lunes, 25 de julio de 2011

LECTURAS DEL MARTES XVII DEL T. ORDINARIO SAN JOAQUÍN Y SANTA ANA 26 DE JULIO


EL JARDINERO INVISIBLE





Ex 33, 7-11; 34, 5-9. 28; Mt 13, 36-43

La magnanimidad y la inconmensurable compasión divina resplandecen en el relato del Éxodo. Dios se manifiesta con aquello que más lo transparenta: su clemencia y su misericordia desbordante que traspasa a una y otra generación. Moisés experimentó en reiteradas ocasiones la compasión divina. En el fondo del relato alegórico de la cizaña emerge el mismo mensaje: Dios espera pacientemente que nuestras decisiones se apeguen al proyecto del Reino. Cuando en vez de fructificar como trigo, vivimos como la parasitaria cizaña, Él no nos arranca, sino que nos sigue podando y buscando, para que rindamos buenas cuentas al tiempo de la cosecha.

ANTÍFONA DE ENTRADA

Benditos sean san Joaquín y santa Ana, porque fueron los padres de la Virgen María; por ella nos ha venido la salvación prometida a todas las naciones.


ORACIÓN COLECTA


Dios de nuestros padres, que concediste a san Joaquín y a santa Ana el privilegio de ser los padres de María, la madre del Salvador, ayúdanos, por su intercesión, a alcanzar la salvación eterna. Por nuestro Señor Jesucristo...


LITURGIA DE LA PALABRA

El Señor hablaba con Moisés cara a cara.


Del libro del Éxodo: 33, 7-11; 34, 5-9. 28



En aquellos días, Moisés tomó la tienda que había llamado "de la reunión" y la colocó a cierta distancia, fuera del campamento, de modo que todo el que deseaba consultar al Señor, tenía que salir fuera del campamento.



Cuando Moisés iba hacia la tienda, todo el pueblo se levantaba, se quedaba de pie a la entrada de sus tiendas y seguía con la vista a Moisés, hasta que entraba en la tienda de la reunión. Una vez que Moisés entraba en ella, la columna de nube bajaba y se detenía a la puerta, mientras el Señor hablaba con Moisés. Todo el pueblo, al ver la columna de nube detenida en la puerta de la tienda de la reunión, se levantaba y cada uno se postraba junto a la entrada de su tienda.


El Señor hablaba con Moisés cara a cara, como habla un hombre con su amigo. Luego volvía Moisés al campamento, pero su ayudante, el joven Josué, hijo de Nun, no se alejaba de la tienda de la reunión.
Moisés invocó el nombre del Señor, y entonces el Señor pasó delante de él y exclamó: "¡El Señor todopoderoso es un Dios misericordioso y clemente, lento para enojarse y rico en amor y fidelidad; Él mantiene su amor por mil generaciones y perdona la maldad, la rebeldía y el pecado, pero no los deja impunes, pues castiga la maldad de los padres en los hijos, nietos y bisnietos!".


Al instante Moisés cayó de rodillas y se postró ante Él, diciendo: "Si de veras gozo de tu favor, te suplico, Señor, que vengas con nosotros, aunque seamos un pueblo de cabeza dura. Perdona nuestras maldades y pecados, y recíbenos como herencia tuya".


Moisés estuvo con el Señor cuarenta días y cuarenta noches, sin comer pan ni beber agua. Y escribió en las tablas las palabras de la alianza, los diez mandamientos.


 Palabra de Dios.


 Te alabamos, Señor.




Del salmo 102
R/. El Señor es compasivo y misericordioso.



El Señor hace justicia y le da la razón al oprimido. A Moisés le mostró su bondad y sus prodigios al pueblo de Israel. R/.


El Señor es compasivo y misericordioso, lento para enojarse y generoso para perdonar. El Señor no estará siempre enojado, ni durará para siempre su rencor. R/.


No nos trata como merecen nuestras culpas, ni nos paga según nuestros pecados. Como un padre es compasivo con sus hijos, así es de grande su misericordia. R/.


Así como un padre es compasivo con sus hijos, así es compasivo el Señor con quien lo ama, pues bien sabe Él de lo que estamos hechos y de que somos barro, no se olvida. R/.




ACLAMACIÓN


 R/. Aleluya, aleluya.


La semilla es la palabra de Dios y el sembrador es Cristo; todo aquel que lo encuentra vivirá para siempre. R/.



Así como recogen la cizaña y la queman, así será el fin del mundo.


Del santo Evangelio según san Mateo: 13, 36-43



En aquel tiempo, Jesús despidió a la multitud y se fue a su casa. Entonces se le acercaron sus discípulos y le dijeron: "Explícanos la parábola de la cizaña sembrada en el campo".



Jesús les contestó: "El sembrador de la buena semilla es el Hijo del hombre; el campo es el mundo; la buena semilla son los ciudadanos del Reino; la cizaña son los partidarios del maligno; el enemigo que la siembra es el diablo, el tiempo de la cosecha es el fin del mundo, y los segadores son los ángeles.


Y así como recogen la cizaña y la queman en el fuego, así sucederá al fin del mundo: el Hijo del hombre enviará a sus ángeles para que arranquen de su Reino a todos los que inducen a otros al pecado y a todos los malvados, y los arrojen en el horno encendido. Allí será el llanto y la desesperación. Entonces los justos brillarán como el sol en el Reino de su Padre. El que tenga oídos, que oiga".


 Palabra del Señor.


 Gloria a ti, Señor Jesús.



ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS


Acepta, Señor, el sacrificio que vamos a ofrecerte y concédenos participar por él de la salvación prometida en Cristo a Abraham y a su descendencia. Por Jesucristo, nuestro Señor.


ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN (cfr. Sal 23, 5)


Dichosos los corazones limpios porque han recibido la bendición del Señor y han encontrado gracia delante de Dios, su salvador.


ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN


Padre santo, que quisiste que tu Unigénito se hiciera hermano nuestro para convertirnos en hijos tuyos, concede a quienes has alimentado con el Cuerpo y la Sangre de Cristo un verdadero espíritu filial y una sincera caridad fraterna. Por Jesucristo, nuestro Señor.

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