lunes, 2 de septiembre de 2024

LECTURAS DEL LUNES XXII DEL T. ORDINARIO 2 DE SEPTIEMBRE (ROJO)


El Espíritu del Señor está sobre mí, porque me ha ungido para llevar a los pobres la buena nueva.





MISA VOTIVA DE SAN PABLO, APÓSTOL


ANTIFONA DE ENTRADA 2 Tim 1, 12; 4, 8

Yo sé bien en quién tengo puesta mi confianza y estoy seguro de que el Señor, justo juez, con su poder cuidará, hasta el último día, lo que me ha encomendado.

ORACION COLECTA

Señor Dios, que tan admirablemente elegiste al apóstol san Pablo para que predicara el Evangelio, concede que en todo el mundo penetre la fe que él mismo llevó ante reyes y naciones, para que tu Iglesia se extienda sin cesar. Por nuestro Señor Jesucristo ...

LITURGIA DE LA PALABRA 

Les he anunciado a Cristo crucificado.

De la primera carta del apóstol san Pablo a los corintios: 2, 1-5

Hermanos: Cuando llegué a la ciudad de ustedes para anunciarles el Evangelio, no busqué hacerlo mediante la elocuencia del lenguaje o la sabiduría humana, sino que resolví no hablarles sino de Jesucristo, más aún, de Jesucristo crucificado.

Me presenté ante ustedes débil y temblando de miedo. Cuando les hablé y les prediqué el Evangelio, no quise convencerlos con palabras de hombre sabio; al contrario, los convencí por medio del Espíritu y del poder de Dios, a fin de que la fe de ustedes dependiera del poder de Dios y no de la sabiduría de los hombres.

Palabra de Dios.

Te alabamos Señor.

Del salmo 118

R/. ¡Cuánto amo, Señor, tu voluntad!

¡Cuánto amo tu voluntad! Todo el día la estoy meditando. Tus mandatos me hacen más sabio que mis enemigos, porque siempre me acompañan. R/.

Soy más prudente que todos mis maestros, porque medito tus preceptos. Soy más sagaz que los ancianos, porque cumplo tus leyes. R/.

Aparto mis pies de toda senda mala para cumplir tus palabras. No me aparto de tus mandamientos, porque tú me has instruido. R/.

ACLAMACIÓN  Cfr. Lc 4, 18

R/. Aleluya, aleluya.

El Espíritu del Señor está sobre mí; él me ha enviado para llevar a los pobres la buena nueva. R/.



Me ha enviado para llevar a los pobres la buena nueva. - Nadie es profeta en su tierra.

Del santo Evangelio según san Lucas: 4, 16-30

En aquel tiempo, Jesús fue a Nazaret, donde se había criado. Entró en la sinagoga, como era su costumbre hacerlo los sábados, y se levantó para hacer la lectura. Se le dio el volumen del profeta Isaías, lo desenrolló y encontró el pasaje en que estaba escrito:

El Espíritu del Señor está sobre mí, porque me ha ungido para llevar a los pobres la buena nueva, para anunciar la liberación a los cautivos y la curación a los ciegos, para dar libertad a los oprimidos y proclamar el año de gracia del Señor.

Enrolló el volumen, lo devolvió al encargado y se sentó. Los ojos de todos los asistentes a la sinagoga estaban fijos en él. Entonces comenzó a hablar, diciendo: “Hoy mismo se ha cumplido este pasaje de la Escritura que acaban de oír”.

Todos le daban su aprobación y admiraban la sabiduría de las palabras que salían de sus labios, y se preguntaban: “¿No es éste el hijo de José?”.

Jesús les dijo: “Seguramente me dirán aquel refrán: ‘Médico, cúrate a ti mismo, y haz aquí, en tu propia tierra, todos esos prodigios que hemos oído que has hecho en Cafarnaúm’ ”.

Y añadió: “Yo les aseguro que nadie es profeta en su tierra. Había ciertamente en Israel muchas viudas en los tiempos de Elías, cuando faltó la lluvia durante tres años y medio, y hubo un hambre terrible en todo el país; sin embargo, a ninguna de ellas fue enviado Elías, sino a una viuda que vivía en Sarepta, ciudad de Sidón. Había muchos leprosos en Israel, en tiempos del profeta Eliseo; sin embargo, ninguno de ellos fue curado, sino Naamán, que era de Siria”.

Al oír esto, todos los que estaban en la sinagoga se llenaron de ira, y levantándose, lo sacaron de la ciudad y lo llevaron hasta un precipicio de la montaña sobre la que estaba construida la ciudad, para despeñarlo. Pero él, pasando por en medio de ellos, se alejó de allí.

Palabra del Señor.

Gloria a ti Señor.

ORACION SOBRE LAS OFRENDAS

Al celebrar estos divinos misterios, te suplicamos, Señor, que el Espíritu Santo derrame sobre nosotros la luz de la fe que iluminó al apóstol san Pablo para propagar tu gloria sin descanso. Por Jesucristo, nuestro Señor.

PREFACIO I DE LOS APOSTOLES

En verdad es justo y necesario, es nuestro deber y salvación darte gracias siempre y en todo lugar, Señor, Padre santo, Dios todopoderoso y eterno.

Porque tú, Pastor eterno, no abandonas a tu rebaño, sino que por medio de los santos Apóstoles, lo cuidas y lo proteges siempre, para que sea gobernado por aquellos mismos pastores que le diste como vicarios de tu Hijo.

Por eso, con los ángeles y los arcángeles, con los tronos y dominaciones y con todos los coros celestiales, cantamos sin cesar el himno de tu gloria: Santo, Santo, Santo ...

ANTIFONA DE LA COMUNION Gál 2, 20

Vivo de la fe del Hijo de Dios, que me amó y se entregó a la muerte por mí.

ORACION DESPUES DE LA COMUNION

Alimentados con la comunión del Cuerpo y la Sangre de tu Hijo, te pedimos, Señor, que el mismo Cristo sea nuestra vida, que nada sea capaz de separarnos de su amor y que, fieles a la enseñanza de san Pablo, vivamos siempre en caridad con los hermanos. Por Jesucristo, nuestro Señor.

O BIEN:

*Beato Bartolomé Gutiérrez, presbítero y mártir (mi), rojo (MR, p. 826 [816]).

Nació en México, en 1580. Fue sacerdote de la Orden de San Agustín, y pidió ser enviado a las misiones. Trabajó quince años en Japón, donde fue martirizado el 3 de septiembre de1632.

ORACION COLECTA

Te suplicamos, Señor Dios todopoderoso, que, por la intercesión de tu bienaventurado mártir Bartolomé Gutiérrez, nos libres de todas las desgracias corporales y purifiques nuestras almas de todo mal pensamiento. Por nuestro Señor Jesucristo ...

ORACION SOBRE LAS OFRENDAS

Al recordar el martirio del beato Bartolomé Gutiérrez, traemos, Señor, a tu altar nuestros dones, y te pedimos que quienes celebramos los misterios de la pasión del Señor, imitemos lo que realizamos. Por Jesucristo, nuestro Señor.

ORACION DESPUES DE LA COMUNION

Ya que hemos celebrado el banquete celestial, te pedimos, Señor, que el recuerdo del martirio del beato Bartolomé Gutiérrez y nuestra oración fervorosa nos alienten a seguir el ejemplo generoso de su fe. Por Jesucristo, nuestro Señor.

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