martes, 18 de noviembre de 2025

LECTURAS DEL MIÉRCOLES XXXIII DEL T. ORDINARIO 19 DE NOVIEMBRE (VERDE)

 

Les aseguro que a todo el que tenga se le dará con abundancia, y al que no tenga, aun lo que tiene se le quitará. 




MISA VOTIVA DE SAN JOSE MR p. 1146 [1197] / Lecc. II p. 968 

ANTÍFONA DE ENTRADA Lc 12, 42

Éste es el siervo prudente y fiel, a quien el Señor puso al frente de su familia,

ORACIÓN COLECTA

Dios nuestro, que en tu inefable providencia te dignaste elegir a san José como esposo de la santísima Madre de tu Hijo, concédenos que merezcamos tener como intercesor en el cielo a quien veneramos como protector en la tierra. Por nuestro Señor Jesucristo...

LITURGIA DE LA PALABRA

El creador del mundo les devolverá el aliento y la vida.

Del segundo libro de los Macabeos: 7, 1. 20-31

En aquellos días, arrestaron a siete hermanos junto con su madre. El rey Antíoco Epífanes los hizo azotar para obligarlos a comer carne de puerco, prohibida por la ley.

Muy digna de admiración y de glorioso recuerdo fue aquella madre que, viendo morir a sus siete hijos en el espacio de un solo día, lo soportó con entereza, porque tenían puesta su esperanza en el Señor. Llena de generosos sentimientos y uniendo un temple viril a la ternura femenina, animaba a cada uno de ellos en su lengua materna, diciéndoles:

"Yo no sé cómo han aparecido ustedes en mi seno; no he sido yo quien les ha dado el aliento y la vida, ni he unido yo los miembros que componen su cuerpo. Ha sido Dios, creador del mundo, el mismo que formó el género humano y creó cuanto existe. Por su misericordia, él les dará de nuevo el aliento y la vida, ya que por obedecer sus santas leyes, ustedes la sacrifican ahora".

Antíoco pensó que la mujer lo estaba despreciando e insultando.

Aún quedaba con vida el más pequeño de los hermanos y Antíoco trataba de ganárselo, no sólo con palabras, sino hasta con juramentos le prometía hacerlo rico y feliz, con tal de que renegara de las tradiciones de sus padres; lo haría su amigo y le daría un cargo. Pero como el muchacho no le hacía el menor caso, el rey mandó llamar a la madre y le pidió que convenciera a su hijo de que aceptara, por su propio bien. El rey se lo pidió varias veces, y la madre aceptó. Se acercó entonces a su hijo, y burlándose del cruel tirano, le dijo en su lengua materna:

"Hijo mío, ten compasión de mí, que te llevé en mi seno nueve meses, te amamanté tres años y te he criado y educado hasta la edad que tienes. Te ruego, hijo mío, que mires el cielo y la tierra, y te fijes en todo lo que hay en ellos; así sabrás que Dios lo ha hecho todo de la nada y que en la misma forma ha hecho a los hombres. Así, pues, no le tengas miedo al verdugo, sigue el buen ejemplo de tus hermanos y acepta la muerte, para que, por la misericordia de Dios, te vuelva yo a encontrar con ellos".

Cuando la madre terminó de hablar, el muchacho dijo a los verdugos: "¿Qué esperan? No voy a obedecer la orden del rey; yo obedezco los mandamientos de la ley dada a nuestros padres por medio de Moisés. Y tú, rey, que eres el causante de tantas desgracias para los hebreos, no escaparás de las manos de Dios". 

Palabra de Dios. 

Te alabamos, Señor.

Del salmo 16 

R/. Escóndeme, Señor, bajo la sombra de tus alas.

Señor, hazme justicia y a mi clamor atiende; presta oído a mi súplica, pues mis labios no mienten. R/.

Mis pies en tus caminos se mantuvieron firmes, no tembló mi pisada. A ti mi voz elevo, pues sé que me respondes. Atiéndeme, Dios mío, y escucha mis palabras. R/.

Protégeme, Señor, como a las niñas de tus ojos, bajo la sombra de tus alas escóndeme, pues yo, por serte fiel, contemplaré tu rostro y al despertarme, espero saciarme de tu vista. R/.

ACLAMACIÓN Cfr. Jn 15, 16 



R/. Aleluya, aleluya.



Yo los he elegido del mundo, dice el Señor, para que vayan y den fruto y su fruto permanezca. R/.

¿Por qué no pusiste mi dinero en el banco?

Del santo Evangelio según san Lucas: 19, 11-28

En aquel tiempo, como ya se acercaba Jesús a Jerusalén y la gente pensaba que el Reino de Dios iba a manifestarse de un momento a otro, Él les dijo esta parábola:

"Había un hombre de la nobleza que se fue a un país lejano para ser nombrado rey y volver como tal. Antes de irse, mandó llamar a diez empleados suyos, les entregó una moneda de mucho valor a cada uno y les dijo: 'Inviertan este dinero mientras regreso'.

Pero sus compatriotas lo aborrecían y enviaron detrás de él a unos delegados que dijeran: 'No queremos que éste sea nuestro rey'.

Pero fue nombrado rey, y cuando regresó a su país, mandó llamar a los empleados a quienes había entregado el dinero, para saber cuánto había ganado cada uno.

Se presentó el primero y le dijo: 'Señor, tu moneda ha producido otras diez monedas'. Él le contestó: 'Muy bien. Eres un buen empleado. Puesto que has sido fiel en una cosa pequeña, serás gobernador de diez ciudades'.

Se presentó el segundo y le dijo: 'Señor, tu moneda ha producido otras cinco monedas'. Y el señor le respondió: 'Tú serás gobernador de cinco ciudades'.

Se presentó el tercero y le dijo: 'Señor, aquí está tu moneda. La he tenido guardada en un pañuelo, pues te tuve miedo, porque eres un hombre exigente, que reclama lo que no ha invertido y cosecha lo que no ha sembrado'. El señor le contestó: 'Eres un mal empleado. Por tu propia boca te condeno. Tú sabías que yo soy un hombre exigente, que reclamo lo que no he invertido y que cosecho lo que no he sembrado, ¿por qué, pues, no pusiste mi dinero en el banco para que yo, al volver, lo hubiera recobrado con intereses?' Después les dijo a los presentes: 'Quítenle a éste la moneda y dénsela al que tiene diez'. Le respondieron: `Señor, ya tiene diez monedas'. Él les dijo: 'Les aseguro que a todo el que tenga se le dará con abundancia, y al que no tenga, aun lo que tiene se le quitará. En cuanto a mis enemigos, que no querían tenerme como rey, tráiganlos aquí y mátenlos en mi presencia' ".

Dicho esto, Jesús prosiguió su camino hacia Jerusalén al frente de sus discípulos. 

Palabra del Señor. 

Gloria a ti, Señor Jesús.

ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS

Al prepararnos a ofrecerte, Padre santo, este sacrificio de alabanza, te suplicamos que para cumplir la misión que nos has confiado nos ayude la intercesión de san José, a quien concediste cuidar en la tierra, haciendo las veces de padre de tu Unigénito, él, que vive y reina por los siglos de los siglos.

ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN Mt 25, 21

Alégrate, siervo bueno y fiel. Entra a compartir el gozo de tu Señor.

ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN

Renovados con este sacramento que da vida, te rogamos, Señor, que nos concedas vivir para ti en justicia y santidad, a ejemplo y por intercesión de san José, el varón justo y obediente que contribuyó con sus servicios a la realización de tus grandes misterios. Por Jesucristo, nuestro Señor.

lunes, 17 de noviembre de 2025

LECTURAS DEL MARTES XXXIII DEL T. ORDINARIO 18 DE NOVIEMBRE DEDICACIÓN DE LAS BASÍLICAS DE SAN PEDRO Y DE SAN PABLO (VERDE O BLANCO)

  

"Señor, si eres tú, mándame ir a ti caminando sobre el agua". Jesús le contestó: "Ven".



 Memoria de la dedicación de las Basílicas de san Pedro y san Pablo, Apóstoles Verde / Blanco Feria, MR, p. 919 (911) / Lecc. II, p. 1004



ANTÍFONA DE ENTRADA Cfr. Sal 44, 17-18

Los constituiste príncipes sobre toda la tierra. Ellos han hecho memorable tu nombre por generaciones y generaciones; por eso los pueblos te alabarán eternamente.

ORACIÓN COLECTA

Defiende, Señor, a tu Iglesia con la protección de los apóstoles Pedro y Pablo, de quienes recibió el inicio del conocimiento divino, y concédele crecer en tu gracia celestial hasta el final de los tiempos. Por nuestro Señor Jesucristo ...

LITURGIA DE LA PALABRA

PRIMERA LECTURA

Llegamos a Roma.

Del libro de los Hechos de los Apóstoles: 28, 11-16. 30-31

Al cabo de tres meses, nos embarcamos en un navío que había permanecido en la isla durante el invierno; era un barco alejandrino que tenía la insignia de Cástor y Póllux. Hicimos escala en Siracusa, donde permanecimos tres días. De allí, bordeando la costa, llegamos a Regio. Al día siguiente se levantó un viento del sur y en dos días llegamos a Pozzuoli, donde encontramos a unos hermanos que nos invitaron a permanecer una semana con ellos. Luego llegamos a Roma.

Los hermanos de esta ciudad, informados de nuestra llegada, nos salieron al encuentro y nos alcanzaron a la altura del Foro de Apio y de las Tres Tabernas. Pablo, al verlos, dio gracias a Dios y se sintió reconfortado. Cuando llegamos a Roma, se le permitió a Pablo vivir en una casa particular, con un soldado de guardia.

Dos años enteros pasó Pablo en una casa alquilada; allí recibía a todos los que acudían a él, predicaba el Reino de Dios y les explicaba la vida de Jesucristo, el Señor con absoluta libertad y sin estorbo alguno. 

Palabra de Dios. 

Te alabamos, Señor.

SALMO RESPONSORIAL

Del salmo 97

R/. El Señor nos ha mostrado su amor y su lealtad.

Cantemos al Señor un canto nuevo, pues ha hecho maravillas. Su diestra y su santo brazo le han dado la victoria. R/.

El Señor ha dado a conocer su victoria y ha revelado a las naciones su justicia. Una vez más ha demostrado Dios su amor y su lealtad hacia Israel. R/.

La tierra entera ha contemplado la victoria de nuestro Dios. Que todos los pueblos y naciones aclamen con júbilo al Señor. R/.

Cantemos al Señor al son del arpa, suenen los instrumentos. Aclamemos al son de los clarines al Señor, nuestro rey. R/.

ACLAMACIÓN ANTES DEL EVANGELIO



R/. Aleluya, aleluya.

Señor, Dios eterno, alegres te cantamos, a ti nuestra alabanza. A ti, Señor, te alaba el coro celestial de los apóstoles. R/.

EVANGELIO

Mándame ir a ti caminando sobre el agua.

Del santo Evangelio según san Mateo: 14, 22-33

En aquel tiempo, inmediatamente después de la multiplicación de los panes, Jesús hizo que sus discípulos subieran a la barca y se dirigieran a la otra orilla, mientras él despedía a la gente. Después de despedirla, subió al monte a solas para orar. Llegada la noche, estaba él solo allí.

Entre tanto, la barca iba ya muy lejos de la costa, y las olas la sacudían, porque el viento era contrario. A la madrugada, Jesús fue hacia ellos, caminando sobre el agua. Los discípulos, al verlo andar sobre el agua, se espantaron, y decían: "¡Es un fantasma!". Y daban gritos de terror. Pero Jesús les dijo enseguida: "Tranquilícense y no teman. Soy yo".
Entonces le dijo Pedro: "Señor, si eres tú, mándame ir a ti caminando sobre el agua". Jesús le contestó: "Ven". Pedro bajó de la barca y comenzó a caminar sobre el agua hacia Jesús; pero al sentir la fuerza del viento, le entró miedo, comenzó a hundirse y gritó: "¡Sálvame, Señor!". Inmediatamente Jesús le tendió la mano, lo sostuvo y le dijo: "Hombre de poca fe, ¿por qué dudaste?".

En cuanto subieron a la barca, el viento se calmó. Los que estaban en la barca se postraron ante Jesús diciendo: "Verdaderamente tú eres el Hijo de Dios". 

Palabra del Señor. 

Gloria a ti, Señor Jesús.

ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS

Al presentarte, Señor, nuestras humildes ofrendas, imploramos tu clemencia, para que la verdad que nos fue transmitida por el ministerio de los apóstoles Pedro y Pablo, se conserve sin mancha en nuestros corazones. Por Jesucristo, nuestro Señor.

Prefacio I-II de los Apóstoles, MR, pp. 536-537 (532-533).

ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN Cfr. Jn 6, 68-69

Señor, tú tienes palabras de vida eterna; nosotros creemos y sabemos que tú eres el Santo de Dios.

ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN

Te pedimos, Señor, que tu pueblo, alimentado con el pan celestial, se alegre en la conmemoración de los apóstoles Pedro y Pablo, a quienes encomendaste gobernar y proteger a tus fieles. Por Jesucristo, nuestro Señor.

domingo, 16 de noviembre de 2025

LECTURAS DEL LUNES XXXIII DEL T. ORDINARIO 17 DE NOVIEMBRE SANTA ISABEL DE HUNGRÍA MEMORIA (BLANCO)

 

Jesús le dijo: "Recobra la vista; tu fe te ha curado".




 Memoria, SANTA ISABEL DE HUNGRÍA, Religiosa MR pp. 835 y 928 [869 y 968] / Lecc. II p. 1008


ANTIFONA DE ENTRADA Sal 111, 9

Al pobre da con abundancia, obra siempre conforme a la justicia; su frente se alzará llena de gloria.


ORACIÓN COLECTA

Dios nuestro, que concediste a santa Isabel de Hungría el don de reconocer y honrar a Cristo en los pobres, concédenos, por su intercesión, servir con incansable caridad a los necesitados y afligidos. Por nuestro Señor Jesucristo...

LITURGIA DE LA PALABRA

Muy grande fue la prueba que soportó Israel.

Del primer libro de los Macabeos: 1, 10-15. 41-43. 54- 57. 62-64

En aquellos días, surgió un hombre perverso, Antíoco Epífanes, hijo del rey Antíoco, que había estado como rehén en Roma. Subió al trono el año ciento treinta y siete del imperio de los griegos.

Hubo por entonces unos israelitas apóstatas, que convencieron a muchos diciéndoles: "Vamos a hacer un pacto con los pueblos vecinos, pues desde que hemos vivido aislados, nos han sobrevenido muchas desgracias".

Esta proposición fue bien recibida y algunos del pueblo decidieron acudir al rey y obtuvieron de él autorización para seguir las costumbres de los paganos. Entonces, conforme al uso de los paganos, construyeron en Jerusalén un gimnasio, simularon que no estaban circuncidados, renegaron de la alianza santa, se casaron con gente pagana y se vendieron para hacer el mal.

Por su parte, el rey publicó un edicto en todo su reino y ordenó que todos sus súbditos formaran un solo pueblo y abandonaran su legislación particular. Todos los paganos acataron el edicto real y muchos israelitas aceptaron la religión oficial, ofrecieron sacrificios a los ídolos y profanaron el sábado.

El día quince de diciembre del año ciento cuarenta y cinco, el rey Antíoco mandó poner sobre el altar de Dios un altar pagano, y se fueron construyendo altares en todas las ciudades de Judá. Quemaban incienso ante las puertas de las casas y en las plazas; rompían y echaban al fuego los libros de la ley que encontraban; a quienes se les descubría en su casa un ejemplar de la alianza y a los que sorprendían observando los preceptos de la ley, los condenaban a muerte en virtud del decreto real.

A pesar de todo esto, muchos israelitas permanecieron firmes y resueltos a no comer alimentos impuros. Prefirieron la muerte antes que contaminarse con aquellos alimentos que violaban la santa alianza. Muy grande fue la prueba que soportó Israel.

Palabra de Dios. 

Te alabamos, Señor.

Del salmo 118 

R/. Ayúdame, Señor, a cumplir tus mandamientos.

Me indigno, Señor, porque los pecadores no cumplen tu ley. Las redes de los pecadores me aprisionan, pero yo no olvido tu voluntad. R/.

Líbrame de la opresión de los hombres y cumpliré tus mandamientos. Se acercan a mí los malvados que me persiguen y están lejos de tu ley. R/.

Los malvados están lejos de la salvación, porque no han cumplido tus mandamientos. Cuando veo a los pecadores, siento disgusto, porque no cumplen tus palabras. R/.

ACLAMACIÓN  Jn 8, 12



R/. Aleluya, aleluya.

Yo soy la luz del mundo, dice el Señor; el que me sigue tendrá la luz de la vida. R/.

Qué quieres que haga por ti? —Señor, que vea.

Del santo Evangelio según san Lucas: 18, 35-43

En aquel tiempo, cuando Jesús se acercaba a Jericó, un ciego estaba sentado a un lado del camino, pidiendo limosna. Al oír que pasaba gente, preguntó qué era aquello, y le explicaron que era Jesús el nazareno, que iba de camino. Entonces él comenzó a gritar: "¡Jesús, hijo de David, ten compasión de mí!". Los que iban adelante lo regañaban para que se callara, pero él se puso a gritar más fuerte: "¡Hijo de David, ten compasión de mí!"

Entonces Jesús se detuvo y mandó que se lo trajeran. Cuando estuvo cerca, le preguntó: "¿Qué quieres que haga por ti?" Él le contestó: "Señor, que vea". Jesús le dijo: "Recobra la vista; tu fe te ha curado".

Enseguida el ciego recobró la vista y lo siguió, bendiciendo a Dios. Y todo el pueblo, al ver esto, alababa a Dios. 

Palabra del Señor. 

Gloria a ti, Señor Jesús.

ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS

Acoge, Señor, las ofrendas de tu pueblo, para que, al celebrar la obra de la caridad inmensa de tu Hijo, seamos confirmados en el amor a ti y al prójimo, a ejemplo de santa Isabel de Hungría. Por Jesucristo, nuestro Señor.

ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN Cfr.  Jn 13, 35

En esto reconocerán todos que ustedes son mis discípulos: en que se aman los unos a los otros, dice el Señor.


ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN

Alimentados con este sacramento de salvación, suplicamos humildemente a tu bondad, Señor, que, haciéndonos imitadores de la caridad de santa Isabel de Hungría, participemos también de su gloria. Por Jesucristo, nuestro Señor.

sábado, 15 de noviembre de 2025

LECTURAS DEL DOMINGO XXXIII DEL T. ORDINARIO 16 DE NOVIEMBRE (VERDE)

 

"Días vendrán en que no quedará piedra sobre piedra de todo esto que están admirando; todo será destruido".



 XXXIII DOMINGO DEL TIEMPO ORDINARIO [Se omite la Memoria de SANTA MARGARITA DE ESCOCIA y de SANTA GERTRUDIS, Virgen] MR p. 445 [443] / Lecc. II p. 298. Semana I del Salterio.

ANTÍFONA DE ENTRADA Jr 29, 1 1. 12. 14

Yo tengo designios de paz, no de aflicción, dice el Señor. Ustedes me invocarán y yo los escucharé y los libraré de la esclavitud donde quiera que se encuentren.

ORACIÓN COLECTA

Concédenos, Señor, Dios nuestro, alegrarnos siempre en tu servicio porque la profunda y verdadera alegría está en servirte siempre a ti, autor de todo bien. Por nuestro Señor Jesucristo...

LITURGIA DE LA PALABRA

Brillará para ustedes el sol de justicia.

Del libro del profeta Malaquías: 3, 19-20

"Ya viene el día del Señor, ardiente como un horno, y todos los soberbios y malvados serán como la paja. El día que viene los consumirá, dice el Señor de los ejércitos, hasta no dejarles ni raíz ni rama. Pero para ustedes, los que temen al Señor, brillará el sol de justicia, que les traerá la salvación en sus rayos".

Palabra de Dios. 

Te alabamos, Señor.

Del salmo 97

R/. Toda la tierra ha visto al Salvador.

Cantemos al Señor al son del arpa, aclamemos al son de los clarines al Señor, nuestro Rey. R/.

Alégrese el mar y el mundo submarino, el orbe y todos los que en él habitan. Que los ríos estallen en aplausos y las montañas salten de alegría. R/.

Regocíjese todo ante el Señor, porque ya viene a gobernar el orbe. Justicia y rectitud serán las normas con las que rija a todas las naciones. R/.

El que no quiera trabajar, que no coma.

De la segunda carta del apóstol san Pablo a los tesalonicenses: 3, 7-12

Hermanos: Ya saben cómo deben vivir para imitar mi ejemplo, puesto que, cuando estuve entre ustedes, supe ganarme la vida y no dependí de nadie para comer; antes bien, de día y de noche trabajé hasta agotarme, para no serles gravoso. Y no porque no tuviera yo derecho a pedirles el sustento, sino para darles un ejemplo que imitar. Así, cuando estaba entre ustedes, les decía una y otra vez: "El que no quiera trabajar, que no coma".

Y ahora vengo a saber que algunos de ustedes viven como holgazanes, sin hacer nada, y además, entrometiéndose en todo. Les suplicamos a esos tales y les ordenamos, de parte del Señor Jesús, que se pongan a trabajar en paz para ganarse con sus propias manos la comida.

Palabra de Dios. 

Te alabamos, Señor.

ACLAMACIÓN  Lc 21, 28




R/. Aleluya, aleluya.


Estén atentos y levanten la cabeza, porque se acerca la hora de su liberación, dice el Señor. R/.

Si perseveran con paciencia, salvarán sus almas.

Del santo Evangelio según san Lucas: 21, 5-19

En aquel tiempo, como algunos ponderaban la solidez de la construcción del templo y la belleza de las ofrendas votivas que lo adornaban, Jesús dijo: "Días vendrán en que no quedará piedra sobre piedra de todo esto que están admirando; todo será destruido".

Entonces le preguntaron: "Maestro, ¿cuándo va a ocurrir esto y cuál será la señal de que ya está a punto de suceder?". Él les respondió: "Cuídense de que nadie los engañe, porque muchos vendrán usurpando mi nombre y dirán: 'Yo soy el Mesías. El tiempo ha llegado'. Pero no les hagan caso. Cuando oigan hablar de guerras y revoluciones, que no los domine el pánico, porque eso tiene que acontecer, pero todavía no es el fin".

Luego les dijo: "Se levantará una nación contra otra y un reino contra otro. En diferentes lugares habrá grandes terremotos, epidemias y hambre, y aparecerán en el cielo señales prodigiosas y terribles.

Pero antes de todo esto los perseguirán y los apresarán, los llevarán a los tribunales y a la cárcel, y los harán comparecer ante reyes y gobernadores, por causa mía. Con esto ustedes darán testimonio de mí.

Grábense bien que no tienen que preparar de antemano su defensa, porque yo les daré palabras sabias, a las que no podrá resistir ni contradecir ningún adversario de ustedes.

Los traicionarán hasta sus propios padres, hermanos, parientes y amigos. Matarán a algunos de ustedes, y todos los odiarán por causa mía. Sin embargo, ni un cabello de su cabeza perecerá. Si se mantienen firmes, conseguirán la vida".

Palabra del Señor. 

Gloria a ti, Señor Jesús.

Credo

PLEGARIA UNIVERSAL

Oremos a Dios nuestro Padre, porque él es la fuente de toda bondad. 

Después de cada petición diremos: Padre, escúchanos. 

Por nuestra Iglesia diocesana. Para que disponga de los recursos materiales necesarios para llevar a cabo su actividad y mantener sus obras apostólicas. Oremos. 

Por los jefes de las naciones. Que Dios les conceda buscar la voluntad divina, temer a Dios en el cumplimiento de su misión y acertar en sus decisiones. Oremos. 

Por la paz en nuestra patria. Que el recuerdo de la Revolución nos mueva a buscar permanentemente la justicia en México. Oremos. 

Por los pobres y excluidos. Que por nuestras obras se manifieste en ellos el amor y la misericordia de Dios. Oremos. 

Por nosotros. Que el Señor nos dé fuerza para amar a nuestros enemigos y para saber devolver bien por mal. Oremos. 

Escúchanos, Padre misericordioso, y danos tu luz Y tu vida. Por Jesucristo, nuestro Señor.

ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS

Concédenos, Señor, que estas ofrendas que ponemos bajo tu mirada, nos obtengan la gracia de vivir entregados a tu servicio y nos alcancen, en recompensa, la felicidad eterna. Por Jesucristo, nuestro Señor.

ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN Sal 72, 28

Mi felicidad consiste en estar cerca de Dios y en poner sólo en él mis esperanzas.

ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN

Al recibir, Señor, el don de estos sagrados misterios, te suplicamos humildemente que lo que tu Hijo nos mandó celebrar en memoria suya, nos aproveche para crecer en nuestra caridad fraterna. Por Jesucristo, nuestro Señor.

viernes, 14 de noviembre de 2025

LECTURAS DEL SÁBADO XXXII DEL T. ORDINARIO 15 DE NOVIEMBRE SAN ALBERTO MAGNO OBISPO Y DOCTOR DE LA IGLESIA ( VERDE O BLANCO)

 

Pero, cuando venga el Hijo del hombre, ¿creen que encontrará fe sobre la tierra.




Feria o SAN ALBERTO MAGNO, Obispo y Doctor de la Iglesia MR pp. 833 y 896 [868 y 935 / Lecc. II p. 1004


ANTÍFONA DE ENTRADA Cfr. Ez 34, 11. 23-24

Buscaré a mis ovejas, dice el Señor, y les daré un pastor que las apaciente, y yo, el Señor, seré su Dios.

ORACIÓN COLECTA

Dios nuestro, que hiciste grande al obispo san Alberto para conciliar el saber humano con la verdad revelada, concédenos seguir sus enseñanzas para que, a través del progreso de las ciencias, podamos profundizar en tu conocimiento y en tu amor. Por nuestro Señor Jesucristo...


LITURGIA DE LA PALABRA

En medio del mar Rojo apareció un camino plano y ellos brincaron como corderos.

Del libro de la Sabiduría: 18, 14-16; 19, 6-9

Cuando un profundo silencio envolvía todas las cosas y la noche estaba a la mitad de su camino, tu palabra todopoderosa, Señor, como implacable guerrero, se lanzó desde tu trono real del cielo hacia la región condenada al exterminio. Blandiendo como espada tu decreto irrevocable, sembró la muerte por dondequiera; tocaba el cielo con la mano y al mismo tiempo pisaba la tierra.

La creación entera, obediente a tus órdenes, actuó de manera diversa a su modo de proceder para librar a tus hijos de todo daño. Una nube protegió con su oscuridad el campamento israelita y donde antes había agua, surgió la tierra firme; en el mar Rojo apareció un camino despejado y en las olas impetuosas, una verde llanura. Por ahí, protegido por tu mano, pasó todo el pueblo, mientras contemplaba tus prodigios admirables. Corrían como potros y brincaban como corderos, dándote gracias, Señor, por haberlos liberado.

Palabra de Dios. 

Te alabamos, Señor.

Del salmo 104 

R/. Recordemos los prodigios del Señor.

Aclamen al Señor y denle gracias, relaten sus prodigios a los pueblos. Entonen en su honor himnos y cantos, celebren sus portentos. R/.

El Señor hirió de muerte a los primogénitos de los egipcios, primicias de su virilidad. Sacó a su pueblo, cargado de oro y plata, y entre sus tribus nadie tropezó. R/.

Se acordó de la palabra sagrada que había dado a su siervo, Abraham, y sacó a su pueblo con alegría, a sus escogidos, con gritos de triunfo. R/.

ACLAMACIÓN  Cfr. 2 Ts 2, 14


R/. Aleluya, aleluya.

Dios nos ha llamado, por medio del Evangelio, a participar de la gloria de nuestro Señor Jesucristo. R/.

Dios hará justicia a sus elegidos que claman a Él.

Del santo Evangelio según san Lucas: 18, 1-8

En aquel tiempo, para enseñar a sus discípulos la necesidad de orar siempre y sin desfallecer, Jesús les propuso esta parábola:

"En cierta ciudad había un juez que no temía a Dios ni respetaba a los hombres. Vivía en aquella misma ciudad una viuda que acudía a él con frecuencia para decirle: `Hazme justicia contra mi adversario'.

Por mucho tiempo, el juez no le hizo caso, pero después se dijo: 'Aunque no temo a Dios ni respeto a los hombres, sin embargo, por la insistencia de esta viuda, voy a hacerle justicia para que no me siga molestando' ".

Dicho esto, Jesús comentó: "Si así pensaba el juez injusto, ¿creen acaso que Dios no hará justicia a sus elegidos, que claman a Él día y noche, y que los hará esperar? Yo les digo que les hará justicia sin tardar. Pero, cuando venga el Hijo del hombre, ¿creen que encontrará fe sobre la tierra?"

Palabra del Señor. 

Gloria a ti, Señor Jesús.

ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS

Mira favorablemente, Señor, las ofrendas que presentamos en tu altar en esta festividad de san Alberto Magno, para que nos alcancen tu perdón y den gloria a tu nombre. Por Jesucristo, nuestro Señor.

ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN Cfr. Jn 15, 16

No son ustedes los que me han elegido, dice el Señor, soy yo quien los ha elegido y los ha destinado para que vayan y den fruto y su fruto permanezca.

ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN

Alimentados por estos sagrados misterios, Señor, te suplicamos humildemente que, a ejemplo de san Alberto Magno, nos esforcemos en profesar lo que él creyó y en poner en práctica lo que enseñó. Por Jesucristo, nuestro Señor.