miércoles, 7 de agosto de 2024

LECTURAS DEL MIÉRCOLES XVIII DEL T. ORDINARIO 7 DE AGOSTO (VERDE)


"Es cierto, Señor; pero también los perritos se comen las migajas que caen de la mesa de sus amos".



Misa votiva de san José o san Miguel de la Mora, mártir mexicano*, o san Cayetano, presbítero** o san Sixto II, papa y compañeros mártires** MR, p. 1205 (1197) / Lecc. II, p. 650

ANTIFONA DE ENTRADA Lc 12, 42 

Éste es el siervo prudente y fiel, a quien el Señor puso al frente de su familia. 

ORACIÓN COLECTA 

Señor Dios, que en tu inefable providencia te dignaste elegir a san José como esposo de la santísima Madre de tu Hijo, concédenos que merezcamos tener como intercesor en el cielo a quien veneramos como protector en la tierra. Por nuestro Señor Jesucristo... 

LITURGIA DE LA PALABRA

Yo te amo con amor eterno.

Del libro del profeta Jeremías: 31, 1-7

"En aquel tiempo, dice el Señor, yo seré el Dios de todas las tribus de Israel y ellas serán mi pueblo.

El pueblo de Israel, que se libró de la espada, halló misericordia en el desierto y camina hacia el descanso; el Señor se le apareció de lejos".

Esto dice el Señor: "Yo te amo con amor eterno, por eso siempre me apiado de ti. Volveré, pues, a construirte y serás reconstruida, capital de Israel. Volverás a tocar tus panderos y saldrás a bailar entre músicos y coros; volverás a plantar viñas en los montes de Samaria y los que las planten, las disfrutarán. En la montaña de Efraín gritarán los centinelas: 'ya es de día! ¡Levántense y vayamos a Sión, hacia el Señor, nuestro Dios!"

Esto dice el Señor: "Griten de alegría por Jacob, regocíjense por el mejor de los pueblos; proclamen, alaben y digan: 'El Señor ha salvado a su pueblo, al grupo de los sobrevivientes de Israel".

Palabra de Dios. 

Te alabamos, Señor.

Jeremías 31

R/. El Señor será nuestro pastor.

Escuchen, pueblos, la palabra del Señor, y anúncienla aun en las islas más remotas: "El que dispersó a Israel lo reunirá, y lo cuidará como el pastor a su rebaño". R/.

Porque el Señor redimió a Jacob y lo rescató de las manos del poderoso. Ellos vendrán para aclamarlo al monte Sión y vendrán a gozar de los bienes del Señor. R/.

Entonces se alegrarán las jóvenes, danzando; se sentirán felices jóvenes y viejos, porque yo convertiré su tristeza en alegría, los llenaré de gozo y aliviaré sus penas. R/.

ACLAMACIÓN  Lc 7, 16









R/. Aleluya, aleluya.



Un gran profeta ha surgido entre nosotros. Dios ha visitado a su pueblo. R/.

Mujer, ¡qué grande es tu fe!

Del santo Evangelio según san Mateo: 15, 21-28

En aquel tiempo, Jesús se retiró a la comarca de Tiro y Sidón. Entonces una mujer cananea le salió al encuentro y se puso a gritar: "Señor, hijo de David, ten compasión de mí. Mi hija está terriblemente atormentada por un demonio". Jesús no le contestó una sola palabra; pero los discípulos se acercaron y le rogaban: "Atiéndela, porque viene gritando detrás de nosotros". Él les contestó: "Yo no he sido enviado sino a las ovejas descarriadas de la casa de Israel".

Ella se acercó entonces a Jesús y, postrada ante él, le dijo: "¡Señor, ayúdame!" Él le respondió: "No está bien quitarles el pan a los hijos para echárselo a los perritos". Pero ella replicó: "Es cierto, Señor; pero también los perritos se comen las migajas que caen de la mesa de sus amos". Entonces Jesús le respondió: "Mujer, ¡qué grande es tu fe! Que se cumpla lo que deseas". Y en aquel mismo instante quedó curada su hija.

Palabra del Señor. 

Gloria a ti, Señor Jesús.

ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS 

Al prepararnos a ofrecerte, Padre santo, este sacrificio de alabanza, te suplicamos que para cumplir la misión que nos has confiado nos ayude la intercesión de san José, a quien concediste cuidar en la tierra, haciendo las veces de padre de tu Unigénito. Él, que vive y reina por los siglos de los siglos. 

ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN Mt 25, 21 

Alégrate, siervo bueno y fiel. Entra a compartir el gozo de tu Señor. 

ORACIÓN DESPUES DE LA COMUNIÓN 

Renovados con este sacramento que da vida, te rogamos, Señor, que nos concedas vivir para ti en justicia y santidad, a ejemplo y por intercesión de san José, el varón justo y obediente que contribuyó con sus servicios a la realización de tus grandes misterios. Por Jesucristo, nuestro Señor. 

ANTÍFONA DE ENTRADA 

Éste es un verdadero mártir, ya que derramó su sangre por Cristo; no temió las amenazas de quienes lo juzgaron y mereció así el Reino de los cielos. 

O bien: Cfr. Flp 3, 8. 10 

Todo lo consideró basura, con tal de conocer a Cristo, y conformarse a su muerte en comunión con su pasión. 

ORACIÓN COLECTA 

Dios omnipotente y misericordioso, que concediste a san Miguel de la Mora luchar por la justicia hasta la muerte, haz que, por su intercesión, soportemos por tu amor todas las adversidades y corramos esforzadamente hacia ti, pues sólo tú eres la vida. Por nuestro Señor Jesucristo... 

ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS 

Te presentamos, Señor, estas ofrendas al conmemorar a tu santo mártir Miguel, a quien ninguna tentación pudo separar de la unidad del cuerpo de Cristo. Él, que vive y reina por los siglos de los siglos. 

ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN Jn 8, 12 

El que me sigue no caminará en la oscuridad y tendrá la luz de la vida, dice el Señor. 

ORACIÓN DESPUES DE LA COMUNIÓN 

Renovados por estos sagrados misterios, te rogamos, Señor, que, imitando la admirable constancia de san Miguel de la Mora, merezcamos, por nuestra perseverancia, conseguir el premio eterno. Por Jesucristo, nuestro Señor. 

Nació en Tecalitlán, Jal. (Diócesis de Calima), el 19 de junio de 1878. 

Capellán de la Catedral de Calima, sacerdote sencillo, discreto, ordenado y puntual, siempre se mostró lleno de caridad para con los pobres y dispuesto a servir. Colima fue el primer estado de la República Mexicana en que el gobierno exigió la inscripción de los sacerdotes para otorgarles licencias de ejercer. El Obispo y sus sacerdotes protestaron afirmando que sufrirían todo antes que ser traidores a su fe y de su fidelidad a la Iglesia. 

La respuesta del gobierno fue procesar y desterrar a todos los sacerdotes. El Padre Miguel, como algunos otros, se ocultó para continuar prestando ayuda a los fieles. Fue descubierto y amenazado de cárcel definitiva si no abría el culto en la Catedral, contra lo dispuesto por el Obispo. Ante la presión del gobierno militar prefirió salir de la ciudad. En el camino fue apresado y llevado ante el general, quien lo condenó a ser pasado por las armas. Caminó en silencio hasta donde le indicaron y como proclamación de su fe y de su amor a María Santísima sacó su rosario, empezó a rezarlo, y con él en la mano, cayó abatido por las balas. Eran las doce del día 7 de agosto de 1927. (Vatican. va) 

O bien: 

**San Cayetano, presbítero MR, p. 802 (790) 

Cayetano de Thiene (1480-1547) era un prelado de la Curia romana, deseoso de combinar sus tareas administrativas con el servicio de los enfermos y de vivir una vida de oración. Junto con su amigo Juan Pedro Caraffa, fundó una sociedad de clérigos dedicados a la predicación y al servicio litúrgico. Los clérigos fueron llamados "Teatinos", nombre derivado de la diócesis en que Caraffa fue obispo. 

ORACIÓN COLECTA 

Dios nuestro, que concediste a san Cayetano, presbítero, imitar la forma apostólica de vivir, concédenos, por su ejemplo e intercesión, confiar siempre en ti y buscar continuamente tu reino. Por nuestro Señor Jesucristo... 

O bien: 

**Santos Sixto II, Papa, y compañeros, mártires MR, p. 802 (790) 

El 6 de agosto del año 258, el Papa Sixto II y cuatro de sus diáconos fueron decapitados por haber celebrado en el cementerio de Calixto una asamblea litúrgica, cosa prohibida por el edicto del emperador Valeriano. Al diácono Lorenzo lo separaron; esperaban que, como diácono tesorero, les entregara los bienes de la Iglesia. Este hecho constituye una gloriosa página de la historia de la Iglesia romana durante el tiempo de las persecuciones religiosas. 

ORACIÓN COLECTA 

Te rogamos, Dios todopoderoso, que, así como concediste a san Sixto y sus compañeros dar su vida por tu palabra y por dar testimonio de Jesús, así nos hagas, por obra del Espíritu Santo, dóciles para creer y esforzados para confesar tu nombre. Por nuestro Señor Jesucristo 

 

No hay comentarios:

Publicar un comentario