domingo, 31 de enero de 2016

LECTURAS DEL DOMINGO IV DEL T. ORDINARIO 31 DE ENERO (VERDE)


Yo les aseguro que nadie es profeta en su tierra.







ANTÍFONA DE ENTRADA Sal 105, 47

Sálvanos, Señor y Dios nuestro; reúnenos de entre las naciones, para que podamos agradecer tu poder santo y sea nuestra gloria el alabarte.

ORACIÓN COLECTA

Concédenos, Señor Dios nuestro, adorarte con toda el alma y amar a todos los hombres con afecto espiritual. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo y es Dios por los siglos de los siglos.

LITURGIA DE LA PALABRA

Te consagré profeta para las naciones.

Del libro del profeta Jeremías: 1, 4-5. 17-19


En tiempo de Josías, el Señor me dirigió estas palabras: "Desde antes de formarte en el seno materno, te conozco; desde antes de que nacieras, te consagré como profeta para las naciones. Cíñete y prepárate; ponte en pie y diles lo que yo te mando. No temas, no titubees delante de ellos, para que yo no te quebrante.

Mira: hoy te hago ciudad fortificada, columna de hierro y muralla de bronce, frente a toda esta tierra, así se trate de los reyes de Judá, como de sus jefes, de sus sacerdotes o de la gente del campo. Te harán la guerra, pero no podrán contigo, porque yo estoy a tu lado para salvarte".

Palabra de Dios. 

Te alabamos, Señor.


Del salmo 70

R/. Señor, tú eres mi esperanza.


Señor, tú eres mi esperanza, que no quede yo jamás defraudado. Tú, que eres justo, ayúdame y defiéndeme; escucha mi oración y ponme a salvo. R/.

Sé para mí un refugio, ciudad fortificada en que me salves. Y pues eres mi auxilio y mi defensa, líbrame, Señor, de los malvados. R/.

Señor, tú eres mi esperanza; desde mi juventud en ti confío. Desde que estaba en el seno de mi madre, yo me apoyaba en ti y tú me sostenías. R/.

Yo proclamaré siempre tu justicia y a todas horas, tu misericordia. Me enseñaste a alabarte desde niño y seguir alabándote es mi orgullo. R/.


Entre estas tres virtudes: la fe, la esperanza y el amor, el amor es la mayor de las tres.

De la primera carta del apóstol san Pablo a los corintios 12, 31-13, 13


Hermanos: [Aspiren a los dones de Dios más excelentes. Voy a mostrarles el camino mejor de todos. Aunque yo hablara las lenguas de los hombres y de los ángeles, si no tengo amor, no soy más que una campana que resuena o unos platillos que aturden. Aunque yo tuviera el don de profecía y penetrara todos los misterios, aunque yo poseyera en grado sublime el don de ciencia y mi fe fuera tan grande como para cambiar de sitio las montañas, si no tengo amor, nada soy. Aunque yo repartiera en limosna todos mis bienes y aunque me dejara quemar vivo, si no tengo amor, de nada me sirve.]

El amor es comprensivo, el amor es servicial y no tiene envidia; el amor no es presumido ni se envanece; no es grosero ni egoísta; no se irrita ni guarda rencor; no se alegra con la injusticia, sino que goza con la verdad. El amor disculpa sin límites, confía sin límites, espera sin límites, soporta sin límites.

El amor dura por siempre; en cambio, el don de profecía se acabará; el don de lenguas desaparecerá y el don de ciencia dejará de existir, porque nuestros dones de ciencia y de profecía son imperfectos. Pero cuando llegue la consumación, todo lo imperfecto desaparecerá.

Cuando yo era niño, hablaba como niño, sentía como niño y pensaba como niño; pero cuando llegué a ser hombre, hice a un lado las cosas de niño. Ahora vemos como en un espejo y oscuramente, pero después será cara a cara. Ahora sólo conozco de una manera imperfecta, pero entonces conoceré a Dios como él me conoce a mí. Ahora tenemos estas tres virtudes: la fe, la esperanza y el amor; pero el amor es la mayor de las tres. 

Palabra de Dios. 

Te alabamos, Señor.



ACLAMACIÓN  Lc 4, 18







R/. Aleluya, aleluya.


El Señor me ha enviado para llevar a los pobres la buena nueva y anunciar la liberación a los cautivos. R/.

Jesús, como Elías y Eliseo, no fue enviado tan sólo a los judíos.

Del santo Evangelio según san Lucas: 4, 21-30


En aquel tiempo, después de que Jesús leyó en la sinagoga un pasaje del libro de Isaías, dijo: "Hoy mismo se ha cumplido este pasaje de la Escritura que acaban de oír". Todos le daban su aprobación y admiraban la sabiduría de las palabras que salían de sus labios, y se preguntaban: "¿No es éste el hijo de José?"

Jesús les dijo: "Seguramente me dirán aquel refrán: `Médico, cúrate a ti mismo' y haz aquí, en tu propia tierra, todos esos prodigios que hemos oído que has hecho en Cafarnaúm". Y añadió: "Yo les aseguro que nadie es profeta en su tierra. Había ciertamente en Israel muchas viudas en los tiempos de Elías, cuando faltó la lluvia durante tres años y medio, y hubo un hambre terrible en todo el país; sin embargo, a ninguna de ellas fue enviado Elías, sino a una viuda que vivía en Sarepta, ciudad de Sidón. Había muchos leprosos en Israel, en tiempos del profeta Eliseo; sin embargo, ninguno de ellos fue curado, sino Naamán, que era de Siria".
Al oír esto, todos los que estaban en la sinagoga se llenaron de ira, y levantándose, lo sacaron de la ciudad y lo llevaron hasta un precipicio de la montaña sobre la que estaba construida la ciudad, para despeñarlo. Pero él, pasando por en medio de ellos, se alejó de allí.

Palabra del Señor. 

Gloria a ti, Señor Jesús.


Credo

PLEGARIA UNIVERSAL

Con la confianza que nos da ser hijos de Dios, presentémosle al Padre nuestras plegarias.

Después de cada petición diremos: Padre misericordioso,
escúchanos.

– Por el Papa Francisco, por nuestro obispo.........., por los presbíteros y los diáconos. Que en este Año de la Misericordia sepan transmitir al pueblo cristiano la alegría de creer en Jesucristo. Oremos.

– Por los religiosos y religiosas. Que sean siempre una presencia viva del amor y la misericordia de Dios en el mundo. Oremos.

– Por los gobernantes y los políticos. Que no tengan miedo de trabajar con sinceridad y decisión por el bien de las personas, especialmente de las más débiles. Oremos.

– Por los jóvenes que después de largos años de estudio no pueden encontrar un trabajo digno. Que quienes pueden cambiar esta injusta situación, hagan todo lo que está en sus manos para lograrlo. Oremos.

– Por los enfermos. Que vivan con fe y esperanza su enfermedad.
Oremos.

– Por los que estamos aquí reunidos participando de la Eucaristía. Que crezca sin cesar nuestro amor a Dios y a los demás. Oremos.

Escucha, Padre, nuestra oración, y haz que tu nombre sea conocido en toda la tierra. Por Jesucristo, nuestro Señor.

ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS

Recibe, Señor, complacido, estos dones que ponemos sobre tu altar en señal de nuestra sumisión a ti y conviértelos en el sacramento de nuestra redención. Por Jesucristo nuestro Señor.

Prefacio para los domingos del Tiempo Ordinario.

ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN Cfr. Mt 5, 3-4

Dichosos los pobres de espíritu, porque de ellos es el reino de los cielos. Dichosos los humildes porque heredarán la tierra.

ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN

Te rogamos, Señor, que, alimentados con el don de nuestra redención, este auxilio de salvación eterna afiance siempre nuestra fe en la verdad. Por Jesucristo nuestro Señor.

sábado, 30 de enero de 2016

LECTURAS DEL SÁBADO III DEL T. ORDINARIO 30 DE ENERO (VERDE O BLANCO)


Él se despertó, reprendió al viento y dijo al mar "¡Cállate, enmudece!"






ANTÍFONA DE ENTRADA Cfr. Sal 44, 13.15.16

Todos los nobles del pueblo buscan tu favor: te llevan ante el Rey, con séquito de vírgenes, te siguen tus compañeras en medio de alegría y cantos.

ORACIÓN COLECTA

Perdona, Señor, los pecados de tus siervos; y, a quienes no logramos agradarte con nuestros actos, sálvanos por la intercesión de la Madre de tu Hijo, nuestro Señor. Él que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo y es Dios por los siglos de los siglos.

LITURGIA DE LA PALABRA

He pecado contra el Señor.

Del segundo libro de Samuel: 12, 1-7. 10-17


En aquellos días, el Señor envió al profeta Natán para que fuera a ver al rey David. Llegó Natán ante el rey y le dijo: "Había dos hombres en una ciudad, uno rico y el otro pobre. El rico tenía muchas ovejas y numerosas reses. El pobre sólo tenía una ovejita, que se había comprado; la había criado personalmente y ella había crecido con él y con sus hijos. Comía de su pan, bebía de su vaso y dormía junto a él. La quería como a una hija. Un día llegó un visitante a la casa del rico, y éste no quiso sacrificar ninguna de sus ovejas ni de sus reses, sino que se apoderó de la ovejita del pobre, para agasajar a su huésped".

Al escuchar esto, David se puso furioso y le dijo a Natán: "Verdad de Dios que el hombre que ha hecho eso debe morir. Puesto que no respetó la ovejita del pobre, tendrá que pagar cuatro veces su valor". Entonces Natán le dijo a David: "¡Ese hombre eres tú! Por eso te manda decir el Señor: 'La muerte por espada no se apartará nunca de tu casa, pues me has despreciado, al apoderarte de la esposa de Urías, el hitita, y hacerla tu mujer. Yo haré que de tu propia casa surja tu desgracia, te arrebataré a tus mujeres ante tus ojos y se las daré a otro, que dormirá con ellas en pleno día. Tú lo hiciste a escondidas; pero yo cumpliré esto que te digo, ante todo Israel y a la luz del sol' ".

David le dijo a Natán: "He pecado contra el Señor". Natán le respondió: "El Señor te perdona tu pecado. No morirás. Pero por haber despreciado al Señor con lo que has hecho, el hijo que te ha nacido morirá". Y Natán se fue a su casa.

El Señor mandó una grave enfermedad al niño que la esposa de Urías le había dado a David. Éste pidió a Dios por el niño, hizo ayunos rigurosos y de noche se acostaba en el suelo. Sus servidores de confianza le rogaban que se levantara, pero él no les hacía caso y no quería comer con ellos. 

Palabra de Dios. 

Te alabamos, Señor.


Del salmo 50

R/. Crea en mí, Señor, un corazón puro.


Crea en mí, Señor, un corazón puro, un espíritu nuevo para cumplir tus mandamientos. No me arrojes, Señor, lejos de ti, ni retires de mí tu santo espíritu. R/.

Devuélveme tu salvación, que regocija, y mantén en mí un alma generosa. Enseñaré a los descarriados tus caminos y volverán a ti los pecadores. R/.

Líbrame de la sangre, Dios, salvador mío y aclamará mi lengua tu justicia. Señor, abre mis labios y cantará mi boca tu alabanza. R/.



ACLAMACIÓN  Jn 3, 16





R/. Aleluya, aleluya.


Tanto amó Dios al mundo, que le entregó a su Hijo único, para que todo el que crea en él tenga vida eterna. R/.

¿Quién es éste, a quien hasta el viento y el mar obedecen?

Del santo Evangelio según san Marcos: 4, 35-41


Un día, al atardecer, Jesús dijo a sus discípulos: "Vamos a la otra orilla del lago". Entonces los discípulos despidieron a la gente y condujeron a Jesús en la misma barca en que estaba. Iban además otras barcas.

De pronto se desató un fuerte viento y las olas se estrellaban contra la barca y la iban llenando de agua. Jesús dormía en la popa, reclinado sobre un cojín. Lo despertaron y le dijeron: "Maestro, ¿no te importa que nos hundamos?" Él se despertó, reprendió al viento y dijo al mar "¡Cállate, enmudece!" Entonces el viento cesó y sobrevino una gran calma. Jesús les dijo: "¿Por qué tenían tanto miedo? ¿Aún no tienen fe?" Todos se quedaron espantados y se decían unos a otros: "¿Quién es éste, a quien hasta el viento y el mar obedecen?" 

Palabra del Señor.

Gloria a ti, Señor Jesús.


ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS

Recibe, Señor, los dones que te ofrecemos; y haz que nuestros corazones, iluminados con la luz del Espíritu Santo, siguiendo el ejemplo de la bienaventurada Virgen María, puedan buscar y cumplir siempre tu voluntad. Por Jesucristo, nuestro Señor.

Prefacio de santa María Virgen

ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN

Alaben al Señor, Dios nuestro, porque en María, su sierva, ha realizado su misericordia, prometida a la casa de Israel.

ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN

Habiendo recibido, el sacramento de la salvación y de la fe, te pedimos, Señor, que, al conmemorar con devoción a la santísima Virgen María, merezcamos participar con ella del amor divino. Por Jesucristo, nuestro Señor.

viernes, 29 de enero de 2016

LECTURAS DEL VIERNES III DEL T. ORDINARIO 29 DE ENERO (VERDE)


¿Con qué compararemos el Reino de Dios? ¿Con qué parábola lo podremos representar?






ANTÍFONA DE ENTRADA Sal 88, 2

Proclamaré sin cesar la misericordia del Señor y daré a conocer que su fidelidad es eterna.

ORACIÓN COLECTA

Señor Dios, cuya misericordia es incalculable e infinito el tesoro de su bondad, aumenta, benigno, la fe del pueblo a ti consagrado, para que todos comprendan con verdadera claridad con cuánto amor fueron creados, con qué sangre redimidos y con qué Espíritu reengendrados. Por nuestro Señor Jesucristo...

LITURGIA DE LA PALABRA

Pon a Urías en el sitio más peligroso, para que lo maten.

Del segundo libro de Samuel: 11, 1-4. 5-10. 13-17


En la época del año en que los reyes acostumbraban salir a la guerra, David envió a Joab con sus oficiales y todo Israel contra los amonitas. Los derrotaron y pusieron sitio a Rabbá.

David se había quedado en Jerusalén. Un día, al atardecer, se levantó de dormir y se puso a pasear por la terraza del palacio; desde ahí vio a una mujer que se estaba bañando. Era una mujer muy hermosa. David mandó preguntar quién era aquella mujer y le dijeron: "Es Betsabé, hija de Eliam, esposa de Urías, el hitita". David mandó unos criados a buscarla. Se la trajeron a su casa y durmió con ella. La mujer quedó embarazada y le mandó decir a David: "Estoy encinta". Entonces David le envió un mensaje a Joab: "Haz que venga Urías, el hitita". Joab cumplió la orden, y cuando Urías se presentó a David, el rey le preguntó por Joab, por el ejército y por el estado de la guerra. Luego le dijo: "Ve a descansar a tu casa, en compañía de tu esposa". Salió Urías del palacio de David y éste le mandó un regalo. Pero Urías se quedó a dormir junto a la puerta del palacio del rey, con los demás servidores de su señor, y no fue a su casa. Le avisaron a David: "Urías no fue a su casa". Al día siguiente, David lo convidó a comer con él y lo hizo beber hasta embriagarse. Ya tarde, salió Urías y se volvió a quedar a dormir con los servidores de su señor y no fue a su casa.

A la mañana siguiente escribió David a Joab una carta y se la envió con Urías. En ella le decía: "Pon a Urías en el sitio más peligroso de la batalla y déjalo solo para que lo maten". Joab, que estaba sitiando la ciudad, puso a Urías frente a los defensores más aguerridos. Los sitiados hicieron una salida contra Joab y murieron algunos del ejército de David, entre ellos, Urías, el hitita. 

Palabra de Dios. 

Te alabamos, Señor.


Del salmo 50

R/. Misericordia, Señor, hemos pecado.


Por tu inmensa compasión y misericordia, Señor, apiádate de mí y olvida mis ofensas. Lávame bien de todos mis delitos y purifícame de mis pecados. R/.

Puesto que reconozco mis culpas, tengo siempre presentes mis pecados. Contra ti solo pequé, Señor, haciendo lo que a tus ojos era malo. R/.

Es justa tu sentencia y eres justo, Señor, al castigarme. Nací en la iniquidad, y pecador me concibió mi madre. R/. 

Haz que sienta otra vez júbilo y gozo y se alegren los huesos quebrantados. Aleja de tu vista mis maldades y olvídate de todos mis pecados. R/.



ACLAMACIÓN  Cfr. Mt 11, 25






R/. Aleluya, aleluya.


Yo te alabo, Padre, Señor del cielo y de la tierra, porque has revelado los misterios del Reino a la gente sencilla. R/.

El hombre siembra su campo, y sin que él sepa cómo, la semilla germina y crece.

Del santo Evangelio según san Marcos: 4, 26-34


En aquel tiempo, Jesús dijo a la multitud: "El Reino de Dios se parece a lo que sucede cuando un hombre siembra la semilla en la tierra: que pasan las noches y los días, y sin que él sepa cómo, la semilla germina y crece; y la tierra, por sí sola, va produciendo el fruto: primero los tallos, luego las espigas y después los granos en las espigas. Y cuando ya están maduros los granos, el hombre echa mano de la hoz, pues ha llegado el tiempo de la cosecha".

Les dijo también: "¿Con qué compararemos el Reino de Dios? ¿Con qué parábola lo podremos representar? Es como una semilla de mostaza que, cuando se siembra, es la más pequeña de las semillas; pero una vez sembrada, crece y se convierte en el mayor de los arbustos y echa ramas tan grandes, que los pájaros pueden anidar a su sombra".

Y con otras muchas parábolas semejantes les estuvo exponiendo su mensaje, de acuerdo con lo que ellos podían entender. Y no les hablaba sino en parábolas; pero a sus discípulos les explicaba todo en privado. 

Palabra del Señor. 

Gloria a ti, Señor Jesús.


ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS

Recibe benignamente, Señor, nuestras ofrendas y conviértelas en el sacramento de la redención, memorial de la Muerte y Resurrección de tu Hijo, para que, por la eficacia de este sacrificio, poniendo siempre nuestra confianza en Cristo, lleguemos a la vida eterna. Él, que vive y reina por los siglos de los siglos.

ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN Jn 19, 34

Uno de los soldados, le traspasó el costado con una lanza e inmediatamente salió sangre y agua.

ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN

Concédenos, Dios misericordioso, que, alimentados con el Cuerpo y la Sangre de tu Hijo, bebamos confiadamente en la fuente de la misericordia y nos mostremos más y más misericordiosos con nuestros hermanos. Por Jesucristo, nuestro Señor.

jueves, 28 de enero de 2016

LECTURAS DEL JUEVES III DEL T. ORDINARIO 28 DE ENERO SANTO TOMÁS DE AQUINO PRESBÍTERO Y DOCTOR DE LA IGLESIA (BLANCO)


¿Acaso se enciende una vela para meterla debajo de una olla o debajo de la cama? ¿No es para ponerla en el candelero?






ANTÍFONA DE ENTRADA Cfr. Sir 44, 15. 14

Los pueblos proclamen la sabiduría de los santos, la Iglesia cante sus alabanzas; sus nombres vivirán por los siglos de los siglos.

ORACIÓN COLECTA

Dios nuestro, que hiciste insigne a santo Tomás de Aquino por el anhelo de la santidad y la dedicación a las ciencias sagradas, concédenos comprender sus enseñanzas e imitar el ejemplo de su vida. Por nuestro Señor Jesucristo...

LITURGIA DE LA PALABRA

¿Quién soy yo, Señor, y qué es mi casa?

Del segundo libro de Samuel: 7, 18-19. 24-29


Cuando David se enteró por Natán de las promesas divinas, fue a ponerse delante del Señor y le dijo: "¿Quién soy yo, Señor, y qué es mi casa, para que me hayas favorecido tanto hasta el presente? Y no contento con esto, extiendes ahora tus promesas también a mis descendientes. Ciertamente, Señor, no es así como proceden los hombres.

Tú has elegido al pueblo de Israel para que sea siempre tu pueblo. Y tú, Señor, has querido ser su Dios. Ahora, Señor, manténle a tu siervo y a su casa la promesa que le has hecho y cumple tus palabras. Así tu nombre será glorificado para siempre y todos dirán: 'El Señor de los ejércitos es el Dios de Israel'.

La casa de tu siervo David permanecerá para siempre en tu presencia, pues tú, Señor de los ejércitos, Dios de Israel, eres quien le ha hecho esta revelación a tu siervo. Yo te edificaré una casa; por eso tu siervo se ha atrevido a dirigirte esta súplica. Sí, Señor, tú eres Dios y tu palabra es verdadera. Tú has hecho una promesa a tu siervo David; dígnate, pues, ahora, bendecir la casa de tu siervo, para que permanezca para siempre ante ti, porque tú, Señor Dios, lo has dicho, y con tu bendición, la casa de tu siervo será bendita para siempre". 

Palabra de Dios. 

Te alabamos, Señor.


Del salmo 131

R/. Dios le dará el trono de su padre David.


Señor, Dios poderoso de Jacob: en favor de David acuérdate de todos sus afanes y de aquel juramento que te hizo. R/.
David juró al Señor: "No he de entrar en la tienda donde habito ni he de subir al lecho en que descanso, no habré de conceder sueño a mis ojos ni quietud a mis párpados, hasta que halle un lugar para el Señor, una morada fija para el Dios poderoso de Jacob". R/.

Dios prometió a David —y el Señor no revoca sus promesas—: "Pondré sobre tu trono a uno de tu propia descendencia. R/.

Si tus hijos son fieles a mi alianza y cumplen los mandatos que yo enseñe, también ocuparán sus hijos tu trono para siempre". R/.

Esto es así, porque el Señor ha elegido a Sión como morada: "Aquí está mi reposo para siempre. Porque así me agradó, será mi casa". R/.



ACLAMACIÓN  Sal 118, 105



R/. Aleluya, aleluya.


Tus palabras, Señor, son una antorcha para mis pasos y una luz en mi sendero. R/.

La misma medida que utilicen para tratar a los demás, se usará para tratarlos a ustedes.

Del santo Evangelio según san Marcos: 4, 21-25


En aquel tiempo, Jesús dijo a la multitud: "¿Acaso se enciende una vela para meterla debajo de una olla o debajo de la cama? ¿No es para ponerla en el candelero? Porque si algo está escondido, es para que se descubra; y si algo se ha ocultado, es para que salga a la luz. El que tenga oídos para oír, que oiga".

Siguió hablándoles y les dijo: "Pongan atención a lo que están oyendo. La misma medida que utilicen para tratar a los demás, esa misma se usará para tratarlos a ustedes, y con creces. Al que tiene, se le dará; pero al que tiene poco, aun eso poco se le quitará". 

Palabra del Señor.

Gloria a ti, Señor Jesús.


ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS

Al celebrar estos divinos misterios, te suplicamos, Señor, que el Espíritu Santo derrame sobre nosotros la luz de la fe que iluminó a santo Tomás de Aquino para propagar tu gloria sin descanso. Por Jesucristo, nuestro Señor.

ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN Cfr. 1 Cor 1, 23-24

Nosotros predicamos a Cristo crucificado: a Cristo, fuerza de Dios y sabiduría de Dios.

ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN

Fortalecidos, Señor, con el alimento celestial, te suplicamos humildemente que, siguiendo las enseñanzas de santo Tomás de Aquino, perseveremos siempre en acción de gracias por los dones recibidos. Por Jesucristo, nuestro Señor.

miércoles, 27 de enero de 2016

LECTURAS DEL MIÉRCOLES III DEL T. ORDINARIO 27 DE ENERO (VERDE)


Aquellos que escuchan la palabra, la aceptan y dan una cosecha: unos, de treinta; otros, de sesenta; y otros, de ciento por uno.






ANTÍFONA DE ENTRADA Cfr. Sal 104, 3-4. 5

Del nombre del Señor enorgullézcanse y alégrense el corazón de los que lo buscan. Busquen al Señor y serán fuertes. Recuerden las maravillas que ha hecho.

ORACIÓN COLECTA

Dios nuestro, que con el poder del Espíritu Santo enviaste a aquel que es tu Palabra para evangelizar a los pobres, haz que nosotros, teniendo los ojos fijos en él, vivamos siempre con verdadera caridad, como mensajeros y testigos de su Evangelio en todo el mundo. Por nuestro Señor Jesucristo...

LITURGIA DE LA PALABRA

Yo engrandeceré a tu hijo y consolidaré su reino.

Del segundo libro de Samuel: 7, 4-17


En aquellos días, el Señor le habló al profeta Natán y le dijo: "Ve y dile a mi siervo David que el Señor le manda decir esto: ¿Piensas que vas a ser tú el que me construya una casa, para que yo habite en ella? Desde que saqué a Israel de Egipto hasta el presente, no he tenido casa, sino que he andado en una tienda de campaña, por dondequiera que han ido los hijos de Israel. ¿Acaso en todo ese tiempo le pedí a alguno de los jueces, a quienes puse como pastores de mi pueblo, Israel, que me construyera una casa de cedro?'

Di, pues, a mi siervo David: 'Yo te saqué de los apriscos y de andar tras las ovejas, para que fueras el jefe de mi pueblo, Israel. Yo estaré contigo en todo lo que emprendas, acabaré con tus enemigos y te haré tan famoso como los hombres más famosos de la tierra.

Le asignaré un lugar a mi pueblo, Israel; lo plantaré allí para que habite en su propia tierra. Vivirá tranquilo y sus enemigos ya no lo oprimirán más, como lo han venido haciendo desde los tiempos en que establecí jueces para gobernar a mi pueblo, Israel. Y a ti, David, te haré descansar de tus enemigos. Además, yo, el Señor, te hago saber que te daré una dinastía; y cuando tus días se hayan cumplido y descanses para siempre con tus padres, engrandeceré a tu hijo, sangre de tu sangre, y consolidaré su reino. Él me construirá una casa y yo consolidaré su trono para siempre. Yo seré para él un padre y él será para mí un hijo. Si hace el mal, yo lo castigaré con vara fuerte y con azotes, pero no le retiraré mi favor, como lo hice con Saúl, a quien quité de tu camino. Tu casa y tu reino permanecerán para siempre ante mí, y tu trono será estable eternamente' ".

Natán comunicó a David todas estas palabras, conforme se las había revelado el Señor. 

Palabra de Dios. 

Te alabamos, Señor.


Del salmo 88

R/. Proclamaré sin cesar la misericordia del Señor.


"Un juramento hice a David, mi servidor, una alianza pacté con mi elegido: 'Consolidaré tu dinastía para siempre y afianzaré tu trono eternamente'. R/.

Él me podrá decir: 'Tú eres mi padre, el Dios que me protege y que me salva'. Y yo lo nombraré mi primogénito sobre todos los reyes de la tierra. R/.

Yo jamás le retiraré mi amor ni violaré el juramento que le hice. Nunca se extinguirá su descendencia y su trono durará igual que el cielo". R/.



ACLAMACIÓN 



R/. Aleluya, aleluya.


La semilla es la palabra de Dios y el sembrador es Cristo; todo aquel que lo encuentra vivirá para siempre. R/.

Salió el sembrador a sembrar.

Del santo Evangelio según san Marcos: 4, 1-20


En aquel tiempo, Jesús se puso a enseñar otra vez junto al lago, y se reunió una muchedumbre tan grande, que Jesús tuvo que subir en una barca; ahí se sentó, mientras la gente estaba en tierra, junto a la orilla. Les estuvo enseñando muchas cosas con parábolas y les decía: "Escuchen. Salió el sembrador a sembrar. Cuando iba sembrando, unos granos cayeron en la vereda; vinieron los pájaros y se los comieron. Otros cayeron en terreno pedregoso, donde apenas había tierra; como la tierra no era profunda, las plantas brotaron enseguida; pero cuando salió el sol, se quemaron, y por falta de raíz, se secaron. Otros granos cayeron entre espinas; las espinas crecieron, ahogaron las plantas y no las dejaron madurar. Finalmente, los otros granos cayeron en tierra buena; las plantas fueron brotando y creciendo y produjeron el treinta, el sesenta o el ciento por uno". Y añadió Jesús: "El que tenga oídos para oír, que oiga".

Cuando se quedaron solos, sus acompañantes y los Doce le preguntaron qué quería decir la parábola. Entonces Jesús les dijo: "A ustedes se les ha confiado el secreto del Reino de Dios; en cambio, a los que están fuera, todo les queda oscuro; así, por más que miren, no verán; por más que oigan, no entenderán; a menos que se conviertan y sean perdonados".

Y les dijo a continuación: "Si no entienden esta parábola, ¿cómo van a comprender todas las demás? 'El sembrador' siembra la palabra.

`Los granos de la vereda' son aquellos en quienes se siembra la palabra, pero cuando la acaban de escuchar, viene Satanás y se lleva la palabra sembrada en ellos.

`Los que reciben la semilla en terreno pedregoso', son los que, al escuchar la palabra, de momento la reciben con alegría; pero no tienen raíces, son inconstantes, y en cuanto surge un problema o una contrariedad por causa de la palabra, se dan por vencidos.

`Los que reciben la semilla entre espinas' son los que escuchan la palabra; pero por las preocupaciones de esta vida, la seducción de las riquezas y el deseo de todo lo demás, que los invade, ahogan la palabra y la hacen estéril.
Por fin, 'los que reciben la semilla en tierra buena' son aquellos que escuchan la palabra, la aceptan y dan una cosecha: unos, de treinta; otros, de sesenta; y otros, de ciento por uno". 

Palabra del Señor. 

Gloria a ti, Señor Jesús.


ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS

Te rogamos, Señor, que santifiques estos dones y coja, en tu bondad, nuestra humilde ofrenda para que nuestros cuerpos se conviertan en oblación viva, santa y agradable a ti y nos concedas servirte, no según la antigua condición del hombre, sino en novedad de vida según tu Espíritu. Por Jesucristo, nuestro Señor.

ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN Cfr. Lc 4, 18-19

El Espíritu del Señor está sobre mí, porque me ha ungido para llevar a los pobres la buena nueva, para proclamar el año de gracia del Señor y el día de la redención.

ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN

Renovados espiritualmente con el alimento precioso del Cuerpo y de la Sangre de tu Hijo, te rogamos, Señor, que transformes nuestro corazón y nos concedas un espíritu nuevo, para que, con perseverancia, caminemos por sendas de vida nueva. Por Jesucristo, nuestro Señor.

martes, 26 de enero de 2016

LECTURAS DEL MARTES III DEL T. ORDINARIO 26 DE ENERO SANTOS TIMOTEO Y TITO OBISPOS (BLANCO)


"¿Quién es mi madre y quiénes son mis hermanos?"


SAN TIMOTEO Y SAN TITO OBISPOS

ANTÍFONA DE ENTRADA Sal 95, 3-4

Anuncien la gloria del Señor entre las naciones y sus maravillas a todos los pueblos; porque el Señor es grande y muy digno de alabanza.

ORACIÓN COLECTA

Señor, Dios, que enriqueciste con virtudes apostólica a los santos Timoteo y Tito, concédenos, por su intercesión, que, viviendo justa y piadosamente en este mundo, merezcamos llegar a la patria celestial. Por nuestro Señor Jesucristo...

LITURGIA DE LA PALABRA 

Querido Tito, mi verdadero hijo en la fe que compartimos.

De la carta del apóstol san Pablo a Tito: 1, 1-5



Yo Pablo, soy servidor de Dios y apóstol de Jesucristo, para conducir a los elegidos de Dios la fe y al pleno conocimiento de la verdadera religión, que se apoya en la esperanza de la vida eterna. Dios, que no miente, había prometido esta vida desde tiempos remotos, y al llegar el momento oportuno, ha cumplido su palabra por medio de la predicación que se me encomendó por mandato de Dios, nuestro salvador.


Querido Tito, mi verdadero hijo en la fe que compartimos: te deseo la gracia y la paz de parte de Dios Padre y de Cristo Jesús, nuestro salvador. El motivo de haberte dejado en Creta, fue para que acabaras de organizar lo que faltaba y establecieras presbítero en cada ciudad, como te ordené.

Palabra de Dios. 

Te alabamos, Señor.


Del salmo 95

R/. Cantemos la grandeza del Señor.


Cantemos al Señor un canto nuevo, que le cante al Señor toda la tierra; cantemos al Señor y bendigámoslo. R/.


Proclamemos su amor día tras día, su grandeza anunciemos a los pueblos; de nación en nación, sus maravillas. R/.

Alaben al Señor, pueblos del orbe, reconozcan su gloria y su poder y tribútenle honores a su nombre. R/.

"Reina el Señor", digamos a los pueblos. Él afianzó con su poder el orbe, gobierna a las naciones con justicia. R/.




ACLAMACIÓN Cfr. Mt 11, 25




R/. Aleluya, aleluya.


Te doy gracias, Padre, Señor del cielo y de la tierra, porque has revelado los misterios del Reino a la gente sencilla. R/.


El que cumple la voluntad de Dios, ése es mi hermano, mi hermana y mi madre.

Del santo Evangelio según san Marcos: 3, 31-35

En aquel tiempo, llegaron donde estaba Jesús, su madre y sus parientes; se quedaron fuera y lo mandaron llamar. En torno a Él estaba sentada una multitud, cuando le dijeron: "Ahí afuera están tu madre y tus hermanos, que te buscan". Él les respondió: "¿Quién es mi madre y quiénes son mis hermanos?" Luego, mirando a los que estaban sentados a su alrededor, dijo: 'Éstos son mi madre y mis hermanos. Porque el que cumple la voluntad de Dios, ése es mi hermano, mi hermana y mi madre". 

Palabra del Señor. 

Gloria a ti, Señor Jesús.

ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS

Recibe, Señor, los dones de tu pueblo, presentados en la festividad de tus santos Timoteo y Tito, y concédenos que te agrademos siempre con un corazón sincero. Por Jesucristo, nuestro Señor.

ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN (Mc 16,15; Mt 28,20)

Vayan por todo el mundo y proclamen la Buena Nueva; yo estaré con ustedes todos los días, dice el Señor.

ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN

Los sacramentos que recibimos, Señor Dios nuestro, fortalezcan en nosotros la fe que la predicación apostólica nos enseñó y que los santos Timoteo y Tito conservaron con solicitud. Por Jesucristo, nuestro Señor.