domingo, 15 de julio de 2012

LECTURAS DEL MARTES XV DEL T. ORDINARIO 17 DE JULIO



Jesús se puso a reprender a las ciudades que habían visto sus numerosos milagros, por no haberse convertido.





ANTÍFONA DE ENTRADA (Sal 87, 2-3)

Señor, Dios mío, de día te pido auxilio, de noche grito en tu presencia. Que llegue hasta ti mi súplica, presta oído a mi clamor.

ORACIÓN COLECTA

Padre santo y misericordioso, ya que sólo tú conoces los secretos de la conciencia y quién es inocente o quién necesita tu perdón, escucha nuestras súplicas por quienes están encarcelados, para que sobrelleven su pena con paciencia y esperanza y puedan retomar cuanto antes a los suyos, y sean recibidos sin resentimientos en la comunidad. Por nuestro Señor Jesucristo...

LITURGIA DE LA PALABRA

Si ustedes no creen en mí irán a la ruina.

Del libro del profeta Isaías: 7, 1-9


Cuando Ajaz, hijo de Jotam, hijo de Ozías, reinaba en Judá, Rasón rey de Siria, y Pécaj, hijo de Remalías y rey de Israel, fueron a Jerusalén para atacarla, pero no lograron conquistarla.

Cuando al heredero de David le llegó la noticia de que los sirios acampaban en Efraín, se estremeció su corazón y el del pueblo, como se estremecen los árboles del bosque, agitados por el viento.


Entonces el Señor le dijo a Isaías: "Sal al encuentro de Ajaz con tu hijo Sear Yasub, donde termina el canal de la alberca superior, junto a la calzada del batanero, y dile: ‘Mantente alerta, pero tranquilo. No le tengas miedo a ese par de tizones humeantes; no te acobardes ante la cólera de Rasón, rey de Siria, y de Pécaj, rey de Israel. No importa que tramen tu ruina, diciendo: Ataquemos a Judá, sitiémosla, conquistémosla y nombremos rey de ella al hijo de Tabel' ".

Esto dice el Señor: "Eso no llegará a suceder. Damasco es la capital de Siria y Rasón es el rey de Damasco; Samaria es la capital de Efraín y el hijo de Remalías es el rey de Samaria. Pues bien, dentro de sesenta y cinco años Efraín será destruido y dejará de ser pueblo. Y si ustedes no creen en mí, también irán a la ruina".

Palabra de Dios. 

Te alabamos, Señor.



Del salmo 47 

R/. Dios es nuestro defensor.



Grande es el Señor y muy digno de alabanza, en la ciudad de nuestro Dios. Su monte santo, altura hermosa, es la alegría de toda la tierra. R/.

El monte Sión, en el extremo norte, es la ciudad del rey supremo. Entre sus baluartes ha surgido Dios como una fortaleza inexpugnable. R/.

Los reyes se aliaron para atacarla juntos; pero al verla, quedaron aterrados y huyeron despavoridos. R/.

Allí los invadió el pánico y dolores como de parto; como un viento del desierto, que destroza las naves de Tarsis. R/.



ACLAMACIÓN (Cfr. Sal 94, 8) 





R/. Aleluya, aleluya. 



Hagámosle caso al Señor, que nos dice: "No endurezcan su corazón".


El día del juicio será menos riguroso para Tiro, Sidón y Sodoma que para otras ciudades.

Del santo Evangelio según san Mateo: 11, 20-24


En aquel tiempo, Jesús se puso a reprender a las ciudades que habían visto sus numerosos milagros, por no haberse convertido. Les decía:



"¡Ay de ti, Corozaín! ¡Ay de ti, Betsaida! Porque si en Tiro y en Sidón se hubieran realizado los milagros que se han hecho en ustedes, hace tiempo que hubieran hecho penitencia, cubiertas de sayal y de ceniza. Pero yo les aseguro que el día del juicio será menos riguroso para Tiro y Sidón, que para ustedes.

Y tú, Cafarnaúm, ¿crees que serás encumbrada basta el cielo? No. Serás precipitada en el abismo, porque si en Sodoma se hubieran realizado los milagros que en ti se han hecho, quizás estaría en pie hasta el día de hoy. Pero yo te digo que será menos riguroso el día del juicio para Sodoma que para ti".

Palabra del Señor. 

Gloria a ti, Señor Jesús.


ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS

Por este sacramento de la redención humana que vamos a ofrecerte, concede, Señor, a nuestros hermanos Cautivos retornar pronto al hogar y disfrutar siempre de libertad verdadera. Por Jesucristo, nuestro Señor.

ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN (Sal 68, 31. 34)

En mi cantar exaltaré tu nombre, proclamaré tu gloria agradecido. Porque el Señor jamás desoye al pobre ni desprecia al que se halla encadenado.

ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN

Por el Cuerpo y la Sangre de tu Hijo, que fueron el precio de nuestra libertad, te rogamos, Señor, que libres a nuestros hermanos de sus cadenas y les concedas servirte con fidelidad. Por Jesucristo, nuestro Señor.

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