Esfuércense en entrar por la puerta, que es angosta.
Todos nosotros, aun siendo muchos, formamos un solo cuerpo en Cristo, y todos y cada uno somos miembros los unos de los otros.
ORACIÓN COLECTA
Padre, concede a tu Iglesia, ser siempre fiel a su vocación de pueblo santo y que sus miembros sean uno, como tú, Padre, con tu Hijo y el Espíritu Santo son uno, para que se manifieste al mundo como sacramento de santidad y de unidad y lo conduzca a la plenitud de tu amor. Por nuestro Señor Jesucristo...
LITURGIA DE LA PALABRA
Todo contribuye al bien de los que aman a Dios.
De la carta del apóstol san Pablo a los romanos: 8, 26-30
Hermanos: El Espíritu nos ayuda en nuestra debilidad, porque nosotros no sabemos pedir lo que nos conviene; pero el Espíritu mismo intercede por nosotros con gemidos que no pueden expresarse con palabras. Y Dios, que conoce profundamente los corazones, sabe lo que el Espíritu quiere decir, porque el Espíritu ruega conforme a la voluntad de Dios, por los que le pertenecen.
Ya sabemos que todo contribuye para bien de los que aman a Dios, de aquellos que han sido llamados por Él según su designio salvador.
En efecto, a quienes conoce de antemano, los predestina para que reproduzcan en sí mismos la imagen de su propio Hijo, a fin de que Él sea el primogénito entre muchos hermanos. A quienes predestina, los llama; a quienes llama, los justifica; y a quienes justifica, los glorifica.
Palabra de Dios.
Te alabamos, Señor.
Del salmo 12
R/. Confío, Señor, en tu bondad.
Atiende y respóndeme, Señor, Dios mío Sigue dando luz a mis ojos y líbrame del sueño de la muerte, para que no digan mis adversarios que me han vencido ni se alegren de mi derrota. R/.
Pues yo confío en tu lealtad, mi corazón se alegra con tu salvación y cantaré al Señor por el bien que me ha hecho. R/.
ACLAMACIÓN (cfr. 2 Ts 2, 14)
R/. Aleluya, aleluya.
Dios nos ha llamado, por medio del Evangelio, a participar de la gloria de nuestro Señor Jesucristo. R/.
Vendrán del oriente y del poniente y participarán en el banquete del Reino de Dios.
Del santo Evangelio según san Lucas: 13, 22-30
En aquel tiempo, Jesús iba enseñando por ciudades y pueblos, mientras se encaminaba a Jerusalén. Alguien le preguntó: "Señor, ¿es verdad que son pocos los que se salvan?".
Jesús le respondió: "Esfuércense en entrar por la puerta, que es angosta, pues yo les aseguro que muchos tratarán de entrar y no podrán. Cuando el dueño de la casa se levante de la mesa y cierre la puerta, ustedes se quedarán afuera y se pondrán a tocar la puerta, diciendo: 'Señor, ábrenos'. Pero Él les responderá: 'No sé quiénes son ustedes'. Entonces le dirán con insistencia: 'Hemos comido y bebido contigo y tú has enseñado en nuestras plazas'. Pero Él replicará: 'Yo les aseguro que no sé quiénes son ustedes. Apártense de mí, todos ustedes los que hacen el mal'. Entonces llorarán ustedes y se desesperarán, cuando vean a Abraham, a Isaac, a Jacob y a todos los profetas en el Reino de Dios, y ustedes se vean echados fuera. Vendrán muchos del oriente y del poniente, del norte y del sur, y participarán en el banquete del Reino de Dios.
Pues los que ahora son los últimos, serán los primeros; y los que ahora son los primeros, serán los últimos".
Palabra del Señor.
Gloria a ti, Señor Jesús.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Por el memorial del amor infinito de tu Hijo que estamos celebrando, te pedimos, Señor, que tu Iglesia haga llegar a todos los hombres los frutos de la redención. Por Jesucristo, nuestro Señor.
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN (cfr. 1 Co 10, 17)
Todos nosotros, aunque somos muchos, formamos un solo cuerpo, porque comemos del mismo pan y participamos del mismo cáliz.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Por medio de este admirable sacramento, con el que fortaleces y alegras a tu Iglesia, concédenos, Señor, unirnos más íntimamente a Cristo, para edificar con nuestro trabajo cotidiano tu Reino eterno. Por Jesucristo, nuestro Señor.
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