jueves, 24 de septiembre de 2015

LECTURAS DEL JUEVES XXV DEL T. ORDINARIO 24 DE SEPTIEMBRE NUESTRA SEÑORA DE LA MERCED O DE LA SANTA EUCARISTÍA (BLANCO O VERDE)


Nadie va al Padre si no es por mí, dice el Señor. 





ANTÍFONA DE ENTRADA Lc 1

Proclama mi alma la grandeza del Señor, porque auxilia a Israel, su siervo, acordándose de la misericordia, como lo había prometido a nuestros padres.

ORACIÓN COLECTA

Padre misericordioso, que enviaste al mundo a tu Hijo Jesucristo, Redentor de los hombres, con la maternal cooperación de la Virgen María, concede a cuantos la invocamos con el título de la Merced mantenernos en la verdadera libertad de hijos que Cristo Señor nos mereció con su sacrificio, y ofrecerla incansablemente a todos los hombres. Por nuestro Señor Jesucristo...

LITURGIA DE LA PALABRA

Construyan el templo para que pueda yo estar satisfecho.

Del libro del profeta Ageo: 1, 1-8


El día primero del mes sexto del año segundo del rey Darío, la palabra del Señor se dirigió, por medio del profeta Ageo, a Zorobabel, hijo de Sealtiel, gobernador de Judea, y a Josué, hijo de Yosadac, sumo sacerdote, y les dijo: "Esto dice el Señor de los ejércitos: 'Este pueblo mío anda diciendo que todavía no ha llegado el momento de reconstruir el templo'".

La palabra del Señor llegó por medio del profeta Ageo y dijo: "¿De modo que es tiempo de vivir en casas con paredes revestidas de cedro, mientras que mi casa está en ruinas? Pues ahora, dice el Señor de los ejércitos, reflexionen sobre su situación: han sembrado mucho, pero cosechado poco; han comido, pero siguen con hambre; han bebido, pero siguen con sed; se han vestido, pero siguen con frío, y los que trabajaron a sueldo echaron su salario en una bolsa rota". Esto dice el Señor de los ejércitos:

"Reflexionen, pues, sobre su situación. Suban al monte, traigan madera y construyan el templo, para que pueda yo estar satisfecho y mostrar en él mi gloria, dice el Señor".

Palabra de Dios. 

Te alabamos, Señor.


Del salmo 149

R/. El Señor es amigo de su pueblo.


Entonen al Señor un canto nuevo, en la reunión litúrgica proclámenlo. En su creador y rey, en el Señor, alégrese Israel, su pueblo santo. R/.

En honor de su nombre, que haya danzas, alábenlo con arpa y tamboriles. El Señor es amigo de su pueblo y otorga la victoria a los humildes. R/.

Que se alegren los fieles en el triunfo, que inunde el regocijo sus hogares, que alaben al Señor con sus palabras, pues en esto su pueblo se complace. R/.



ACLAMACIÓN Jn 14, 6 



R/. Aleluya, aleluya.

Yo soy el camino, la verdad y la vida; nadie va al Padre si no es por mí, dice el Señor. R/.


A Juan yo lo mandé decapitar. ¿Quién es entonces éste de quien oigo semejantes cosas?

Del santo Evangelio según san Lucas: 9, 7-9


En aquel tiempo, el rey Herodes se enteró de todos los prodigios que Jesús hacía y no sabía a qué atenerse, porque unos decían que Juan había resucitado; otros, que había regresado Elías, y otros, que había vuelto a la vida uno de los antiguos profetas.

Pero Herodes decía: "A Juan yo lo mandé decapitar. ¿Quién será, pues, éste del que oigo semejantes cosas?" Y tenía curiosidad de ver a Jesús.

 
Palabra del Señor. 

Gloria a ti, Señor Jesús.


ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS

Recibe, Señor, las ofrendas de tu pueblo, que celebra la obra de la inmensa caridad de Cristo, y confírmanos en el amor a ti y al prójimo, con el ejemplo de la gloriosa Virgen María. Por Jesucristo, nuestro Señor.

ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN Jn 2, 5

La madre de Jesús dijo a los sirvientes: «Hagan lo que él diga».

ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN

Recibido el sacramento de la redención y de la vida, te pedimos, Señor, por intercesión de la Virgen María de la Merced, nuestra Madre amantísima y celestial Patrona, que nos concedas cooperar más intensamente al misterio de la salvación de los hombres, y ser admitidos en la gloria de tu Reino. Por Jesucristo, nuestro Señor.

   Misa de la Sagrada Eucaristía



ANTÍFONA DE ENTRADA Cfr. Sal 80, 17

Alimentó a su pueblo con lo mejor del trigo y lo sació con miel sacada de la roca.

ORACIÓN COLECTA

Señor nuestro Jesucristo, que en este admirable sacramento nos dejaste el memorial de tu pasión, concédenos venerar de tal modo los sagrados misterios de tu Cuerpo y de tu Sangre, que experimentemos continuamente en nosotros el fruto de tu redención. Tú que vives y reinas con el Padre en la unidad del Espíritu Santo y eres Dios por los siglos de los siglos.

ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS

Señor, concede bondadoso, a tu Iglesia, los dones de la unidad y de la paz, significados místicamente en las ofrendas que te presentamos. Por Jesucristo, nuestro Señor.

ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN Jn 6, 56

El que come mi carne y bebe mi sangre, permanece en mí y yo en él, dice el Señor.

ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN

Concédenos, Señor Jesucristo, disfrutar eternamente del gozo de tu divinidad que ahora pregustamos, en la comunión de tu Cuerpo y de tu Sangre. Tú que vives y reinas por los siglos de los siglos.

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