sábado, 30 de noviembre de 2019

LECTURAS DEL SÁBADO XXXIV DEL T. ORDINARIO 30 DE NOVIEMBRE SAN ANDRÉS APÓSTOL (ROJO)


Jesús caminaba por la ribera del mar de Galilea, vio a dos hermanos, Simón, llamado después Pedro, y Andrés, los cuales estaban echando las redes al mar, porque eran pescadores.







ANTÍFONA DE ENTRADA Cfr. Mt 4, 1 8-1 9

Por la ribera del mar de Galilea, Jesús vio a dos hermanos, Pedro y Andrés, los llamó: Síganme y los haré pescadores de hombres.

Se dice Gloria.

ORACIÓN COLECTA

Dios de gloria y majestad, tú que elegiste al apóstol san Andrés para que fuera predicador del Evangelio y pastor de tu Iglesia, haz que sea siempre ante ti nuestro poderoso intercesor. Por nuestro Señor Jesucristo...

LITURGIA DE LA PALABRA

La fe viene de la predicación y la predicación consiste en anunciar la palabra de Cristo.

De la carta del apóstol san Pablo a los romanos: 10, 9-18

Hermanos: Basta que cada uno declare con su boca que Jesús es el Señor y que crea en su corazón que Dios lo resucitó de entre los muertos, para que pueda salvarse. En efecto, hay que creer con el corazón para alcanzar la santidad y declarar con la boca para alcanzar la salvación.

Por eso dice la Escritura: Ninguno que crea en Él quedará defraudado, porque no existe diferencia entre judío y no judío, ya que uno mismo es el Señor de todos, espléndido con todos los que lo invocan, pues todo el que invoque al Señor como a su Dios, será salvado por Él.

Ahora bien, ¿cómo van a invocar al Señor, si no creen en Él? ¿Y cómo van a creer en Él, si no han oído hablar de Él? ¿Y cómo van a oír hablar de Él, si no hay nadie que se lo anuncie? ¿Y cómo va a haber quienes lo anuncien, si no son enviados? Por eso dice la Escritura: ¡Qué hermoso es ver correr sobre los montes al mensajero que trae buenas noticias!

Sin embargo, no todos han creído en el Evangelio. Ya lo dijo Isaías: Señor, ¿quién ha cr. 2ído en nuestra predicación? Por lo tanto, la fe viene de la predicación y la predicación consiste en anunciar la palabra de Cristo. Entonces yo pregunto: ¿Acaso no habrán oído la predicación? ¡Claro que la han oído!, pues la Escritura dice: La voz de los mensajeros ha resonado en todo el mundo y sus palabras han llegado hasta el último rincón de la tierra. 

Palabra de Dios.

Te alabamos, Señor.


Del salmo 18


R/. El mensaje del Señor resuena en toda la tierra.

Los cielos proclaman la gloria de Dios y el firmamento anuncia la obra de sus manos. Un día comunica su mensaje al otro día y una noche se lo transmite a la otra noche. R/.

Sin que pronuncien una palabra, sin que resuene su voz, a toda la tierra llega su sonido y su mensaje hasta el fin del mundo. R/.

ACLAMACIÓN  Mt 4, 19








R/. Aleluya, aleluya.


Síganme, dice el Señor, y yo los haré pescadores de hombres. R/.

Ellos, inmediatamente, dejando las redes, lo siguieron.

Del santo Evangelio según san Mateo: 4, 18-22

Una vez que Jesús caminaba por la ribera del mar de Galilea, vio a dos hermanos, Simón, llamado después Pedro, y Andrés, los cuales estaban echando las redes al mar, porque eran pescadores. Jesús les dijo: "Síganme y los haré pescadores de hombres". Ellos inmediatamente dejaron las redes y lo siguieron.

Pasando más adelante, vio a otros dos hermanos, Santiago y Juan, hijos de Zebedeo, que estaban con su padre en la barca, remendando las redes, y los llamó también. Ellos, dejando enseguida la barca y a su padre, lo siguieron. 

Palabra del Señor. 

Gloria a ti, Señor Jesús.


ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS

Concédenos, Dios todopoderoso, que te agraden estos dones que te presentamos en la festividad de san Andrés, y haz que sean para nosotros fuente de vida eterna. Por Jesucristo, nuestro Señor.

Prefacio I o II de los Apóstoles.

ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN Cfr. Jn 1, 41-42

Andrés dijo a su hermano Simón: Hemos encontrado al Mesías, que quiere decir "Ungido", y los llevó a donde estaba Jesús.

ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN

Que nos fortalezca, Señor, la comunión de tu sacramento, para que, a ejemplo de san Andrés, apóstol, compartiendo los sufrimientos de Cristo, merezcamos vivir con él en la gloria. Él, que vive y reina por los siglos de los siglos.


Puede utilizarse la fórmula de bendición solemne.

viernes, 29 de noviembre de 2019

LECTURAS DEL VIERNES XXXIV DEL T. ORDINARIO 29 DE NOVIEMBRE (VERDE)


Podrán dejar de existir el cielo y la tierra, pero mis palabras no dejarán de cumplirse.






ANTIFONA DE ENTRADA Ap 5, 9-10

Con tu sangre compraste para Dios hombres de todas las razas y lenguas, de todos los pueblos y naciones, para constituir un reino para Dios.

ORACIÓN COLECTA

Señor Dios, que redimiste a todos los hombres con la preciosa Sangre de tu Unigénito, conserva en nosotros la obra de tu misericordia, para que, celebrando sin cesar el misterio de nuestra salvación, merezcamos alcanzar sus frutos. Por nuestro Señor Jesucristo...

LITURGIA DE LA PALABRA

Vi a alguien semejante a un hijo de hombre, que venía entre las nubes del cielo.

Del libro del profeta Daniel: 7, 2-14

Yo, Daniel, tuve una visión nocturna: los cuatro vientos del cielo agitaron el océano y de él salieron cuatro bestias enormes, todas diferentes entre sí.


La primera bestia era como un león con alas de águila. Mientras yo lo miraba, le arrancaron las alas, lo levantaron del suelo, lo incorporaron sobre sus patas, como un hombre y le dieron inteligencia humana.

La segunda bestia parecía un oso en actitud de incorporarse, con tres costillas entre los dientes de sus fauces. Y le decían: "Levántate; come carne en abundancia". Seguí mirando y vi otra bestia semejante a un leopardo, con cuatro alas de ave en el lomo y con cuatro cabezas. Y le dieron poder.

Después volví a ver en mis visiones nocturnas una cuarta bestia, terrible, espantosa y extraordinariamente fuerte; tenía enormes dientes de hierro; comía y trituraba, y pisoteaba lo sobrante con sus patas. Era diferente a las bestias anteriores y tenía diez cuernos.

Mientras estaba observando los cuernos, despuntó de entre ellos otro cuerno pequeño, que arrancó tres de los primeros cuernos. Este cuerno tenía ojos humanos y una boca que profería blasfemias.

Vi que colocaban unos tronos y un anciano se sentó. Su vestido era blanco como la nieve y sus cabellos blancos como lana. Su trono, llamas de fuego, con ruedas encendidas. Un río de fuego brotaba delante de él. Miles y miles lo servían, millones y millones estaban a sus órdenes. Comenzó el juicio y se abrieron los libros. Admirado por las blasfemias que profería aquel cuerno, seguí mirando hasta que mataron a la bestia, la descuartizaron y la echaron al fuego. A las otras bestias les quitaron el poder y las dejaron vivir durante un tiempo determinado.

Yo seguí contemplando en mi visión nocturna y vi a alguien semejante a un hijo de hombre, que venía entre las nubes del cielo. Avanzó hacia el anciano de muchos siglos y fue introducido a su presencia. Entonces recibió la soberanía, la gloria y el reino. Y todos los pueblos y naciones de todas las lenguas lo servían. Su poder nunca se acabará, porque es un poder eterno, y su reino jamás será destruido.

Palabra de Dios. 

Te alabamos, Señor.


Daniel 3 

R/. Bendito seas para siempre, Señor.


Montañas y colinas, bendigan al Señor. Todas las plantas de la tierra, bendigan al Señor. R/.


Fuentes, bendigan al Señor. Mares y ríos, bendigan al Señor. R/.

Ballenas y peces, bendigan al Señor. Aves del cielo, bendigan al Señor. Fieras y ganados, bendigan al Señor. R/.



ACLAMACIÓN  Lc 21, 28 

R/. Aleluya, aleluya.


Estén atentos y levanten la cabeza, porque se acerca la hora de su liberación, dice el Señor. R/.


Cuando vean que sucede esto, sepan que el Reino de Dios está cerca.

Del santo Evangelio según san Lucas: 21, 29-33

En aquel tiempo, Jesús propuso a sus discípulos esta comparación: "Fíjense en la higuera y en los demás árboles. Cuando ven que empiezan a dar fruto, saben que ya está cerca el verano. Así también, cuando vean que suceden las cosas que les he dicho, sepan que el Reino de Dios está cerca. Yo les aseguro que antes de que esta generación muera, todo esto se cumplirá. Podrán dejar de existir el cielo y la tierra, pero mis palabras no dejarán de cumplirse".


Palabra del Señor. 

Gloria a ti, Señor Jesús.


ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS

Al traer tu soberana presencia, Señor, a nuestros dones, haz que, por medio de estos misterios, nos acerquemos a Jesús, el mediador de la nueva Alianza, y nos renovemos por la aspersión salvadora de su Sangre. Él, que vive y reina por los siglos de los siglos.

ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN Cfr: 1 Co 10, 16

El cáliz de nuestra acción de gracias, nos une en la Sangre de Cristo; y el pan que partimos, nos une en el Cuerpo del Señor.

ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN

Habiendo sido reconfortados con el alimento y la bebida de salvación, te pedimos, Señor, que seamos bañados siempre con la sangre de nuestro Salvador, y que ésta se convierta para nosotros en fuente de agua que brote hasta la vida eterna. Por Jesucristo, nuestro Señor.

jueves, 28 de noviembre de 2019

LECTURAS DEL JUEVES XXXIV DEL T. ORDINARIO 28 DE NOVIEMBRE (VERDE)


Entonces verán venir al Hijo del hombre en una nube, con gran poder y majestad.






ANTÍFONA DE ENTRADA Flp 2, 10-11

Que al nombre de Jesús, todos doblen la rodilla en el cielo, en la tierra y en los abismos, y todos reconozcan públicamente que Jesucristo es el Señor, para gloria de Dios Padre.

ORACIÓN COLECTA

A quienes veneramos el santísimo nombre de Jesús, concede, Señor, en tu bondad, que, disfrutando en esta vida de su dulzura, nos llenemos de gozo en la patria eterna. Por nuestro Señor Jesucristo...

LITURGIA DE LA PALABRA

Mi Dios envió a su ángel para cerrar las fauces de los leones.

Del libro del profeta Daniel: 6, 12-28

En aquellos días, unos hombres fueron a espiar a Daniel y lo sorprendieron haciendo oración a su Dios. Entonces fueron a decirle al rey Darío: "Señor, ¿no has firmado tú un decreto, que prohíbe, durante treinta días, hacer oración a cualquier dios u hombre que no seas tú, bajo pena de ser arrojado al foso de los leones?" El rey contestó: "El decreto está en vigor, como ley irrevocable para medos y persas". Ellos le replicaron: "Pues Daniel, uno de los desterrados de Judea, no ha obedecido el decreto que firmaste, porque tres veces al día hace oración a su Dios".


Al oír estas palabras, el rey se afligió mucho, se propuso salvar a Daniel y hasta la puesta del sol estuvo buscando el modo de librarlo. Pero aquellos hombres, comprendiendo que el rey quería salvar a Daniel, le urgían diciéndole: "Señor, tú sabes que, según la ley de medos y persas, un decreto real es irrevocable".

Entonces el rey ordenó que trajeran a Daniel y lo arrojaran al foso de los leones. Pero le dijo a Daniel: "Tu Dios, a quien sirves con perseverancia, te va a librar".

Trajeron una piedra, taparon con ella la entrada del foso y el rey la selló con su sello y con el de sus funcionarios, para que nadie pudiera modificar la sentencia dada en contra de Daniel. Después el rey se volvió a su palacio y se pasó la noche sin probar bocado y sin poder dormir.

Al amanecer, se levantó y se dirigió a toda prisa al foso de los leones. Ya cerca del foso le gritó angustiado a Daniel: "Daniel, siervo del Dios vivo, ¿ha podido salvarte de los leones tu Dios, a quien veneras fielmente?" Daniel le contestó: "Viva siempre el rey. Mi Dios envió a sus ángeles para cerrar las fauces de los leones y no me han hecho nada, porque ante él soy inocente, como lo soy también ante ti".

El rey se alegró mucho y mandó que sacaran a Daniel del foso; al sacarlo, vieron que no tenía ni un rasguño, porque había confiado en su Dios. Luego ordenó que trajeran a los que habían acusado a Daniel y los arrojaran al foso de los leones con sus hijos y sus esposas. No habían llegado al suelo y ya los leones los habían atrapado y despedazado.

Entonces el rey Darío escribió a todos los pueblos, naciones y lenguas de la tierra: "Paz y bienestar. Ordeno y mando que en mi imperio, todos respeten y teman al Dios de Daniel.

Él es el Dios vivo, que permanece para siempre. Su reino no será destruido, su imperio durará hasta el fin. Él salva y libra, obra prodigios y señales en el cielo y en la tierra. Él salvó a Daniel de los leones".

Palabra de Dios. 

Te alabamos, Señor.


Daniel 3 

R/. Bendito seas para siempre, Señor.


Rocíos y nevadas, bendigan al Señor. Hielo y frío, bendigan al Señor. Heladas y nieves, bendigan al Señor. R/.


Noches y días, bendigan al Señor. Luz y tinieblas, bendigan al Señor. R/.

Rayos y nubes, bendigan al Señor. Tierra, bendice al Señor. R/.


ACLAMACIÓN  Lc 21, 28

R/. Aleluya, aleluya.

Estén atentos y levanten la cabeza, porque se acerca la hora de su liberación, dice el Señor. R/.

Jerusalén será pisoteada por los paganos, hasta que se cumpla el plazo señalado por Dios.

Del santo Evangelio según san Lucas: 21, 20-28

En aquel tiempo, Jesús dijo a sus discípulos: "Cuando vean a Jerusalén sitiada por un ejército, sepan que se aproxima su destrucción. Entonces, los que estén en Judea, que huyan a los montes; los que estén en la ciudad, que se alejen de ella; los que estén en el campo, que no vuelvan a la ciudad; porque esos días serán de castigo para que se cumpla todo lo que está escrito.


¡Pobres de las que estén embarazadas y de las que estén criando en aquellos días! Porque vendrá una gran calamidad sobre el país y el castigo de Dios se descargará contra este pueblo. Caerán al filo de la espada, serán llevados cautivos a todas las naciones y Jerusalén será pisoteada por los paganos, hasta que se cumpla el plazo que Dios les ha señalado.

Habrá señales prodigiosas en el sol, en la luna y en las estrellas. En la tierra las naciones se llenarán de angustia y de miedo por el estruendo de las olas del mar; la gente se morirá de terror y de angustiosa espera por las cosas que vendrán sobre el mundo, pues hasta las estrellas se bambolearán. Entonces verán venir al Hijo del hombre en una nube, con gran poder y majestad. Cuando estas cosas comiencen a suceder, pongan atención y levanten la cabeza, porque se acerca la hora de su liberación".

Palabra del Señor. 

Gloria a ti, Señor Jesús.


ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS

Dígnate, Padre todopoderoso, aceptar nuestros dones en el nombre de Jesús, en el cual confiamos firmemente que obtendremos cuanto pidamos, conforme a la promesa bondadosa hecha por tu mismo Hijo. Él, que vive y reina por los siglos de los siglos.

ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN Hch 4, 12

No hay otro nombre bajo el cielo que pueda salvarnos.

ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN

Concédenos, Señor, por tu misericordia, que en estos sagrados misterios honremos con digno homenaje al Señor Jesús, ante cuyo nombre quisiste que toda rodilla se doble y por el que todos los hombres encuentren la salvación. Por Jesucristo, nuestro Señor.

miércoles, 27 de noviembre de 2019

LECTURAS DEL MIÉRCOLES XXXIV DEL T. ORDINARIO 27 DE NOVIEMBRE (VERDE)


Si se mantienen firmes, conseguirán la vida.







ANTÍFONA DE ENTRADA Ap 7, 9

Vi una muchedumbre tan grande, que nadie podía contarla, de todas las naciones y razas, de todos los pueblos y lenguas.

ORACIÓN COLECTA

Señor, Dios nuestro, que en la alianza instituida por Cristo, de entre todas las naciones continúas formándote un pueblo que tu Espíritu Santo congrega en la unidad, haz que tu Iglesia, fiel a la misión que le confiaste, camine siempre con la familia humana, para que sea fermento y alma de la sociedad, de tal modo que sea renovada en Cristo y transformada en familia tuya. Él, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo y es Dios por los siglos de los siglos.

LITURGIA DE LA PALABRA

Aparecieron los dedos de una mano, que se pusieron a escribir.

Del libro del profeta Daniel: 5, 1-6. 13-14. 16-17. 23-28

En aquellos días, el rey Baltasar dio un gran banquete en honor de mil funcionarios suyos y se puso a beber con ellos. Animado por el vino, Baltasar mandó traer los vasos de oro y de plata que su padre, Nabucodonosor, había robado del templo de Jerusalén, para que bebieran en ellos el rey y sus funcionarios, sus mujeres y sus concubinas.

Trajeron, pues, los vasos de oro y de plata robados del templo de Jerusalén, y en ellos bebieron el rey y sus funcionarios, sus mujeres y sus concubinas. Bebieron y comenzaron a alabar a sus dioses de oro y plata, de bronce y de hierro, de madera y de piedra.

De repente aparecieron los dedos de una mano, que se pusieron a escribir en la pared del palacio, detrás del candelabro, y el rey veía cómo iban escribiendo los dedos. Entonces el rey se demudó, la mente se le turbó, le faltaron las fuerzas y las rodillas le empezaron a temblar. Trajeron a Daniel y el rey le dijo: "¿Eres tú Daniel, uno de los judíos desterrados, que mi padre Nabucodonosor trajo de Judea? Me han dicho que posees el espíritu de Dios, inteligencia, prudencia y sabiduría extraordinarias.

Me han dicho que puedes interpretar los sueños y resolver los problemas. Si logras leer estas palabras y me las interpretas, te pondrán un vestido de púrpura y un collar de oro y serás el tercero en mi reino".

Daniel le respondió al rey: "Puedes quedarte con tus regalos y darle a otro tus obsequios. Yo te voy a leer esas palabras y te las voy a interpretar.

Tú te has rebelado contra el Señor del cielo: has mandado traer los vasos de su casa, y tú y tus funcionarios, tus mujeres y tus concubinas han bebido en ellos; has alabado a dioses de plata y de oro, de bronce y de hierro, de madera y de piedra, que no ven ni oyen ni entienden, pero no has glorificado al Dios que tiene en sus manos tu vida y tu actividad. Por eso Dios ha enviado esa mano para que escribiera.

Las palabras escritas son: 'Contado, Pesado, Dividido' y ésta es su interpretación. 'Contado': Dios ha contado los días de tu reinado y les ha puesto límite. 'Pesado': Dios te ha pesado en la balanza y te falta peso. 'Dividido': Tu reino se ha dividido y se lo entregarán a los medos y a los persas".

Palabra de Dios. 

Te alabamos, Señor.


Daniel 3

R/. Bendito seas para siempre, Señor.

Sol y luna, bendigan al Señor. Estrellas del cielo, bendigan al Señor. R/.


Lluvia y rocío, bendigan al Señor. Todos los vientos, bendigan al Señor. R/.

Fuego y calor, bendigan al Señor. Fríos y heladas, bendigan al Señor. R/.


ACLAMACIÓN  Ap 2, 10






R/. Aleluya, aleluya.

Sé fiel hasta la muerte y te daré como premio la vida, dice el Señor. R/.

Todos los odiarán a ustedes por causa mía. Sin embargo, ni un cabello de su cabeza perecerá.

Del santo Evangelio según san Lucas: 21, 12-19

En aquel tiempo, Jesús dijo a sus discípulos: "Los perseguirán y los apresarán, los llevarán a los tribunales y a la cárcel, y los harán comparecer ante reyes y gobernantes por causa mía. Con esto ustedes darán testimonio de mí.


Grábense bien que no tienen que preparar de antemano su defensa, porque yo les daré palabras sabias, a las que no podrá resistir ni contradecir ningún adversario de ustedes.

Los traicionarán hasta sus padres y hermanos, sus parientes y amigos. Matarán a algunos de ustedes, y todos los odiarán por causa mía. Sin embargo, ni un cabello de su cabeza perecerá. Si se mantienen firmes, conseguirán la vida".

Palabra del Señor. 

Gloria a ti, Señor Jesús.


ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS

Señor, acepta benigno los dones que te presentamos y concede a tu Iglesia, nacida del costado de Cristo dormido en la cruz, que por la participación en este sagrado misterio obtenga constantemente la santidad de vida que la haga más digna de responder a su autor, nuestro Señor Jesucristo. Él, que vive y reina por los siglos de los siglos.

ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN Jn, 19, 34

Uno de los soldados le traspasó el costado con una lanza e inmediatamente salió sangre y agua.

ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN

Alimentados con el sacramento de tu Hijo, te pedimos, Señor, que hagas fecunda la actividad de tu Iglesia, por la cual revelas continuamente a los pobres la plenitud del misterio de salvación, ya que tú los has llamado a formar la parte predilecta de tu Reino. Por Jesucristo, nuestro Señor.

martes, 26 de noviembre de 2019

LECTURAS DEL MARTES XXXIV DEL T. ORDINARIO 26 DE NOVIEMBRE (VERDE)


"Días vendrán en que no quedará piedra sobre piedra de todo esto que están admirando; todo será destruido".







ANTÍFONA DE ENTRADA Cfr. Sal 43, 26

Ven Señor, en nuestra ayuda y redímenos por tu misericordia.

ORACIÓN COLECTA

Inflama, benigno, Señor, nuestros corazones con el fuego celestial del Espíritu Santo, para que con un cuerpo casto te sirvamos y con un corazón limpio te agrademos. Por nuestro Señor Jesucristo...

LITURGIA DE LA PALABRA

Dios hará surgir un reino que jamás será destruido y que aniquilará a todos los reinos.

Del libro del profeta Daniel: 2, 31-45

En aquellos días, Daniel le dijo al rey Nabucodonosor: "Tú, rey, has tenido esta visión: viste delante de ti una estatua, una estatua gigantesca, de un brillo extraordinario y de aspecto imponente. La cabeza de la estatua era de oro puro; el pecho y los brazos, de plata; el vientre y los muslos, de bronce; las piernas, de hierro; y los pies, de hierro mezclado con barro.

Tú la estabas mirando, cuando de pronto una piedra que se desprendió del monte, sin intervención de mano alguna, vino a chocar con los pies de hierro y barro de la estatua y los hizo pedazos. Entonces todo se hizo añicos: el hierro, el barro, el bronce, la plata y el oro; todo quedó como el polvo que se desprende cuando se trilla el grano en el verano y el viento se lo lleva sin dejar rastro. Y la piedra que había golpeado la estatua se convirtió en un gran monte, que llenó toda la tierra.

Éste fue tu sueño y ahora te lo voy a interpretar. Tú, rey de reyes, a quien el Dios del cielo ha dado el reino y el poder, el dominio y la gloria, pues te ha dado poder sobre todos los hombres, sobre las bestias del campo y las aves del cielo, para que reines sobre ellos, tú eres la cabeza de oro.

Después de ti surgirá un reino de plata, menos poderoso que el tuyo. Después vendrá un tercer reino, de bronce, que dominará toda la tierra. Y habrá un cuarto reino, fuerte como el hierro; así como el hierro destroza y machaca todo, así él destrozará y aplastará a todos.

Los pies y los dedos de hierro mezclado con barro que viste, representan un reino dividido; tendrá algo de la solidez del hierro, porque viste el hierro mezclado con el barro. Los dedos de los pies, de hierro y de barro, significan un reino al mismo tiempo poderoso y débil. Y el hierro mezclado con el barro quiere decir que los linajes se mezclarán, pero no llegarán a fundirse, de la misma manera que el hierro no se mezcla con el barro.

En tiempo de estos reyes, el Dios del cielo hará surgir un reino que jamás será destruido, ni dominado por ninguna otra nación. Destruirá y aniquilará a todos estos reinos y él durará para siempre. Eso significa la piedra que has visto desprenderse del monte, sin intervención de mano humana, y que redujo a polvo el barro, el hierro, el bronce, la plata y el oro.

El Dios grande ha manifestado al rey lo que va a su-ceder. El sueño es verdadero, y su interpretación, digna de crédito".

Palabra de Dios. 

Te alabamos, Señor.


Daniel 3 

R/. Bendito seas para siempre, Señor.

Todas sus obras, bendigan al Señor. Todos sus ángeles, bendigan al Señor. R/.

Cielos, bendigan al Señor. Todas las aguas del cielo, bendigan al Señor. R/.

Todos sus ejércitos, bendigan al Señor. R/.


ACLAMACIÓN  Ap 2, 10




R/. Aleluya, aleluya.

Sé fiel hasta la muerte y te daré como premio la vida, dice el Señor. R/.

No quedará piedra sobre piedra.

Del santo Evangelio según san Lucas: 21, 5-11

En aquel tiempo, como algunos ponderaban la solidez de la construcción del templo y la belleza de las ofrendas votivas que lo adornaban, Jesús dijo: "Días vendrán en que no quedará piedra sobre piedra de todo esto que están admirando; todo será destruido".

Entonces le preguntaron: "Maestro, ¿cuándo va a ocurrir esto y cuál será la señal de que ya está a punto de suceder?"

Él les respondió: "Cuídense de que nadie los engañe, porque muchos vendrán usurpando mi nombre y dirán: 'Yo soy el Mesías. El tiempo ha llegado'. Pero no les hagan caso. Cuando oigan hablar de guerras y revoluciones, que no los domine el pánico, porque eso tiene que acontecer, pero todavía no es el fin".

Luego les dijo: "Se levantará una nación contra otra y un reino contra otro. En diferentes lugares habrá grandes terremotos, epidemias y hambre, y aparecerán en el cielo señales prodigiosas y terribles".

Palabra del Señor. 

Gloria a ti, Señor Jesús.


ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS

Que te sean agradables, Señor, nuestros dones para que aquellos que te dignaste salvar por tu gracia, ayudados por tu indulgencia, podamos, con plena libertad y alma pura, ofrecer en tu honor la ofrenda de alabanza. Por Jesucristo, nuestro Señor.

ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN Jn 16, 23-24

Cuanto pidan al Padre en mi nombre, se lo concederá. Pidan y recibirán, para que su alegría sea completa, dice el Señor.

ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN

Señor, que el sacramento que acabamos de recibir renueve nuestro corazón y nuestro cuerpo con el vigor de la pureza y la frescura de la castidad, para que podamos recibir en un alma pura lo que hemos tomado con nuestra boca. Por Jesucristo, nuestro Señor.