domingo, 29 de octubre de 2023

LECTURAS DEL LUNES XXX DEL T. ORDINARIO 30 DE OCTUBRE (VERDE)

 

Le impuso las manos y, al instante, la mujer se enderezó y empezó a alabar a Dios.




Misa para dar gracias a Dios, B MR, pp. 1163-1164 (1155-1156) / Lecc. II, p. 938


SAN MARCELO CENTURIÓN MÁRTIR

ANTÍFONA DE ENTRADA Ef 5, 19-20

Canten con todo el corazón las alabanzas al Señor. Den continuamente gracias a Dios Padre por todas las cosas, en nombre de nuestro Señor Jesucristo.

ORACIÓN COLECTA

Dios, Padre de todos los dones, de quien procede cuanto somos y tenemos, enséñanos a reconocer los beneficios de tu inmensa generosidad, y a amarte con sincero corazón y con todas nuestras fuerzas. Por nuestro Señor Jesucristo...

LITURGIA DE LA PALABRA

Ustedes han recibido el espíritu de hijos, en virtud del cual podemos llamar Padre a Dios.

De la carta del apóstol san Pablo a los romanos: 8, 12-17

Hermanos: Nosotros no estamos sujetos al desorden egoísta del hombre, para hacer de ese desorden nuestra regla de conducta. Pues si ustedes viven de ese modo, ciertamente serán destruidos. Por el contrario, si con la ayuda del Espíritu destruyen sus malas acciones, entonces vivirán.

Los que se dejan guiar por el Espíritu de Dios, ésos son hijos de Dios. No han recibido ustedes un espíritu de esclavos, que los haga temer de nuevo, sino un espíritu de hijos, en virtud del cual podemos llamar Padre a Dios. El mismo Espíritu Santo, a una con nuestro propio espíritu, da testimonio de que somos hijos de Dios. Y si somos hijos, somos también herederos de Dios y coherederos con Cristo, puesto que sufrimos con Él para ser glorificados junto con Él.

Palabra de Dios. 


Te alabamos, Señor.

Del salmo 67 

R/. Bendito sea el Señor, que nos salva.

Cuando el Señor actúa, sus enemigos se dispersan y huyen ante su faz los que lo odian. Ante el Señor, su Dios, gocen los justos y salten de alegría. R/.

Porque el Señor, desde su templo santo, a huérfanos y viudas da su auxilio; Él fue quien dio a los desvalidos casa, libertad y riqueza a los cautivos. R/. 

Bendito sea el Señor, día tras día, que nos lleve en sus alas y nos salve. Nuestro Dios es un Dios de salvación, porque puede librarnos de la muerte. R/.

ACLAMACIÓN  Cfr. Jn 17, 17




R/. Aleluya, aleluya.


Tu palabra, Señor, es la verdad; santifícanos en la verdad. R/.

¿No era bueno desatar a esta hija de Abraham de esa atadura, aun en día de sábado?

Del santo Evangelio según san Lucas: 13, 10-17

Un sábado, estaba Jesús enseñando en una sinagoga. Había ahí una mujer que llevaba dieciocho años enferma por causa de un espíritu malo. Estaba encorvada y no podía enderezarse. Al verla, Jesús la llamó y le dijo: "Mujer, quedas libre de tu enfermedad". Le impuso las manos y, al instante, la mujer se enderezó y empezó a alabar a Dios.

Pero el jefe de la sinagoga, indignado de que Jesús hubiera hecho una curación en sábado, le dijo a la gente: "Hay seis días de la semana en que se puede trabajar; vengan, pues, durante esos días a que los curen y no el sábado".

Entonces el Señor dijo: "¡Hipócritas! ¿Acaso no desata cada uno de ustedes su buey o su burro del pesebre para llevarlo a abrevar, aunque sea sábado? Y a esta hija de Abraham, a la que Satanás tuvo atada durante dieciocho años, ¿no era bueno desatarla de esa atadura, aun en día de sábado?"

Cuando Jesús dijo esto, sus enemigos quedaron en vergüenza; en cambio, la gente se alegraba de todas las maravillas que Él hacía.

Palabra del Señor. 


Gloria a ti, Señor Jesús.

ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS

Te ofrecemos, Señor, este sacrificio de alabanza y te suplicamos que nos concedas que lo que nos has dado sin méritos nuestros, lo dediquemos a la gloria de tu nombre. Por Jesucristo, nuestro Señor.

ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN Sal 137, 1

Te damos gracias, Señor, de todo corazón, porque escuchaste nuestros ruegos.

O bien: Sal 115, 12-13

¿Cómo le pagaré al Señor todo el bien que me ha hecho? Levantaré el cáliz de salvación e invocaré el nombre del Señor.

ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN

Señor Dios, que nos has entregado como alimento espiritual el sacramento salvífico de tu Hijo, que te ofrecimos en acción de gracias, concédenos estar de tal manera sostenidos con los dones de fortaleza y alegría, que podamos servirte con más entrega y merezcamos así alcanzar nuevos beneficios tuyos. Por Jesucristo, nuestro Señor.

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