano, el que tú has llamado a tu Reino, viva unido por la fe y el amor. Por nuestro Señor Jesucristo...

LITURGIA DE LA PALABRA

Pónganse al servicio de Dios, que les ha dado la vida.

De la carta del apóstol san Pablo a los romanos: 6, 12-18


Hermanos: No dejen que el pecado domine su cuerpo mortal y los obligue a seguir sus malas inclinaciones; no pongan sus miembros al servicio del pecado, como instrumentos de maldad. Por el contrario, pónganse al servicio de Dios, puesto que habiendo estado muertos, Él les ha dado la vida; pongan también sus miembros a su servicio, como instrumentos de santidad. El pecado ya no volverá a dominarlos, pues no viven ustedes bajo el régimen de la ley, sino bajo el régimen de la gracia.

¿Podemos entonces pecar, puesto que ya no vivimos bajo el régimen de la ley, sino bajo el régimen de la gracia? De ningún modo. ¿Acaso no saben ustedes que al someterse a alguien para obedecerlo como esclavos, se hacen sus esclavos? Si ustedes son esclavos del pecado, es para su propia muerte; si son esclavos de la obediencia a Dios, es para su santificación.

Pero gracias a Dios, ustedes, aunque fueron esclavos del pecado, han obedecido de corazón las normas de la doctrina evangélica que se les han transmitido, y así, una vez libres del pecado, se han hecho esclavos de la santidad. 

Palabra de Dios. 

Te alabamos, Señor.



Del salmo 123 

R/. El Señor es nuestra ayuda.

Si el Señor no hubiera estado de nuestra parte, que lo diga Israel, si el Señor no hubiera estado de nuestra parte, cuando los hombres nos asaltaron, nos habría devorado vivos el fuego de su cólera. R/.

Las aguas nos hubieran sepultado, un torrente nos hubiera llegado al cuello, un torrente de aguas encrespadas. Bendito sea el Señor, porque no permitió que nos despedazaran con sus dientes. R/.

Nuestra vida se escapó como un pájaro de la trampa de los cazadores. La trampa se rompió y nosotros escapamos. La ayuda nos viene del Señor, que hizo el cielo y la tierra. R/.



ACLAMACIÓN (Mt 24, 42. 44) 



R/. Aleluya, aleluya.

Estén preparados, porque no saben a qué hora va a venir el Hijo del hombre. R/.


Al que mucho se le da, se le exigirá mucho.

Del santo Evangelio según san Lucas: 12, 39-48


En aquel tiempo, Jesús dijo a sus discípulos: "Fíjense en esto: Si un padre de familia supiera a qué hora va a venir el ladrón, estaría vigilando y no dejaría que se le metiera por un boquete en su casa. Pues también ustedes estén preparados, porque a la hora en que menos lo piensen, vendrá el Hijo del hombre".

Entonces Pedro le preguntó a Jesús: "¿Dices esta parábola sólo por nosotros o por todos?" El Señor le respondió: "Supongan que un administrador, puesto por su amo al frente de la servidumbre con el encargo de repartirles a su tiempo los alimentos, se porta con fidelidad y prudencia. Dichoso ese siervo, si el amo, a su llegada, lo encuentra cumpliendo con su deber. Yo les aseguro que lo pondrá al frente de todo lo que tiene. Pero si ese siervo piensa: 'Mi amo tardará en llegar' y empieza a maltratar a los otros siervos y siervas, a comer, a beber y a embriagarse, el día menos pensado y a la hora más inesperada llegará su amo y lo castigará severamente y le hará correr la misma suerte de los desleales. El siervo que, conociendo la voluntad de su amo, no haya preparado ni hecho lo que debía, recibirá muchos azotes; pero el que, sin conocerla, haya hecho algo digno de castigo, recibirá pocos.

Al que mucho se le da, se le exigirá mucho; y al que mucho se le confía, se le exigirá mucho más".

Palabra del Señor. 

Gloria a ti, Señor Jesús.


ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS

Al celebrar el memorial de nuestra salvación, imploramos, Señor, de tu bondad, que este sacramento de amor sea para todos nosotros signo de unidad y vínculo de caridad. Por Jesucristo, nuestro Señor.

ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN (Col 3, 14-15)

Sobre todas las virtudes pongan el amor, que es el vínculo de la perfecta unión; y que en sus corazones reine la paz de Cristo a la que han sido llamados en un solo cuerpo.

ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN

Señor, infunde en nosotros el espíritu de tu caridad y, con la fuerza de este sacrificio eucarístico, haz que cuantos creemos en ti vivamos unidos en un mismo amor. Por Jesucristo, nuestro Señor.

martes, 22 de octubre de 2013

LECTURAS DEL MARTES XXIX DEL T.ORDINARIO 22 DE OCTUBRE BEATO JUAN PABLO II PAPA


Y si llega a medianoche o a la madrugada y los encuentra en vela, dichosos ellos.





ANTÍFONA DE ENTRADA (Sal 27, 8-9)

Firmeza es el Señor para su pueblo, defensa y salvación para sus fieles. Sálvanos, Señor, vela sobre nosotros y guíanos siempre.

ORACIÓN COLECTA

Padre misericordioso, que nunca dejas de tu mano a quienes has hecho arraigar en tu amistad, concédenos vivir siempre movidos por tu amor y un filial temor de ofenderte. Por nuestro Señor Jesucristo...

LITURGIA DE LA PALABRA

Si por el delito de un solo hombre reinó la muerte, ¡con cuánta más razón los que reciben la gracia reinarán en la vida por Jesucristo!

De la carta del apóstol san Pablo a los romanos: 5, 12. 15. 17-19. 20-21


Hermanos: Así como por un solo hombre entró el pecado en el mundo y por el pecado entró la muerte, así la muerte llegó a todos los hombres, por cuanto todos pecaron.

Ahora bien, con el don no sucede como con el delito, porque si por el delito de uno solo murieron todos, ¡cuánto más la gracia de Dios y el don otorgado por la gracia de un solo hombre, Jesucristo, se han desbordado sobre todos!

En efecto, si por el delito de uno solo reinó la muerte, por un solo hombre, ¡con cuánta más razón los que reciben la abundancia de la gracia y el don de la justicia, reinarán en la vida por uno solo, Jesucristo!

Así pues, como el delito de uno solo atrajo sobre todos los hombres la condenación, así también la obra de justicia de uno solo procura para todos los hombres la justificación, que da la vida. En efecto, así como por la desobediencia de un solo hombre, todos fueron constituidos pecadores, así también por la obediencia de uno solo todos serán constituidos justos.

De modo que, donde abundó el pecado, sobreabundó la gracia, para que así como el pecado tuvo poder para causar la muerte, así también la gracia de Dios, al justificamos, tenga poder para conducirnos a la vida eterna por medio de Jesús, nuestro Señor. 

Palabra de Dios. 

Te alabamos, Señor.



Del salmo 39 

R/. Concédenos, Señor, hacer tu voluntad.

Sacrificios y ofrendas, Señor, tú no quisiste; abriste, en cambio, mis oídos a tu voz. No exigiste holocaustos por la culpa, así que dije: "Aquí estoy". R/.

En tus libros se me ordena hacer tu voluntad; esto es, Señor, lo que deseo: tu ley en medio de mi corazón. R/.

He anunciado tu justicia en la gran asamblea; no he cerrado mis labios, tú lo sabes, Señor. R/.

Que se gocen en ti y que se alegren todos los que te buscan. Cuantos quieren de ti la salvación, repiten sin cesar: "¡Qué grande es Dios!" R/.



ACLAMACIÓN (Cfr. Lc 21. 36) 

R/. Aleluya, aleluya. 

Velen y oren, para que puedan presentarse sin temor ante el Hijo del hombre. R/.


Dichosos aquellos a quienes su señor, al llegar, encuentre en vela.

Del santo Evangelio según san Lucas: 12, 35-38

En aquel tiempo, Jesús dijo a sus discípulos: "Estén listos, con la túnica puesta y las lámparas encendidas. Sean semejantes a los criados que están esperando a que su señor regrese de la boda, para abrirle en cuanto llegue y toque. Dichosos aquellos a quienes su señor, al llegar, encuentre en vela. Yo les aseguro que se recogerá la túnica, los hará sentar a la mesa y él mismo les servirá. Y si llega a medianoche o a la madrugada y los encuentra en vela, dichosos ellos". 

Palabra del Señor. 

Gloria a ti, Señor Jesús.

ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS

Acepta, Señor, este sacrificio de reconciliación y alabanza que vamos a ofrecerte, a fin de que purifique nuestros corazones y podamos corresponder a tu amor con nuestro amor. Por Jesucristo, nuestro Señor.

ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN (Jn 10, 11. 15)

Yo soy el Buen Pastor y doy la vida por mis ovejas, dice el Señor.

ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN


Señor, tú que nos has renovado con el Cuerpo y la Sangre de tu Hijo, concédenos que la participación en esta Eucaristía nos ayude a obtener la plenitud de la redención. Por Jesucristo, nuestro Señor.

*Beato Juan Pablo II, Papa (m1), blanco


ORACIÓN COLECTA

Dios nuestro, rico en misericordia, que has querido que el beato Juan Pablo II, Papa, guiara a toda tu Iglesia, te pedimos que, instruidos por sus enseñanzas, nos concedas abrir confiadamente nuestros corazones a la gracia salvadora de Cristo, único redentor del hombre. Él, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo y es Dios por los siglos de los siglos.

ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS

Te presentamos, Señor, estas ofrendas en honor de tus santos, seguros de que su protección nos librará de todos los males presentes y futuros. Por Jesucristo, nuestro Señor.

ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN

Señor y Dios nuestro, que la recepción de este sacramento avive en nosotros el mismo amor que impulsó al beato Juan Pablo a entregarse por completo al servicio de tu Iglesia. Por Jesucristo, nuestro Señor.

lunes, 21 de octubre de 2013

LECTURAS DEL LUNES XXIX DEL T. ORDINARIO 21 DE OCTUBRE


'¡Insensato! Esta misma noche vas a morir. ¿Para quién serán todos tus bienes?'





ANTÍFONA DE ENTRADA (Cfr. Sal 73, 19-22)

Acuérdate, Señor, de tu alianza y no abandones a quienes son perseguidos por alabar tu nombre. Levántate, Señor, sal por tu causa y no eches al olvido los ruegos de los que te imploran.

ORACIÓN COLECTA

Dios nuestro, que en tu misteriosa providencia has querido asociar tu Iglesia a los sufrimientos de tu Hijo, concede el don de la paciencia y de la caridad a los fieles que sufren persecución a causa de tu nombre, para que puedan dar testimonio fiel y creíble de tus promesas. Por nuestro Señor Jesucristo...

LITURGIA DE LA PALABRA

Está escrito también por nosotros, a quienes se nos acreditará, si creemos en nuestro Señor Jesucristo.

De la carta del apóstol san Pablo a los romanos: 4, 19-25


Hermanos: La fe de Abraham no se debilitó a pesar de que, a la edad de casi cien años, su cuerpo ya no tenía vigor, y además, Sara, su esposa, no podía tener hijos. Ante la firme promesa de Dios no dudó ni tuvo desconfianza, antes bien su fe se fortaleció y dio con ello gloria a Dios, convencido de que Él es poderoso para cumplir lo que promete. Por eso, Dios le acreditó esta fe como justicia.

Ahora bien, no sólo por él está escrito que "se le acreditó", sino también por nosotros, a quienes se nos acreditará, si creemos en aquel que resucitó de entre los muertos, en nuestro Señor Jesucristo, que fue entregado a la muerte por nuestros pecados y resucitó para nuestra justificación. 

Palabra de Dios. 

Te alabamos, Señor.



Lucas 1 

R/. Bendito sea el Señor, Dios de Israel.

El Señor ha hecho surgir en favor nuestro un poderoso salvador en la casa de David, su siervo. Así lo había anunciado desde antiguo, por boca de sus santos profetas. R/.

Anunció que nos salvaría de nuestros enemigos y de las manos de todos los que nos aborrecen, para mostrar su misericordia a nuestros padres y acordarse de su santa alianza. R/.

El Señor juró a nuestro padre Abraham que nos libraría del poder de nuestros enemigos, para que pudiéramos servirlo sin temor, con santidad y justicia, todos los días de nuestra vida. R/.



ACLAMACIÓN (Mt 5, 3) 

R/. Aleluya, aleluya.

Dichosos los pobres de espíritu, porque de ellos es el Reino de los cielos. R/.


¿Para quién serán todos tus bienes?

Del santo Evangelio según san Lucas: 12, 13-21


En aquel tiempo, hallándose Jesús en medio de una multitud, un hombre le dijo: "Maestro, dile a mi hermano que comparta conmigo la herencia". Pero Jesús le contestó: "Amigo, ¿quién me ha puesto como juez en la distribución de herencias?"
Y dirigiéndose a la multitud, dijo: "Eviten toda clase de avaricia, porque la vida del hombre no depende de la abundancia de los bienes que posea".

Después les propuso esta parábola: "Un hombre rico obtuvo una gran cosecha y se puso a pensar: '¿Qué haré, porque no tengo ya en dónde almacenar la cosecha?

Ya sé lo que voy a hacer: derribaré mis graneros y construiré otros más grandes para guardar ahí mi cosecha y todo lo que tengo. Entonces podré decirme: Ya tienes bienes acumulados para muchos años; descansa, come, bebe y date a la buena vida'. Pero Dios le dijo: '¡Insensato! Esta misma noche vas a morir. ¿Para quién serán todos tus bienes?' Lo mismo le pasa al que amontona riquezas para sí mismo y no se hace rico de lo que vale ante Dios". 

Palabra del Señor. 

Gloria a ti, Señor Jesús.


ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS

Acepta, Señor, nuestras humildes ofrendas y oraciones y concede, a cuantos padecen persecución por servirte con fidelidad, el gozo de verse asociados al sacrificio de tu Hijo Jesucristo y la íntima certeza de que se hallan escritos sus nombres en el libro de los elegidos. Por Jesucristo, nuestro Señor.

ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN (Mt 10, 32)

A quien me reconozca delante de los hombres yo también lo reconoceré ante mi Padre, que está en los cielos, dice el Señor.

ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN

Con la fuerza de este sacramento, confírmanos, Señor, en la verdad y concede a nuestros hermanos perseguidos la fuerza y la alegría que da al cristiano el ir con su cruz detrás de Cristo, que vive y reina por los siglos de los siglos.

domingo, 20 de octubre de 2013

LECTURAS DEL DOMINGO XXIX DEL T. ORDINARIO 20 DE OCTUBRE DOMINGO MUNDIAL DE LAS MISIONES


Vayan por todo el mundo y prediquen el Evangelio a toda creatura.





ANTÍFONA DE ENTRADA (Sal 95, 3-4)

Cuenten a los pueblos su gloria, sus maravillas a todas las naciones, porque grande es el Señor y digno de toda alabanza.

ORACIÓN COLECTA

Señor y Dios nuestro, que has querido que tu Iglesia sea sacramento de salvación para todos los hombres, a fin de que la obra redentora de tu Hijo perdure hasta el fin de los tiempos, haz que tus fieles caigan en la cuenta de que están llamados a trabajar por la salvación de los demás, para que todos los pueblos de la tierra formen una sola familia y surja una humanidad nueva en Cristo nuestro Señor, que vive y reina contigo...

LITURGIA DE LA PALABRA

Vendrán numerosos pueblos a buscar al Señor en Jerusalén.

Del libro del profeta Zacarías: 8, 20-23


Esto dice el Señor de los ejércitos: "Vendrán pueblos y habitantes de muchas ciudades. Y los habitantes de una ciudad irán a ver a los de la otra y les dirán: 'Vayamos a orar ante el Señor y a implorar la ayuda del Señor de los ejércitos'. 'Yo también voy'. Y vendrán numerosos pueblos y naciones poderosas a orar ante el Señor Dios en Jerusalén y a implorar su protección".

Esto dice el Señor de los ejércitos: "En aquellos días, diez hombres de cada lengua extranjera tomarán por el borde del manto a un judío y le dirán: 'Queremos ir contigo, pues hemos oído decir que Dios esta con ustedes' ". 


Palabra de Dios. 

Te alabamos, Señor.



Del salmo 66 

R/. Que todos los pueblos conozcan tu bondad.

Ten piedad de nosotros y bendícenos; vuelve, Señor, tus ojos a nosotros. Que conozca la tierra tu bondad y los pueblos tu obra salvadora. R/.

Las naciones con júbilo te canten, porque juzgas al mundo con justicia; con equidad tú juzgas a los pueblos y riges en la tierra a las naciones. R/.

La tierra ha producido ya sus frutos, Dios nos ha bendecido. Que nos bendiga Dios y que le rinda honor el mundo entero. R/.


La fe viene de la predicación y la predicación consiste en anunciar la palabra de Cristo.

De la carta del apóstol san Pablo a los romanos: 10, 9-18


Hermanos: Basta que cada uno declare con su boca que Jesús es el Señor y que crea en su corazón que Dios lo resucitó de entre los muertos, para que pueda salvarse.

En efecto, hay que creer con el corazón para alcanzar la santidad y declarar con la boca para alcanzar la salvación. Por eso dice la Escritura: Ninguno que crea en Él quedará defraudado, porque no existe diferencia entre judío y no judío, ya que uno mismo es el Señor de todos, espléndido con todos los que lo invocan, pues todo el que invoque al Señor como a su Dios, será salvado por Él.

Ahora bien, ¿cómo van a invocar al Señor, si no creen en Él? ¿Y cómo van a creer en Él, si no han oído hablar de Él? ¿Y cómo van a oír hablar de Él, si no hay nadie que se lo anuncie? ¿Y cómo va a haber quienes lo anuncien, si no son enviados? Por eso dice la Escritura: ¡Qué hermoso es ver correr sobre los montes al mensajero que trae buenas noticias!

Sin embargo, no todos han creído en el Evangelio. Ya lo dijo Isaías: Señor, ¿quién ha creído en nuestra predicación? Por lo tanto, la fe viene de la predicación y la predicación consiste en anunciar la palabra de Cristo.

Entonces, yo pregunto: ¿Acaso no habrán oído la predicación? ¡Claro que la han oído!, pues la Escritura dice: La voz de los mensajeros ha resonado en todo el mundo y sus palabras han llegado hasta el último rincón de la tierra. 

Palabra de Dios. 

Te alabamos, Señor.



ACLAMACIÓN (Mt 28, 19. 20) 




R/. Aleluya, aleluya.

Vayan y hagan discípulos a todos los pueblos, dice el Señor, y sepan que yo estoy con ustedes todos los días, hasta el fin del mundo. R/.


Prediquen el Evangelio a todas las creaturas.

Del santo Evangelio según san Marcos: 16, 15-20


En aquel tiempo, se apareció Jesús a los Once y les dijo: "Vayan por todo el mundo y prediquen el Evangelio a toda creatura. El que crea y se bautice, se salvará; el que se resista a creer, será condenado. Éstos son los milagros que acompañarán a los que hayan creído: arrojarán demonios en mi nombre, hablarán lenguas nuevas, cogerán serpientes en sus manos, y si beben un veneno mortal, no les hará daño; impondrán las manos a los enfermos y éstos quedarán sanos".

El Señor Jesús, después de hablarles, subió al cielo y está sentado a la derecha de Dios. Ellos fueron y proclamaron el Evangelio por todas partes y el Señor actuaba con ellos y confirmaba su predicación con los milagros que hacían.

Palabra del Señor. 

Gloria a ti, Señor Jesús.


Credo.

PLEGARIA UNIVERSAL


Presentemos al Padre nuestra oración. Oremos hoy de un modo especial para que la semilla del Evangelio alcance a toda la tierra. Después de cada petición diremos: 

Escúchanos, Padre y aumenta nuestra fe.

Por toda la Iglesia, por cada uno de los cristianos. Para que todos sintamos el anhelo de que la Buena Noticia de Jesús sea conocida en toda la tierra. Oremos.

Por los misioneros y misioneras. Para que realicen su labor con mucha fe, con mucha esperanza, con mucho amor, y vivan llenos de la alegría de Dios. Oremos.

Por los que no conocen a Jesucristo. Para que un día puedan llegar a descubrir la luz del Evangelio. Oremos.

Por los médicos. Para que realicen su labor como un verdadero servicio al prójimo. Oremos.

Por todos nosotros, los que estamos aquí reunidos celebrando la Eucaristía. Para que seamos fieles testigos de la fe y la esperanza que nos mueve. Oremos.

Escucha, Padre, nuestra oración, y derrama tu amor sobre los hombres y mujeres del mundo entero. Por Jesucristo, nuestro Señor.


ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS

Señor, como aceptaste la gloriosa pasión de tu Hijo, dígnate aceptar también por la salvación del mundo, los dones y plegarias de tu Iglesia. Por Jesucristo, nuestro Señor.

Prefacio dominical.

ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN (Mc 16, 15)

Vayan por todo el mundo a proclamar la Buena Nueva a todas las naciones, dice el Señor.

ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN

Te pedimos, Señor, que la participación en tu mesa nos santifique y que la redención que tu Hijo consumó en la cruz, sea recibida con gozo en todo el mundo por medio del sacramento de tu Iglesia. Por Jesucristo, nuestro Señor.