Saca el primer pez que pique, ábrele la boca y encontrarás una moneda. Tómala y paga por mí y por ti.
Misa por los religiosos o santa Juana Francisca de Chantal, religiosa * MR, p. 1114 (1106) / Lecc. II, p. 668
ANTÍFONA DE ENTRADA Sal 36, 3-4
Pon tu esperanza en Dios, practica el bien y vivirás tranquilo en esta tierra. Busca en él tu alegría y te dará el Señor cuanto deseas.
ORACIÓN COLECTA
Señor Dios, que inspiras y llevas a término todo buen propósito, conduce a tus hijos por el camino de la salvación eterna y haz que quienes, dejándolo todo, se consagraron totalmente a ti siguiendo a Cristo y renunciando a lo mundano, en espíritu de pobreza y humildad de corazón te sirvan fielmente a ti y a sus hermanos. Por nuestro Señor Jesucristo...
LITURGIA DE LA PALABRA
La gloria del Señor se manifestó en forma visible.
Del libro del profeta Ezequiel: 1, 2-5.24-28
El día cinco del mes cuarto (era el año quinto de la deportación del rey Joaquín), me fue dirigida la palabra del Señor a mí, Ezequiel, sacerdote, hijo de Buzí, en el país de los caldeos, a orillas del río Kebar, y fui arrebatado en éxtasis.
Vi venir del norte un viento huracanado, una gran nube rodeada de resplandores y relámpagos, y en su centro, algo parecido al brillo del ámbar. En medio aparecían cuatro seres vivientes, que tenían forma humana. Oí el ruido de sus alas cuando se movían: era como el estruendo de un río caudaloso, como el trueno del Altísimo, como la gritería de una multitud o como el estruendo de un ejército en batalla. Cuando se detenían, plegaban sus alas.
Encima de la plataforma había una especie de zafiro en forma de trono y de esta especie de trono sobresalía una figura, que parecía un hombre. Vi luego una luz, como brillo de ámbar, como un fuego que envolvía al hombre, desde la cintura para arriba; desde la cintura para abajo, vi también algo como fuego, que difundía su resplandor, parecido al del arco iris que se ve en las nubes, cuando llueve. Tal era la apariencia visible de la gloria del Señor. Cuando yo la vi, caí rostro en tierra.
Palabra de Dios.
Te alabamos, Señor.
Del salmo 148
R/. El cielo y la tierra están llenos de tu gloria.
Alaben al Señor en las alturas, alábenlo en el cielo, que alaben al Señor todos sus ángeles, celestiales ejércitos. R/.
Reyes y pueblos todos de la tierra, gobernantes y jueces de este mundo; hombres, mujeres, jóvenes y ancianos, alaben al Señor y denle culto. R/.
El nombre del Señor alaben todos, pues su nombre es excelso; su gloria sobrepasa cielo y tierra, y ha hecho fuerte a su pueblo. R/.
Que alaben al Señor todos sus fieles, los hijos de Israel, el pueblo que ha gozado siempre de familiaridad con él. R/.
ACLAMACIÓN Cfr. 2 Ts 2, 14
R/. Aleluya, aleluya.
Dios nos ha llamado, por medio del Evangelio, a participar de la gloria de nuestro Señor Jesucristo. R/.
Lo van a matar, pero al tercer día va a resucitar. - Los hijos están exentos de impuestos.
Del santo Evangelio según san Mateo: 17, 22-27
En aquel tiempo, se hallaba Jesús con sus discípulos en Galilea y les dijo: "El Hijo del hombre va a ser entregado en manos de los hombres; lo van a matar, pero al tercer día va a resucitar". Al oír esto, los discípulos se llenaron de tristeza.
Cuando llegaron a Cafarnaúm, se acercaron a Pedro los recaudadores del impuesto para el templo y le dijeron: "¿Acaso tu maestro no paga el impuesto?" Él les respondió: "Sí lo paga".
Al entrar Pedro en la casa, Jesús se adelantó a preguntarle: "¿Qué te parece, Simón? ¿A quiénes les cobran impuestos los reyes de la tierra, a los hijos o a los extraños?". Pedro le respondió: "A los extraños". Entonces Jesús le dijo: "Por lo tanto, los hijos están exentos. Pero para no darles motivo de escándalo, ve al lago y echa el anzuelo, saca el primer pez que pique, ábrele la boca y encontrarás una moneda. Tómala y paga por mí y por ti".
Palabra del Señor.
Gloria a ti, Señor Jesús.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Por estos santos dones que te presentamos, santifica, Señor a tus siervos que has congregado en tu nombre, a fin de que, cumpliendo con fidelidad sus votos, te sirvan con un corazón sincero. Por Jesucristo nuestro Señor.
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN 1 Re 19, 7
El ángel del Señor dijo a Elías: Levántate y come, porque aún te queda un largo camino.
O bien: Apoc 22,17.20
El Espíritu y la esposa dicen: Ven. Amén. Ven, Señor Jesús.
ORACIÓN DESPUES DE LA COMUNIÓN
A quienes tu amor ha congregado y hecho partícipes de un mismo pan, concédeles, Señor, ayudarse y animarse mutuamente en la práctica de la caridad y de las buenas obras, para que, con una vida santa, den en todas partes testimonio eficaz de Jesucristo. Él, que vive y reina por los siglos de los siglos.
O bien:
*Santa Juana Francisca de Chantal, religiosa MR, p. 806 (795)
Nació en Dijon, Francia, en 1572. Fue madre de familia, tuvo como fruto de su cristiano matrimonio seis hijos, a los que educó piadosamente, y muerto su esposo, bajo la dirección de san Francisco de Sales, abrazó con decisión el camino de la perfección y realizó obras de caridad, en especial para con los pobres y enfermos. Junto con san Francisco de Sales fundó la Orden de la Visitación de Santa María, que dirigió prudentemente, y murió en Moulins, cerca de Nevers, el 13 de diciembre de 1641.
ANTÍFONA DE ENTRADA Cfr. Os, 2, 21-22
El Señor se desposó con ella para siempre en la fidelidad y en la misericordia.
ORACIÓN COLECTA
Dios nuestro, que adornaste con excelsas virtudes a santa Juana Francisca de Chantal en los distintos estados de la vida, concédenos, por su intercesión, que, caminando fielmente según nuestra propia vocación, demos siempre testimonio de la luz. Por nuestro Señor Jesucristo...
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Dios misericordioso, que, despojando a santa Juana Francisca de Chantal de la mujer vieja, te dignaste formar en ella una mujer nueva conforme a tu imagen, concédenos, propicio, que nosotros, igualmente renovados, te ofrezcamos este sacrificio de reconciliación, agradable a tus ojos. Por Jesucristo, nuestro Señor.
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN. Cfr. Lam 3, 24-25
El Señor es la parte que me ha tocado en herencia, y buscarlo es mi mayor bien.
ORACIÓN DESPUES DE LA COMUNIÓN
Por la eficacia de este sacramento, te rogamos, Señor, que a ejemplo de santa Juana Francisca de Chantal, nos conduzcas siempre por el camino de tu amor, y que la obra buena que empezaste en nosotros, la perfecciones, hasta el día en que se manifieste Jesucristo. Él, que vive y reina por los siglos de los siglos.
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