sábado, 20 de agosto de 2011

LECTURAS DEL SÁBADO XX DEL T. ORDINARIO 20 DE AGOSTO



Vísperas I del domingo: la semana del Salterio. Tomo IV: p. 671. Para los fieles: p. 472. Edición popular: pp. 13 y 476. Memoria (Blanco).


DOS ESCALAS DE VALORES DISPARES



SAN BERNARDO DE CLARAVAL


Rt 2, 1-3. 8-11; 4, 13-17; Mt 23, 1-12


La pequeña narración del libro de Rut termina de forma favorable. El relato comenzaba presentando a tres mujeres viudas y sin hijos; al final, Rut y Noemí reciben la llegada del pequeño Obed que engrandecería a Israel, dando origen así al futuro rey David. En clara antítesis con el relato edificante del libro de Rut, encontramos el discurso donde el Señor Jesús denuncia el proceder equívoco de escribas y fariseos. Estos dirigentes judíos se apropian del poder y el reconocimiento social para beneficio propio. Los dirigentes cristianos no pueden reproducir ese proceder injusto. La razón es más que evidente, su Maestro los ha tratado como hermanos y como a tales los ha servido.

ANTÍFONA DE ENTRADA (Si 15, 5)

El Señor lo ha llenado del espíritu de sabiduría e inteligencia, ha abierto sus labios en medio de la asamblea y lo ha revestido de gloria.

ORACIÓN COLECTA

Dios nuestro, que hiciste que san Bernardo se desviviera por la unidad y la paz de tu Iglesia y la iluminara con sus enseñanzas llenas de amor, haznos partícipes del fervor de su espíritu para que vivamos como verdaderos hijos tuyos. Por nuestro Señor Jesucristo...

LITURGIA DE LA PALABRA

El Señor no ha permitido que le faltara un descendiente a tu familia.

Éste es el padre de Jesé, padre de David.

Del libro de Rut: 2, 1-3. 8-11; 4, 13-17


Tenía Noemí, por parte de su marido, Elimélek, un pariente de muy buena posición, llamado Booz.



Rut, la moabita, le dijo a Noemí: "Déjame ir a un campo en donde el dueño me permita recoger las espigas que se les caigan a los segadores". Ella le respondió: "Ve, hija mía". Fue Rut y se puso a recoger espigas detrás de los segadores en un campo, que para suerte de ella, pertenecía a Booz, el de la familia de Elimélek.


Booz le dijo a Rut: "Escucha, hija mía. No vayas a recoger espigas en otros campos ni te alejes de aquí; quédate junto a mis espigadoras y síguelas por donde ellas vayan recolectando. Ya les dije a mis segadores que no te molesten. Si tienes sed, ve a donde están las vasijas y bebe del agua dispuesta para los trabajadores".

Ella se postró ante él y le dijo: "¿Por qué me tratas con tanta benevolencia y te fijas en mí, que no soy más que una extranjera?". Booz le respondió: "Me han contado todo lo que, después de la muerte de tu marido, has hecho por tu suegra: cómo has renunciado a tu padre y a tu madre y a la tierra en que naciste, y has venido a vivir entre gente que no conocías".

Después de algún tiempo, Booz se casó con Rut, se unió a ella y el Señor hizo que Rut concibiera y diera a luz un niño. Las mujeres le dijeron a Noemí: "Bendito sea el Señor, que no ha permitido que le faltara a tu difunto esposo un heredero para perpetuar su nombre en Israel Este niño será tu consuelo y el apoyo en tu vejez, porque te lo ha dado a luz tu nuera, que tanto te quiere y que es para ti mejor que siete hijos". Noemí tomó al niño, lo puso en su regazo y se encargó de criarlo. Las vecinas felicitaban a Noemí, diciendo: "Le ha nacido un hijo a Noemí", y le pusieron por nombre Obed. Éste es el padre de Jesé, padre de David.

 Palabra de Dios.

 Te alabamos, Señor.




Del salmo 127

 R/. Dichoso el hombre que teme al Señor.





Dichoso el hombre que teme al Señor y sigue sus caminos: comerá del fruto de su trabajo, será dichoso, le irá bien. R/.

Su mujer, como vid fecunda, en medio de su casa; sus hijos, como renuevos de olivo, alrededor de su mesa. R/.

Ésta es la bendición del hombre que teme al Señor: "Que el Señor te bendiga desde Sión, que veas la prosperidad de Jerusalén todos los días de tu vida". R/.






ACLAMACIÓN (cfr. Mt 23, 9. 10)

 R/. Aleluya, aleluya.



Su Maestro es uno solo, Cristo, y su Padre es uno solo, el del cielo, dice el Señor. R/.



Los fariseos dicen una cosa y hacen otra.


Del santo Evangelio según san Mateo: 23, 1-12



En aquel tiempo, Jesús dijo a las multitudes y a sus discípulos: "En la cátedra de Moisés se han sentado los escribas y fariseos. Hagan, pues, todo lo que les digan, pero no imiten sus obras, porque dicen una cosa y hacen otra. Hacen fardos muy pesados y difíciles de llevar y los echan sobre las espaldas de los hombres, pero ellos ni con el dedo los quieren mover. Todo lo hacen para que los vea la gente. Ensanchan las filacterias y las franjas del manto; les agrada ocupar los primeros lugares en los banquetes y los asientos de honor en las sinagogas; les gusta que los saluden en las plazas y que la gente los llame 'maestros'.



Ustedes, en cambio, no dejen que los llamen 'maestros', porque no tienen más que un Maestro y todos ustedes son hermanos. A ningún hombre sobre la tierra lo llamen 'padre', porque el Padre de ustedes es sólo el Padre celestial. No se dejen llamar 'guías', porque el guía de ustedes es solamente Cristo. Que el mayor de entre ustedes sea su servidor, porque el que se enaltece será humillado y el que se humilla será enaltecido".


 Palabra del Señor.

 Gloria a ti, Señor Jesús.



ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS


Que el sacrificio que vamos a ofrecerte en la festividad de san Bernardo sea, Señor, para tu Iglesia una fuente de unidad y de paz. Por Jesucristo, nuestro Señor.


ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN (Lc 12, 42)


Éste es el siervo fiel y sensato a quien su señor ha puesto al frente de su familia, para darles la ración de trigo a su tiempo.


ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN


Que esta comunión que hemos recibido nos renueve, Señor, en el cuerpo y en el espíritu y, por intercesión de san Bernardo, nos encienda en el amor a Cristo, que vive y reina por los siglos de los siglos.

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