sábado, 15 de septiembre de 2012

LECTURAS DEL SÁBADO XXIII DEL T. ORDINARIO 15 DE SEPTIEMBRE NUESTRA SEÑORA DE LOS DOLORES



Este niño ha sido puesto como signo que provocará contradicción.






ANTÍFONA DE ENTRADA (Lc 2, 34-35)

El anciano Simeón dijo a Maria: Este Hijo tuyo será un signo de división y provocará la caída y la resurrección de muchos en Israel; y una espada atravesará tu propio corazón.

ORACIÓN COLECTA

Dios nuestro, que quisiste que la Madre de tu Hijo compartiera con El, de pie junto a la cruz, sus sufrimientos, haz que todos nosotros, asociados con la Virgen en la pasión de Cristo, participemos también en la gloria de la resurrección. Por nuestro Señor Jesucristo...

LITURGIA DE LA PALABRA


Aunque somos muchos, formamos un solo cuerpo, porque todos comemos del mismo pan.


De la primera carta del apóstol san Pablo a los corintios: 10, 14-22

Queridos hermanos: Huyan de la idolatría. Me dirijo a ustedes como a hombres sensatos; ustedes mismos juzguen lo que voy a decir: El cáliz de la bendición con el que damos gracias, ¿no nos une a Cristo por medio de su sangre? Y el pan que partimos, ¿no nos une a Cristo por medio de su cuerpo? El pan es uno, y así nosotros, aunque somos muchos, formamos un solo cuerpo, porque todos comemos del mismo pan. Consideren al pueblo de Israel: ¿no es cierto que los que comen de la víctima sacrificada en el altar quedan unidos a él?

Con esto no quiero decir que el ídolo represente algo real, ni que la carne ofrecida a los ídolos tenga algún valor especial. Lo que quiero decir es que, cuando los paganos ofrecen sus sacrificios, se los ofrecen a los demonios y no a Dios. Ahora bien, yo no quiero que ustedes se asocien con los demonios. No pueden beber el cáliz del Señor y el cáliz de los demonios. No pueden compartir la mesa del Señor y la mesa de los demonios. ¿O queremos provocar acaso la indignación del Señor creyéndonos más poderosos que Él? 

Palabra de Dios. 

Te alabamos, Señor.



Del salmo 115 

R/. Señor, te ofreceré con gratitud un sacrificio.


¿Cómo le pagaré al Señor todo el bien que me ha hecho? Levantaré el cáliz de salvación e invocaré el nombre del Señor. R/.

Te ofreceré con gratitud un sacrificio e invocaré tu nombre. Cumpliré mis promesas al Señor ante todo su pueblo. R/.



SECUENCIA


Esta secuencia es opcional tanto en su forma larga como en su forma breve, desde * ¡Oh dulce fuente de amor!


La Madre piadosa estaba   ¡Oh cuán triste y afligida
junto a la cruz, y lloraba estaba la Madre herida,
mientras el Hijo pendía; de tantos tormentos llena,
cuya alma triste y llorosa, cuando triste contemplaba
traspasada y dolorosa, y dolorosa miraba
fiero cuchillo tenía. del Hijo amado la pena!  
¿Y cuál hombre no llorara Hazme contigo llorar
si a la Madre contemplara y de veras lastimar
de Cristo en tanto dolor? de sus penas mientras vivo;
¿Y quién no se entristeciera, porque   acompañar deseo
Madre piadosa, si os viera  en la cruz, donde lo veo,
sujeta a tanto rigor? tu corazón compasivo.
Por los pecados del mundo, ¡Virgen de vírgenes santas!,
vio a Jesús en tan profundo llore ya con ansias tantas
tormento la dulce Madre.  que el llanto dulce me sea;
Vio morir al Hijo amado   porque su pasión y muerte
que rindió desamparado tenga en mi alma de suerte
el espíritu a su Padre. que siempre sus penas vea.
*¡Oh dulce fuente de amor!, Haz que su cruz me enamore
hazme sentir tu dolor y que en ella viva y more
para que llore contigo. de mi fe y amor indicio;
y que, por mi Cristo amado, porque me inflame y encienda
mi corazón abrasado y contigo me defienda
más viva en Él que conmigo. en el día del juicio.
Y, porque a amarlo me anime Haz que me     ampare la muerte
en mi corazón imprime de Cristo, cuando en tan fuerte
las llagas que tuvo en sí. trance, vida y alma estén;
Y de tu Hijo, Señora, porque, cuando quede en calma
divide conmigo ahora el cuerpo, vaya mi alma
las que padeció por mí. a su eterna gloria. Amén.



ACLAMACIÓN 





R/. Aleluya, aleluya.


Dichosa la Virgen María, que sin morir, mereció la palma del martirio junto a la cruz del Señor. R/.


Y a ti, una espada te atravesará el alma.

Del santo Evangelio según san Lucas 2, 33-35

En aquel tiempo, el padre y la madre del niño estaban admirados de las palabras que les decía Simeón. Él los bendijo, y a María, la madre de Jesús, le anunció: "Este niño ha sido puesto para ruina y resurgimiento de muchos en Israel, como signo que provocará contradicción, para que queden al descubierto los pensamientos de todos los corazones. Y a ti, una espada te atravesará el alma".

Palabra del Señor. 

Gloria a ti, Señor Jesús.

ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS

Acepta, Señor, los dones que te presentamos en esta festividad de la Virgen de los Dolores, a la que tu Hijo nos dio como madre cuando celebró en la cruz este mismo sacrificio que vamos a ofrecerte. Por Jesucristo, nuestro Señor.

ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN (1 P 4, 13)

Alegrémonos de participar en los sufrimientos de Cristo, para que podamos alegrarnos también el día en que venga lleno de gloria.

ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN

Tú, que nos has hecho partícipes del sacramento de nuestra redención en esta fiesta de nuestra Señora de los Dolores, ayúdanos, Señor, a aliviar los sufrimientos que Cristo sigue padeciendo en nuestros hermanos. Por Jesucristo, nuestro Señor.

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