Le dijo Pedro: "Señor, si eres tú, mándame ir a ti caminando sobre el agua".
ANTÍFONA DE ENTRADA Ef 6, 2-3
Honrarás a tu padre y a tu madre es un mandamiento muy importante, que lleva consigo esta promesa: Te irá bien y vivirás largo tiempo en la tierra.
ORACIÓN COLECTA
Señor Dios, ya que en tu designio tiene su sólido fundamento la familia, atiende misericordiosamente las súplicas de tus siervos y concédenos que, siguiendo el ejemplo de la Sagrada Familia de tu Hijo Unigénito en el don de su amor y en sus virtudes domésticas, disfrutemos de la eterna recompensa, en la alegría de tu casa. Por nuestro Señor Jesucristo ...
LITURGIA DE LA PALABRA
Por tus enormes pecados te he tratado así. - Yo haré volver a los cautivos de Israel.
Del libro del profeta Jeremías: 30, 1-2. 12-15. 18-22
Estas palabras le fueron dirigidas a Jeremías de parte del Señor: "Esto dice el Señor, Dios de Israel: 'Escribe en un libro todas las palabras que te he dicho'". "Esto dice el Señor: 'Tu quebranto es irremediable e incurables tus heridas. Estás desahuciado. Hay heridas que tienen curación, pero las tuyas no tienen remedio. Todos tus amantes te han olvidado y ya no preguntan por ti. Como si fuera tu enemigo, te herí y te impuse un cruel castigo por tu gran culpa, por tus enormes pecados. ¿Por qué te quejas de tus heridas? Tu dolor es irremediable. Por tu gran culpa, por tus enormes pecados te he tratado así' ".
"Esto dice el Señor: 'Yo cambiaré la suerte del pueblo de Israel: lo haré volver a su patria; me apiadaré de sus casas, la ciudad será reedificada sobre sus propias ruinas y el templo será reconstruido tal como era. Se escucharán himnos de alabanza y los cantos de un pueblo que se alegra. Y los multiplicaré y ya no serán pocos, los honraré y ya no serán despreciados; sus hijos serán como eran antes, la comunidad que está delante de mí, y yo castigaré a todos sus enemigos.
Un príncipe nacerá de mi pueblo, uno de ellos mismos será su jefe. Yo lo haré acercarse y él vendrá hasta mí; porque, sino, ¿Quién se atreverá a acercarse a mí? Ustedes serán mi pueblo y yo seré su Dios'".
Palabra de Dios.
Te alabamos, Señor.
Del salmo 101
R/.El Señor es nuestro Dios.
Cuando el Señor reedifique a Sión y aparezca glorioso, cuando oiga el clamor del oprimido y no se muestre a sus plegarias sordo, entonces al Señor temerán todos los pueblos y su gloria verán los poderosos. R/.
Esto se escribirá para el futuro y alabará al Señor el pueblo nuevo, porque el Señor, desde su altura santa, ha mirado a la tierra desde el cielo, para oír los gemidos del cautivo y librar de la muerte al prisionero. R/.
Bajo tu protección, Señor, habitarán los hijos de tus siervos y se establecerán sus descendientes. Tu nombre en Sión alabarán por eso, cuando en Jerusalén, a darte culto, se reúnan, Señor, todos los pueblos. R/.
ACLAMACIÓN Jn 1. 49
R/. Aleluya, aleluya.
Maestro, tú eres el Hijo de Dios, tú eres el rey de Israel. R/.
Mándame ir a ti caminando sobre el agua.
Del santo Evangelio según san Mateo: 14, 22-36
En aquel tiempo, inmediatamente después de la multiplicación de los panes, Jesús hizo que sus discípulos subieran a la barca y se dirigieran a la otra orilla, mientras él despedía a la gente. Después de despedirla, subió al monte a solas para orar. Llegada la noche, estaba él solo allí.
Entre tanto, la barca iba ya muy lejos de la costa y las olas la sacudían, porque el viento era contrario. A la madrugada, Jesús fue hacia ellos, caminando sobre el agua. Los discípulos, al verlo andar sobre el agua, se espantaron y decían: "¡Es un fantasma!". Y daban gritos de terror. Pero Jesús les dijo enseguida: "Tranquilícense y no teman. Soy yo".
Entonces le dijo Pedro: "Señor, si eres tú, mándame ir a ti caminando sobre el agua". Jesús le contestó: "Ven". Pedro bajó de la barca y comenzó a caminar sobre el agua hacia Jesús; pero al sentir la fuerza del viento, le entró miedo, comenzó a hundirse y gritó: "¡Sálvame, Señor!". Inmediatamente Jesús le tendió la mano, lo sostuvo y le dijo: "Hombre de poca fe, ¿por qué dudaste?"
En cuanto subieron a la barca, el viento se calmó. Los que estaban en la barca se postraron ante Jesús, diciendo: "Verdaderamente tú eres el Hijo de Dios". Terminada la travesía, llegaron a Genesaret. Apenas lo reconocieron los habitantes de aquel lugar, pregonaron la noticia por toda la región y le trajeron a todos los enfermos. Le pedían que los dejara tocar siquiera el borde de su manto; y cuantos lo tocaron, quedaron curados.
Palabra del Señor.
Gloria a ti, Señor Jesús.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Al ofrecerte, Señor, este sacrificio de reconciliación, te suplicamos humildemente que conserves a nuestras familias en tu gracia y en tu paz. Por Jesucristo, nuestro Señor.
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN 15 49, 15
¿Puede acaso una madre olvidarse de su criatura? Aunque hubiera una que se olvidara, yo nunca me olvidaré de ti, dice el Señor.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Padre clementísimo, haz que aquellos que alimentaste con el sacramento celestial, imiten sin cesar los ejemplos de la Sagrada Familia de tu Unigénito para que, después de las pruebas de esta vida, logren estar en su compañía por toda la eternidad. Por Jesucristo, nuestro Señor.
O bien:
Memoria de san Eusebio de Vercelli, obispo MR, p. 798 (786)
Obispo de Vercelli (en el Piamonte, Italia) de 345 a 371, fue desterrado al Oriente por su fidelidad a la fe en la divinidad de Jesucristo, definida en el Concilio de Nicea. Al volver del desierto (361), instaura una vida de comunidad con los clérigos que compartían con él su actividad pastoral, lo cual fue una verdadera innovación.
Del Común de pastores: para un obispo, MR, p. 943 (935).
ANTÍFONA DE ENTRADA Cfr. Ez 34, 11. 23-24
Buscaré a mis ovejas, dice el Señor, y les daré un pastor que las apaciente, y yo, el Señor, seré su Dios.
ORACIÓN COLECTA
Concédenos, Señor Dios, que imitemos la constancia del obispo san Eusebio de Vercelli en defender la divinidad de tu Hijo, para que, manteniéndonos firmes en la fe que él enseñó, merezcamos participar de la misma vida de tu Hijo. El, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo y es Dios por los siglos de los siglos.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Mira favorablemente, Señor, las ofrendas que presentamos en tu altar en esta festividad de san Eusebio Vercelli, para que nos alcancen tu perdón y den gloria a tu nombre. Por Jesucristo, nuestro Señor.
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN Cfr. Jn 15, 16
No son ustedes los que me han elegido, dice el Señor, soy yo quien los ha elegido y los ha destinado para que vayan y den fruto y su fruto permanezca.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Alimentados por estos sagrados misterios, Señor, te suplicamos humildemente que, a ejemplo de san Eusebio Vercelli, nos esforcemos en profesar lo que él creyó y en poner en práctica lo que enseñó. Por Jesucristo, nuestro Señor.
O bien:
San Pedro Julián Eymard, presbítero MR, p. 798 (786)
Nació en la ciudad de La Mure, en Francia, el año de 1811. Tras ser ordenado presbítero y haberse dedicado al cuidado pastoral durante algunos años, ingresó en la Sociedad de María. Eximio devoto del misterio eucarístico estableció varias congregaciones de religiosos, tanto varones como de mujeres, dedicados a dar culto a la Eucaristía, y desplegó muchas iniciativas, todas muy eficaces para promover entre personas de todos los niveles el amor a la Eucaristía. Murió el 10 de agosto de 1868, en su ciudad natal.
Del Común de los santos y santas: para los religiosos, MR, p. 973 (965), o del Común de pastores: para un pastor: p. 947 (939).
ORACIÓN COLECTA
Dios nuestro, que concediste a san Pedro Julián Eymard un maravilloso amor hacia los sagrados misterios del Cuerpo y de la Sangre de tu Hijo, concédenos, propicio, que también nosotros gustemos como él de la gracia de este divino sacramento. Por nuestro Señor Jesucristo ...
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