miércoles, 5 de febrero de 2025

LECTURAS DEL JUEVES IV DEL T. ORDINARIO 6 DE FEBRERO SAN PABLO MIKI Y COMPAÑEROS MÁRTIRES (ROJO)

 

Los discípulos se fueron a predicar la conversión. 



 Memoria, SAN PABLO MIKI Y COMPAÑEROS MÁRTIRES, o conmemoración de SAN MATEO CORREA MAGALLANES Mártir Mexicano * MR pp. 679 y 878 [695 y 917] / Lecc I p. 572

ANTÍFONA DE ENTRADA

Ahora gozan en el cielo las almas de los santos, que siguieron en la tierra las huellas de Cristo; y, porque lo amaron hasta derramar su sangre por Él, con Cristo se gozan eternamente.

ORACIÓN COLECTA

Dios nuestro, fortaleza de los santos, que por medio de la cruz te dignaste llamar a la gloria a los santos mártires Pablo Miki y compañeros, concédenos, por su intercesión, que mantengamos firmemente hasta la muerte la fe que profesamos. Por nuestro Señor Jesucristo...

LITURGIA DE LA PALABRA

Se han acercado ustedes a Sión, el monte y la ciudad del Dios viviente.

De la carta a los hebreos: 12, 18-19. 21-24

Hermanos: Cuando ustedes se acercaron a Dios, no encontraron nada material, como en el Sinaí: ni fuego ardiente, ni oscuridad, ni tinieblas, ni huracán, ni estruendo de trompetas, ni palabras pronunciadas por aquella voz que los israelitas no querían volver a oír nunca.

En efecto, tan terrible era aquel espectáculo, que el mismo Moisés exclamó: ¡Estoy aterrorizado y tiemblo! Ustedes, en cambio, se han acercado a Sión, el monte y la ciudad del Dios viviente, a la Jerusalén celestial, a la reunión festiva de miles y miles de ángeles, a la asamblea de los primogénitos, cuyos nombres están escritos en el cielo. Se han acercado a Dios, que es el juez de todos los hombres, y a los espíritus de los justos que alcanzaron la perfección. Se han acercado a Jesús, el mediador de la nueva alianza, cuya sangre derramada es más elocuente que la de Abel. 

Palabra de Dios. 

Te alabamos, Señor.

Del salmo 47 

R/. Recordamos, Señor, tu gran amor.

Grande es el Señor y muy digno de alabanza, en la ciudad de nuestro Dios. Su monte santo, altura hermosa, es la alegría de toda la tierra. R/.

El monte Sión, en el extremo norte, es la ciudad del rey supremo. Entre sus baluartes ha surgido Dios como una fortaleza inexpugnable. R/.

Lo que habíamos oído, lo hemos visto en la ciudad del Dios de los ejércitos, en la ciudad de nuestro Dios, fundada para siempre por Dios mismo. R/.

Recordamos, Señor, tu gran amor en medio de tu templo. Tu renombre, Señor, y tu alabanza llenan el mundo entero. R/.


ACLAMACIÓN Mc 1, 15 



R/. Aleluya, aleluya.


El Reino de Dios ya está cerca, dice el Señor. Conviértanse y crean en el Evangelio. R/.


Envió a los discípulos de dos en dos.

Del santo Evangelio según san Marcos: 6, 7-13

En aquel tiempo, llamó Jesús a los Doce, los envió de dos en dos y les dio poder sobre los espíritus inmundos.

Les mandó que no llevaran nada para el camino: ni pan, ni mochila, ni dinero en el cinto, sino únicamente un bastón, sandalias y una sola túnica.

Y les dijo: "Cuando entren en una casa, quédense en ella hasta que se vayan de ese lugar. Si en alguna parte no los reciben ni los escuchan, al abandonar ese lugar, sacúdanse el polvo de los pies, como una advertencia para ellos".

Los discípulos se fueron a predicar la conversión. Expulsaban a los demonios, ungían con aceite a los enfermos y los curaban.

Palabra del Señor. 

Gloria a ti, Señor Jesús.

ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS

Recibe, Padre santo, las ofrendas que te presentamos en la conmemoración de estos santos mártires y a nosotros tus siervos concédenos permanecer siempre firmes en la confesión de tu nombre. Por Jesucristo, nuestro Señor.

ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN Lc 22, 28-30

Ustedes han perseverado conmigo en mis pruebas, dice el Señor, y yo les voy a dar el Reino, para que en él coman y beban a mi mesa.

ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN

Señor Dios, que en tus santos mártires manifestaste de modo admirable el misterio de la cruz, concede, benigno, que, fortalecidos por este sacrificio, permanezcamos fielmente adheridos a Cristo y trabajemos en la Iglesia por la salvación de todos. Por Jesucristo, nuestro Señor.

 * SAN MATEO CORREA MAGALLANES MR p. 883 [922] / Lecc. I p. 572 

 ANTÍFONA DE ENTRADA 

Este santo luchó hasta la muerte por la ley de Dios y no se aterrorizó ante la amenaza de los impíos, pues estaba afianzado sobre roca firme. 

 ORACIÓN COLECTA 

Dios omnipotente y misericordioso, que hiciste a tu mártir san Mateo Correa Magallanes superar los tormentos que padeció, concede a quienes celebramos el día de su triunfo, que, con tu protección, nos mantengamos invencibles ante las insidias del enemigo. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo y es Dios por los siglos de los siglos. 

 ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS 

Santifica, Señor, con tu bendición, los dones que te presentamos, para que, por tu gracia, nos inflamen en aquel fuego de tu amor con el que san Mateo Correa Magallanes venció en su cuerpo todos los tormentos. Por Jesucristo, nuestro Señor. 

 ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN Mt 16, 24 

El que quiera venir conmigo, que renuncie a sí mismo, que tome su cruz y que me siga, dice el Señor. 

 ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN 

Que el santo sacramento que recibimos, Señor, nos comunique aquella fortaleza de espíritu que hizo a tu mártir san Mateo Correa Magallanes fiel en tu servicio y victorioso en su pasión. Por Jesucristo, nuestro Señor. 

Nació en Tepechitlán, (Diócesis de Zacatecas), el 23 de julio de 1866. Párroco de Valparaíso, Zac. El Padre Mateo cumplió fielmente las obligaciones de su sacerdocio: evangelizar y servir a los más pobres, obedecer a su obispo, unirse a Cristo Sacerdote y Víctima, especialmente al convertirse en mártir a causa del sello sacramental. Fue perseguido continuamente y hecho prisionero varias veces, la última vez fue cuando iba a auxiliar a una persona enferma. Lo detuvieron algunos días 42 viernes 7 de febrero de 2025 en Fresnillo, Zac., y fue llevado después a Durango. Allí le pidió el general que confesara a unos presos y después le exigió que le revelara lo que había sabido en confesión, o de lo contrario le mataría. El señor Cura Correa respondió con dignidad: «Puede usted hacerlo, pero no ignore que un sacerdote debe guardar el secreto de la confesión. Estoy dispuesto a morir». Fue fusilado en el campo, a las afueras de la ciudad de Durango, el 6 de febrero de 1927 y así inició su verdadera vida aquel párroco abnegado y bondadoso.

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