"EL ESPÍRITU SANTO ES LUZ Y FORTALEZA."
Quien encuentra a Jesús y se adhiere a Él comienza a amar a sus hermanos. Surge así una comunidad y unas personas renovadas. Para que esa renovación profunda perdure, Jesús nos ha regalado su Espíritu. El Espíritu es la luz y la fuerza que nos auxilian para discernir y cumplir la voluntad del Padre. La misión de Felipe en Samaria fue la ocasión de que aquella sociedad viviera una transformación significativa. Las personas se liberaron de su alienación y aprendieron a dejarse guiar por el Señor Jesús. La Primera Carta de Pedro nos dirige una cálida exhortación a testimoniar gustosamente nuestra esperanza cristiana cada que seamos requeridos.
ANTÍFONA DE ENTRADA (cfr. Is 48, 20)
Con voz de júbilo, anúncienlo; que se oiga, que llegue a todos los rincones de la tierra: el Señor ha redimido a su pueblo. Aleluya.
ORACIÓN COLECTA
ORACIÓN COLECTA
Concédenos, Dios todopoderoso, continuar celebrando con amor y alegría la victoria de Cristo resucitado, y que el misterio de su Pascua transforme nuestra vida y se manifieste en nuestras obras. Por nuestro Señor Jesucristo...
LITURGIA DE LA PALABRA
Lectura del libro de los Hechos de los Apóstoles: 8, 5-8. 14-17
En aquellos días, Felipe bajó a la ciudad de Samaria y predicaba allí a Cristo. La multitud escuchaba con atención lo que decía Felipe, porque habían oído hablar de los milagros que hacía y los estaban viendo: de muchos poseídos salían los espíritus inmundos, lanzando gritos, y muchos paralíticos y lisiados quedaban curados. Esto despertó gran alegría en aquella ciudad.
Cuando los apóstoles que estaban en Jerusalén se enteraron de que Samaria había recibido la palabra de Dios, enviaron allá a Pedro y a Juan. Éstos, al llegar, oraron por los que se habían convertido, para que recibieran el Espíritu Santo, porque aún no lo habían recibido y solamente habían sido bautizados en el nombre del Señor Jesús. Entonces Pedro y Juan impusieron las manos sobre ellos, y ellos recibieron el Espíritu Santo.
Palabra de Dios.
Te alabamos, Señor.
Del salmo 65
R/. Las obras del Señor son admirables. Aleluya.
Que aclame al Señor toda la tierra. Celebremos su gloria y su poder, cantemos un himno de alabanza, digamos al Señor: "Tu obra es admirable". R/.
Que se postre ante ti la tierra entera y celebre con cánticos tu nombre. Admiremos las obras del Señor, los prodigios que ha hecho por los hombres. R/.
Él transformó el Mar Rojo en tierra firme y los hizo cruzar el Jordán a pie enjuto. Llenémonos por eso de gozo y gratitud: el Señor es eterno y poderoso. R/.
Cuantos temen a Dios, vengan y escuchen, y les diré lo que ha hecho por mí. Bendito sea Dios, que no rechazó mi súplica, ni me retiró su gracia. R/.
Murió en su cuerpo y resucitó glorificado.
Hermanos: Veneren en sus corazones a Cristo, el Señor, dispuestos siempre a dar, al que las pidiere, las razones de la esperanza de ustedes. Pero háganlo con sencillez y respeto y estando en paz con su conciencia. Así quedarán avergonzados los que denigran la conducta cristiana de ustedes, pues mejor es padecer haciendo el bien, si tal es la voluntad de Dios, que padecer haciendo el mal. Porque también Cristo murió, una sola vez y para siempre, por los pecados de los hombres; Él, el justo, por nosotros, los injustos, para llevarnos a Dios; murió en su cuerpo y resucitó glorificado.
Palabra de Dios.
Te alabamos, Señor.
ACLAMACIÓN (Jn 14, 23)
R/. Aleluya, aleluya.
El que me ama, cumplirá mi palabra, dice el Señor; y mi Padre lo amará y vendremos a él. R/.
Yo le rogaré al Padre y Él les dará otro Paráclito.
Lectura (Proclamación) del santo Evangelio según san Juan: 14, 15-21
En aquel tiempo, Jesús dijo a sus discípulos: "Si me aman, cumplirán mis mandamientos; yo le rogaré al Padre y Él les dará otro Paráclito para que esté siempre con ustedes, el Espíritu de la verdad. El mundo no puede recibirlo, porque no lo ve ni lo conoce; ustedes, en cambio, sí lo conocen, porque habita entre ustedes y estará en ustedes.
No los dejaré desamparados, sino que volveré a ustedes. Dentro de poco, el mundo no me verá más, pero ustedes sí me verán, porque yo permanezco vivo y ustedes también vivirán. En aquel día entenderán que yo estoy en mi Padre, ustedes en mí y yo en ustedes.
El que acepta mis mandamientos y los cumple, ése me ama. Al que me ama a mí, lo amará mi Padre, yo también lo amaré y me manifestaré a él".
No los dejaré desamparados, sino que volveré a ustedes. Dentro de poco, el mundo no me verá más, pero ustedes sí me verán, porque yo permanezco vivo y ustedes también vivirán. En aquel día entenderán que yo estoy en mi Padre, ustedes en mí y yo en ustedes.
El que acepta mis mandamientos y los cumple, ése me ama. Al que me ama a mí, lo amará mi Padre, yo también lo amaré y me manifestaré a él".
Palabra del Señor.
Gloria a ti, Señor Jesús.
Credo
PLEGARIA UNIVERSAL
A cada petición diremos: Jesús resucitado, escúchanos.
1. Por la Iglesia. Que sea testimonio creíble de la vida nueva que nace de la Pascua. Oremos.
2. Por todos los cristianos. Que sepamos dar razón de nuestra fe, y que nuestra predicación y nuestro testimonio den fruto en bien de muchos. Oremos.
3. Por los enfermos, y por los profesionales, voluntarios y familiares que cuidan de ellos. Que, en medio del sufrimiento, encuentren en Jesús resucitado su fuerza. Oremos.
4. Por los niños y jóvenes que reciben durante este tiempo de Pascua los sacramentos de la iniciación cristiana: el Bautismo, la Confirmación, la primera Eucaristía. Oremos.
5. Por nuestra Patria. Que Jesús resucitado nos conceda alcanzar el fin de la violencia y vivir en la justicia y la paz. Oremos.
6. Por todos nosotros, reunidos como cada domingo, convocados por Jesús resucitado. Que él mismo nos dé el Espíritu de la verdad, que siempre esté con nosotros. Oremos.
Escucha, Jesús resucitado, nuestras oraciones, y derrama sobre nosotros tú Espíritu Santo. Tú, que vives y reinas por los siglos de los siglos.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Acepta, Señor, las ofrendas que te presentamos, y purifica nuestros corazones para que podamos participar dignamente en este sacramento de tu amor. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Prefacio I-V de Pascua.
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN (Jn 14, 15-16)
Si me aman, cumplan mis mandamientos, dice el Señor; y yo rogaré al Padre, y Él les dará otro Abogado, que permanecerá con ustedes para siempre. Aleluya.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Dios todopoderoso y eterno, que, en Cristo resucitado, nos has hecho renacer a la vida eterna, haz que este misterio pascual en el que acabamos de participar por medio de la Eucaristía, dé en nosotros abundantes frutos de salvación. Por Jesucristo, nuestro Señor.
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