lunes, 15 de agosto de 2011

LECTURAS DE LA SOLEMNIDAD DE LA ASUNCIÓN DE LA SANTÍSIMA VIRGEN MARÍA

LA MUJER VESTIDA DE SOL



ASUNCIÓN DE LA SANTÍSIMA VIRGEN MARÍA




Ap 11, 19; 12, 1-6. 10; 1 Co 15, 20-27; Lc 1, 39-56

Esta imagen eclesial, es también la simbología apocalíptica que celebra la victoria de una mujer, afligida, perseguida y finalmente triunfante. La mujer está revestida de luz solar como el Señor del Universo. Como refiere el mismo Cántico de Isabel, ella participará de la dicha porque vivió como creyente plena. No solamente asintió intelectualmente a una serie de proposiciones de fe, sino que se arriesgó y empeñó por entero su vida, poniéndola al servicio del Señor. Como mujer creyente, participó del doble nacimiento de su Hijo, a la vida mortal y a la plenitud de la vida. De esa vida plena que alcanzó el hijo de María, sería partícipe ella al término de su vida mortal.


Misa vespertina de la vigilia


Esta misa se utiliza el día 14 de agosto, antes o después de las primeras Vísperas de la solemnidad.


ANTÍFONA DE ENTRADA


Bienaventurada eres María, porque hoy fuiste elevada sobre los coros de los ángeles y, juntamente con Cristo, has alcanzado el triunfo eterno.


Se dice Gloria.


ORACIÓN COLECTA


Dios nuestro, que recompensaste la profunda humildad de la Virgen María con la sublime dignidad de ser la Madre de tu Hijo, concédenos, por sus méritos, aprovechar la gracia de la redención y recibir de ti la recompensa del cielo. Por nuestro Señor Jesucristo...


LITURGIA DE LA PALABRA



Introdujeron el arca de la alianza y la instalaron en el centro de la tienda que David le había preparado.


Del primer libro de las Crónicas: 15, 3-4. 15-16; 16, 1-2



En aquellos días, David congregó en Jerusalén a todos los israelitas, para trasladar el arca de la alianza al lugar que le había preparado. Reunió también a los hijos de Aarón y a los levitas. Estos cargaron en hombros los travesaños sobre los cuales estaba colocada el arca de la alianza, tal como lo había mandado Moisés, por orden del Señor.



David ordenó a los jefes de los levitas que entre los de su tribu nombraran cantores para que entonaran cantos festivos, acompañados de arpas, cítaras y platillos.


Introdujeron, pues, el arca de la alianza y la instalaron en el centro de la tienda que David le había preparado. Ofrecieron a Dios holocaustos y sacrificios de comunión, y cuando David terminó de ofrecerlos, bendijo al pueblo en nombre del Señor. 


Palabra de Dios.

 Te alabamos, Señor.




Del salmo 131 


R/. Ven, Señor, a tu morada.

Que se hallaba en Efrata nos dijeron; de Jaar en los campos la encontramos. Entremos en la tienda del Señor y a sus pies, adorémoslo, postrados. R/.


Tus sacerdotes vístanse de gala; tus fieles, jubilosos, lancen gritos. Por amor a David, tu servidor, no apartes la mirada de tu ungido. R/.


Esto es así, porque el Señor ha elegido a Sión como morada: "Aquí está mi reposo para siempre; porque así me agradó, será mi casa". R/.



Nos ha dado la victoria por nuestro Señor Jesucristo.



De la primera carta del apóstol san Pablo a los corintios: 15, 54-57


Hermanos: Cuando nuestro ser corruptible y mortal se revista de incorruptibilidad e inmortalidad, entonces se cumplirá la palabra de la Escritura: La muerte ha sido aniquilada por la victoria. ¿Dónde está, muerte, tu victoria? ¿Dónde está, muerte, tu aguijón? El aguijón de la muerte es el pecado y la fuerza del pecado es la ley. Gracias a Dios, que nos ha dado la victoria por nuestro Señor Jesucristo.

Palabra de Dios.

Te alabamos, Señor.



ACLAMACIÓN (Lc 11, 28) 

R/. Aleluya, aleluya.

Dichosos los que escuchan la palabra de Dios y la ponen en práctica, dice el Señor. R/.


¡Dichosa la mujer que te llevó en su seno!

Del santo Evangelio según san Lucas: 11, 27-28

En aquel tiempo, mientras Jesús hablaba a la multitud, una mujer del pueblo, gritando, le dijo: "¡Dichosa la mujer que te llevó en su seno y cuyos pechos te amamantaron!". Pero Jesús le respondió: "Dichosos todavía más los que escuchan la palabra de Dios y la ponen en práctica"

Palabra del Señor.

 Gloria a ti, Señor Jesús.

Credo.


ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS


Que el sacrificio de reconciliación y de alabanza que vamos a ofrecerte en la Asunción de la Virgen María, nos obtenga, Señor, el perdón de nuestros pecados y una sincera renovación de nuestra vida. Por Jesucristo, nuestro Señor.


PREFACIO



En verdad es justo y necesario, es nuestro deber y salvación darte gracias siempre y en todo lugar, Señor, Padre santo, Dios todopoderoso y eterno, por Cristo Señor nuestro.



Porque hoy ha sido llevada al cielo la Virgen Madre de Dios, figura y primicia de la Iglesia, garantía de consuelo y esperanza para tu pueblo, todavía peregrino en la tierra.

Con razón no permitiste, Señor, que conociera la corrupción del sepulcro aquella que, de un modo inefable, dio vida en su seno y carne de su carne al autor de toda vida, Jesucristo, tu Hijo, Señor nuestro.

Por eso, unidos a los ángeles, te aclamamos llenos de alegría: Santo, Santo, Santo...



ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN (cfr. Lc 11, 27)


Dichosa la Virgen María, porque llevó en su seno al Hijo del eterno Padre.


ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN


Te suplicamos Señor, que el sacramento que hemos recibido al celebrar la Asunción de la Virgen María, nos proteja de todo mal. Por Jesucristo, nuestro Señor.


Misa del día


ANTÍFONA DE ENTRADA


Alegrémonos todos en el Señor y alabemos al Hijo de Dios, junto con los ángeles, al celebrar hoy la Asunción al cielo de nuestra Madre, la Virgen María.


Se dice Gloria.


ORACIÓN COLECTA


Dios todopoderoso y eterno, que hiciste subir al cielo en cuerpo y alma a la inmaculada Virgen María, Madre de tu Hijo, concédenos vivir en este mundo sin perder de vista los bienes del cielo y con la esperanza de disfrutar eternamente de su gloria. Por nuestro Señor Jesucristo...


LITURGIA DE LA PALABRA


Una mujer envuelta por el sol, con la luna bajo sus pies.


Del libro del Apocalipsis del apóstol san Juan: 11, 19; 12, 1-6. 10



Se abrió el templo de Dios en el cielo y dentro de él se vio el arca de la alianza. Apareció entonces en el cielo una figura prodigiosa: una mujer envuelta por el sol, con la luna bajo sus pies y con una corona de doce estrellas en la cabeza. Estaba encinta y a punto de dar a luz y gemía con los dolores del parto.


Pero apareció también en el cielo otra figura: un enorme dragón, color de fuego, con siete cabezas y diez cuernos, y una corona en cada una de sus siete cabezas. Con su cola barrió la tercera parte de las estrellas del cielo y las arrojó sobre la tierra. Después se detuvo delante de la mujer que iba a dar a luz, para devorar a su hijo, en cuanto éste naciera. La mujer dio a luz un hijo varón, destinado a gobernar todas las naciones con cetro de hierro; y su hijo fue llevado hasta Dios y hasta su trono. Y la mujer huyó al desierto, a un lugar preparado por Dios.

Entonces oí en el cielo una voz poderosa, que decía: "Ha sonado la hora de la victoria de nuestro Dios, de su dominio y de su reinado, y del poder de su Mesías".

 Palabra de Dios.

 Te alabamos, Señor.




Del salmo 44


 R/. De pie, a tu derecha, esta la reina.



Hijas de reyes salen a tu encuentro. De pie, a tu derecha, está la reina, enjoyada con oro de Ofir. R/.

Escucha, hija, mira y pon atención: olvida a tu pueblo y la casa paterna; el rey está prendado de tu belleza; ríndele homenaje, porque él es tu señor. R/.

Entre alegría y regocijo van entrando en el palacio real. A cambio de tus padres, tendrás hijos, que nombrarás príncipes por toda la tierra. R/.


Resucitó primero Cristo, como primicia; después los que son de Cristo.


De la primera carta del apóstol san Pablo a los corintios: 15, 20-27



Hermanos. Cristo resucitó, y resucitó como la primicia de todos los muertos. Porque si por un hombre vino la muerte, también por un hombre vendrá la resurrección de los muertos.



En efecto, así como en Adán todos mueren, así en Cristo todos volverán a la vida; pero cada uno en su orden: primero Cristo, como primicia; después, a la hora de su advenimiento, los que son de Cristo.


Enseguida será la consumación, cuando, después de haber aniquilado todos los poderes del mal, Cristo entregue el Reino a su Padre. Porque Él tiene que reinar hasta que el Padre ponga bajo sus pies a todos sus enemigos. El último de los enemigos en ser aniquilado, será la muerte, porque todo lo ha sometido Dios bajo los pies de Cristo. 

Palabra de Dios

Te alabamos, Señor.




ACLAMACIÓN 

R/. Aleluya, aleluya.


María fue llevada al cielo y todos los ángeles se alegran. R/.



Ha hecho en mí grandes cosas el que todo lo puede. Exaltó a los humildes.





Del santo Evangelio según san Lucas: 1, 39-56




En aquellos días, María se encaminó presurosa a un pueblo de las montañas de Judea, y entrando en la casa de Zacarías, saludó a Isabel. En cuanto ésta oyó el saludo de María, la criatura saltó en su seno. Entonces Isabel quedó llena del Espíritu Santo y levantando la voz, exclamó:



"¡Bendita tú entre las mujeres y bendito el fruto de tu vientre! ¿Quién soy yo, para que la madre de mi Señor venga a verme? Apenas llegó tu saludo a mis oídos, el niño saltó de gozo en mi seno. Dichosa tú, que has creído, porque se cumplirá cuanto te fue anunciado de parte del Señor".


Entonces dijo María: "Mi alma glorifica al Señor y mi espíritu se llena de júbilo en Dios, mi salvador, porque puso sus ojos en la humildad de su esclava.


Desde ahora me llamarán dichosa todas las generaciones, porque ha hecho en mí grandes cosas el que todo lo puede. Santo es su nombre y su misericordia llega de generación en generación a los que lo temen.


Ha hecho sentir el poder de su brazo: dispersó a los de corazón altanero, destronó a los potentados y exaltó a los humildes. A los hambrientos los colmó de bienes y a los ricos los despidió sin nada.


Acordándose de su misericordia, vino en ayuda de Israel, su siervo, como lo había prometido a nuestros padres, a Abraham y a su descendencia para siempre". María permaneció con Isabel unos tres meses y luego regresó a su casa.

 Palabra del Señor.

 Gloria a ti, Señor Jesús.



Credo


ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS


Acepta, Señor, este sacrificio que vamos a ofrecerte para celebrar la Asunción de la Virgen María y ayúdanos, por su intercesión, a buscarte y a vivir siempre en tu amor. Por Jesucristo, nuestro Señor.


PREFACIO



En verdad es justo y necesario, es nuestro deber y salvación darte gracias siempre y en todo lugar, Señor, Padre santo, Dios todopoderoso y eterno, por Cristo Señor nuestro.


Porque hoy ha sido llevada al cielo la Virgen Madre de Dios, figura y primicia de la Iglesia, garantía de consuelo y esperanza para tu pueblo, todavía peregrino en la tierra.

Con razón no permitiste, Señor, que conociera la corrupción del sepulcro aquella que, de un modo inefable, dio vida en su seno y carne de su carne al autor de toda vida, Jesucristo, tu Hijo, Señor nuestro.

Por eso, unidos a los ángeles, te aclamamos llenos de alegría: Santo, Santo, Santo...


ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN (Lc 1, 48-49)

Desde ahora me llamarán dichosa todas las generaciones, porque ha hecho en mí grandes cosas el que todo lo puede. Santo es su nombre.

ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN

Tú que nos has hecho partícipes de este sacramento de vida eterna, concédenos, Señor, por intercesión de la Virgen María, en este día de su Asunción al cielo, alcanzar la gloria de la resurrección. Por Jesucristo, nuestro Señor.

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