jueves, 31 de mayo de 2012

LECTURAS DEL JUEVES VIII DEL T. ORDINARIO 31 DE MAYO LA VISITACIÓN DE LA SANTÍSIMA VIRGEN MARIA A SU PRIMA SANTA ISABEL



¡Bendita tu entre las mujeres y bendito el fruto de tu vientre!






ANTÍFONA DE ENTRADA

Ustedes, los que aman y temen a Dios, vengan y escuchen: les contare las maravillas que el Señor ha hecho por mí.

Se dice Gloria.

ORACIÓN COLECTA

Dios eterno y todo poderoso, que inspiraste a la Santísima Virgen cuando llevaba ya en su seno a tu Hijo el deseo de visitar a santa Isabel, concédenos docilidad a tu Espíritu, a fin de que podamos siempre, con María, reconoce tus beneficios y alabarte por ellos. Por nuestro Señor Jesucristo…

LITURGIA DE LA PALABRA

Ayuden a sus hermanos a sus necesidades y esmérense en la hospitalidad.

De la carta del apóstol san Pedro a los romanos: 12, 9-16


Hermanos: que el amor de ustedes sea sinceros. Aborrezcan el mal y amen el bien; ámense cordialmente los unos a los otros como hermanos; que cada uno estime a los otros más que a si mismo. En el cumplimiento de su deber, no sean negligentes y mantengan un espíritu fervoroso al servicio del Señor. Que la esperanza los mantenga alegres: sean constantes en la tribulación y perseverantes en la oración. Ayuden a los hermanos en sus necesidades y esmérense en la hospitalidad.


Bendigan a los que los persiguen; bendíganlos, no los maldigan. Alégrense con los que se alegran; lloren con los que lloran. Que reine la concordia entre ustedes, no sean, pues, altivos: más bien pónganse al nivel de los humildes. 

Palabra del Señor. 

Te alabamos, Señor.



Isaías 12 

R/. El Señor ha hecho maravillas con nosotros.


El Señor es mi Dios y mi salvador, con Él estoy seguro y nada temo. El Señor es mi protección y mi fuerza y ha sido mi salvación. Sacarán agua con gozo de la fuente de salvación. R/.

Den gracias al Señor, invoquen su nombre, cuenten a los pueblos sus hazañas, proclamen que su nombre es sublime. R/.

Alaben al Señor por sus proezas, anúncielas a todas las tierras. Griten jubilosos. Habitantes de Sión, por que el Dios de Israel ha sido grande con ustedes. R/.



ACLAMACIÓN (cfr Lc 1, 45) 



R/. Aleluya, aleluya.


Dichosa tu Santísima Virgen María, que has creído, porque se cumplirá cuanto te fue anunciado de parte del Señor. R/.


¿Quién soy yo para que la madre de mi Señor venga a verme?

Del santo Evangelio según san Lucas: 1, 39-56


En aquellos días, María se encamino presurosa a un pueblo de las montañas de Judea y, entrando en la casa de Zacarías, saludo a Isabel, en cuanto ésta oyó el saludo de María, la criatura saltó en su seno.


Entonces Isabel quedó llena del Espíritu Santo, y levantando la voz, exclamó: “¡Bendita tu entre las mujeres y bendito el fruto de tu vientre! ¿Quién soy yo, para que la madre de mi Señor venga a verme? Apenas llego tu saludo a mis oídos, el niño saltó de gozo en mi seno. Dichosa tu que has creído, porque se cumplirá cuanto te fue anunciado de parte del Señor”.

Entonces dijo María: “Mi alma glorifica al Señor y mi espíritu se llena de júbilo de Dios, mi salvador, por que puso sus ojos en la humildad de su esclava.

Desde ahora me llamarán dichosa todas las generaciones, porque porque ha hecho en mí grandes cosas el que todo lo puede. Santo es su nombre, y su misericordia llega de generación en generación a los que lo temen.

Ha hecho sentir el poder de su brazo: disperso a los de corazón altanero, destronó a los potentados y exaltó a los humildes. A los hambrientos los colmó de bienes y a los ricos los despidió sin nada. Acordándose de su misericordia, vino en ayuda de Israel, su siervo, como la había prometido a nuestros padres, a Abraham y a su descendencia, para siempre” María permaneció con Isabel unos tres meses, y luego regreso a su casa.

Palabra del Señor. 

Gloria a ti, Señor Jesús.


ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS

Dios todo poderoso, que bendijiste la amorosa solicitud de María, la Madre de tu Hijo, por su prima Isabel, acepta y bendice los dones que te presentamos y conviértelos para nosotros en fuentes de satisfacción. Por Jesucristo, nuestro Señor.

Prefacio de santa María Virgen.

ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN (Lc 1, 48-49)

Todas las generaciones me llamarán bienaventurada, por que ha hecho en mí maravillas el Todopoderoso, cuyo nombre es santo.

ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN

Te damos gracias, Dios nuestro, por este admirable sacramento de tu amor que has concedido a la iglesia y te suplicamos que, así como Juan Bautista se alegro de sentir la presencia oculta de tu Hijo, así podamos nosotros reconocer en la Eucaristía la presencia viva de nuestro salvador, que vive y reina por los siglos de los siglos.





miércoles, 30 de mayo de 2012

LECTURAS DEL MIÉRCOLES VIII DEL T. ORDINARIO 30 DE MAYO



El Hijo del hombre no ha venido a que lo sirvan, sino a servir.






ANTÍFONA DE ENTRADA (Mt 13, 33)

El reino de los cielos se parece a un poco de levadura que tomó una mujer y la mezcló con un costal de harina, y toda la masa acabó por fermentar.

ORACIÓN COLECTA

Señor, tú que has querido que la fuerza del Evangelio transforme al mundo, concede a cuantos has llamado a vivir en medio de los deberes y ocupaciones temporales, desempeñar su propio trabajo con espíritu evangélico, para contribuir así a la santificación del mundo. Por nuestro Señor Jesucristo…

LITURGIA DE LA PALABRA

Los ha rescatado Dios con la sangre preciosa de Cristo, el cordero sin mancha.

De la primera carta del apóstol san Pedro: 1, 18-25


Hermanos: Bien saben ustedes que de su estéril manera de vivir, heredada de sus padres, los ha rescatado Dios, no con bienes efímeros, como el oro y la plata, sino con la sangre preciosa de Cristo, el cordero sin defecto ni mancha, al cual Dios había elegido antes de la creación del mundo y, por amor a ustedes, lo ha manifestado en estos tiempos, que son los últimos. Por Cristo, ustedes creen en Dios, quién lo resucitó de entre los muertos y lo llenó de gloria, a fin de que la fe de ustedes sea también esperanza en Dios.



Así pues, purificados ya internamente por la obediencia a la verdad, que conduce al amor sincero a los hermanos, ámense los unos a los otros de corazón e intensamente. Porque han vuelto ustedes a nacer, y no de una semilla mortal, sino inmortal por medio de la palabra viva y permanente de Dios. En efecto, todo mortal es hierba y toda su belleza es flor de hierba: se seca la hierba y cae la flor; en cambio, la palabra del Señor permanece para siempre. Y esa es la palabra que se les ha anunciado.

Palabra de Dios. 

Te alabamos, Señor.



Del salmo 147 

R/. Demos gloria al Señor.



Glorifica al Señor, Jerusalén, a Dios ríndele honores, Israel. Él refuerza el cerrojo de tus puertas y bendice a tus hijos en tu casa. R/.

Él mantiene la paz en tus fronteras, con su trigo mejor sacia tu hambre. Él envía a la tierra su mensaje y su palabra corre velozmente. R/.

Le muestra a Jacob su pensamiento, sus normas y designios a Israel. No ha hecho nada igual con ningún pueblo, ni le ha confiado a otro sus proyectos. R/.



ACLAMACIÓN (Mc 10, 45) 




R/. Aleluya, aleluya.



El hijo del hombre vino a servir y a dar su vida por la redención de todos. R/.


Ya ven que nos estamos dirigiendo a Jerusalén, y el Hijo del hombre va a ser entregado.

Del santo Evangelio según san Marcos: 10, 32-45


En aquel tiempo, Jesús y sus discípulos iban camino de Jerusalén y Jesús se les iba adelantando. Los discípulos estaban sorprendidos y la gente que lo seguía tenía miedo. Él se llevó aparte otra vez a los Doce y se puso a decirles lo que iba a suceder: ¨Ya ven que nos estamos dirigiendo a Jerusalén y el Hijo del hombre va a ser entregado a los sumos sacerdotes y a los escribas; van a condenarlo a muerte y a entregarlo a los paganos; se van a burlar de Él, van a escupirlo, a azotarlo y a matarlo; pero al tercer día resucitará¨.



Entonces se acercaron a Jesús, Santiago y Juan, los hijos de Zebedeo, y le dijeron: ¨Maestro, queremos que nos concedas lo que vamos a pedirte¨. Él les dijo: ¨¿Qué es lo que desean?¨. Le respondieron: ¨Concede que nos sentemos uno a tu derecha y otro a tu izquierda, cuando estés en tu gloria¨. Jesús les replicó: ¨No saben lo que piden. ¿Podrán pasar la prueba que yo voy a pasar y recibir el bautismo con que yo seré bautizado; pero eso de sentarse a mi derecha o a mi izquierda no me toca a mi concederlo; eso es para quienes está reservado¨.

Cuando los otros diez apóstoles oyeron esto, se indignaron contra Santiago y Juan. Jesús reunió entonces a los Doce y les dijo: ¨Ya saben que los jefes de las naciones las gobiernan como si fueran sus dueños y los poderosos las oprimen. Pero no debe ser así entre ustedes. Al contrario: el que quiera ser grande entre ustedes que sea su servidor, y el que quiera ser primero, que sea esclavo de todos, así como el Hijo del hombre, que no ha venido a que lo sirvan, sino a servir y a dar su vida por la redención de todos¨. 

Palabra del Señor. 

Gloria a ti, Señor Jesús.


ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS

Dios nuestro, que en tu designio de salvar a todos los hombres por el sacrificio de Cristo, llamas también a los laicos al trabajo apostólico, concédeles, por ese mismo sacrificio que hoy vamos a ofrecerte, impregnar el mundo de espíritu evangélico y ser fermento de su santificación. Por Jesucristo, nuestro Señor.

ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN (Jn 15, 8)

La gloria de mi Padre consiste en que den mucho fruto y se manifiesten así como discípulos míos, dice el Señor.

ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN

Con la fuerza de la Eucaristía, mediante la cual nos haces participar de tu gracia, fortalece, Señor, a tus hijos, a fin de que, en cualquier trabajo que desempeñen en el mundo, vivan los principios evangélicos y hagan así que tu iglesia este presente y activa en los problemas actuales. Por Jesucristo, nuestro Señor.

martes, 29 de mayo de 2012

LECTURAS DEL MARTES VIII DEL T. ORDINARIO 29 DE MAYO



“Señor, ya ves que nosotros lo hemos dejado todo para seguirte”.






ANTÍFONA DE ENTRADA (1 Jn 3, 17)

Si alguno, teniendo con que vivir, ve a su hermano pasar necesidad, y sin embargo, no lo ayuda, ¿Cómo habitará el amor de Dios en él?

ORACIÓN COLECTA

Dios nuestro, que diste un origen idéntico a todos los pueblos y quisiste formar con ellos una sola familia, llena los corazones con el fuego de tu amor y suscita en todos los hombres el deseo de un progreso justo y fraternal, a fin de que, con los bienes que has destinado para todos, se realice cada uno como persona humana y, suprimida toda discriminación, reinen en el mundo la igualdad y la justicia por nuestro Señor Jesucristo…

LITURGIA DE LA PALABRA

Los profetas predijeron la gracia destinada a ustedes. Pongan, pues, en ella una esperanza sin límites.

De la primera Carta del apóstol san Pedro: 1,10-16


Hermanos: los profetas, cuando predijeron la gracia destinada a ustedes, investigaron profundamente acerca de la salvación de ustedes.


Ellos trataron de descubrir en qué tiempo y en que circunstancias se abrían de verificar las indicaciones que el Espíritu de Cristo, que moraba en ellos, se les había revelado sobre los sufrimientos de Cristo y el triunfo glorioso que los seguiría. Pero se les dio a conocer que ellos no verían o que profetizaban, si no que estaba reservado para nosotros, todo esto les ha sido anunciado ahora a ustedes, por medio de aquellos que les han predicado el Evangelio con la fuerza del Espíritu Santo, enviado del cielo, y ciertamente es algo que los ángeles anhelan contemplar.

Por eso, viviendo siempre atentos y vigilantes, pongan toda su esperanza en la gracia que les va a traer la manifestación gloriosa de Jesucristo.

Como hijos obedientes, no vivan conforme a las pasiones que tenían antes, en el tiempo de su ignorancia. Al contrario, así como es santo el que los llamo, sean también ustedes santos en toda su conducta, pues la Escritura dice: sean santos, porque yo, el Señor, soy santo.

Palabra de Dios 

Te alabamos, Señor.



Del salmo 97 

R/. Cantemos al Señor un canto nuevo.


Cantemos al Señor un canto nuevo, pues ha hecho maravillas. Su diestra y su santo brazo le han dado la victoria. R/.

El Señor ha dado a conocer su victoria y ha revelado a las naciones su justicia. Una vez más ha demostrado Dios su amor y su lealtad hacia Israel. R/.

La tierra entera ha contemplado la victoria de nuestro Dios. Que todos los pueblos y naciones aclamen con júbilo al Señor. R/.



ACLAMACIÓN (Cfr. Mt 11, 25) 





R/. Aleluya, aleluya.


Yo te alabo, Padre, Señor del cielo y de la tierra, por que has revelado los misterios del Reino a la gente sencilla. R/.


Recibirán cien veces más en esta vida, junto con persecuciones: y en otro mundo, la vida eterna.

Del santo Evangelio según san Marcos: 10, 28-31


En aquel tiempo, Pedro le dijo a Jesús: “Señor, ya ves que nosotros lo hemos dejado todo para seguirte”. Jesús le respondió: “Yo les aseguro: nadie que haya dejado casa, o hermanos o hermanas, o padre o madre, o hijos o tierras, por mí y por el Evangelio, dejara de recibir, en esta vida, el ciento por uno en casas, hermanos, hermanas, madres, hijos y tierras, junto con persecuciones, y en el otro mundo, la vida eterna. Y muchos que ahora son los primeros serán los últimos, y muchos que ahora son los últimos, serán los primeros”.


Palabra del Señor 

Gloria a ti, Señor Jesús.


ORACIÓN DE LAS OFRENDAS

Acepta, Señor, los dones y plegarias de ti iglesia y haz que todos los hombres se llenen del espíritu de hijos de Dios, a fin de que, superadas por amor todas las desigualdades, lleguen los pueblos a formar en tu paz una sola familia. Por Jesucristo, nuestro Señor.

ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN (Lc 11,9)

Pidan y se les dará, busquen y hallarán, llamen y se les abrirá dice el Señor.

ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN

Que de nuestra participación en este sacramento de unidad, mediante el cual renuevas constantemente a la familia humana, obtengamos, Señor, un amor auténtico y eficaz que nos impulse a promover el progreso de los pueblos y a realizar, en la caridad, las exigencias de la justicia. Por Jesucristo, nuestro señor.

LECTURAS DEL LUNES VIIII DEL T.ORDINARIO 28 DE MAYO



Ve y vende lo que tienes, da el dinero a los pobres y así tendrás un tesoro en los cielos. Después, ven y sígueme.






ANTÍFONA DE ENTRADA (Sal 17, 19-20)

El Señor es mi protector; Él me libró de las manos de mis enemigos y me salvó, porque me ama.

ORACIÓN COLECTA

Concédenos, Señor, que el curso de los acontecimientos del mundo se desenvuelva, según tu voluntad, en la justicia y en la paz, y que tu iglesia pueda servirte con tranquilidad y alegría. Por nuestro Señor Jesucristo…

LITURGIA DE LA PALABRA

Ustedes no han visto a Cristo, y sin embargo, lo aman; al creer ahora en Él se llenan de una alegría indescriptible.

De la primera carta de apóstol san Juan: 1, 3-9


Bendito sea Dios Padre de nuestro Señor Jesucristo, por su gran misericordia, por que al resucitar a Jesucristo de entre los muertos, nos concedió renacer a la esperanza de una vida nueva, que no puede corromperse ni mancharse y que Él nos tiene reservada como herencia en el cielo. Por que ustedes tienen fe en el Dios, Él los protege con su poder, para que alcancen la salvación que les tiene preparada y que Él revelará al final de los tiempos.


Por esta razón, alégrense, aun cuando ahora tengan que sufrir un poco por adversidades de todas clases, a fin de que su fe, sometida a la prueba, sea hallada digna de alabanza, gloria y honor, el día de la manifestación de Cristo. Porque la fe de ustedes es más preciosa que el oro, y el oro se acrisola por el fuego.

A Cristo Jesús no le han visto y, sin embargo, lo aman; al creer en Él ahora, sin verlo, se llenan de una alegría radiante e indescriptible, seguros de alcanzar la salvación de sus almas, que es la meta de la fe. 

Palabra del Dios. 

Te alabamos, Señor.



Del salmo 110 

R/. El Señor se acuerda siempre de su alianza.


Quiero alabar a Dios, de corazón, en las reuniones de los justos. Grandiosas son las obras del Señor y para todo fiel, digna de estudio. R/.

Ha hecho inolvidable sus prodigios. El Señor es piadoso y es clemente. Acordándose siempre de su alianza para siempre. Dios es santo y terrible y su gloria perdura eternamente. R/.



ACLAMACIÓN (2 Co 8. 9)


R/. Aleluya, aleluya.


Jesucristo, siendo rico, se hizo pobre, para enriquecernos con su pobreza. R/.


Ve y vende lo que tienes y sígueme.

Del santo Evangelio según san Marcos: 10, 17-27


En aquel tiempo, cuando salía Jesús al camino, se le acerco corriendo un hombre, se arrodillo ante Él y le pregunto: “Maestro bueno, ¿Qué debo hacer para alcanzar la vida eterna?”. Jesús le contestó: “¿Por qué me llamas bueno? Nadie es bueno sino solo Dios. Ya sabes los mandamientos: no mataras, no cometerás adulterio, no robaras, no levantaras falso testimonio, no cometerás fraudes, honraras a tu Padre y a tu Madre”.


Entonces el le contesto: “Maestro, todo eso lo he cumplido desde muy joven”. Jesús lo miro con amor y le dijo: Sólo una cosa te falta: ve y vende lo que tienes, da el dinero a los pobres y así tendrás un tesoro en los cielos. Después, ven y sígueme”. Pero al oír estas palabras, el hombre se entristeció y se fue apesadumbrado, porque tenía muchos bienes.

Jesús miró a su alrededor, dijo entonces a sus discípulos: “¡Que difícil les va hacer a los ricos entrar en el Reino de Dios!”. Los discípulos quedaron sorprendidos ante estas palabras: pero Jesús insistió: “Hijitos, ¡que difícil es para quienes confían en las riquezas, entrar en el Reino de Dios! Mas fácil le es a un camello pasar por el ojo de una aguja, que a un rico entrar al Reino de Dios”.

Ellos se asombraron todavía más y comentaban entre sí: “Entonces, ¿Quién puede salvarse?”. Jesús, mirándolos fijamente les dijo: “Es imposible para los hombres más no para Dios. Para Dios es todo posible”. 

Palabra del Señor. 

Gloria a ti, Señor Jesús.


ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS

Que este pan y que este vino que tú mismo nos das para ofrecértelos para que nos ayuden, Señor, convertido en el Cuerpo y Sangre de tu Hijo, a conseguir el premio de la felicidad eterna. Por Jesucristo, nuestro Señor.

ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN (Mt 28, 20)

Yo estaré con ustedes todos los días, hasta el fin del mundo, dice el Señor.

ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN

Te pedimos, Padre misericordioso, que por este sacramento con que ahora nos fortaleces, nos haga algún día participar de la vida eterna. Por Jesucristo, nuestro Señor.

domingo, 27 de mayo de 2012

LECTURAS DEL DOMINGO DE LA SOLEMNIDAD DE PENTECOSTÉS 27 DE MAYO



Aparecieron lenguas de fuego, que se distribuyeron y se posaron sobre ellos; se llenaron todos del Espíritu Santo.






Esta misa se dice en la tarde del sábado ya sea antes o después de las primeras Vísperas del domingo de Pentecostés.

ANTÍFONA DE ENTRADA (Rm 5, 5; 8, 11)

El amor de Dios ha sido infundido en nuestros corazones por el Espíritu Santo, que habita en nosotros. Aleluya.

Se dice Gloria.

ORACIÓN COLECTA

Dios eterno y todopoderoso que quisiste consumar el misterio de la muerte, resurrección y ascensión de tu Hijo, con la venida del Espíritu Santo renueva el prodigio de Pentecostés y haz que todos los pueblos de la tierra superen con tu amor sus diferencias y te reconozcan como Padre. Por nuestro Señor Jesucristo…

LITURGIA DE LA PALABRA

El Señor bajo al monte Sinaí a la vista del pueblo.

Del libro del Éxodo: 19, 3-8. 16-20


En aquellos días, Moisés subió al monte Sinaí para hablar con Dios. El Señor lo llamó desde el monte y le dijo: “esto dirás a la casa de Jacob, esto anunciaras a los hijos de Israel:


“Ustedes han visto cómo castigue a los egipcios y de que manera los he levantado a ustedes sobre alas de águila y los he traído hacia mí. Ahora bien, si escuchan mi voz y guardan mi alianza, serán mi especial tesoro entre todos los pueblos, aunque toda la tierra es mía. Ustedes serán para mí un reino de sacerdotes y una nación consagrada. Estas son las palabras que has de decir a los hijos de Israel”. Moisés convocó entonces a los ancianos del pueblo y les expuso todo lo que el Señor le había mandado. Todo el pueblo, a una, respondió: “Haremos cuanto ha dicho el Señor”.

Al rayar el alba del tercer día, hubo truenos y relámpagos; una densa nube cubrió el monte y se escuchó un fragoroso resonar de trompetas. Esto hizo temblar al pueblo, que estaba en el campamento. Moisés hizo salir al pueblo para ir al encuentro de Dios; pero la gente se detuvo al pie del monte. Todo el monte Sinaí humeaba, porque el Señor había descendido sobre él en medio del fuego. Salía humo como de un horno y todo el monte retemblaba con violencia. El sonido de las trompetas se hacía cada vez más fuerte. Moisés hablaba y Dios le respondía con truenos. El Señor bajó a la cumbre del monte y le dijo a Moisés que subiera.

Palabra de Dios. 

Te alabamos, Señor.



Del salmo 103 

R/. Envía, Señor, tu Espíritu a renovar la tierra. Aleluya.


Bendice al Señor, alma mía: Señor y Dios mío, inmensa en tu grandeza. Te viste de belleza y majestad, la luz te envuelve como un manto. R/.

¡Que numerosas son tus obras, Señor, y todas las hiciste con maestría! La tierra esta llena de tus creaturas. Bendice al Señor, alma mía. R/.

Todos los vivientes aguardan que les des de comer a su tiempo; les das el alimento y lo recogen, abres tu mano y se sacian de bienes. R/.

Si retiras tu aliento, toda creatura muere y vuelve al polvo. Pero envía tu espíritu, que da vida, y renuevas el aspecto de la tierra. R/.


El espíritu intercede por nosotros con gemidos que no pueden expresarse.

De la carta del apóstol san Pablo a los romanos: 8, 22-27


Hermanos: sabemos que la creación entera gime hasta el presente y sufre dolores de parto; y no solo ella, sino también nosotros, los que poseemos las primicias del Espíritu, gemimos interiormente, esperando que se realice plenamente nuestra condición de hijos de Dios, la redención de nuestro cuerpo. Por que ya es nuestra la salvación, pero su plenitud es todavía objeto de esperanza, porque, ¿Cómo se puede esperar lo que ya se posee? En cambio, si esperamos algo que todavía no poseemos, tenemos que esperarlo con paciencia. El Espíritu nos ayuda en nuestra debilidad, por que nosotros no sabemos pedir lo que nos conviene; pero el Espíritu mismo intercede por nosotros con gemidos que no pueden expresarse con palabras. Y Dios, que conoce profundamente los corazones, sabe lo que el Espíritu quiere decir, por que el Espíritu ruega conforme a la voluntad de Dios, por los que le pertenecen.


Palabra de Dios. 

Te alabamos, Señor.



ACLAMACIÓN 





R/. Aleluya, aleluya.


Ven, Espíritu Santo, llena los corazones de tus fieles y enciende en ellos el fuego de tu amor. R/.


Brotarán los ríos de agua que da la vida.

Del santo Evangelio según san Juan: 7, 37-39


El último día de la fiesta, que era el más solemne, exclamó Jesús en voz alta: “El que tenga sed, que venga mí: y beba, aquel que cree en mí. Como dice la Escritura: Del corazón del que cree en mí brotaran ríos de agua viva”.


Al decir esto, se refiere al Espíritu Santo que habían de recibir los que creyeran en Él, pues aun no había venido al Espíritu, por que Jesús no había sido glorificado.

Palabra del Señor. 

Gloria a ti, Señor Jesús.


Credo

ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS

Que tu Espíritu santificador descienda, Señor, sobre estos dones e inunde de amor a tu iglesia para que esta pueda ser, en medio del mundo, tu signo y tu instrumento de salvación. Por Jesucristo, nuestro Señor.

PREFACIO


En verdad es justo y necesario, es nuestro deber y salvación darte gracias siempre y en todo lugar, Señor, Padre Santo, Dios todopoderoso y eterno.


Porque tú, para llevar a su plenitud el misterio Pascual has enviado Hoy el Espíritu Santo sobre aquellos a quienes adoptase como hijos al injertarlos en Cristo, tu Unigénito. 

Este mismo Espíritu fue quien, al nacer la iglesia, revelo a todos los pueblos el misterio de Dios y unió la diversidad de las lengua de la confesión de una misma fe.

Por eso, el mundo entero se desborda de alegría y también los coros celestiales, los ángeles y los arcángeles, cantan sin cesar el himno de tu gloria:
Santo, Santo, Santo…


ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN (Jn 7,37)

El último día de la fiesta, Jesús se puso de pie y exclamó: el que tenga sed, que venga a mí y beba. Aleluya.

ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN

Que el sacramento que hemos recibido, nos comunique, Señor, el fuego y el Espíritu Santo que infundiste a nuestros Apóstoles el día de Pentecostés. Por Jesucristo, nuestro Señor.

Misa del día


ANTÍFONA DE ENTRADA (Rm 5, 5; 8, 11)

El amor de Dios ha sido infundido en nuestros corazones por el Espíritu Santo, que habita en nosotros. Aleluya.

ORACIÓN COLECTA

Dios nuestro, que por el misterio de Pentecostés santifica a tu iglesia, extendida por todas las naciones, concede al mundo entero los dones del Espíritu Santo y continúa realizando entre los fieles la unidad y el amor de la primitiva iglesia, por nuestro Señor Jesucristo…

LITURGIA DE LA PALABRA

Todos quedaron llenos del Espíritu Santo y empezaron a hablar.

Del libro de los Hechos de los Apóstoles: 2, 1-11


El día de Pentecostés, todos los discípulos estaban reunidos en un mismo lugar, de repente se oyó un gran ruido que venía del cielo, como cuando sopla un viento fuerte, que resonó por toda la casa donde se encontraban. Entonces aparecieron lenguas de fuego, que se distribuyeron y se posaron sobre ellos; se llenaron todos del Espíritu Santo y empezaron a hablar en otros idiomas, según el Espíritu los inducía expresarse.


En ese día había en Jerusalén judíos devotos, venidos de todas partes del mundo al oír el ruido, acudieron en masa y quedaron desconcertados, por que cada uno los oía hablar en su propio idioma.

Atónitos y llenos de admiración, preguntaban: ¿No son galileos todos estos que están hablando? ¿Cómo, pues, los oímos hablar en nuestra lengua nativa? Entre nosotros no hay medios, partos y elamitas; otros vivimos en Mesopotamia, Judea, Capadocia, en el Ponto y en Asia, en Frigia y en Panfilia, en Egipto y en la zona de Libia que limita con Cirene. Algunos somos visitantes, venidos de Roma, judíos y prosélitos; también hay cretenses y árabes. 

Y sin embargo, cada quien los oye Hablar de las maravillas de Dios en su propia lengua”.

Palabra de Dios. 

Te alabamos, Señor.



Del salmo 103 

R/. Envía, Señor, tu Espíritu a renovar la tierra. Aleluya.


Bendice al Señor. Alma mía; Señor y Dios mío, inmensa en tu grandeza ¡Que numerosas son tus obras, Señor! La tierra esta llena de tus creaturas. R/.

Si retiras tu aliento, toda criatura muere y vuelve al polvo. Pero envía tu Espíritu, que da vida, renuevas el aspecto de la tierra. R/.

Que Dios sea glorificado para siempre y que goce en sus criaturas. Ojala que le agraden mis palabras y yo me alegrare en el Señor. R/.


Hemos sido bautizados en un mismo Espíritu para formar un solo cuerpo.

De la primera carta del Apóstol san Pablo a los corintios: 12, 3-7. 12-13


Hermanos: nadie puede llamar a Jesús “Señor”, si no es bajo la acción del Espíritu Santo.


Hay diferentes dones, pero el Espíritu es el mismo. Hay diferentes servicios, pero el Señor es el mismo. Hay diferentes actividades, pero Dios, que hace todo en todos, es el mismo.

En cada uno se manifiesta el Espíritu para el bien común. Porque así como el cuerpo en uno y tiene muchos miembros y todos ellos, a pesar de ser muchos, forman un solo cuerpo, así también en Cristo. Porque todos nosotros, seamos judíos o no judíos, esclavos o libres, hemos sido bautizados en un mismo Espíritu para formar un solo cuerpo, y a todos se nos ha dado a beber del mismo Espíritu. 

Palabra de Dios. 

Te alabamos, Señor.


SECUENCIA

Ven, Dios Espíritu Santo, y envíanos desde el cielo tu luz, para iluminarnos.

Ven ya, padre de los pobres, luz que penetra en las almas, dador de todos los dones.

Fuente de todo consuelo, amable huésped del alma, paz en las horas de duelo.

Eres pausa en el trabajo; brisa, en un clima de fuego; consuelo, en medio del llanto.

Ven, luz santificadora, y entra hasta el fondo del alma de todos los que te adoran.

Sin tu inspiración divina los hombres nada podemos y el pecado nos domina.

Lava nuestras inmundicias, fecunda nuestros desiertos y cura nuestras heridas.

Doblega nuestra soberbia, calienta nuestra frialdad, endereza nuestras sendas.

Concede a aquellos que ponen en ti su fe y su confianza tus siete sagrados dones.

Danos virtudes y méritos, danos una buena muerte y contigo el gozo eterno.


ACLAMACIÓN 

R/. Aleluya, aleluya


Ven, Espíritu Santo, llena los corazones de tus fieles y enciende en ellos el fuego de tu amor. R/.


Como el Padre me ha enviado, así también los envió yo: reciban el Espíritu Santo.

Del santo Evangelio según san Juan: 20, 19-23


Al anochecer del día de la resurrección, estando cerradas las puertas de la casa donde se hallaban los discípulos, por miedo a los judíos, se presentó Jesús en medio de ellos y dijo: “la paz este con ustedes”. Dicho esto, les mostro las manos y el costado. Cuando los discípulos vieron al Señor, se llenaron de alegría.


De nuevo les dijo Jesús: “La paz este con ustedes. Como el Padre me ha enviado, así también los envió yo”. Después de decirles esto, soplo sobre ellos y les dijo: “Reciban el Espíritu Santo. A los que les perdonen los pecados les quedarán perdonados; y a los que no se les perdonen, les quedaran sin perdonar”.

Palabra del Señor. 

Gloria a ti, Señor Jesús.


Credo

PLEGARIA UNIVERSAL


Invoquemos ahora al Espíritu, el Padre de los pobres, el don que fecunda nuestra existencia y renueva el camino de la humanidad.


Después de cada petición diremos.

Ven Espíritu Santo.

Para que en todas partes (en casa, en el trabajo, en la vida social y ciudadana) los cristianos, que formamos la iglesia, Cuerpo de Cristo, demos un buen testimonio de justicia, de amor y de fe. Oremos.

Para que los que creen en Cristo lleguen a descubrir la alegría del Evangelio. Oremos.

Para que toda persona, de cualquier lugar del mundo, pueda vivir con dignidad, con confianza, con esperanza del futuro. Oremos.

Para que la Eucaristía que nos reúne todos los domingos transforme nuestro corazón y nos llene de los mismos sentimientos que tenía Jesús. Oremos.

Padre, escucha complacido las suplicas de tus fieles y envía en ellos la llama del Espíritu de tu Hijo, que vive y reina por los siglos de los siglos. Amén.


ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS

Señor, que en el Espíritu Santo nos haga comprender mejor, según la promesa de tu Hijo, el misterio de este sacrificio y toda la profundidad del Evangelio. Por Jesucristo, nuestro Señor.

PREFACIO


En verdad es justo y necesario, es nuestro deber y salvación darte gracias siempre y en todo lugar, Señor, Padre Santo, Dios todopoderoso y eterno.


Porque tú, para llevar a su plenitud el misterio Pascual has enviado Hoy el Espíritu Santo sobre aquellos a quienes adoptase como hijos al injertarlos en Cristo, tu Unigénito. 

Este mismo Espíritu fue quien, al nacer la iglesia, revelo a todos los pueblos el misterio de Dios y unió la diversidad de las lengua de la confesión de una misma fe.

Por eso, el mundo entero se desborda de alegría y también los coros celestiales, los ángeles y los arcángeles, cantan sin cesar el himno de tu gloria:
Santo, Santo, Santo…


ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN (Hch 2, 4. 11)

Todos quedaron llenos del Espíritu Santo, y proclamaban las maravillas de Dios. Aleluya.

ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN


Señor, tu que nos concedes de participar de la vida divina por medio de tus sacramentos, conserva en nosotros el don de tu amor y la presencia viva del Espíritu Santo, para que esta comunión nos ayude a obtener nuestra salvación eterna. Por Jesucristo, nuestro Señor.


Para despedir al pueblo, el diácono, o el mismo sacerdote dice:

Pueden ir en paz, aleluya, aleluya.

R/. Demos gracias a Dios, aleluya, aleluya.