lunes, 30 de abril de 2012

LECTURAS DEL DOMINGO IV DE PASCUA 29 DE ABRIL



Yo soy el buen pastor, porque conozco a mis ovejas y ellas me conocen a mí.





ANTÍFONA DE ENTRADA (Sal 32, 5-6)

Alabemos al Señor llenos de gozo, porque la tierra está llena de su amor y su palabra hizo los cielos. Aleluya.

ORACIÓN COLECTA

Dios omnipotente y misericordioso, guíanos a la felicidad eterna de tu Reino, a fin de que el pequeño rebaño de tu Hijo pueda llegar seguro a donde ya está su Pastor, resucitado, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo y es Dios por los siglos de los siglos.

LITURGIA DE LA PALABRA

Sólo Jesús puede salvarnos.

Del libro de los Hechos de los Apóstoles: 4, 8-12

En aquellos días, Pedro, lleno del Espíritu Santo, dijo: "Jefes del pueblo y ancianos, puesto que hoy se nos interroga acerca del beneficio hecho a un hombre enfermo, para saber cómo fue curado, sépanlo ustedes y sépalo todo el pueblo de Israel: Este hombre ha quedado sano en el nombre de Jesús de Nazaret, a quien ustedes crucificaron y a quien Dios resucitó de entre los muertos. Este mismo Jesús es la piedra que ustedes, los constructores, han desechado y que ahora es la piedra angular. Ningún otro puede salvarnos, porque no hay bajo el cielo otro nombre dado a los hombres por el que nosotros debamos salvarnos". 

Palabra de Dios. 

Te alabamos, Señor.


Del salmo 117 

R/. La piedra que desecharon los constructores es ahora la piedra angular. Aleluya.


Te damos gracias, Señor, porque eres bueno, porque tu misericordia es eterna. Más vale refugiarse en el Señor, que poner en los hombres la confianza; más vale refugiarse en el Señor, que buscar con los fuertes una alianza. R/.

Te doy gracias, Señor, pues me escuchaste y fuiste para mí la salvación. La piedra que desecharon los constructores, es ahora la piedra angular. Esto es obra de la mano del Señor, es un milagro patente. R/.

Bendito el que viene en nombre del Señor. Que Dios desde su templo nos bendiga. Tú eres mi Dios, y te doy gracias. Tú eres mi Dios, y yo te alabo. Te damos gracias, Señor, porque eres bueno, porque tu misericordia es eterna. R/.


Veremos a Dios tal cual es.

De la primera carta del apóstol san Juan: 3, 1-2


Queridos hijos: Miren cuánto amor nos ha tenido el Padre, pues no sólo nos llamamos hijos de Dios, sino que lo somos. Si el mundo no nos reconoce, es porque tampoco lo ha reconocido a Él.


Hermanos míos, ahora somos hijos de Dios, pero aún no se ha manifestado cómo seremos al fin. Y ya sabemos que, cuando Él se manifieste, vamos a ser semejantes a Él, porque lo veremos tal cual es. 

Palabra de Dios. 

Te alabamos, Señor.


ACLAMACIÓN (Jn 10, 14) 



R/. Aleluya, aleluya.

Yo soy el buen pastor, dice el Señor; yo conozco a mis ovejas y ellas me conocen a mí. R/.

El buen pastor da la vida por sus ovejas.

Del santo Evangelio según san Juan: 10,11-18


En aquel tiempo, Jesús dijo a los fariseos: "Yo soy el buen pastor. El buen pastor da la vida por sus ovejas. En cambio, el asalariado, el que no es el pastor ni el dueño de las ovejas, cuando ve venir al lobo, abandona las ovejas y huye; el lobo se arroja sobre ellas y las dispersa, porque a un asalariado no le importan las ovejas.


Yo soy el buen pastor, porque conozco a mis ovejas y ellas me conocen a mí, así como el Padre me conoce a mí y yo conozco al Padre. Yo doy la vida por mis ovejas. Tengo además otras ovejas que no son de este redil y es necesario que las traiga también a ellas; escucharán mi voz y habrá un solo rebaño y un solo pastor.

El Padre me ama porque doy mi vida para volverla a tomar. Nadie me la quita; yo la doy porque quiero. Tengo poder para darla y lo tengo también para volverla a tomar. Este es el mandato que he recibido de mi Padre".

Palabra del Señor. 

Gloria a ti, Señor Jesús.


Credo

PLEGARIA UNIVERSAL


Oremos a Jesús resucitado, nuestro pastor y nuestro guía


Después de cada petición diremos: Jesús resucitado, escúchanos.

Para que la Iglesia sea siempre luz de esperanza y de amor para los pobres y los débiles. Oremos.

Para que aumenten entre nosotros las vocaciones sacerdotales y religiosas. Oremos.

Para que todos los que se sienten llamados a la vida sacerdotal o religiosa respondan con generosidad y con un espíritu de servicio como el de Jesús. Oremos.

Para que nuestros gobernantes trabajen con toda su voluntad para que los desempleados encuentren trabajo digno. Oremos.

Para que los niños también reconozcan a Jesús resucitado y vivan como verdaderos hijos de Dios. Oremos.

Para que estas fiestas de Pascua nos reafirmen en la fe, en la esperanza y en la solidaridad. Oremos.

Para que todos nosotros seamos, con nuestra palabra y nuestra manera de vivir, testigos de Jesús resucitado. Oremos.

Escucha, Jesús resucitado, nuestra oración, y derrama sobre nosotros tú Espíritu Santo. Tú, que vives y reinas por los siglos de los siglos.


ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS

Concédenos, Señor, que este sacrificio pascual que vamos a ofrecerte, nos llene siempre de alegría, prosiga en nosotros tu obra redentora y nos obtenga de ti la felicidad eterna. Por Jesucristo, nuestro Señor.

Prefacio I-V de Pascua.

ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN

Ha resucitado Jesús, el Buen Pastor, que dio la vida por sus ovejas, y que se dignó morir para salvamos. Aleluya.

ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN

Vela, Señor, con solicitud, por las ovejas que rescataste con la Sangre preciosa de tu Hijo, para que puedan alcanzar, un día, la felicidad eterna de tu Reino. Por Jesucristo, nuestro Señor.

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