Dan fruto; unos, el ciento por uno; otros, el sesenta; y otros, el treinta.
Misa por el sacerdote celebrante, A (Especialmente por un sacerdote que tiene fieles encomendados) MR, p. 1104 (1096) / Lecc. II, p. 602
ANTÍFONA DE ENTRADA Cfr. Col 1. 25. 28
He sido constituido ministro de la Iglesia, por disposición de Dios. Predico a Cristo a fin de que todos lleguen a ser perfectos en Cristo Jesús.
ORACIÓN COLECTA
Señor Dios, que no por mis méritos sino por la generosidad de tu gracia, quisiste ponerme al frente de esta familia tuya, concédeme desempeñar un ministerio sacerdotal digno de ti y guiar, con tu auxilio, a la comunidad que me has confiado. Por nuestro Señor Jesucristo ...
La ley fue dada por Dios a Moisés.
Del libro del Éxodo 20, 1-17
En aquellos días, el Señor promulgó estos preceptos para su pueblo en el monte Sinaí, diciendo: "Yo soy el Señor, tu Dios, que te sacó de la tierra de Egipto y de la esclavitud. No tendrás otros dioses fuera de mí; no te fabricarás ídolos ni imagen alguna de lo que hay arriba, en el cielo, o abajo, en la tierra, o en el agua, y debajo de la tierra. No adorarás nada de eso ni le rendirás culto, porque yo, el Señor, tu Dios, soy un Dios celoso, que castiga la maldad de los padres en los hijos hasta la tercera y cuarta generación de aquellos que me odian; pero soy misericordioso hasta la milésima generación de aquellos que me aman y cumplen mis mandamientos.
No harás mal uso del nombre del Señor, tu Dios, porque no dejará el Señor sin castigo a quien haga mal uso de su nombre.
Acuérdate de santificar el sábado. Seis días trabajarás y en ellos harás todos tus quehaceres; pero el día séptimo es día de descanso, dedicado al Señor, tu Dios. No harás en él trabajo alguno, ni tú, ni tu hijo, ni tu hija, ni tu esclavo, ni tu esclava, ni tus animales, ni el forastero que viva contigo. Porque en seis días hizo el Señor el cielo, la tierra, el mar y cuanto hay en ellos, pero el séptimo, descansó. Por eso bendijo el Señor el sábado y lo santificó.
Honra a tu padre y a tu madre para que vivas largos años en la tierra que el Señor, tu Dios, te va a dar. No matarás. No cometerás adulterio. No robarás. No darás falso testimonio contra tu prójimo. No codiciarás la casa de tu prójimo, ni a su mujer, ni a su esclavo, ni a su esclava, ni su buey, ni su burro ni cosa alguna que le pertenezca".
Palabra de Dios.
Te alabamos, Señor.
Del salmo 18
R/. Ayúdanos, Señor, a cumplir tu voluntad.
La ley del Señor es perfecta del todo y reconforta el alma; inmutables son las palabras del Señor y hacen sabio al sencillo. R/.
En los mandamientos de Dios hay rectitud y alegría para el corazón; son luz los preceptos del Señor para alumbrar el camino. R/.
La voluntad de Dios es santa y para siempre estable; los mandamientos del Señor son verdaderos y enteramente justos. R/.
Más deseables que el oro y las piedras preciosas las normas del Señor, y más dulces que la miel de un panal que gotea. R/.
ACLAMACIÓN cfr. Lc 8, 15
R/. Aleluya, aleluya.
Dichosos los que cumplen la palabra del Señor con un corazón bueno y sincero, y perseveran hasta dar fruto. R/.
Los que oyen la palabra de Dios y la entienden, ésos son los que dan fruto.
Del santo Evangelio según san Mateo 13, 18-23
En aquel tiempo, Jesús dijo a sus discípulos: "Escuchen ustedes lo que significa la parábola del sembrador. A todo hombre que oye la palabra del Reino y no la entiende, le llega el diablo y le arrebata lo sembrado en su corazón. Esto es lo que significan los granos que cayeron a lo largo del camino. Lo sembrado sobre terreno pedregoso significa al que oye la palabra y la acepta inmediatamente con alegría; pero, como es inconstante, no la deja echar raíces, y apenas le viene una tribulación o una persecución por causa de la palabra, sucumbe.
Lo sembrado entre los espinos representa a aquel que oye la palabra, pero las preocupaciones de la vida y la seducción de las riquezas, la sofocan y queda sin fruto.
En cambio, lo sembrado en tierra buena, representa a quienes oyen la palabra, la entienden y dan fruto; unos, el ciento por uno; otros, el sesenta; y otros, el treinta".
Palabra del Señor.
Gloria a ti, Señor Jesús.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Dios nuestro, que dispones con fuerza y suavidad el destino de los hombres, acepta los dones que tu bondad ha puesto en mis manos y, por el poder de este sacrificio, únenos, al pueblo y a su sacerdote, en un solo corazón, para que no le falte al pastor la docilidad de los fieles, ni a los fieles la solicitud del pastor. Por Jesucristo, nuestro Señor.
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN Jn 15, 9
Como el Padre me ama, así los amo yo a ustedes. Permanezcan en mi amor, dice el Señor.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Dios todopoderoso y eterno, origen y plenitud de todas las virtudes, concédeme, por la participación en este sacramento, llevar a cabo lo que es recto y predicar la verdad, para que, con la palabra y el ejemplo, lleve a los fieles al conocimiento de tu gracia. Por Jesucristo, nuestro Señor.
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