martes, 20 de agosto de 2024

LECTURAS DEL MARTES XX DEL T. ORDINARIO 20 DE AGOSTO SAN BERNARDO DE CLARAVAL (BLANCO)


Yo les aseguro que un rico difícilmente entrará en el Reino de los cielos.



Memoria de san Bernardo, abad y doctor de la Iglesia MR, p. 814 (804) / Lecc. II, p. 700


ANTÍFONA DE ENTRADA

El Señor colmó a san Bernardo con espíritu de inteligencia, para que transmitiera al pueblo de Dios las riquezas de la doctrina.

ORACIÓN COLECTA

Dios nuestro, que encendiste al abad san Bernardo con el celo por tu casa e hiciste de él una lámpara que brillaba y ardía en tu Iglesia, concédenos por su intercesión que, animados por ese mismo espíritu, caminemos siempre como hijos de la luz. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo y es Dios por los siglos de los siglos.

LITURGIA DE LA PALABRA

Eres hombre y no Dios, y te crees tan sabio como Dios.

Del libro del profeta Ezequiel: 28, 1-10


En aquellos días, el Señor me habló y me dijo: "Hijo de hombre, dile al príncipe de Tiro: 'El Señor Dios dice esto: Tu corazón se ha ensoberbecido y has dicho: Soy Dios, estoy sentado en el trono de Dios, en medio de los mares; pero eres hombre y no Dios, y te crees tan sabio como Dios; pretendes ser más inteligente que Daniel y conocer todos los secretos; con tu sabiduría y habilidad te has hecho rico, has amontonado oro y plata en tus tesoros; con astucia de comerciante has aumentado tus riquezas y te has ensoberbecido por tu fortuna' ".

Por eso dice el Señor: "Porque te has creído tan sabio como Dios, por eso mandaré contra ti a los más feroces de los pueblos extranjeros, que desenvainarán su espada contra tu esplendor y tu sabiduría y acabarán con tu grandeza. Ellos te matarán y el mar será tu sepultura.

¿Ante la mano misma de tus verdugos te atreverás a afirmar todavía que eres Dios, cuando no eres más que un hombre? Morirás como un pagano a manos de extranjeros, porque así lo digo yo, el Señor Dios".

Palabra de Dios. 

Te alabamos, Señor.

Deuteronomio 32

R/. El Señor da la muerte y la vida.

El Señor pensó: "Voy a dispersarlos y a borrar su memoria entre los hombres. Pero no, porque temo la presunción del enemigo y la mala interpretación del adversario. R/.

Pues diría el enemigo que su mano había vencido y que no era el Señor el que lo había hecho, porque son una nación que ha perdido el juicio". R/.

¿Cómo puede uno perseguir a mil y dos poner en fuga a diez mil? ¿No es porque su Dios los ha vendido, porque el Señor los ha entregado? R/.

El día de su destrucción se acerca y su suerte se apresura, porque el Señor defenderá a su pueblo y tendrá compasión de sus siervos. R/.

ACLAMACIÓN 2 Co 8, 9








R/. Aleluya, aleluya.



Jesucristo, siendo rico, se hizo pobre, para enriquecernos con su pobreza. R/.

Es más fácil que un camello pase por el ojo de una aguja, que un rico entre en el Reino de los cielos.

Del santo Evangelio según san Mateo: 19, 23-30

En aquel tiempo, Jesús dijo a sus discípulos: "Yo les aseguro que un rico difícilmente entrará en el Reino de los cielos. Se lo repito: es más fácil que un camello pase por el ojo de una aguja, que un rico entre en el Reino de los cielos".

Al oír esto, los discípulos se quedaron asombrados y exclamaron: "Entonces ¿quién podrá salvarse?" Pero Jesús, mirándolos fijamente, les respondió: "Para los hombres eso es imposible, más para Dios todo es posible".

Entonces Pedro, tomando la palabra, le dijo a Jesús: "Señor, nosotros lo hemos dejado todo y te hemos seguido, ¿qué nos va a tocar?" Jesús les dijo: "Yo les aseguro que en la vida nueva, cuando el Hijo del hombre se siente en su trono de gloria, ustedes, los que me han seguido, se sentarán también en doce tronos, para juzgar a las doce tribus de Israel.

Y todo aquel que por mí haya dejado casa, o hermanos o hermanas, o padreo madre, o esposa o hijos, o propiedades, recibirá cien veces más y heredará la vida eterna. Y muchos primeros serán últimos y muchos últimos, primeros".

Palabra del Señor. 

Gloria a ti, Señor Jesús.

ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS 

Te ofrecemos, Señor, este sacramento de unidad y de paz al conmemorar a san Bernardo, abad, que brilló por su palabra y sus obras, y promovió con firmeza la concordia y el orden de tu Iglesia. Por Jesucristo, nuestro Señor. 

ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN Cfr. Jn 15, 9 

Así como el Padre me ha amado a mí, así yo los he amado a ustedes, dice el Señor; permanezcan, pues, en mi amor. 

ORACIÓN DESPUES DE LA COMUNIÓN 

Que esta comunión que hemos recibido, Señor, en la celebración de san Bernardo, produzca su fruto en nosotros, para que, movidos por su ejemplo e instruidos por sus enseñanzas, nos encienda en el amor de tu Verbo encarnado. Él, que vive y reina por los siglos de los siglos. 


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