"Si tú quieres, puedes curarme".
ANTÍFONA DE ENTRADA (Sal 91, 13-14)
Los justos crecerán como palmeras, se elevaran tan alto como cedros del Líbano, plantados en la casa del Señor en medio de sus patios darán flores.
ORACIÓN COLECTA
Dios nuestro, que concediste a san Antonio Abad dejar por tu amor cuanto tenia para servirte heroicamente en el desierto, otórganos, por sus méritos, superar nuestro egoísmo y amarte a ti sobre todas las cosas. Por nuestro Señor Jesucristo...
LITURGIA DE LA PALABRA
Anímense mutuamente mientras dura este "hoy".
De la carta a los hebreos: 3, 7-14
Hermanos: Oigamos lo que dice el Espíritu Santo en un salmo: Ojalá escuchen ustedes la voz del Señor, hoy. No endurezcan su corazón, como el día de la rebelión y el de la prueba en el desierto, cuando sus padres me pusieron a prueba y dudaron de mí, aunque habían visto mis obras durante cuarenta años. Por eso me indigne contra aquella generación y dije: "Es un pueblo de corazón extraviado, que no ha conocido mis caminos". Por eso jure en mi cólera que no entrarían en mi descanso.
Procuren, hermanos, que ninguno de ustedes tenga un corazón malo, que se aparte del Dios vivo por no creer en Él. más bien anímense mutuamente cada día, mientras dura este "hoy", para que ninguno de ustedes, seducido por el pecado, endurezca su corazón; pues si nos ha sido dado el participar de Cristo, es a condición de que mantengamos hasta el fin nuestra firmeza inicial.
Palabra de Dios.
Te alabamos, Señor.
Del salmo 94
R/. Señor, que no seamos sordos a tu voz.
Vengan, y puestos de rodillas, adoremos u bendigamos al Señor, que nos hizo, pues Él es nuestro Dios y nosotros, su pueblo; Él es nuestro pastor y nosotros, sus ovejas. R/.
Hagámosle caso al Señor, que nos dice: "No endurezcan su corazón, como el día de la rebelión en el desierto, cuando sus padres dudaron de mí, aunque habían visto mis obras. R/.
Durante cuarenta años sentí hastió de esta generación. Entonces dije: 'Este es un pueblo de corazón extraviado que no ha conocido mis caminos'. Por eso jure, lleno de cólera, que no entrarían en mi descanso". R/.
ACLAMACIÓN (Cfr. Mt 4, 23)
R/. Aleluya, aleluya.
Jesús predicaba la buena nueva del Reino y curaba a la gente de toda enfermedad. R/.
Se le quitó la lepra y quedó limpio.
Del santo Evangelio según san Marcos: 1, 40-45
En aquel tiempo, se le acercó a Jesús un leproso para suplicarle de rodillas: "Si tú quieres, puedes curarme". Jesús se compadeció de él, y extendiendo la mano, lo tocó y le dijo: "¡Si quiero: sana!". Inmediatamente se le quitó la lepra y quedó limpio.
Al despedirlo, Jesús le mando con severidad: "No se lo cuentes a nadie; pero para que conste, ve a presentarte al sacerdote y ofrece por tu purificación lo prescrito por Moisés".
Pero aquel hombre comenzó a divulgar tanto el hecho, que Jesús no podía ya entrar abiertamente en la ciudad, sino que se quedaba fuera, en lugares solitarios, a donde acudían a Él de todas partes.
Palabra del Señor.
Gloria a ti, Señor Jesús.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Acepta, Señor, estos dones que humildemente te presentamos en la conmemoración de san Antonio Abad, y líbranos de nuestro apego a los bienes materiales para que te poseamos a ti como única riqueza. Por Jesucristo, nuestro Señor.
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN (Mt 19, 21)
Si quieres ser perfecto, dice el Señor, vende lo que posees, reparte el dinero entre los pobres y después, ven y sígueme.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Por medio de esta Eucaristía, concédenos, Señor, la fuerza necesaria para vencer siempre, a ejemplo de san Antonio, las tentaciones del enemigo. Por Jesucristo, nuestro Señor.
NOTA: Para las Misas "Por la unidad de los cristianos", el Leccionario propone varias lecturas. Sugerimos aquí dos posibles modelos, que se pueden utilizar durante el octavario (18-25 de enero), incluso el domingo, conforme a lo que se indica en el Calendario Litúrgico 2013, publicado por la Comisión Episcopal para la Pastoral Litúrgica, (Si se utiliza entre semana, sólo se toma una de las dos primeras lecturas).
Formulario I:
1a. lectura: Dt 30, 1-4 [Lecc. III, n. 42, p. 336]
Salmo resp.: Jr 31,
(R/. Reúne, Señor, a tu pueblo)
[Lecc. III, n. 926, p. 960].
2a. lectura: 1 Tm 2, 5-8 [Lecc. III, n. 622, p. 750].
Aleluya: Que todos sean uno, como tú, Padre, en mí y yo
en ti somos uno, a fin de que el mundo crea
que tú me has enviado, dice el Señor (Jn 17, 21)
[Lecc. III, n. 1007, p. 986].
Evangelio: Jn 17, 20-26 [Lecc. III, n. 422, p. 613].
Formulario II:
1a. lectura: Ez 36, 24-28 [Lecc. III, n. 156, p. 423].
Salmo resp.: Sal 117,
(R/. La piedra que desecharon los constructores es ahora la piedra angular).
[Lec. III, n. 879, p. 929].
2a. lectura: Ef 4, 1-6 [Lecc. III, n. 590, p. 729].
Aleluya: Que la paz de Cristo reine en sus corazones,
esa paz a la que ustedes han sido llamados como miembros de un solo cuerpo (Col 3, 15) [Lecc. III, n. 1025, p. 991].
Evangelio: Mt 18, 19-22 [Lecc. III, n. 238, p. 482].
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