La niña no está muerta; está dormida
ANTÍFONA DE ENTRADA Ef 5, 19-20
Canten con todo el corazón las alabanzas al Señor. Den continuamente gracias a Dios Padre por todas las cosas, en nombre de nuestro Señor Jesucristo.
ORACIÓN COLECTA
Dios nuestro, que siempre nos escuchas en nuestra aflicción, te damos gracias por tu bondad y te pedimos que, liberados de todos los males, podamos servirte siempre con alegría. Por nuestro Señor Jesucristo...
LITURGIA DE LA PALABRA
Vio una escalera por la que subían y bajaban los ángeles de Dios y vio a Dios, que le hablaba.
Del libro del Génesis 28, 10-22
En aquel tiempo, Jacob salió de Bersebá y se dirigió a Jarán. Al llegar a cierto lugar, se dispuso a pasar ahí la noche, porque ya se había puesto el sol. Tomó entonces una piedra, se la puso de almohada y se acostó en aquel sitio.
Y tuvo un sueño: Soñó una escalera que se apoyaba en tierra y con la punta tocaba el cielo, y los ángeles de Dios subían y bajaban por ella. Vio que el Señor estaba en lo alto de la escalera y oyó que le decía: "Yo soy el Señor, el Dios de tu padre, Abraham, y el Dios de Isaac. Te voy a dar a ti y a tus descendientes la tierra en que estás acostado. Tus descendientes van a ser tan numerosos como el polvo de la tierra y te extenderás hacia el oriente y el poniente, hacia el norte y hacia el sur; por ti y por tus descendientes serán bendecidos todos los pueblos de la tierra. Yo estoy contigo, te cuidaré por dondequiera que vayas, te haré regresar a esta tierra y no te abandonaré ni dejaré de cumplir lo que te he prometido".
Cuando Jacob despertó de su sueño, dijo: "Realmente el Señor está en este lugar y yo no lo sabía". Y exclamó asustado: "¡Qué terrible es este lugar! Es nada menos que la casa de Dios y la puerta del cielo".
Jacob se levantó de madrugada, y tomando la piedra que se había puesto de almohada, la colocó como un memorial y derramó aceite sobre ella. Y a aquella ciudad le puso por nombre Betel, aunque su nombre primitivo era Luz. Jacob hizo una promesa, diciendo: "Si Dios está conmigo, si me cuida en el viaje que estoy haciendo, si me da pan para comer y ropa para vestirme, si vuelvo sano y salvo a la casa de mi padre, entonces el Señor será mi Dios y esta piedra que he colocado como memorial, será casa de Dios. Y de todo lo que el Señor me dé, le pagaré el diezmo".
Palabra de Dios.
Te alabamos, Señor.
Del salmo 90
R/. Señor, en ti confío.
Tú que vives al amparo del Altísimo y descansas a la sombra del todopoderoso, dile al Señor: "Tú eres mi refugio y fortaleza; tú eres mi Dios y en ti confío". R/.
Él te librará de la red del cazador y de la peste funesta. Te cubrirá con sus alas y te refugiarás bajo sus plumas. R/.
"Puesto que tú me conoces y me amas, dice el Señor, yo te libraré y te pondré a salvo. Cuando tú me invoques, yo te escucharé; en tus angustias estaré contigo". R/.
ACLAMACIÓN Cfr. 2 Tm 1, 10
R/. Aleluya, aleluya.
Jesucristo, nuestro salvador, ha vencido la muerte y ha hecho resplandecer la vida por medio del Evangelio. R/.
Mi hija acaba de morir; pero ven tú y volverá a vivir.
Del santo Evangelio según san Mateo 9, 18-26
En aquel tiempo, mientras Jesús hablaba, se le acercó un jefe de la sinagoga, se postró ante Él y le dijo: "Señor, mi hija acaba de morir; pero ven tú a imponerle las manos y volverá a vivir".
Jesús se levantó y lo siguió, acompañado de sus discípulos. Entonces, una mujer que padecía flujo de sangre desde hacía doce años, se le acercó por detrás y le tocó la orilla del manto, pues pensaba: "Con sólo tocar su manto, me curaré". Jesús, volviéndose, la miró y le dijo: "Hija, ten confianza; tu fe te ha curado". Y en aquel mismo instante quedó curada la mujer.
Cuando llegó a la casa del jefe de la sinagoga, vio Jesús a los flautistas, y el tumulto de la gente y les dijo: "Retírense de aquí. La niña no está muerta; está dormida". Y todos se burlaron de Él. En cuanto hicieron salir a la gente, entró Jesús, tomó a la niña de la mano y ésta se levantó. La noticia se difundió por toda aquella región.
Palabra del Señor.
Gloria a ti, Señor Jesús.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Señor, tú que nos diste a tu Hijo para que nos librara de la muerte y de todo mal, acepta este sacrificio que te ofrecemos en acción de gracias por habernos librado de nuestras tribulaciones. Por Jesucristo, nuestro Señor.
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN Sal 137, 1
Te damos gracias, Señor, de todo corazón, porque escuchaste nuestros ruegos.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Dios todopoderoso, que, mediante este pan de vida, te dignas librar a tus siervos de las ataduras del pecado y restaurar piadosamente sus fuerzas, concédenos crecer sin cesar en la esperanza de la gloria. Por Jesucristo, nuestro Señor.
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