domingo, 2 de octubre de 2011

LECTURAS DEL DOMINGO XXVII DEL T. ORDINARIO 2 DE OCTUBRE


La piedra que desecharon los constructores, es ahora la piedra angular.



SANTOS ÁNGELES CUSTODIOS


ANTÍFONA DE ENTRADA (Est 13, 9. 10-11)

Todo depende de tu voluntad, Señor, y nadie puede resistirse a ella. Tú has hecho los cielos y la tierra y las maravillas que contienen. Tú eres el Señor del universo.

ORACIÓN COLECTA

Padre lleno de amor, que nos concedes siempre más de lo que merecemos y deseamos, perdona misericordiosamente nuestras ofensas y otórganos aquellas gracias que no hemos sabido pedirte y tú sabes que necesitamos. Por nuestro Señor Jesucristo...

LITURGIA DE LA PALABRA

La viña del Señor es la casa de Israel.

Del libro del profeta Isaías.: 5, 1-7


Voy a cantar, en nombre de mi amado, una canción a su viña. Mi amado tenía una viña en una ladera fértil. Removió la tierra, quitó las piedras y plantó en ella vides selectas; edificó en medio una torre y excavó un lagar. Él esperaba que su viña diera buenas uvas, pero la viña dio uvas agrias.



Ahora bien, habitantes de Jerusalén y gente de Judá, yo les ruego, sean jueces entre mi viña y yo. ¿Qué más pude hacer por mi viña, que yo no lo hiciera? ¿Por qué cuando yo esperaba que diera uvas buenas, las dio agrias?

Ahora voy a darles a conocer lo que haré con mi viña; le quitaré su cerca y será destrozada. Derribaré su tapia y será pisoteada. La convertiré en un erial, nadie la podará ni le quitará los cardos, crecerán en ella los abrojos y las espinas, mandaré a las nubes que no lluevan sobre ella. 

Pues bien, la viña del Señor de los ejércitos es la casa de Israel, y los hombres de Judá son su plantación preferida. El Señor esperaba de ellos que obraran rectamente y ellos, en cambio, cometieron iniquidades; Él esperaba justicia y sólo se oyen reclamaciones.

 Palabra de Dios.

 Te alabamos, Señor.




Del salmo 79


 R/. La viña del Señor es la casa de Israel.



Señor, tú trajiste de Egipto una vid, arrojaste de aquí a los paganos y la plantaste; ella extendió sus sarmientos hasta el mar y sus brotes llegaban hasta el río. R/.

Señor, ¿por qué has derribado su cerca, de modo que puedan saquear tu viña los que pasan, pisotearla los animales salvajes, y las bestias del campo destrozarla? R/.

Señor, Dios de los ejércitos, vuelve tus ojos; mira tu viña y visítala; protege la cepa plantada por tu mano, el renuevo que tú mismo cultivaste. R/.

Ya no nos alejaremos de ti; consérvanos la vida y alabaremos tu poder. Restablécenos, Señor, Dios de los ejércitos, míranos con bondad y estaremos a salvo. R/.


Obren bien y el Dios de la paz estará con ustedes.


De la carta del apóstol san Pablo a los filipenses: 4, 6-9


Hermanos: No se inquieten por nada; más bien presenten en toda ocasión sus peticiones a Dios en la oración y la súplica, llenos de gratitud. Y que la paz de Dios, que sobrepasa toda inteligencia, custodie sus corazones y sus pensamientos en Cristo Jesús.



Por lo demás, hermanos, aprecien todo lo que es verdadero y noble, cuanto hay de justo y puro, todo lo que es amable y honroso, todo lo que sea virtud y merezca elogio. Pongan por obra cuanto han aprendido y recibido de mí, todo lo que yo he dicho y me han visto hacer; y el Dios de la paz estará con ustedes.

 Palabra de Dios.

 Te alabamos, Señor.




ACLAMACIÓN (cfr. Jn 15, 16)


R/. Aleluya, aleluya.



Yo los he elegido del mundo, dice el Señor, para que vayan y den fruto y su fruto permanezca. R/.



Arrendará el viñedo a otros viñadores.


Del santo Evangelio según san Mateo: 21, 33-43


En aquel tiempo, Jesús dijo a los sumos sacerdotes y a los ancianos del pueblo esta parábola: "Había una vez un propietario que plantó un viñedo, lo rodeó con una cerca, cavó un lagar en él, construyó una torre para el vigilante y luego lo alquiló a unos viñadores y se fue de viaje.



Llegado el tiempo de la vendimia, envió a sus criados para pedir su parte de los frutos a los viñadores; pero éstos se apoderaron de los criados, golpearon a uno, mataron a otro y a otro más lo apedrearon. Envió de nuevo a otros criados, en mayor número que los primeros, y los trataron del mismo modo.

Por último, les mandó a su propio hijo, pensando: ‘A mi hijo lo respetarán'. Pero cuando los viñadores lo vieron, se dijeron unos a otros: 'Éste es el heredero. Vamos a matarlo y nos quedaremos con su herencia'. Le echaron mano, lo sacaron del viñedo y lo mataron.

Ahora, díganme: cuando vuelva el dueño del viñedo, ¿qué hará con esos viñadores?". Ellos le respondieron: "Dará muerte terrible a esos desalmados y arrendará el viñedo a otros viñadores, que le entreguen los frutos a su tiempo".

Entonces Jesús les dijo: "¿No han leído nunca en la Escritura: La piedra que desecharon los constructores, es ahora la piedra angular. Esto es obra del Señor y es un prodigio admirable?

Por esta razón les digo que les será quitado a ustedes el Reino de Dios y se le dará a un pueblo que produzca sus frutos".

 Palabra del Señor.

Gloria a ti, Señor Jesús.


Credo.

PLEGARIA UNIVERSAL


Presentemos nuestras plegarias al Padre, con un espíritu muy abierto y solidario con todos. Después de cada petición diremos: Te rogamos, óyenos.



Para que la Iglesia dé los frutos de fe y de amor que Dios espera. Oremos.

Para que los que no creen en Jesucristo puedan descubrir la alegría del Evangelio. Oremos.

Para que las actividades del Congreso Eucarístico Nacional, que se realizará esta semana en Tijuana, produzcan frutos abundantes. Oremos.

Para que los que hoy siembran con esperanza, cosechen con alegría. Oremos.

Para que se termine el negocio de la fabricación y la venta de armas. Oremos.

Para que recobremos el gusto en la oración del santo Rosario y la relación personal con Dios. Oremos.


Escucha, Padre, lo que con fe te hemos pedido, y haz de nuestras vidas un fiel testimonio de tu amor. Por Jesucristo, nuestro Señor.


ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS


Acepta, Señor, este sacrificio de alabanza que tú mismo instituiste, y realiza en nosotros la obra de santificación que con su muerte nos mereció tu Hijo, que vive y reina por los siglos de los siglos.



Prefacio para los domingos del Tiempo Ordinario.


ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN (Lm 3, 25)

Bueno es el Señor con los que en Él confían, con aquellos que no cesan de buscarlo.

ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN

Que esta comunión, Señor, sacie nuestra hambre y nuestra sed de ti y nos transforme en tu Hijo, Jesucristo, que vive y reina por los siglos de los siglos.

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