miércoles, 16 de noviembre de 2011

LECTURAS DEL VIERNES XXXIII DEL T. ORDINARIO 18 DE NOVIEMBRE DEDICACIÓN DE LAS BASÍLICAS DE SAN PEDRO Y DE SAN PABLO


Mi casa es casa de oración




Sálvanos, Señor y Dios nuestro; reúnenos de entre las naciones, para que podamos agradecer tu poder santo y sea nuestra gloria el alabarte.

ORACIÓN COLECTA

Dios y Señor nuestro, de quien procede toda autoridad legítima, concede a nuestro primer mandatario un atinado ejercicio de su mandato, para que, respetando siempre tus derechos, busque promover, como es tu voluntad, la paz y el bienestar de su pueblo. Por nuestro Señor Jesucristo...

LITURGIA DE LA PALABRA

Celebraron la dedicación del altar y ofrecieron holocaustos con alegría.

Del primer libro de los Macabeos: 4, 36-37. 52-59

En aquellos días, Judas y sus hermanos se dijeron:



"Nuestros enemigos están vencidos; vamos, pues, a purificar el templo para consagrarlo de nuevo". Entonces se reunió todo el ejército y subieron al monte Sión.

El día veinticinco de diciembre del año ciento cuarenta y ocho, se levantaron al romper el día y ofrecieron sobre el nuevo altar de los holocaustos que habían construido, un sacrificio conforme a la ley. El altar fue inaugurado con cánticos, cítaras, arpas y platillos, precisamente en el aniversario del día en que los paganos lo habían profanado. El pueblo entero se postró en tierra y adoró y bendijo al Señor, que los había conducido al triunfo.

Durante ocho días celebraron la consagración del altar y ofrecieron con alegría holocaustos y sacrificios de comunión y de alabanza. Adornaron la fachada del templo con coronas de oro y pequeños escudos, restauraron los pórticos y las salas, y les pusieron puertas. La alegría del pueblo fue grandísima y el ultraje inferido por los paganos quedó borrado.

Judas, de acuerdo con sus hermanos y con toda la asamblea de Israel, determinó que cada año a partir del veinticinco de diciembre, se celebrara durante ocho días, con solemnes festejos, el aniversario de la consagración del altar. 

Palabra de Dios. 

Te alabamos, Señor.



1 Crónicas 29

 R/. Bendito seas, Señor, Dios nuestro.



Bendito seas, Señor, Dios de nuestro padre Jacob, desde siempre y para siempre. R/.

Tuya es la grandeza y el poder, el honor, la majestad y la gloria, pues tuyo es cuanto hay en el cielo y en la tierra. R/.

Tuyo, Señor, es el reino, tú estás por encima de todos los reyes. De ti provienen las riquezas y la gloria. R/.

Tú lo gobiernas todo, en tu mano están la fuerza y el poder y de tu mano proceden la gloria y la fortaleza. R/.



ACLAMACIÓN (Jn 10, 27)





 R/. Aleluya, aleluya.



Mis ovejas escuchan mi voz, dice el Señor; yo las conozco y ellas me siguen. R/.




Ustedes han convertido la casa de Dios en cueva de ladrones.

Del santo Evangelio según san Lucas: 19, 45-48


Aquel día, Jesús entró en el templo y comenzó a echar fuera a los que vendían y compraban allí, diciendo es: "Está escrito: Mi casa es casa de oración; pero ustedes la han convertido en cueva de ladrones".



Jesús enseñaba todos los días en el templo. Por su parte, los sumos sacerdotes, los escribas y los jefes del pueblo, intentaban matarlo, pero no encontraban cómo hacerlo, porque todo el pueblo estaba pendiente de sus palabras. 

Palabra del Señor.

 Gloria a ti, Señor Jesús.


ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS

Acepta, Señor, estos dones que te presentamos en señal de sumisión a ti, y conviértelos en el sacramento de nuestra redención. Por Jesucristo, nuestro Señor.

ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN (Sal 30, 17-18)

Ven, Señor, en ayuda de tu siervo y sálvame por tu misericordia. Que no me arrepienta nunca de haberte invocado.

ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN

Que el sacramento del Cuerpo y la Sangre de tu Hijo que acabamos de recibir, nos ayude Señor, a vivir más profundamente nuestra fe. Por Jesucristo, nuestro Señor.

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