sábado, 29 de octubre de 2016

LECTURAS DEL SÁBADO XXX DEL T. ORDINARIO 29 DE OCTUBRE (VERDE)


Cuando te inviten, ocupa el último lugar, para que, cuando venga el que te invitó, te diga: 'Amigo, acércate a la cabecera'.






ANTÍFONA DE ENTRADA Cfr. Lc 1,28. 42

Dios te salve, María, llena eres de gracia, el Señor es contigo. Bendita tú eres entre las mujeres, y bendito es el fruto de tu vientre.

ORACIÓN COLECTA

Señor Dios, que elegiste como Madre del Salvador a la santísima Virgen María, singularmente bendita entre los pobres y los humildes, concédenos que, siguiendo su ejemplo, te rindamos el homenaje de una fe sincera y pongamos en ti toda esperanza de salvación. Por nuestro Señor Jesucristo...

LITURGIA DE LA PALABRA

Para mí, la vida es Cristo; y la muerte, una ganancia.

De la carta del apóstol san Pablo a los filipenses: 1, 18-26


Hermanos: El hecho de que se predique a Cristo me alegra y me seguirá alegrando, porque sé que esto será para mi bien, gracias a las oraciones de ustedes y a la ayuda del Espíritu de Jesucristo. Pues tengo la firme esperanza de que no seré defraudado y, ahora como siempre, estoy plenamente seguro de que, ya sea por mi vida, ya sea por mi muerte, Cristo será glorificado en mí.

Porque para mí, la vida es Cristo; y la muerte, una ganancia. Pero si el continuar viviendo en este mundo me permite trabajar todavía con fruto, no sabría yo qué elegir. Me hacen fuerza ambas cosas: por una parte, el deseo de morir y estar con Cristo, lo cual, ciertamente, es con mucho lo mejor; y por la otra, el de permanecer en vida, porque esto es necesario para el bien de ustedes.

Convencido de esto, sé que me quedaré y los seguiré ayudando a todos ustedes para que progresen gozosos en la fe. Así tendrán en mí, cuando me encuentre de nuevo entre ustedes, un motivo de gran alegría en Cristo Jesús. 

Palabra de Dios. 

Te alabamos, Señor.



Del salmo 41


R/. Mi alma te busca a ti, Dios mío.


Como el venado busca el agua de los ríos, así, cansada, mi alma te busca a ti, Dios mío. R/.

Del Dios que da la vida está mi ser sediento. ¿Cuándo será posible ver de nuevo su templo? R/.

Recuerdo cuando íbamos a casa del Señor, cantando, jubilosos, alabanzas a Dios. R/.



ACLAMACIÓN  Mt 11, 29








R/. Aleluya, aleluya.


Tomen mi yugo sobre ustedes, dice el Señor, y aprendan de mí, que soy manso y humilde de corazón. R/.

El que se engrandece a sí mismo, será humillado; y el que se humilla, será engrandecido.

Del santo Evangelio según san Lucas: 14, 1. 7-11

Un sábado, Jesús fue a comer en casa de uno de los jefes de los fariseos, y éstos estaban espiándolo. Mirando cómo los convidados escogían los primeros lugares, les dijo esta parábola: "Cuando te inviten a un banquete de bodas, no te sientes en el lugar principal, no sea que haya algún otro invitado más importante que tú, y el que los invitó a los dos venga a decirte: 'Déjale el lugar a éste', y tengas que ir a ocupar, lleno de vergüenza, el último asiento. Por el contrario, cuando te inviten, ocupa el último lugar, para que, cuando venga el que te invitó, te diga: 'Amigo, acércate a la cabecera'. Entonces te verás honrado en presencia de todos los convidados. Porque el que se engrandece a sí mismo, será humillado; y el que se humilla, será engrandecido". 

Palabra del Señor.

Gloria a ti, Señor Jesús.

ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS

Acoge, Señor, estas ofendas que manifiestan nuestro filial servicio, para que, al celebrar la obra de la caridad inmensa de tu Hijo, seamos confirmados en el amor a ti y al prójimo, a ejemplo de la bienaventurada Virgen María. Por Jesucristo, nuestro Señor.

Prefacio de Santa María Virgen.

ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN Cfr. Sal 86, 3; Lc 1, 49

De ti se dicen maravillas, Virgen María, porque ha hecho en ti cosas grandes el que todo lo puede.

ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN

Concede, Señor, a tu Iglesia que, fortalecida por la gracia de este sacramento, recorra con alegría los caminos del Evangelio, hasta que alcance aquella dichosa visión de paz, de la que ya goza la Virgen María, tu humilde esclava, eternamente gloriosa. Por Jesucristo, nuestro Señor.

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