domingo, 5 de junio de 2011

LECTURAS DEL DOMINGO DE LA ASCENSION DEL SEÑOR 5 DE JUNIO

"Lo constituyó cabeza suprema de la Iglesia, que es su cuerpo."





5 Hch 1, 1-11; Ef 1, 17-23; Mt 28, 16-20
El reencuentro entre Jesús resucitado y sus discípulos tendría que ocurrir en Galilea. Si la comunión entre Jesús y los suyos había quedado rota luego de su desbandada el día de su ejecución, la reconstrucción del grupo iniciaría en el sitio mismo donde Jesús los había convocado. Tanto el evangelio como el libro de los Hechos presentan el lanzamiento de la misión en un cerro de Galilea. La Carta a los Efesios nos ubica frente a la presencia de Jesús glorioso, que ha sido reivindicado por el Padre y constituido cabeza de la Iglesia, es decir, pionero de una comunidad de discípulos que testimoniarán, con la fuerza del Espíritu, el acontecimiento de la pascua y de la existencia plena.


ANTÍFONA DE ENTRADA (Hch 1, 11)

Hombres de Galilea, ¿qué hacen allí parados mirando al cielo? Ese mismo Jesús, que los ha dejado para subir al cielo, volverá como lo han visto marcharse. Aleluya.

Se dice Gloria.

ORACIÓN COLECTA

Llena, Señor, nuestro corazón de gratitud y de alegría por la gloriosa ascensión de tu Hijo, ya que su triunfo es también nuestra victoria, pues a donde llegó Él, nuestra cabeza, tenemos la esperanza cierta de llegar nosotros, que somos su cuerpo. Por nuestro Señor Jesucristo...

LITURGIA DE LA PALABRA
Se fue elevando a la vista de sus apóstoles.


 
Del libro de los Hechos de los Apóstoles: 1, 1-11

En mi primer libro, querido Teófilo, escribí acerca de todo lo que Jesús hizo y enseñó, hasta el día en que ascendió al cielo, después de dar sus instrucciones, por medio del Espíritu Santo, a los apóstoles que había elegido. A ellos se les apareció después de la pasión, les dio numerosas pruebas de que estaba vivo y durante cuarenta días se dejó ver por ellos y les habló del Reino de Dios.
Un día, estando con ellos a la mesa, les mandó: "No se alejen de Jerusalén. Aguarden aquí a que se cumpla la promesa de mi Padre, de la que ya les he hablado: Juan bautizó con agua; dentro de pocos días ustedes serán bautizados con el Espíritu Santo".
Los ahí reunidos le preguntaban: "Señor, ¿ahora sí vas a restablecer la soberanía de Israel?". Jesús les contestó: "A ustedes no les toca conocer el tiempo y la hora que el Padre ha determinado con su autoridad; pero cuando el Espíritu Santo descienda sobre ustedes, los llenará de fortaleza y serán mis testigos en Jerusalén, en toda Judea, en Samaria y hasta los últimos rincones de la tierra".

Dicho esto, se fue elevando a la vista de ellos, hasta que una nube lo ocultó a sus ojos. Mientras miraban fijamente al cielo, viéndolo alejarse, se les presentaron dos hombres vestidos de blanco, que les dijeron: "Galileos, ¿qué hacen allí parados, mirando al cielo? Ese mismo Jesús que los ha dejado para subir al cielo, volverá como lo han visto alejarse".

Palabra de Dios.


Te alabamos, Señor.


Del salmo 46


 

R/. Entre voces de júbilo, Dios asciende a su trono. Aleluya.


Aplaudan, pueblos todos; aclamen al Señor, de gozo llenos; que el Señor, el Altísimo, es terrible y de toda la tierra, rey supremo. R/.

Entre voces de júbilo y trompetas, Dios, el Señor, asciende hasta su trono. Cantemos en honor de nuestro Dios, al rey honremos y cantemos todos. R/.

Porque Dios es el rey del universo, cantemos el mejor de nuestros cantos. Reina Dios sobre todas las naciones desde su trono santo. R/.



Lo hizo sentar a su derecha en el cielo.


De la carta del apóstol san Pablo a los efesios: 1, 17-23

 
Hermanos: Pido al Dios de nuestro Señor Jesucristo, el Padre de la gloria, que les conceda espíritu de sabiduría y de revelación para conocerlo.

Le pido que les ilumine la mente para que comprendan cuál es la esperanza que les da su llamamiento, cuán gloriosa y rica es la herencia que Dios da a los que son suyos y cuál la extraordinaria grandeza de su poder para con nosotros, los que confiamos en Él, por la eficacia de su fuerza poderosa.

Con esta fuerza resucitó a Cristo de entre los muertos y lo hizo sentar a su derecha en el cielo, por encima de todos los ángeles, principados, potestades, virtudes y dominaciones, y por encima de cualquier persona, no sólo del mundo actual sino también del futuro.

Todo lo puso bajo sus pies y a Él mismo lo constituyó cabeza suprema de la Iglesia, que es su cuerpo, y la plenitud del que lo consuma todo en todo.


Palabra de Dios.


Te alabamos, Señor.



ACLAMACIÓN (Mt 28, 19. 20)


 R/. Aleluya, aleluya.



Vayan y enseñen a todas las naciones, dice el Señor, y sepan que yo estaré con ustedes todos los días, hasta el fin del mundo. R/.


Me ha sido dado todo poder en el cielo y en la tierra.


 Del santo Evangelio según san Mateo: 28, 16-20

En aquel tiempo, los once discípulos se fueron a Galilea y subieron al monte en el que Jesús los había citado. Al ver a Jesús, se postraron, aunque algunos titubeaban. Entonces, Jesús se acercó a ellos y les dijo: "Me ha sido dado todo poder en el cielo y en la tierra. Vayan, pues, y enseñen a todas las naciones, bautizándolas en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo, y enseñándolas a cumplir todo cuanto yo les he mandado; y sepan que yo estaré con ustedes todos los días, hasta el fin del mundo".






Palabra del Señor.


Gloria a ti, Señor Jesús.


Credo


PLEGARIA UNIVERSAL


Unidos a Jesús, pidamos al Padre por nosotros, por la Iglesia y por la humanidad entera.
Pidamos que envíe su Espíritu y nos renueve.

A cada petición diremos: Envíanos tu Espíritu, Señor.

1. Por nuestra comunidad, nuestra parroquia y por nuestra diócesis. Para que crezcamos cada día en la fidelidad al Evangelio. Oremos.

2.Por nuestros familiares y amigos que no se sienten cristianos. Para que nosotros sepamos darles un buen testimonio de fe y de entrega a los demás. Oremos.

3.Por los países que sufren a causa de la guerra o del hambre. Para que puedan alcanzar una vida digna y en paz. Oremos.

4.Por los periodistas y por todos los que trabajan en los medios de comunicación. Para que se esfuercen siempre al servicio de la verdad y de la concordia. Oremos.

5.Por nosotros. Para que nuestra celebración de la Eucaristía sea todos los domingos un encuentro vivo e intenso con el Señor resucitado. Oremos.


Escucha, Padre, nuestra oración, y envía tu Espíritu Santo, sobre nosotros y sobre toda la humanidad. Por Jesucristo, tu Hijo, nuestro hermano, que resucitado de entre los muertos vive y reina contigo por los siglos de los siglos.


ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS

Acepta, Señor, este sacrificio que vamos a ofrecerte en acción de gracias por la ascensión de tu Hijo, y concédenos que esta Eucaristía eleve nuestro espíritu a los bienes del cielo. Por Jesucristo, nuestro Señor.

PREFACIO I DE LA ASCENSIÓN

En verdad es justo y necesario, es nuestro deber y fuente de salvación darte gracias y alabarte siempre y en todo lugar, Señor, Padre santo, Dios todopoderoso y eterno.
Porque el Señor Jesús, Rey de la gloria, triunfador del pecado y de la muerte, ante la admiración de los ángeles, ascendió (hoy) a lo más alto de los cielos, como Mediador entre Dios y los hombres, Juez del mundo y Señor de los espíritus celestiales.

No se fue para alejarse de nuestra pequeñez, sino para que pusiéramos nuestra esperanza en llegar, como miembros suyos, a donde Él, nuestra cabeza y principio, nos ha precedido.

Por eso, con esta efusión del gozo pascual, el mundo entero se desborda de alegría y también los coros celestiales, los ángeles y arcángeles, cantan sin cesar el himno de tu gloria: Santo, Santo, Santo...


ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN (Mt 28, 20)

Yo estaré con ustedes todos los días, hasta el fin del mundo. Aleluya.

ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN

Dios todopoderoso, que ya desde este mundo nos haces participar de tu vida divina, aviva en nosotros el deseo de la patria eterna, donde nos aguarda Cristo, Hijo tuyo y hermano nuestro. Él que vive y reina por los siglos de los siglos.

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