lunes, 15 de julio de 2024

LECTURAS DEL LUNES XV DEL T. ORDINARIO 15 DE JULIO SAN BUENAVENTURA OBISPO Y DOCTOR DE LA IGLESIA (BLANCO)


El que no toma su cruz y me sigue, no es digno de mí.






ANTÍFONA DE ENTRADA Cfr. Ez 34, 11. 23-24

Buscaré a mis ovejas, dice el Señor, y les daré un pastor que las apaciente, y yo, el Señor, seré su Dios.

ORACIÓN COLECTA

Dios todopoderoso, al celebrar la festividad del obispo san Buenaventura, te pedimos que nos concedas aprovechar su admirable doctrina e imitar siempre su ardiente caridad. Por nuestro Señor Jesucristo ...


LITURGIA DE LA PALABRA

Purifíquense y aparten de mi vista sus malas acciones.

Del libro del profeta Isaías: 1, 10-17

Oigan la palabra del Señor, príncipes de Sodoma; escucha la enseñanza de nuestro Dios, pueblo de Gomorra: "¿Qué me importan a mí todos sus sacrificios?", dice el Señor. Estoy harto de holocaustos de carneros y de grasa de becerros; ya no quiero sangre de toros, corderos y cabritos.

¿Quién les ha pedido que me ofrezcan todo eso cuando vienen al templo para visitarme? Dejen ya de pisotear mis atrios y no me traigan dones vacíos ni incienso abominable. Ya no aguanto sus novilunios y sábados ni sus asambleas.

Sus solemnidades y fiestas las detesto; se me han vuelto una carga insoportable. Cuando extienden sus manos para orar, cierro los ojos; aunque multipliquen sus plegarias, no los escucharé. Sus manos están llenas de sangre. Lávense y purifíquense; aparten de mí sus malas acciones. Dejen de hacer el mal, aprendan a hacer el bien, busquen la justicia, auxilien al oprimido, defiendan los derechos del huérfano y la causa de la viuda".

Palabra de Dios. 

Te alabamos, Señor.

Del salmo 49

R/. Dios salva al que cumple su voluntad.

No voy a reclamarte sacrificios, dice el Señor, pues siempre están ante mí tus holocaustos. Pero ya no aceptaré becerros de tu casa ni cabritos de tus rebaños. R/.

¿Por qué citas mis preceptos y hablas a toda hora de mi pacto, tú, que detestas la obediencia y echas en saco roto mis mandatos? R/.

Tú haces esto, ¿y yo tengo que callarme? ¿Crees acaso que yo soy como tú? Quien las gracias me da, ése me honra y yo salvaré al que cumple mi voluntad. R/.

ACLAMACIÓN  Mt 5, 10






R/. Aleluya, aleluya.



Dichosos los perseguidos por causa de la justicia, porque de ellos es el Reino de los cielos, dice el Señor. R/.

No he venido a traer la paz, sino la guerra.

Del santo Evangelio según san Mateo: 10, 34-11,1

En aquel tiempo, Jesús dijo a sus apóstoles: "No piensen que he venido a traer la paz a la tierra; no he venido a traer la paz, sino la guerra. He venido a enfrentar al hijo con su padre, a la hija con su madre, a la nuera con su suegra; y los enemigos de cada uno serán los de su propia familia.

El que ama a su padre o a su madre más que a mí, no es digno de mí; el que ama a su hijo o a su hija más que a mí, no es digno de mí; y el que no toma su cruz y me sigue, no es digno de mí.

El que salve su vida, la perderá y el que la pierda por mí, la salvará. Quien los recibe a ustedes, me recibe a mí; y quien me recibe a mí, recibe al que me ha enviado.

El que recibe a un profeta por ser profeta, recibirá recompensa de profeta; el que recibe a un justo por ser justo, recibirá recompensa de justo. Quien diere, aunque no sea más que un vaso de agua fría a uno de estos pequeños, por ser discípulo mío, yo les aseguro que no perderá su recompensa". Cuando acabó de dar instrucciones a sus doce discípulos, Jesús partió de ahí para enseñar y predicar en otras ciudades.

Palabra del Señor. 

Gloria a ti, Señor Jesús.


ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS

Mira favorablemente, Señor, las ofrendas que te presentamos en tu altar en esta festividad de san Buenaventura, obispo, para que nos alcancen tu perdón y den gloria a tu nombre. Por Jesucristo, nuestro Señor.

ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN Cfr. Jn 15, 16

No son ustedes los que me han elegido, dice el Señor, soy yo que los ha elegido y los ha destinado para que vayan y den fruto y su fruto permanezca.

ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN

Alimentados por estos sagrados misterios, Señor, te suplicamos humildemente que, a ejemplo de san Buenaventura, nos esforcemos en profesar lo que él creyó y en poner en práctica lo que enseñó. Por Jesucristo, nuestro Señor.

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