domingo, 30 de noviembre de 2014

LECTURAS DEL DOMINGO I DE ADVIENTO 30 DE NOVIEMBRE ( INICIA NUEVO AÑO LITÚRGICO CICLO B) (MORADO)


Velen y estén preparados, porque no saben cuándo llegará el momento. 





ANTÍFONA DE ENTRADA (Cfr. Sal 24, 1-3)

A ti, Señor, levanto mi alma; Dios mío, en ti confío, no quede yo defraudado, que no triunfen de mí mis enemigos; pues los que esperan en ti no quedan defraudados.

No se dice Gloria.

ORACIÓN COLECTA

Concede a tus fieles, Dios todopoderoso, el deseo de salir al encuentro de Cristo, que viene a nosotros, para que, mediante la práctica de las buenas obras, colocados un día a su derecha, merezcamos poseer el reino celestial. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo y es Dios por los siglos de los siglos.

LITURGIA DE LA PALABRA

Ojalá, Señor, rasgaras los cielos y bajaras.

Del libro del profeta Isaías: 63, 16-17. 19; 64, 2-7


Tú, Señor, eres nuestro padre y nuestro redentor; ése es tu nombre desde siempre. ¿Por qué, Señor, nos has permitido alejarnos de tus mandamientos y dejas endurecer nuestro corazón hasta el punto de no temerte? Vuélvete, por amor a tus siervos, a las tribus que son tu heredad. Ojalá rasgaras los cielos y bajaras, estremeciendo las montañas con tu presencia.

Descendiste y los montes se estremecieron con tu presencia. Jamás se oyó decir, ni nadie vio jamás que otro Dios, fuera de ti, hiciera tales cosas en favor de los que esperan en él. Tú sales al encuentro del que practica alegremente la justicia y no pierde de vista tus mandamientos.

Estabas airado porque nosotros pecábamos y te éramos siempre rebeldes. Todos éramos impuros y nuestra justicia era como trapo asqueroso; todos estábamos marchitos, como las hojas, y nuestras culpas nos arrebataban, como el viento. Nadie invocaba tu nombre, nadie se levantaba para refugiarse en ti, porque nos ocultabas tu rostro y nos dejabas a merced de nuestras culpas.

Sin embargo, Señor, tú eres nuestro padre; nosotros somos el barro y tú el alfarero; todos somos hechura de tus manos. 

Palabra de Dios. 

Te alabamos, Señor.



Del salmo 79 

R/. Señor, muéstranos tu favor y sálvanos.

Escúchanos, pastor de Israel; tú, que estás rodeado de querubines, manifiéstate, despierta tu poder y ven a salvarnos. R/.

Señor, Dios de los ejércitos, vuelve tus ojos, mira tú viña y visítala; protege la cepa plantada por tu mano, el renuevo que tú mismo cultivaste. R/.

Que tu diestra defienda al que elegiste, al hombre que has fortalecido. Ya no nos alejaremos de ti; consérvanos la vida y alabaremos tu poder. R/.


Esperamos la manifestación de nuestro Señor Jesucristo.

De la primera carta del apóstol san Pablo a los corintios: 1, 3-9


Hermanos: Les deseo la gracia y la paz de parte de Dios, nuestro Padre, y de Cristo Jesús, el Señor.

Continuamente agradezco a mi Dios los dones divinos que les ha concedido a ustedes por medio de Cristo Jesús, ya que por él los ha enriquecido con abundancia en todo lo que se refiere a la palabra y al conocimiento; porque el testimonio que damos de Cristo ha sido confirmado en ustedes a tal grado, que no carecen de ningún don, ustedes, los que esperan la manifestación de nuestro Señor Jesucristo. El los hará permanecer irreprochables hasta el fin, hasta el día de su advenimiento. Dios es quien los ha llamado a la unión con su Hijo Jesucristo, y Dios es fiel. 

Palabra de Dios. 

Te alabamos, Señor.



ACLAMACIÓN (Sal 84, 8) 






R/. Aleluya, aleluya.

Muéstranos, Señor, tu misericordia y danos tu salvación. R/.


Velen, pues no saben a qué hora va a regresar el dueño de la casa.

Del santo Evangelio según san Marcos: 13, 33-37


En aquel tiempo, Jesús dijo a sus discípulos: "Velen y estén preparados, porque no saben cuándo llegará el momento. Así como un hombre que se va de viaje, deja su casa y encomienda a cada quien lo que debe hacer y encarga al portero que esté velando, así también velen ustedes, pues no saben a qué hora va a regresar el dueño de la casa: si al anochecer, a la medianoche, al canto del gallo o a la madrugada. No vaya a suceder que llegue de repente y los halle durmiendo. Lo que les digo a ustedes, lo digo para todos: permanezcan alerta".

Palabra del Señor. 

Gloria a ti, Señor Jesús.


Se dice Credo.

PLEGARIA UNIVERSAL


Oremos a Jesús, la luz del mundo, el camino de la vida. 

Después de cada petición diremos: Ven, Señor Jesús.

Por el Papa, los obispos y todos los ministros ordenados al servicio de la Iglesia, Pueblo de Dios. Oremos.

Por las vocaciones al sacerdocio, al diaconado y a la vida religiosa. Oremos.

Por todos los pueblos de la tierra, y especialmente por los que sufren a causa del hambre y de la guerra. Oremos.

Por las familias rotas, por los ancianos abandonados, por los niños que no conocen el cariño de unos padres. Oremos.

Por nosotros y por todos los cristianos, que queremos abrir un camino al Señor en nuestras vidas y preparar la llegada de su Reino. Oremos.


Ven a nosotros, Señor Jesús, para dar tu consuelo a los afligidos, tu fortaleza a los que te queremos seguir, tu luz a los que no te conocen, y un corazón nuevo a los que viven encerrados en el egoísmo. Tú, que vives y reinas por los siglos de los siglos.

ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS

Recibe, Señor, estos dones que te ofrecemos, tomados de los mismos bienes que nos has dado, y haz que lo que nos das en el tiempo presente para aumento de nuestra devoción, se convierta para nosotros en prenda de tu redención eterna. Por Jesucristo, nuestro Señor.

Prefacio I o III de Adviento.

ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN (Sal 84, 13)

El Señor nos mostrará su misericordia y nuestra tierra producirá su fruto.

ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN


Te pedimos, Señor, que nos aprovechen los misterios en que hemos participado, mediante los cuales, mientras caminamos en medio de las cosas pasajeras, nos inclinas ya desde ahora a anhelar las realidades celestiales y a poner nuestro apoyo en las que han de durar para siempre. Por Jesucristo, nuestro Señor.

Puede utilizarse la fórmula de bendición solemne.

sábado, 29 de noviembre de 2014

LECTURAS DEL SÁBADO XXXIV DEL T. ORDINARIO 29 DE NOVIEMBRE (VERDE)


Velen, pues, y hagan oración continuamente.





MISA DE SANTA MARÍA EN SÁBADO

ANTÍFONA DE ENTRADA (Cfr. Hch 1, 14)

Los discípulos perseveraban unánimes en la oración junto con María, la Madre de Jesús.

ORACIÓN COLECTA

Dios, Padre de misericordia, cuyo Unigénito, clavado en la cruz, proclamó como Madre nuestra a su propia Madre, María santísima, concédenos, por su cooperación amorosa, que tu Iglesia, siendo cada día más fecunda, se alegre por la santidad de sus hijos y atraiga a su seno a todas las familias de los pueblos. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo y es Dios por los siglos de los siglos.

LITURGIA DE LA PALABRA

Ahí no habrá ya noche, porque el Señor los iluminará con su luz.

Del libro del Apocalipsis del apóstol san Juan: 22, 1-7


El ángel del Señor me mostró a mí, Juan, el río del agua que da la vida, reluciente como el cristal, que brotaba del trono de Dios y del Cordero. En el centro de la plaza de la ciudad y en cada lado del río, crecía un árbol de la vida, que daba doce cosechas al año, una cada mes, y sus hojas sirven para dar la salud a las naciones. Ahí no habrá ya ninguna maldición. En la ciudad estará el trono de Dios y el del Cordero, y sus servidores le darán culto, lo verán cara a cara, y llevarán su nombre en la frente. Ahí no habrá ya noche ni habrá necesidad de lámparas o de sol, porque el Señor Dios los iluminará con su luz y reinarán por los siglos de los siglos.

Luego el ángel me dijo: "Estas palabras son verdaderas y dignas de crédito. El Señor Dios, que inspiró a los profetas, ha enviado su ángel para comunicar a sus servidores lo que tiene que suceder en breve. Ya estoy a punto de llegar. Dichoso quien le hace caso al mensaje profético contenido en este libro".

Palabra de Dios. 

Te alabamos, Señor.



Del salmo 94 

R/. Demos gracias al Señor.

Vengan, lancemos vivas al Señor, aclamemos al Dios que nos salva. Acerquémonos a él llenos de júbilo y démosle gracias. R/.

Porque el Señor es un Dios grande, es un rey más grande que todos los dioses: en sus manos están los abismos de la tierra y son suyas las cumbres de las montañas; el mar es suyo, pues él lo hizo, y también la tierra, pues la formó con sus manos. R/.

Vengan, y puestos de rodillas, adoremos y bendigamos al Señor, que nos hizo, pues él es nuestro Dios y nosotros, su pueblo, él nuestro pastor y nosotros, sus ovejas. R/.



ACLAMACIÓN (Cfr. Lc 21, 36) 



R/. Aleluya, aleluya.

Velen y oren, para que puedan presentarse sin temor ante el Hijo del hombre. R/.


Velen para que puedan escapar de todo lo que ha de suceder.

Del santo Evangelio según san Lucas: 21, 34-36


En aquel tiempo, Jesús dijo a sus discípulos: "Estén alerta, para que los vicios, la embriaguez y las preocupaciones de esta vida no entorpezcan su mente y aquel día los sorprenda desprevenidos; porque caerá de repente como una trampa sobre todos los habitantes de la tierra.

Velen, pues, y hagan oración continuamente, para que puedan escapar de todo lo que ha de suceder y comparecer seguros ante el Hijo del hombre".

Palabra del Señor

Gloria a ti, Señor Jesús.


ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS

Recibe, Señor, nuestras ofrendas y conviértelas en sacramento de salvación, por cuya eficacia y por la intervención amorosa de la santísima Virgen María, Madre de la Iglesia, nos llenemos de santo fervor y merezcamos quedar más íntimamente asociados, con ella, a la obra de la redención. Por Jesucristo, nuestro Señor.

PREFACIO


En verdad es justo y necesario, es nuestro deber y salvación darte gracias siempre y en todo lugar, Señor, Padre santo, Dios todopoderoso y eterno, y alabarte en esta conmemoración de la Virgen María.

Porque ella, al aceptar tu Palabra en su corazón inmaculado, mereció concebirla en su seno virginal y, al dar a luz a su Creador, preparó el nacimiento de la Iglesia.

Porque ella, al aceptar junto a la cruz el encargo de tu amor, recibió como hijos a todos los hombres, redimidos por la sangre de Cristo.

Porque ella, al unirse a las oraciones de los Apóstoles y de los discípulos, que esperaban la venida del Espíritu Santo prometido, se convirtió en el modelo de la Iglesia suplicante. Y, desde su asunción gloriosa al cielo, sigue mostrando su amor a la Iglesia peregrina, y protege sus pasos hacia la patria del cielo, hasta que venga el Señor, lleno de gloria.

Por eso, con todos los ángeles y santos, te alabamos sin cesar, diciendo: Santo, Santo, Santo...


ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN (Cfr. Jn 19, 26-27)

Desde la cruz, Cristo dijo al discípulo amado: He ahí a tu Madre.

ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN

Habiendo recibido esta prenda de redención y vida, te suplicamos, Señor, que tu Iglesia, por la ayuda maternal de la santísima Virgen, instruya a todas las naciones, anunciándoles el Evangelio, y llene al mundo entero con la efusión de tu Espíritu. Por Jesucristo, nuestro Señor.

viernes, 28 de noviembre de 2014

LECTURAS DEL VIERNES XXXIV DEL T. ORDINARIO 28 DE NOVIEMBRE (VERDE)


Podrán dejar de existir el cielo y la tierra, pero mis palabras no dejarán de cumplirse.





ANTÍFONA DE ENTRADA (Cfr. Ga 6, 14)

Que nuestro único orgullo sea la Cruz de nuestro Señor Jesucristo, porque en Él tenemos la salvación, la vida y la resurrección, y por Él hemos sido salvados y redimidos.

ORACIÓN COLECTA

Señor Dios, que quisiste que tu Unigénito sufriera la cruz para salvar al género humano, concédenos que quienes conocimos su misterio en la tierra, merezcamos alcanzar en el cielo el premio de su redención. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo y es Dios por los siglos de los siglos.

LITURGIA DE LA PALABRA

Los muertos fueron juzgados conforme a sus obras. - Vi que descendía del cielo la nueva Jerusalén.

Del libro del Apocalipsis del apóstol san Juan: 20, 1-4. 11-21, 2


Yo, Juan, vi un ángel que bajaba del cielo, con la llave del abismo y una gran cadena en la mano. El ángel sujetó al dragón, la serpiente antigua, que es el diablo o Satanás, y lo encadenó durante mil años. Lo arrojó al abismo, lo encerró y puso un sello, para que ya no pudiera engañar a los pueblos hasta que pasaran mil años. Después de esto, es necesario que lo suelten un poco de tiempo.

Vi también unos tronos, donde se sentaron los encargados de juzgar. Vi, además, vivos a los que habían sido sacrificados por dar testimonio de Jesús y proclamar la palabra de Dios, y a todos los que no adoraron a la bestia ni a su estatua, y no se dejaron poner su marca en la frente ni en la mano. Estos revivieron y reinaron con Cristo durante mil años.

Vi después un trono brillante y magnífico, y al que estaba sentado en él. El cielo y la tierra desaparecieron de su presencia sin dejar rastro. Y vi a los muertos, grandes y pequeños, de pie delante del trono. Fueron abiertos unos libros y también el libro de la vida. Los muertos fueron juzgados conforme a sus obras, que estaban escritas en esos libros.

El mar devolvió sus muertos; la muerte y el abismo devolvieron los muertos que guardaban en su seno. Cada uno fue juzgado según sus obras. La muerte y el abismo fueron arrojados al lago de fuego; este lago es la muerte definitiva. Y a todo el que no estaba escrito en el libro de la vida lo arrojaron al lago de fuego.

Luego vi un cielo nuevo y una tierra nueva, porque el primer cielo y la primera tierra habían desaparecido y el mar ya no existía. También vi que descendía del cielo, desde donde está Dios, la ciudad santa, la nueva Jerusalén, engalanada como una novia que va a desposarse con su prometido. 

Palabra de Dios. 

Te alabamos, Señor.



Del salmo 83 

R/. Dichosos los que viven en tu casa.

Anhelando los atrios del Señor se consume mi alma. Todo mi ser de gozo se estremece y el Dios vivo es la causa. R/.

Hasta el gorrión encuentra casa y la golondrina un lugar para su nido, cerca de tus altares, Señor de los ejércitos, Dios mío. R/.

Dichosos los que viven en tu casa, te alabarán para siempre; dichosos los que encuentran en ti su fuerza, pues caminarán cada vez con más vigor. R/.



ACLAMACIÓN (Lc 21, 28) 






R/. Aleluya, aleluya.

Estén atentos y levanten la cabeza, porque se acerca la hora de su liberación, dice el Señor. R/.


Cuando vean que sucede esto, sepan que el Reino de Dios está cerca.

Del santo Evangelio según san Lucas: 21, 29-33

En aquel tiempo, Jesús propuso a sus discípulos esta comparación: "Fíjense en la higuera y en los demás árboles. Cuando ven que empiezan a dar fruto, saben que ya está cerca el verano. Así también, cuando vean que suceden las cosas que les he dicho, sepan que el Reino de Dios está cerca. Yo les aseguro que antes de que esta generación muera, todo esto se cumplirá. Podrán dejar de existir el cielo y la tierra, pero mis palabras no dejarán de cumplirse". 

Palabra del Señor. 

Gloria a ti, Señor Jesús.

ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS

Te rogamos, Señor, que este sacrificio, que en el altar de la cruz borró el pecado del mundo entero, nos purifique de todas nuestras ofensas. Por Jesucristo, nuestro Señor.

ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN (Jn 12, 32)

Cuando yo sea levantado de la tierra, atraeré a todos hacia mí, dice el Señor.

ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN

Señor nuestro, Jesucristo, fortalecidos con este alimento santo, te pedimos que conduzcas a la gloria de tu resurrección a quienes redimiste por el madero vivificante de la Cruz. Tú que vives y reinas por los siglos de los siglos.

jueves, 27 de noviembre de 2014

LECTURAS DEL JUEVES XXXIV DEL T. ORDINARIO 27 DE NOVIEMBRE (VERDE)


Cuando estas cosas comiencen a suceder, pongan atención y levanten la cabeza, porque se acerca la hora de su liberación.





ANTÍFONA DE ENTRADA (Sal 77, 23-25)

Abrió Dios las compuertas del cielo e hizo llover sobre ellos el maná para que lo comieran; les dio un trigo celeste, y el hombre comió pan de ángeles.

ORACIÓN COLECTA

Señor Dios, que llevaste a cabo la obra de la redención humana por el misterio pascual de tu Unigénito, concede, benigno, que quienes anunciamos llenos de fe por medio de los signos sacramentales, su muerte y resurrección, experimentemos un continuo aumento de tu salvación. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo y es Dios por los siglos de los siglos.

LITURGIA DE LA PALABRA

Cayó Babilonia, la grande.

Del libro del Apocalipsis del apóstol san Juan: 18, 1-2. 21-23; 19, 1-3. 9


Yo, Juan, vi un ángel que bajaba del cielo. Su poder era inmenso y con resplandor iluminó la tierra. Gritó con voz potente y dijo: "Ha caído ya la gran Babilonia y ha quedado convertida en morada de demonios, en guarida de toda clase de espíritus impuros, en escondrijo de aves inmundas y repugnantes".

Otro ángel poderoso levantó una piedra del tamaño de una rueda de molino y la arrojó al mar, diciendo:

"Con esta misma violencia será arrojada Babilonia, la gran ciudad, y desaparecerá para siempre. Ya no se volverán a escuchar en ti ni cantos, ni cítaras, ni flautas, ni trompetas. Ya no habrá jamás en ti artesanos de ningún oficio, ni se escuchará más el ruido de la piedra de molino; ya no brillarán en ti las luces de las lámparas ni volverá a escucharse en ti el bullicio de las bodas. Esto sucederá porque tus comerciantes llegaron a dominar la tierra y tú, con tus brujerías, sedujiste a todas las naciones". Después de esto oí algo así como una inmensa multitud que cantaba en el cielo:

"¡Aleluya! La salvación, la gloria y el poder pertenecen a nuestro Dios, porque sus sentencias son legítimas y justas. Él ha condenado a la gran prostituta, que corrompía a la tierra con su fornicación y le ha pedido cuentas de la sangre de sus siervos".

Y por segunda vez todos cantaron: "¡Aleluya! El humo del incendio de la gran ciudad se eleva por los siglos de los siglos". Entonces un ángel me dijo: "Escribe: 'Dichosos los invitados al banquete de bodas del Cordero' ". 

Palabra de Dios. 

Te alabamos, Señor.



Del salmo 99 

R/. Dichosos los invitados al banquete del Señor.

Alabemos a Dios todos los hombres, sirvamos al Señor con alegría y con júbilo entremos en su templo. R/.

Reconozcamos que el Señor es Dios, que él fue quien nos hizo y somos suyos, que somos su pueblo y su rebaño. R/. 

Entremos por sus puertas dando gracias, crucemos por sus atrios entre himnos, alabando al Señor y bendiciéndolo. R/. 

Porque el Señor es bueno, bendigámoslo, porque es eterna su misericordia y su fidelidad nunca se acaba. R/.



ACLAMACIÓN (Lc 21, 28) 

R/. Aleluya, aleluya.

Estén atentos y levanten la cabeza, porque se acerca la hora de su liberación, dice el Señor. R/.


Jerusalén será pisoteada por los paganos, hasta que se cumpla el plazo señalado por Dios.

Del santo Evangelio según san Lucas: 21, 20-28


En aquel tiempo, Jesús dijo a sus discípulos: "Cuando vean a Jerusalén sitiada por un ejército, sepan que se aproxima su destrucción. Entonces, los que estén en Judea, que huyan a los montes; los que estén en la ciudad, que se alejen de ella; los que estén en el campo, que no vuelvan a la ciudad; porque esos días serán de castigo para que se cumpla todo lo que está escrito.

¡Pobres de las que estén embarazadas y de las que estén criando en aquellos días! Porque vendrá una gran calamidad sobre el país y el castigo de Dios se descargará contra este pueblo. Caerán al filo de la espada, serán llevados cautivos a todas las naciones y Jerusalén será pisoteada por los paganos, hasta que se cumpla el plazo que Dios les ha señalado.

Habrá señales prodigiosas en el sol, en la luna y en las estrellas. En la tierra, las naciones se llenarán de angustia y de miedo por el estruendo de las olas del mar; la gente se morirá de terror y de angustiosa espera por las cosas que vendrán sobre el mundo, pues hasta las estrellas se bambolearán. Entonces verán venir al Hijo del hombre en una nube, con gran poder y majestad. Cuando estas cosas comiencen a suceder, pongan atención y levanten la cabeza, porque se acerca la hora de su liberación". 

Palabra del Señor. 

Gloria a ti, Señor Jesús.


ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS

Señor, al celebrar el memorial de nuestra salvación, imploramos humildemente tu clemencia, a fin de que este sacramento de amor sea para nosotros signo de unidad y vínculo de caridad. Por Jesucristo, nuestro Señor.

ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN (Jn 6, 51-52)

Yo soy el pan vivo que ha bajado del cielo, dice el Señor. El que coma de este pan vivirá eternamente. Y el pan que yo les voy a dar es mi carne, para que el mundo tenga vida.

ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN

Dios nuestro, que la participación en este banquete celestial nos santifique, de modo que, por la recepción del Cuerpo y la Sangre de Cristo, se estreche entre nosotros la unión fraterna. Él, que vive y reina por los siglos de los siglos.

miércoles, 26 de noviembre de 2014

LECTURAS DEL MIÉRCOLES XXXIV DEL T. ORDINARIO 26 DE NOVIEMBRE (VERDE)


Si se mantienen firmes, conseguirán la vida.





ANTÍFONA DE ENTRADA (Sal 22, 4)

Aunque camine por cañadas oscuras, nada temo, porque tú estás conmigo, Señor y Dios mío, tu vara y tu cayado me dan seguridad.

ORACIÓN COLECTA

Señor Dios, que nos creaste a tu imagen y quisiste que tu Hijo padeciera la muerte por nosotros, concédenos permanecer siempre vigilantes en la oración, para que merezcamos salir de este mundo sin mancha de pecado y descansar llenos de gozo en el seno de tu misericordia. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo y es Dios por los siglos de los siglos.

LITURGIA DE LA PALABRA

Cantaban el cántico de Moisés y el cántico del Cordero.

Del libro del Apocalipsis del apóstol san Juan: 15, 1-4


Yo, Juan, tuve una visión: Vi en el cielo otra gran señal maravillosa: Eran siete ángeles, portadores de las últimas siete plagas, con las cuales Dios pondrá fin a su cólera. Vi también una especie de mar de cristal, mezclado con fuego; y los vencedores de la bestia, de su estatua y del número simbólico de su nombre, estaban de pie junto al mar de cristal, con las cítaras que Dios les había dado, y cantaban el cántico de Moisés, el siervo de Dios, y el cántico del Cordero, diciendo:

"Grandes y maravillosas son tus obras, Señor, Dios todopoderoso; justo y verdadero tu proceder, rey de las naciones. ¿Quién no te respetará, Señor? ¿Quién no te alabará? Ya que sólo tú eres santo, y todas las naciones vendrán a adorarte, porque tus justas sentencias han quedado patentes". 

Palabra de Dios. 

Te alabamos, Señor.



Del salmo 97 

R/. Señor, tus obras son maravillosas.

Cantemos al Señor un canto nuevo, pues ha hecho maravillas. Su diestra y su santo brazo le han dado la victoria. R/.

El Señor ha dado a conocer su victoria y ha revelado a las naciones su justicia. Una vez más ha demostrado Dios su amor y su lealtad hacia Israel. R/.

Alégrese el mar y el mundo submarino, el orbe y todos los que en él habitan. Que los ríos estallen en aplausos y las montañas salten de alegría. R/.

Regocíjese todo ante el Señor, porque ya viene a gobernar el orbe. Justicia y rectitud serán las normas con las que rija a todas las naciones. R/.



ACLAMACIÓN (Ap 2, l0) 




R/. Aleluya, aleluya.

Sé fiel hasta la muerte y te daré como premio la vida, dice el Señor. R/.

Todos los odiarán a ustedes por causa mía. Sin embargo, ni un cabello de su cabeza perecerá.


Del santo Evangelio según san Lucas: 21, 12-19


En aquel tiempo, Jesús dijo a sus discípulos: "Los perseguirán y los apresarán, los llevarán a los tribunales y a la cárcel, y los harán comparecer ante reyes y gobernadores, por causa mía. Con esto ustedes darán testimonio de mí.

Grábense bien que no tienen que preparar de antemano su defensa, porque yo les daré palabras sabias, a las que no podrá resistir ni contradecir ningún adversario de ustedes.

Los traicionarán hasta sus propios padres, hermanos, parientes y amigos. Matarán a algunos de ustedes, y todos los odiarán por causa mía. Sin embargo, ni un cabello de su cabeza perecerá. Si se mantienen firmes, conseguirán la vida". 

Palabra del Señor. 

Gloria a ti, Señor Jesús.


ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS

Así como venciste nuestra muerte, Señor, con la muerte de tu Unigénito, así también concédenos, por la eficacia de este sacramento, que, obedeciendo a tu voluntad hasta la muerte, salgamos de este mundo llenos de paz y de confianza, hechos partícipes de su gloriosa resurrección. Por Jesucristo, nuestro Señor.

ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN (Lc 21, 36)

Velen, pues, y hagan oración continuamente, para que puedan comparecer seguros ante el Hijo del hombre.

ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN

Habiendo recibido por estos misterios la prenda de la inmortalidad, te pedimos, Señor, que el auxilio de tu amor nos ayude en el momento de nuestra muerte, y que, venciendo las tentaciones del enemigo, seamos acogidos en el seno de tu eterna gloria. Por Jesucristo, nuestro Señor.

martes, 25 de noviembre de 2014

LECTURAS DEL MARTES XXXIV DEL T. ORDINARIO 25 DE NOVIEMBRE (VERDE)


Cuídense de que nadie los engañe, porque muchos vendrán usurpando mi nombre.





ANTÍFONA DE ENTRADA (Sal 53, 6. 8)

El Señor es mi auxilio y el único apoyo en mi vida. Te ofreceré de corazón un sacrificio y daré gracias a tu nombre, Señor, porque eres bueno.

ORACIÓN COLECTA

Sé propicio, Señor, con tus siervos y multiplica, bondadoso, sobre ellos los dones de tu gracia, para que, fervorosos en la fe, la esperanza y la caridad, perseveren siempre fieles en el cumplimiento de tus mandatos. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo y es Dios por los siglos de los siglos.

LITURGIA DE LA PALABRA

El tiempo de la cosecha ha llegado ya; la mies de la tierra está madura.

Del libro del Apocalipsis del apóstol san Juan: 14, 14-19


Yo, Juan, tuve otra visión: Vi una nube blanca y en ella a alguien que parecía un ser humano, con una corona de oro en la cabeza y una hoz afilada en la mano. Entonces un ángel salió del templo y le gritó con potente voz al que estaba sentado en la nube: "Empuña la hoz y ponte a segar; el tiempo de la cosecha ha llegado ya; la mies de la tierra está madura". El que estaba sentado en la nube pasó su hoz sobre la tierra y recogió la cosecha de la tierra

Salió otro ángel del templo celestial, también él con una afilada hoz en su mano. Y salió del templo otro más, el ángel que tiene poder sobre el fuego, y le gritó con potente voz al que tenía la hoz afilada: "Empuña tu hoz afilada y corta los racimos de la viña de la tierra, porque sus uvas ya están maduras".

El ángel acercó su hoz a la tierra, cosechó la viña de la tierra y echó los racimos en el gran lagar de la cólera de Dios. Pisaron las uvas en el lagar, fuera de la ciudad, y del lagar corrió tanta sangre, que subió hasta los frenos de los caballos, en una extensión de unos trescientos kilómetros. 

Palabra de Dios. 

Te alabamos, Señor.



Del salmo 95 

R/. Que todo se alegre ante el Señor.

"Reina el Señor", digamos a los pueblos. Él afianzó con su poder el orbe, gobierna a las naciones con justicia. R/.

Alégrense los cielos y la tierra, retumbe el mar y el mundo submarino; salten de gozo el campo y cuanto encierra, manifiesten los bosques regocijo. R/.

Regocíjese todo ante el Señor, porque ya viene a gobernar el orbe. Justicia y rectitud serán las normas con las que rija a todas las naciones. R/.



ACLAMACIÓN (Ap 2, 10) 






R/. Aleluya, aleluya.

Sé fiel hasta la muerte y te daré como premio la vida, dice el Señor. R/.


No quedará piedra sobre piedra.

Del santo Evangelio según san Lucas: 21, 5-11


En aquel tiempo, como algunos ponderaban la solidez de la construcción del templo y la belleza de las ofrendas votivas que lo adornaban, Jesús dijo: "Días vendrán en que no quedará piedra sobre piedra de todo esto que están admirando; todo será destruido".

Entonces le preguntaron: "Maestro, ¿cuándo va a ocurrir esto y cuál será la señal de que ya está a punto de suceder?".

Él les respondió: "Cuídense de que nadie los engañe, porque muchos vendrán usurpando mi nombre y dirán: 'Yo soy el Mesías. El tiempo ha llegado'. Pero no les hagan caso. Cuando oigan hablar de guerras y revoluciones, que no los domine el pánico, porque eso tiene que acontecer, pero todavía no es el fin".

Luego les dijo: "Se levantará una nación contra otra y un reino contra otro. En diferentes lugares habrá grandes terremotos, epidemias y hambre, y aparecerán en el cielo señales prodigiosas y terribles". 

Palabra del Señor. 

Gloria a ti, Señor Jesús.


ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS

Dios nuestro, que con la perfección de un único sacrificio pusiste fin a la diversidad de sacrificios de la antigua ley, recibe las ofrendas de tus fieles, y santifícalas como bendijiste la ofrenda de Abel, para que aquello que cada uno te ofrece en honor de tu gloria, sea de provecho para la salvación de todos. Por Jesucristo, nuestro Señor.

ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN (Ap 3, 20)

Miren que estoy a la puerta y llamo, dice el Señor: Si alguien oye mi voz y me abre, entraré en su casa y cenaremos juntos.

ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN

Señor, muéstrate benigno con tu pueblo, y ya que te dignaste alimentarlo con los misterios celestiales, hazlo pasar de su antigua condición de pecado a una vida nueva. Por Jesucristo, nuestro Señor.