jueves, 27 de septiembre de 2018

LECTURAS DEL JUEVES XXV DEL T. ORDINARIO 27 DE SEPTIEMBRE SAN VICENTE DE PAUL PRESBÍTERO (BLANCO)


El rey Herodes se enteró de todos los prodigios que Jesús hacía y no sabía a qué atenerse, porque unos decían que Juan había resucitado.






ANTÍFONA DE ENTRADA Cfr. Lc 4, 18

El Espíritu del Señor está sobre mí, porque me ha ungido para llevar a los pobres la buena nueva y sanar a los de corazón contrito.

ORACIÓN COLECTA



Dios nuestro, que, para el servicio de los pobres y la formación de los sacerdotes, colmaste de virtudes apostólicas a san Vicente de Paúl, presbítero, concédenos que, animados por el mismo espíritu, amemos lo que él amó, y pongamos por obra lo que enseñó. Por nuestro Señor Jesucristo...


LITURGIA DE LA PALABRA

No hay nada nuevo bajo el sol.

Del libro del Eclesiastés (Cohélet): 1, 2-11


Todas las cosas, absolutamente todas, son vana ilusión. ¿Qué provecho saca el hombre de todos sus trabajos en la tierra? Pasa una generación y viene otra, pero la tierra permanece siempre.


El sol sale y se pone; corre y llega a su lugar, de donde vuelve a salir. Sopla el viento hacia el sur y gira luego hacia el norte, y dando vueltas y más vueltas, vuelve siempre a girar. Todos los ríos van al mar, pero el mar nunca se llena; regresan al punto de donde vinieron y de nuevo vuelven a correr.

Todo es difícil de entender: no deja el hombre de cavilar, no se cansan los ojos de ver ni los oídos de oír. Lo que antes existió, eso volverá a existir. Lo que antes se hizo, eso se volverá a hacer. No hay nada nuevo bajo el sol.

Si de alguna cosa dicen: "Mira, esto sí es nuevo", aun esa cosa existió ya en los siglos anteriores a nosotros. Nadie se acuerda de los antiguos y lo mismo pasará con los que vengan: no se acordarán de ellos sus sucesores. 

Palabra de Dios. 

Te alabamos, Señor.



Del salmo 89


R/. Tú eres, Señor, nuestro refugio.


Tú, Señor, haces volver al polvo a los humanos, diciendo a los mortales que retornen. Mil años son para ti como un día, que ya pasó; como una breve noche. R/.


Nuestra vida es tan breve como un sueño; semejante a la hierba, que despunta y florece en la mañana y por la tarde se marchita y se seca. R/.

Enséñanos a ver lo que es la vida y seremos sensatos. ¿Hasta cuándo, Señor, vas a tener compasión de tus siervos? ¿Hasta cuándo? R/.

Llénanos de tu amor por la mañana y júbilo será la vida toda. Que el Señor bondadoso nos ayude y dé prosperidad a nuestras obras. R/.



ACLAMACIÓN Jn 14, 6









R/. Aleluya, aleluya.


Yo soy el camino, la verdad y la vida; nadie va al Padre si no es por mí, dice el Señor. R/.

A Juan yo lo mandé decapitar. ¿Quién es entonces éste de quien oigo semejantes cosas?

Del santo Evangelio según san Lucas: 9, 7-9

En aquel tiempo, el rey Herodes se enteró de todos los prodigios que Jesús hacía y no sabía a qué atenerse, porque unos decían que Juan había resucitado; otros, que había regresado Elías, y otros, que había vuelto a la vida uno de los antiguos profetas. Pero Herodes decía: "A Juan yo lo mandé decapitar. ¿Quién será, pues, éste del que oigo semejantes cosas?" Y tenía curiosidad de ver a Jesús. 

Palabra del Señor. 

Gloria a ti Señor Jesús.

ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS

Dios nuestro, que diste a san Vicente la gracia de realizar en su vida lo que celebraba en estos santos misterios, concédenos, por este sacrificio, ser transformados en una ofrenda agradable a tus ojos. Por Jesucristo, nuestro Señor.

ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN Sal 106, 8-9

Demos gracias al Señor por su misericordia, por las maravillas que hace en favor de su pueblo; porque da de beber al que tiene sed y les da de comer a los hambrientos.

ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN

Renovados con este sacramento celestial, te suplicamos humildemente, Señor, que, para imitar a tu Hijo en su celo por la evangelización de los pobres, sigamos el ejemplo de san Vicente, ayudados por su protección. Por Jesucristo, nuestro Señor.

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