¿De qué le sirve a uno ganar el mundo entero, si pierde su vida?
Misa por los cristianos perseguidos o santa Teresa Benedicta de la Cruz, virgen y mártir* MR, p. 1129 (1121) / Lecc. II, p. 659
ANTÍFONA DE ENTRADA Cfr. Sal 73, 20.19.22.23
Acuérdate, Señor de tu alianza y no abandones sin remedio la vida de tus pobres. Levántate, señor, defiende tu causa y no olvides los ruegos de aquellos que te imploran.
O bien: Hech 12, 5
Mientras Pedro estaba en la cárcel, la comunidad no cesaba de orar a Dios por él.
ORACIÓN COLECTA
Señor Dios, que en tu inescrutable providencia quieres asociar a tu Iglesia a la pasión de tu Hijo, concede a tus fieles que son perseguidos a causa de tu nombre, el espíritu de paciencia y caridad, para que sean hallados testigos fieles y veraces de tus promesas. Por nuestro Señor Jesucristo...
LITURGIA DE LA PALABRA
¡Ay de la ciudad sanguinaria!
Del libro del profeta Nahum: 2, 1. 3; 3, 1-3. 6-7
Ya viene por el monte el mensajero de buenas noticias, que anuncia la paz. Celebra tus fiestas, Judá, y cumple tus promesas, porque el malvado no te volverá a invadir, pues ha sido aniquilado. El Señor restaurará la viña de Jacob, que es el orgullo de Israel. Los invasores la habían devastado, habían destruido sus sarmientos.
En cambio, ¡ay de ti, Nínive, ciudad sanguinaria, toda llena de mentiras y despojos, que no has cesado de robar! Escucha el chasquido de los látigos y el estrépito de las ruedas, los caballos que galopan, los carros que saltan y la caballería que avanza. Mira el llamear de las espadas y el centellear de las lanzas. Contempla la multitud de heridos y los montones de muertos, la interminable cantidad de cadáveres con los que uno se tropieza.
Arrojaré inmundicias sobre ti, te deshonraré y te expondré a la vergüenza pública. Y todo el que te vea huirá de ti y dirá: "Nínive está destruida". ¿Quién tendrá compasión de ti? ¿Dónde podré encontrar alguien que te consuele?
Palabra de Dios.
Te alabamos, Señor.
Deuteronomio 32
R/. Yo doy la muerte y la vida.
El día de su perdición se acerca y su suerte se apresura, porque el Señor defenderá a su pueblo y tendrá compasión de sus siervos. R/.
Miren que sólo yo soy Dios y no hay otro fuera de mí; yo doy la muerte y la vida, yo hiero y yo curo. R/.
Cuando afile el relámpago de mi espada y tome en mis manos la justicia, yo me vengaré del enemigo y le daré su merecido al adversario. R/.
ACLAMACIÓN Mt 5, 10
R/. Aleluya, aleluya.
Dichosos los perseguidos por causa de la justicia, porque de ellos es el Reino de los cielos, dice el Señor. R/.
¿Qué podrá dar el hombre a cambio de su vida?
Del santo Evangelio según san Mateo: 16, 24-28
En aquel tiempo, Jesús dijo a sus discípulos: "El que quiera venir conmigo, que renuncie a sí mismo, que tome su cruz y me siga. Pues el que quiera salvar su vida, la perderá; pero el que pierda su vida por mí, la encontrará. ¿De qué le sirve a uno ganar el mundo entero, si pierde su vida? ¿Y qué podrá dar uno a cambio para recobrarla?
Porque el Hijo del hombre ha de venir rodeado de la gloria de su Padre, en compañía de sus ángeles, y entonces dará a cada uno lo que merecen sus obras. Yo les aseguro que algunos de los aquí presentes no morirán, sin haber visto primero llegar al Hijo del hombre como rey".
Palabra del Señor.
Gloria a ti, Señor Jesús.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Recibe, Señor, nuestras humildes oraciones y ofrendas, y concede a cuantos padecen persecución de los hombres, por servirte fielmente, que se alegren de estar asociados al sacrificio de tu Hijo Jesucristo y sepan que sus nombres están escritos en el cielo, entre aquellos que están elegidos. Por Jesucristo, nuestro Señor.
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN Mt 5, 11-12
Dichosos serán ustedes cuando los injurien, los persigan y digan cosas falsas de ustedes por causa mía, dice el Señor. Alégrense y salten de contento porque su premio será grande en los cielos.
O bien: Mt 10, 32
A quien me reconozca delante de los hombres, yo también lo reconoceré ante mi Padre, que está en los cielos, dice el Señor.
ORACIÓN DESPUES DE LA COMUNIÓN
Por la fuerza de este sacramento, Señor, fortalece en la verdad a tus siervos y concede a aquellos fieles que se hallan en la tribulación que, cargando su cruz detrás de tu Hijo, puedan, en medio de las adversidades, gloriarse sin cesar del nombre de cristianos. Por Jesucristo, nuestro Señor.
O bien:
*Memoria de santa Teresa Benedicta de la Cruz, virgen y mártir
MR, pp. 804 (792) 939 ( ) Edith Stein nació en Breslau, Alemania (hoy Broklaw, Polonia), el 12 de octubre de 1891, de una familia de profunda fe judía. Después de haber enseñado filosofía durante algunos años, recibió por el bautismo la nueva vida en Cristo y la desarrolló bajo el velo de religiosa de la Orden de las Carmelitas Descalzas. En tiempo del nazismo hostil a la dignidad del hombre y a la fe, fue desterrada y encarcelada, y murió en la cámara de gas del campo de exterminio de Auschwitz, cerca de Cracovia, Polonia, el 9 de agosto de 1942.
Del Común de mártires: para una virgen mártir, MR, p. 939 (931).
ANTÍFONA DE ENTRADA
Ya sigue al Cordero crucificado por nosotros, la virgen llena de valor, ofrenda de pudor y víctima de castidad.
ORACIÓN COLECTA
Dios de nuestros padres, que llevaste a la mártir santa Teresa Benedicta de la Cruz al conocimiento de tu Hijo crucificado y a imitarlo fielmente hasta la muerte, concede, por su intercesión, que todos los hombres reconozcan a Cristo como Salvador y por medio de él, lleguen a contemplarte eternamente. El, que vive y reina contigo ...
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Te pedimos, Señor, que los dones que te presentamos en la celebración de santa Teresa Benedicta de la Cruz, por tu gracia, te sean agradables, así como te fue grato el combate de su martirio. Por Jesucristo, nuestro Señor.
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN Apoc 7,17
El Cordero, que está en el trono, los conducirá a las fuentes del agua de la vida.
ORACIÓN DESPUES DE LA COMUNIÓN
Señor Dios, que coronaste entre los santos a la bienaventurada santa Teresa Benedicta de la Cruz, por la doble victoria de su virginidad y de su martirio, concédenos, por la eficacia de este sacramento, que, venciendo valerosamente todo mal, consigamos la gloria del cielo. Por Jesucristo, nuestro Señor.
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