lunes, 16 de diciembre de 2024

LECTURAS DEL MARTES III DE ADVIENTO 17 DE DICIEMBRE (MORADO)

 

Genealogía de Jesucristo.





Feria Mayor de Adviento "O sapientia" * "¡Oh, sabiduría!" MR, p. 142 (166) / Lecc. I, p. 401 [Estas ferias prevalecen sobre las memorias de los Santos]



ANTÍFONA DE ENTRADA Cfr. Is 49, 13

Alégrense los cielos y regocíjese la tierra, porque vendrá el Señor y tendrá compasión de sus pobres.

ORACIÓN COLECTA

Señor, Dios, creador y redentor del género humano, que quisiste que tu Palabra se encarnara en el seno purísimo de la siempre Virgen María, atiende, propicio, a nuestras súplicas, y haz que tu Unigénito, revestido de nuestra humanidad, se digne hacernos partícipes de su vida divina. Él, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo y es Dios por los siglos de los siglos.

LITURGIA DE LA PALABRA 

No se apartará de Judá el cetro.

Del libro del Génesis: 49, 2. 8-10

En aquellos días, Jacob llamó a sus hijos y les habló así: "Acérquense y escúchenme, hijos de Jacob; escuchen a su padre, Israel. A ti, Judá, te alabarán tus hermanos; pondrás la mano sobre la cabeza de tus enemigos; se postrarán ante ti los hijos de tu padre. 

Cachorro de león eres, Judá: has vuelto de matar la presa, hijo mío, y te has echado a reposar, como un león. ¿Quién se atreverá a provocarte?

No se apartará de Judá el cetro, ni de sus descendientes, el bastón de mando, hasta que venga aquel a quien pertenece y a quien los pueblos le deben obediencia". 

Palabra de Dios.  

Te alabamos, Señor.

Del salmo 71 

R/. Ven, Señor, rey de justicia y de paz.

Comunica, Señor, al rey tu juicio, y tu justicia al que es hijo de reyes; así tu siervo saldrá en defensa de tus pobres y regirá a tu pueblo justamente. R/.

Justicia y paz ofrecerán al pueblo las colinas y los montes. El rey hará justicia al oprimido y salvará a los hijos de los pobres. R/.

Florecerá en sus días la justicia y reinará la paz, era tras era. De mar a mar se extenderá su reino y de un extremo al otro de la tierra. R/.

Que bendigan al Señor eternamente, y tanto como el sol, viva su nombre. Que Él sea la bendición del mundo entero y lo aclamen dichoso las naciones. R/.

ACLAMACIÓN 








R/. Aleluya, aleluya.

Sabiduría del Altísimo, que dispones todas las cosas con fortaleza y con suavidad, ven a enseñarnos el camino de la vida. R/.


Genealogía de Jesucristo, hijo de David.

Del santo Evangelio según san Mateo: 1, 1-17

Genealogía de Jesucristo, hijo de David, hijo de Abraham: Abraham engendró a Isaac, Isaac a Jacob, Jacob a Judá y a sus hermanos; Judá engendró de Tamar a Fares y a Zará; Fares a Esrom, Esrom a Aram, Aram a Aminadab, Aminadab a Naasón, Naasón a Salmón, Salmón engendró de Rajab a Booz; Booz engendró de Rut a Obed, Obed a Jesé, y Jesé al rey David.

David engendró de la mujer de Urías a Salomón, Salomón a Roboam, Roboam a Abiá, Abiá a Asaf, Asaf a Josafat, Josafat a Joram, Joram a Ozías, Ozías a Joatam, Joatam a Acaz, Acaz a Ezequías, Ezequías a Manasés, Manasés a Amón, Amón a Josías, Josías engendró a Jeconías y a sus hermanos durante el destierro en Babilonia.

Después del destierro en Babilonia, Jeconías engendró a Salatiel, Salatiel a Zorobabel, Zorobabel a Abiud, Abiud a Eliaquim, Eliaquim a Azor, Azor a Sadoc, Sadoc a Aquim, Aquim a Eliud, Eliud a Eleazar, Eleazar a Matán, Matán a Jacob, y Jacob engendró a José, el esposo de María, de la cual nació Jesús, llamado Cristo. De modo que el total de generaciones, desde Abraham hasta David, es de catorce; desde David hasta la deportación a Babilonia, es de catorce, y desde la deportación a Babilonia hasta Cristo, es de catorce.

Palabra del Señor. 

Gloria a ti, Señor Jesús.

ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS

Santifica, Señor, estos dones de tu Iglesia y concédenos que, por estos venerables misterios, merezcamos ser plenamente reanimados por este pan celestial. Por Jesucristo, nuestro Señor.

Prefacio II o IV de Adviento

ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN Cfr. Ag 2, 8

Miren que vendrá el deseado de todas las naciones, y la casa del Señor se llenará de gloria.

ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN

Te rogamos, Dios todopoderoso, que saciados ya por estos sagrados dones, hagamos nuestro el anhelo de resplandecer, encendidos en la luz de tu Espíritu, como estrellas luminosas, ante la mirada de tu Hijo Jesucristo, que ya viene a nosotros. Él, que vive y reina por los siglos de los siglos.



Puede utilizarse la fórmula de bendición solemne.

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